1.
comandante de una legión de ellos, como éste era el caso, debes admitirlo; así que no pongas
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de su misma legión, pero éste lo hacía con la propia naturalidad con que se bebería un vaso de
3.
Sabía que la legión de robots habían matado a miles de millones, pero también miles de millones de otros mamíferos y todos los humanoides
4.
Su preocupación por los millones de humanoides y otros animales salvajes a su legión había matado en el planeta era inexistente
5.
La muerte y el sufrimiento de la Arct se convirtió en su única obsesión y la muerte de las otras criaturas sólo aminoró la legión abajo y causó confusión con el total de muertes registradas
6.
"Desarmar, para que su legión de robots puede entrar y tomar el control, ¿es eso lo que realmente quieres decir?" le pregunta con voz airada en la parte posterior del auditorio
7.
"¿Por qué me tienes miedo? Os he hecho ningún daño, de hecho he aniquilado a sus enemigos como el CRAT, con la ayuda de la legión robot, planificación estaban invadiendo este sector y matando a todos humanoide que vive
8.
Una legión de diablillos,
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de la Legión de honor, lo mismo que a otros muchos queaún no
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elegancia;lucía en su solapa la cinta de la Legión de honor, de la
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popularizada por los famosos músicos de la Legión austríaca
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que en casa del duque deLerma, y en medio de una legión de pajes y lacayos,
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el asunto principal encaja, son una legión demártires, apóstoles y santos, y una
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legión de consejeros de Estado, de subsecretarios, desecretarios,
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pueblo habíaun santo nacido en él, el cual santo perteneció a la Legión Tebana; ycomo en
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Masuna legión de ninfas y
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engancharse en la Legión extranjera de Argelia
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en esta casa alguna legión de demonios invisibles que os vana todos revolviendo la
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El pertenecía a esta legión de desgraciados, cuyas quejas no encontrabaneco, que
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Ese tuno debe tener metida en su cuerpecillotoda entera una legión de
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roseta de la Legión de Honor en una solapa y el aspectode un alto funcionario retirado
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legión de voluntarios, y él proyectaba igualmentela suya: un
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susfavores el sueño, vino con él una legión de pesadillas a cual más negray opresora
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todos los de aquella denodada legión), yninguno de ellos supo
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se abríauna puerta y entraban en tropel, como legión de
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un estornino, siendo tal la baraúnda, que no parecía sino que una legión de demonios se había
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María Carlota era alta, morena, muy mona, alegre, sonriente y andaba siempre de punta en blanco, andaba siempre impecable, en la oficina era muy difícil encontrarla porque iba a diario a la peluquería y eso, claro es, le robaba mucho tiempo, el mudo Alejo cubría con muy cumplida eficacia todas sus ausencias, Alejo era listo como un rayo y además ponía buena voluntad, María Carlota le regalaba una cajetilla de celtas todas las semanas, a Alejo le duraba dos días y después fumaba lo que le diesen, la gente suele regalar tabaco con largueza, pitillos y hasta puros, eso es algo que se agradece mucho, es una costumbre que da pena que esté desapareciendo, es probable que Alejo también fumase colillas, pero eso no importa y tampoco hay por qué traerlo aquí, nunca hay razón para humillar a nadie, María Carlota tenía un novio de toda la vida, Esteban Rosende, delineante del arquitecto don Eduardo, el tío del jugador de chapó Cándido Julián, que había estado en la Legión, bailaba el tango y navegaba en piragua como pocos, si sigo por ahí me meto en otra historia y esto es peligroso porque después no hay modo de salir, María Carlota y Esteban Rosende acabaron riñendo, la verdad es que nunca supe la causa, y entonces ella empezó a salir con amigas y a rodar por la cuesta abajo, no tuvo suerte con los hombres, en eso influye mucho la casualidad, Cándido Julián se sabía el Martín Fierro casi entero, donde no hay casualidad suele estar la Providencia, vo esto no me lo acabo de creer del todo, la casualidad es como un jilguero metido en una jaula, que a lo mejor canta y a lo mejor se muere, la muerte de los pájaros es siempre caprichosa, y pudiera ser que no brotase sino en los espíritus que aciertan a buscarla, María Carlota no tuvo suerte con los hombres y también acabó bailando al son de la música de jazz de los derrumbamientos
28.
