Usar "pañoleta" en una oración

1. cubiertos en parte por una pañoleta obscura, ala que el

2. Pero también ahí ignoraba hasta qué punto estaba predispuesto a llegar hasta ese último refugio, esa inexpugnable ciudadela, ese mundo en el que soñadores ancianos, tocados con el shtreimel, luciendo largas barbas y vistiendo oscuras levitas, arrastraban de la mano una caterva de hijos, hermanos y hermanas nacidos con nueve meses de diferencia; un pueblo hierático, de paso apresurado y rostros similares, pálidos y enmarcados por largos bucles en espiral; un palacio insólito en el que brillaban la seda y el terciopelo, un lugar anticuado en el que se movían, al mismo compás de los personajes del siglo xviii, muchachas con pañoleta y mujeres que llevaban peluca y sombrero, con los hombros cubiertos por chales, las piernas ocultas bajo largas faldas y los tobillos aprisionados por medias de lana

3. —Fascistas —corrigió una de las ancianas, de muy buen ver todavía, con los cabellos muy blancos, que llevaba una pañoleta en torno al cuello, que nada la favorecía

4. Se quitó las ropas impermeables, el grueso sobretodo, la pañoleta, el sombrero y la gorra, y los empujó por el hueco delante de él

5. —Bueno —dijo Crozier, con los pulmones doloridos por el aire frío, aunque fuera filtrado a través de su gruesa pañoleta de lana—, cuando vuelva con la guardia de relevo a las ocho campanadas, vuelva a mirar en el pañol y si ella no está allí

6. Entre los transeúntes abundan los ejecutivos con traje de raya diplomática y barretina, o traje y pañoleta de rejilla para las mujeres

7. Un tirón a su pañoleta arrancó a Marie de sus lúgubres pensamientos

8. Y cuando hubo que ocuparse del monumento a los Caídos a base de estropajo y puños, allí se presentó Ophelia, junto a todas las mujeres de la población que habían perdido hijos en alguna de las tres guerras, en traje de faena y con el pelo recogido bajo una pañoleta

9. Vendió su chal, el traje de los días de fiesta y se quedó con su diario vestido de percal, con los codos al aire; el domingo se cubría el cuello con una vieja y gastada pañoleta