1.
encontrado por casualidad en el trastero y pude enchufar una lámpara en medio del jardín para
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encendió la lámpara, la desolación fue aún mayor
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desollar a un hombre y dejarlo, todavía vivo, colgado de los pies de una lámpara, sin que se
4.
No he tocado o limpiar cualquier cosa: Me encanta el olor de la vieja! Sólo traje una pequeña mesa, una lámpara de gas, una pequeña cocina y un sofá para mis meditaciones
5.
Y mientras yo estaba estudiando cómo envolver la madera, las horas pasaron en absoluta tranquilidad, sólo roto por el sonido de las olas rompiendo en un muelle pequeño y el silbido sutil de gas que mantiene viva la llama de la lámpara
6.
¿Por qué no entró?¿Qué temor la detenía? La alcoba estaba casi a oscuras, pues apenasllegaba a ella la claridad de la lámpara encendida en la sala
7.
Luego, en casa de Sarrió, los tres, en el misterio de la noche, ante lascopas, bajo la lámpara, evocan viejos recuerdos
8.
Esta noche el pobre Sarrió está muy ocupado; se encuentra metido en sudespacho, bajo la lámpara que pone en su cabeza vivos reflejos, ante unlibro que lee y relee con visibles muestras de un interés profundo
9.
En esto vió que Simoun salió de lapuerta de su casa con la caja de la lámpara, cuidadosamenteenvuelta, entró en un coche que siguió la fila de los queacompañaban á los novios
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La lámpara ya había caido en el agua cuando loscriados pudieron gritar:—¡Ladron, ladron!precipitándose tambien á la azotea
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Nelet había encendido la lámpara del comedor, ylos moscardones y
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Al encender su lámpara
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encontraba en un gran aposento apenas iluminado, y a ladébil luz de una lámpara
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hemisferios que seencuentra vuelto hacia la lámpara,
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Por el contrario, la lámpara ó Sol, visto de la Tierra,
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Una lámpara de siete mecheros,
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Un lienzo de un retrato de una lámpara que el Señor Duque Don Fernandodió á San
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Ruy Soto encendió una lámpara de mano, abrió unapuertecilla y subió por una
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Y abrió la puerta, entró, encendió una lámpara y salió álos corredores sin hablar con
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parecía absorber el amarillo reflejode una lámpara que estaba encendida sobre una
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Martín le coge la lámpara y sube la escalera precediendo a su
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Elaceite crepita en la lámpara que humea
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En el corredor humeaba una lámpara de cocina; y salía de allí
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lámpara de iglesia pendía del cieloraso
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El té estaba en el suelo, sobre una gran bandeja de plata, en la quemovía la lámpara de alcohol
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empinándose sobre la punta de los piespara recibir mejor la luz de una lámpara pendiente del
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una lámpara de petróleo colgada en el centro dela estancia sobre el mostrador
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A la luz oscilante de la lámpara lo vivacilar, quererse
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crepúsculoempalidecía la luz de la lámpara y hacía visibles los
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luzdiscreta de la lámpara, el bienhechor olvido expulsó del alma
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lámpara velada,irradiaron los fulgores del rubí de su anillo de
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lámpara; peropronto sucumbió a la irresistible tentación de mirar
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Laciencia apaga su lámpara en la mezquita y la sinagoga y oculta loslibros en el
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portezuela,mientras yo quedaba en pie, bajo la lámpara, cuyo
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encender unalinterna en la lámpara que ardía sobre el mostrador,
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como si fuera desol, porque la luz de la lámpara da toda en el
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En cadadepartamento de la jaula un minero sujetaba, con su mano trémula demodorro, una lámpara
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Una lámpara de plata ardía en lacapilla mayor
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viva luzde la lámpara de petróleo, dio consigo en tierra
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sentarnos en un cuartito de la trastienda,alumbrados por una lámpara de petróleo
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sostenido una lámpara de gas en algún café
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anciana colocó la lámpara en una esquina delhogar y corrió los cerrojos
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—Enciende la lámpara del gabinete y antes hazle pasar a lahuerta
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¡Esa lámpara, seorbandido! y tú, hija de perdición, no ocultes debajo del mandil
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En esto pensaba cuando entró en el comedor, ya al obscurecer, a prepararla lámpara
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lámpara de la capilla se mezclaban en el rostroanémico de aquel Jesús del altar, siempre triste y
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Debajo de la lámpara se le
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En la cocina, una gran lámpara, alimentada con la misma esencia de losmotores que perforaban el suelo,