En 1936, siendo un cadete en la Academia de Infantería, ingresó en el santoral del heroísmo franquista tras defender el Alcázar de Toledo durante los dos meses y medio que duró el asedio republicano: allí recibió su primera herida de guerra; en los seis años que siguieron recibió otras cuatro, tres de ellas combatiendo con la VII Bandera de la Legión en Madrid, en el Ebro y en Teruel, y la última con la División Azul en Rusia
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La Vigésimo Segunda legión no defendía sólo los míseros campos que los veteranos habían adquirido en la provincia con sus ahorros
30.
—Los francos estaban ya al otro lado del Mosa, procónsul, y la legión estaba saliendo para interceptarlos
31.
Después de obtener el tribunado gracias a las influencias de su padre, esperaba, al menos, que se le hubiese asignado a cualquier legión de Oriente Medio, lo que hubiera significado beneficiarse de cómodos alojamientos y de un clima más apacible
32.
No tardó en comprender que en la legión no hubiese sido nadie si no hubiese sabido ganarse el respeto de los centuriones, por lo que había comenzado a conquistárselo en las escaramuzas estivales, en la persecución de los saqueadores de Arbogaste, teniendo en cuenta los años de equitación y de, aunque discontinuos, ejercicios gimnásticos en las palestras de las termas, además de las pocas clases de espada que había recibido antes de abandonar como un gladiador la escuela de Capua
33.
—¿Pero dónde está la legión de Treveri? Deberíamos habernos encontrado al menos con alguna patrulla, teniendo en cuenta que estamos en sus territorios y sin embargo, nada
34.
Habiéndole delegado Balbieno el mando de la legión en Mogontiacum, Valerio esperaba por fin gozar en paz de la felicidad de la vida familiar, pero precisamente entonces, durante una estancia en Vico Bedense, la peste se llevó a su mujer y a sus hijos, arrojándolo a la más profunda desesperación
35.
Para socorrer el sudoeste, Balbieno pensaba en una acción conjunta con la Octava legión, de permanencia en Argentoratum, pero las dificultades de comunicación complicaban la ejecución de su plan
36.
De todas formas, Floriano fue proclamado emperador por los soldados, y a él le juraron fidelidad los legionarios y los oficiales de la Vigésima Segunda legión
37.
En pie, delante de los Bof iciales de la legión —que estaban en fila como escolares en las dependencias del cuartel—, daba rienda suelta a toda su ira
38.
—Teniendo en cuenta que voy a salir con la legión, prefiero que tú te quedes al mando de la guarnición
39.
A Valerio la idea de quedarse inactivo en el castrum mientras la legión combatía le repugnaba
40.
E incluso ahora, al ver partir las divisiones, se esforzaba por resistir la llamada del águila dorada que marchaba a la cabeza de la legión
41.
Su verdadera religión era el espíritu del cuerpo, la certeza de que en la legión ninguno estaba solo y que, en cualquier circunstancia, cada uno podía contar siempre con la ayuda de sus compañeros
42.
Pero de todos modos, aquéllos eran los únicos hombres que aún estaban dispuestos a combatir por Roma y por su honor, aunque para ellos el honor de Roma no era más que el de la propia legión, cuyas memoria heroica y tradición eran los únicos y verdaderos soportes morales que los unían
43.
A continuación, un centurión le entregó una antorcha y, después de que los soldados de la guarnición hubieran lanzado, por tres veces, el grito de batalla de la legión, Valerio se acercó a la pira funeraria y le prendió fuego
44.
Detrás de ellos estaban agrupados todos los oficiales de más alto grado de la legión, a excepción de Clodio Saluvio y Aquilio Tauro, que no habían podido abandonar el campamento
45.
La caballería salió rápidamente del bosque, dispuesta en forma de cuña detrás del resplandeciente estandarte de la legión
46.
De tal modo que en pocos días unió sus fuerzas con las de un pequeño destacamento de la Octava legión de Argentoratum, encabezado por un tribuno de Cornelio Eprio, el legado que estaba al mando de aquella fortaleza
47.
¿O te has olvidado de la Legión Extranjera y sus asesinos? También ellos causaron estragos entre nuestras tribus, las diezmaron, les quitaron sus pozos, y sus pastos, y las empujaron a los pedregales
48.
Contaba también, esa misma tradición, que la guarnición de la Legión francesa tardó tres meses en enterarse de que ya no eran fuerzas coloniales, sino extranjeros vencidos
49.
—¿Y yo —replicó el conde—, al señor barón Danglars, caballero de la Legión de Honor, miembro de la Cámara de los Diputados?
50.
—Es un nombre que Maximiliano hará sin duda glorioso, pues a los veintiocho años es capitán de spahis y oficial de la Legión de Honor
51.
—¡Izquierdista perdedor! ¡Intruso inútil en la fiesta de la Lealtad a la Legión!
52.
Se encargaba de los Cadetes del Espacio, de la Legión Espacial y de los Solarones (niños policía encargados de denunciar a otros niños por ensuciar el suelo o por infracciones al código en el vestir)
53.
Propongo el alistamiento de todos los que tienen algo que ver con los tristes sucesos, v formar con ellos una legión, cuyos miembros cobrarán por sus servicios lo mismo que ganan en sus trabajos habituales, añadiendo los gastos adicionales
54.
-¿Quiénes cree usted que deben formar esa legión?
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-¡Pues diríase que entre esas ramas hay una legión de chicos!
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En un momento estuvieron encima y se lanzaron al castillo de proa, silenciosamente, como una legión de fantasmas
57.
El ruido del motor llevó a su mente una canción de la Legión Española que Gustavo Morante tarareaba a menudo:
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Por eso, y porque sospechaba que su protegido sería capaz de hacer cualquier cosa, con todo lo que significaba esa expresión en aquel momento, en aquel lugar, para salir a flote, se le ocurrió la idea de dejar un hombre en Riga, un enlace clandestino entre los voluntarios de la Legión Azul y él mismo, que actuaría a su vez como enlace con el mando del ejército español
59.
Atio agrupó a sus hombres en una legión, una legión que con toda intención y propósito parecía reclutada de las entrañas de los mares del norte
60.
Cuatro perros, que me parecían una legión entera de diablos, dormían acurrucados por allí cerca, y cada gruñido que se les escapaba en su sueño o al menor ruido de las bestias que había en la cuadra, me hacía saltar el corazón
61.
–Dios mío, Jean-Luc, después de esto tendremos que alistarnos en la Legión Extranjera
62.
Incluso en esas fechas, cuando la perspectiva de una victoria germana era muy lejana, hubo suficientes voluntarios para formar una unidad que iba a suceder a la División, la Legión Azul (con entidad de Regimiento), repatriada en marzo de 1944, de nuevo por orden del gobierno de Madrid
63.
Se comunica a los integrantes de la Legión Azul la disolución de la unidad, que es repatriada a España
64.
Allí, dos días después, fue condecorado por el General Oberst Lindemann con la Cruz de Caballero de la Orden de la Cruz de Hierro, y le confirma oficialmente que la "Blau" iba a ser retirada del frente y reemplazada por una Legión de Voluntarios
65.
El 14 de octubre, el General Oberst Lindemann informó al General Esteban-Infantes que el Alto Mando de la Wehrmacht ha aceptado la repatriación de la División Azul solicitada por el Gobierno español, y el 17 del mismo mes, tras algunas conversaciones de estado, Madrid permite que se forme la Legión Española de Voluntarios, llamada muy pronto Legión Azul y que se nutrió con esforzados voluntarios, como el Tte
66.