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Le parecía también unasunto trascendental y complicadísimo encender la lámpara de
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Por la noche, a la luz de la lámpara, bajaba un amigo de las tablas dela biblioteca y
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mística lámpara, en lapenumbra de la sacristía, evocando la
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mariposas vuelan haciala lámpara y los pájaros de mar chocan
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tientas las cerillas y encendió una lámpara de bombaesmerilada
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Cuando María dio luz a la lámpara se encontraron sus ojos con los de unaimagen
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faro y mi habitación la lámpara que acaba de encenderse», sedecía con gozo infantil
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sorpresa una vieja planchadora de la casa, que siempre habíaencendido la lámpara del
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ceja y ceja lacompra de una buena lámpara para el comedor, y
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colgajos de la lámpara del comedor, iluminadospor una vela que
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Dicho esto, el Padre Ambrosio, tomando en la mano la lámpara que ardíasobre la mesa y
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Casi debajo de la lámpara
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Sólo la tenue luz de una lámpara velada por el vaso de alabastro en queardía iluminó la
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de la luna, penetraban en la estancia y querían luchar con la luzde la lámpara y de la palmatoria
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Entraron en el comedor y se sentaron: la lámpara brillaba en
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22 La lámpara del cuerpo es el ojo: así que si tu ojo fuere sincero, todo tu
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encender una lámpara, poner la mesa, y sobre ellalos manjares, sin pronunciar
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Amparo junto a la mesa del comedor, dondehabía quedado la lámpara encendida, y se
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punto de luz: era la lámpara del altar, que como un alma despierta y vigilante oraba en el recinto
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estancia queles acompañaba con una lámpara en la mano,—
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De la sala salía el tenue resplandor de una lámpara a media
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hacia Julia, que estabaleyendo junto a un velador, encima del cual lucía la lámpara,
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En el cuarto, alumbrado por una lámpara, estaba extendido sobre la cama el vestido de novia de
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El viajero corrió el transparente azul, cubriendola lámpara; recostose en
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La guardiana les precedía alumbrando con una lámpara deminero, aplastada y de
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algunos segundos, y apagose ladébil luz de la vida en la exhausta lámpara
75.
—No conozco la leyenda, solo sé que el producto del cocal se emplea enbeneficio de la ermita, y que de cuando en cuando se extrae cantidadbastante de aceite para que una lámpara continuamente alumbre á
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Cuatro ventanas enlos muros provistas de conchas y cristales, el altar con la imagende la Dolorosa y una lámpara de plata que ardía frente á aquella,completaban el
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¡Pero la oscuridad era casi total! La luz de la lámpara producía un
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Era obvio que iba a reparar en las manipulaciones que yo había hecho con la lámpara
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–¡Sujétalo bien! – exclamó Yafar, mientras trepaba a un poste y encendía una lámpara de aceite
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Todos querían abrazarlo y tocarle los ojos, puesto que había visto el pozo y al santo leyendo su libro a la luz de una lámpara de aceite
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La noche de Ispahán estaba repleta de estrellas y la luna colgaba como una lámpara celestial por encima de las mezquitas encantadas
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Sosteniendo la lámpara con la mano, me encaramé a la escalera
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alrededor de la lámpara del sol, conducidas
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Encendía la lámpara y me quedaba imprimiendo hasta la madrugada
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Detrás del corro se produjo un leve ruido, seguido de un súbito estrépito, cuando uno de los jóvenes enlaces dejó caer su lámpara y echó a correr escalera arriba en busca de la luz del día y la seguridad
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–Os evitaré tener que revivir esto, muchachos -dijo cuando entramos en su habitación, apartándose del escritorio donde, a la luz de una lámpara, había permanecido inclinado, pluma en mano, sobre un gran pergamino-
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La habitación se hallaba iluminada por una sola lámpara, que esparcía a su alrededor un pálido resplandor
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Don Juan había encendido, y puesto en un rincón, la lámpara de kerosén
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Pero al día siguiente, cuando salí del sueño lúcido y quise de verdad tomar la pluma, tuve la mortificante revelación de que nada de lo pensado, imaginado, resuelto, bajo los efectos del Benares fumado, tenía el menor valor: eran fórmulas adocenadas, ideas sin consistencia, invenciones descabelladas, imposibles transferencias estéticas de plástica o sonidos, que las gotas burbujeantes, trabajadas entre dos agujas, habían sublimado al calor de la lámpara
90.