Anticarro, arenga a la tropa uniéndosele muchos en su intención de quedarse en la Legión que se formaba
67.
Tal era la necesidad de refuerzos en línea que a principios de diciembre, antes de terminar su instrucción, una Bandera de la Legión Azul entra en combate protegiendo las carreteras que unen Yamberg con Narva, y poco después en una operación denominada "Partisanschtschina", orientada a desalojar algunas poblaciones donde se cree estan cobijados cierto grupos de partisanos entre el espeso bosque que las rodea
68.
El 9 de enero cae el primer oficial de la Legión, el Alf
69.
Se dice que el enemigo ha tomado Novgorod… ¡Novgorod!…la noticia se recibe con tristeza en las líneas de la Legión
70.
Se le ordena a la Legión marchar a Luga y el 31 de enero llegan allí con 200 heridos que son embarcados en tren a Estonia, desplegándose el día 6 de febrero en el nudo ferroviario de Tapa
71.
—Yo, un Cornelio patricio, marchar como un soldado raso en una legión? —replicó—
72.
Dio a todas las legiones una preciosa águila de plata con las alas abiertas montada en un mástil plateado; el águila la portaría el aquilifer o soldado considerado el más fuerte de su legión, revestido de una piel de león y una armadura de plata
73.
Sila combatía en primera línea con la primera cohorte de la primera legión, pues Mario estaba dirigiendo la táctica y el elemento sorpresa era mínimo; cuando las líneas de infantería de Yugurta cedieron, fue Sila quien dirigió la carga, seguido de cerca por Sertorio
74.
Tenemos una escasez abrumadora de centuriones, lo cual quiere decir que ninguna de las nuevas tropas de proletarios alistadas han recibido instrucción adecuada y la única legión de este tipo de las cuatro últimas va casi sin preparación
75.
Luchando valientemente contra aquellos gigantes, los marsos perecieron casi hasta el último hombre, igual que Druso y la legión que combatía junto a ellos
76.
Silo cayó herido en el costado y Druso quedó inconsciente de un golpe recibido con la empuñadura de una espada germana, poco después de que su legión entrara en combate; Quinto Sertorio intentó, a caballo, reagrupar a sus hombres, pero no hubo manera de contener el ataque germano, cuyos caídos eran reemplazados inmediatamente por tropas de refresco; y sus reservas eran inagotables
77.
Por lo visto se conocieron después de la batalla, porque la legión de Druso estaba en primera línea junto a la de Silo
78.
Cruzaba primero el puente la legión más alejada, seguida por la contigua y así sucesivamente, de modo que el ejército efectuaba un movimiento parecido al de una alfombra que se enrolla
79.
Entretanto, la columna romana se había movido con rapidez, y, cuando los cimbros formaron para el ataque, la legión más alejada del puente ya estaba cruzándolo en doble fila
80.
El aquilifer era el mejor soldado, que portaba el águila de plata de su legión y debía impedir que cayera en manos del enemigo
81.
La medida dio resultado; al no tener donde retroceder, las legiones de Escipión aguantaron, y la legión de veteranos inició la lenta y constante maniobra de hacer retroceder al enemigo
82.
Le han encomendado reclutar una legión de tropas de tierra, pero le han dicho que las flotas las requise en los puertos de la región en que opere sin limitación alguna
83.
No obstante, el padre tenía algo de influencia y pudo conseguir que se incorporase como cadete a la legión que Marco Craso había reclutado para Sila después del desembarco de éste en Italia y el comienzo de la guerra contra Carbón
84.
—Cinco cohortes que nunca han pertenecido a una legión, Crixus
85.
Cuando los cónsules llegaron a Capua les informaron de la escisión en las tropas de Espartaco y de la dirección norte que había tomado éste, y establecieron un plan según el cual Quinto Arrio iría al sur con una legión para atacar inmediatamente a Crixus, Gelio iría con la segunda legión en persecución de Espartaco hasta que Arrio pudiera unírsele, y Clodiano conduciría a las dos legiones restantes en rápida marcha hasta más allá de Roma para tomar por la vía Valeria y llegar a la costa adriática, bloqueando la progreSión de Espartaco
86.
En Mutina, a medio camino de los Alpes, el gran ejército se encontró con el gobernador de la provincia, Cayo Casio Longino, que intentaba valientemente cortarles el paso con una sola legión
87.
El legado de Casio, Cneo Manlio, llegó dos días después con la otra legión de la Galia itálica y corrió la misma suerte que él
88.
No echarían a suertes el destino en las legiones (él, con otros cinco, quedaría destinado a una de las cuatro legiones de los cónsules) hasta asumir el cargo, ni podía dar la lata incorporándose a una legión antes de tiempo; ni siquiera podía dirigirse a Capua
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Luego, habría que tener en cuenta a los no ciudadanos, que en Roma constituían legión: judíos, sirios, griegos, galos y naturales de otros muchos países; con las mujeres, niños y esclavos, la citada cifra de un cuarto de millón debía incrementarse hasta más de un millón
90.
Poseedor de numerosas menciones y medallas, como la Estrella de Bronce, la Medalla por Servicios Distinguidos, la Legión del Mérito, la Medalla al Servicio Meritorio de la OTAN, la mención por la liberación de Kuwait, la Cruz de Honor de Oro, etcétera, Craddock expresó con la misma contundencia que su predecesor al mando la preocupación que sentían los Estados Unidos por la presencia de campos de entrenamiento de yihadistas terroristas en Isla Margarita
91.
Poco sabía Sila de aquel joven; le habían elegido tribuno de los soldados en diciembre y primero había ido a Capua, siendo destinado al mando de la legión días antes de la expedición a Pompeya
92.
Pero apenas habían abandonado la ciudad los portadores de las cartas, Cayo Casio ordenó la instrucción extraordinaria de una legión de tropas auxiliares y decretó una leva de milicia de un extremo a otro de la provincia de Asia
93.
En febrero, en la residencia pergameña del gobernador, la confianza había alcanzado tales cotas, que Aquilio y Casio concibieron un plan aún más audaz: ¿A qué detenerse en los confines del Ponto? ¿Por qué no dar a su rey una buena lección invadiendo el Ponto? La legión de la provincia de Asia estaba en óptimas condiciones, la milicia acampada entre Esmirna y Pérgamo, también en buenas condiciones, y, además, a Cayo Casio se le había ocurrido otra brillante idea
94.
Manio Aquilio se puso al frente de la legión romana de tropas auxiliares acuartelada en la provincia de Asia y marchó por tierra desde Pérgamo, atravesando Frigia, con la intención de cruzar la frontera del Ponto al norte del gran lago salado Tana
95.
—Lucio Licinio, toma la primera y la tercera legión y a paso ligero, porque tienes un buen recorrido, cruzas el Tíber por el puente Mulviano y atraviesas el campo Vaticanus hasta el Transtiberino
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Al llegar a la puerta Esquilina, sin el menor gesto de vacilación, ordenó a la legión no numerada entrar en la ciudad a paso ligero, y, en vez de dispersarse por las calles, subir a las murallas Servianas y ocupar las dobles fortificaciones del Agger, que discurrían desde la puerta Collina hasta la puerta Esquilina, estableciendo contacto así con la fuerza de Pompeyo Rufo
97.
Una vez desplegada la legión en los adarves del Agger, Sila dirigió las dos primeras cohortes de la segunda legión a la gran plaza de mercado dentro de las murallas, junto a la puerta Esquilina, y fuera de ella acantonó el resto de las cohortes
98.
Con la armadura completa, Sila dirigió su mula junto al vexillum de su ejército y los estandartes de la segunda legión consular
99.
—Trompetas, tocad al ataque —dijo Sila, inclinándose en la silla de la mula y asiendo él mismo el águila de plata de la segunda legión