No le dije que eran por el alquiler de mi lámpara, pero supuse que así lo había pensado
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Una vez apagada la lámpara, la mujer hizo un gesto de aprobación
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¡Un fin de semana con entremés de asesinos y ladrones! ¿Por qué no se enciende la lámpara? Las del resto de la casa funcionan perfectamente
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Tendrá los aviones, las bombas, todo lo necesario para la guerra química; tendrá los hombres para el combate; tendrá los transportes; tendrá los barcos y el combustible; tendrá lo que podríamos denominar la lámpara de Aladino
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No tiene más que frotar la lámpara para que aparezca el genio
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Sentía que en su cabeza acababa de encenderse una lámpara eléctrica, que iluminaba ahora todo lo que antes no se distinguía en las tinieblas
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) Después iba al comedor, zamarreaba al tío, que rugía mirando aterrado la lámpara que brillaba sobre sus ojos y se espabilaba
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El tío se instalaba en uno de los lados de la mesa, bajaba la gran lámpara de petróleo y a su luz ponía gravemente las partes de la escopeta desmontada que había engrasado meticulosamente
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Sumido en el trabajo como en un sueño ininterrumpido, sólo conmovido, aunque oscuramente, por las misas vespertinas que iban multiplicándose en la horrible iglesia fría, pero donde el órgano le permitía escuchar una música que oía por primera vez, él, que hasta entonces sólo había conocido estribillos estúpidos, soñando entonces más densa, más profundamente, un sueño poblado de oros cambiantes en la semioscuridad de los objetos y las vestiduras sacerdotales, al encuentro en definitiva del misterio, pero de un misterio sin nombre en el que las personas divinas nombradas y rigurosamente definidas por el catecismo no tenían nada que hacer ni que ver, prolongando simplemente el mundo desnudo en que vivía; el misterio cálido, interior e impreciso que lo inundaba entonces sólo ensanchaba el misterio cotidiano de la sonrisa discreta o del silencio de su madre cuando él entraba en el comedor, con el crepúsculo, y cuando, sola en la casa, no había encendido la lámpara de petróleo, dejando que la noche invadiera poco a poco la habitación, ella misma como una forma más oscura y más densa aún, mirando pensativa por la ventana los movimientos animados, pero silenciosos para ella, de la calle, y el niño se detenía entonces en el umbral de la puerta, con el corazón embargado, lleno de un amor desesperado por su madre y por lo que, en su madre, no pertenecía, o ya no pertenecía al mundo y a la vulgaridad de los días
99.
Sentado delante de la mesa cubierta con hule, la lámpara de petróleo encendida en invierno, un gran tazón de barro esmaltado en las manos, trataba de tragar sin quemarse el café con leche hirviendo que acababa de servirle su madre
100.
Los grandes tranvías iluminados pasaban entonces con gran ruido por el borde del mar, por lo alto, después bajaban un poco hacia el interior y desfilaban entre casas cada vez más pobres hasta el barrio de Belcourt, donde había que separarse y subir las escaleras jamás iluminadas rumbo a la luz redonda de la lámpara de petróleo que iluminaba el hule y las sillas alrededor de la mesa, dejando en la sombra el resto de la habitación donde Catherine Cormery, delante del aparador, preparaba los cubiertos, mientras la abuela recalentaba en la cocina el guiso del mediodía y el hermano mayor leía en un extremo de la mesa una novela de aventuras