1.
El cargo de Alférez del Rey estuvo siempre enpersonas reales y ricos hombres de los más poderosos,
2.
no sé de qué lugar del Andalucía, el cual habíasido alférez en el fuerte, soldado de mucha cuenta
3.
El alférez y sus acompañantes se interpusieron
4.
—Dice bien ese caballero—dijo el alférez, que se perecíapor este género de
5.
—y el alférez se retorció elotro mostacho y dió una entonación
6.
—El alférez Saltillo—dijo uno de los que llegaban
7.
El alférez, con la espada envainada, estaba detrás deljoven
8.
—¡Bah! ya lo creo—dijo el alférez cruzando con su palabrala contestación de Juan
9.
Y acercándose el alférez á la puerta, llamó
10.
El alférez y Velludo se miraron con asombro
11.
En una habitación del piso alto estaban el alférez Saltilloy Velludo
12.
El alférez devoraba con los dientes una pechuga de perdiz,y con los ojos el redondo
13.
desprecioa las turbas; y Pepe, que iba como alférez en su puesto,
14.
—¡Agárrate bien, Nuncia!—le grita Paco Gómez,mientras el citado alférez y
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y no dudó de que doñaGuiomar era aquella por quien el alférez
16.
había, por tanto, queel virey le hiciese alférez, y, más aún, que le
17.
mataron alSargento y llevaron al Alférez ligado en tierra, ytrataban de tirarle con las escopetas
18.
Perdióse en ella el Alférez Juan Pérez de Vargascon siete soldados
19.
Viendo esto el Alférez Sedeño y el Alférez Herrera,y Beltrán, Maestresala del Virrey,
20.
viendoque los enemigos podían entrar por las baterías,{147}y dijo el Alférez Serrano, que tenía
21.
de un alférez españolque se llamaba Nuncibay, que era alférezdel capitán Galarza y un muy
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entrada; catorce heridas entre golpes de sable ybayoneta lo franquean; y el alférez,
23.
que no eclipsasea la Monja Alférez y fuese la Monja Generala, y en ofrecerle para elregalo de su
24.
— ¡Per Baco! ¡Per Baco! —gritaba el alférez, punteando el compás conlas palmas
25.
este ríomientras no lo limpien, y ninguno de los exploradores actuales, aúncontando con las embarcaciones modernas, ha querido repetir el viajedel alférez Villarino hace siglo y medio
26.
uno de nuestrosabuelos, el alférez Vargas del Solar
27.
Un alférez sacudía losárboles
28.
En el regidor primero es en quien recae el empleo de alférez
29.
de alférez real, que es unbastón alto que tiene sobre el puño un
30.
otros pueblos; y todos montados van desdeallí a casa del alférez
31.
su alférez NicolásCoello, había acrecentado tan buenas disposiciones, ponderando lagrandeza y
32.
Ignaciono los acompañaba porque, siendo alférez,
33.
Esta bandera era la que el alférez real por juro deheredad,
34.
El estandarte que en esa ocasión llevaba su alférez Jerónimo
35.
Habían dejado en reserva una cincuentena de soldados bajo el mando de un alférez para que, en caso de necesidad, pudieran correr a defender los puntos más amenazados, y sin embargo habían reunido a los soldados en las barbacanas, unos cuarenta entre arqueros y pedreros
36.
Durante aquella campaña se distinguió en numerosas ocasiones en el campo de batalla y obtuvo el grado de alférez y después el de centurión, comenzando de este modo su propia carrera militar
37.
Ahora el alférez se dirigía al silencioso fraile:
38.
Dos guardias al mando de un alférez subían en aquel momento la escalinata, pero el jesuita, con un gesto autoritario, los detuvo
39.
—Yo conocía bien a esa muchacha que resultó ser el tal Alonso Díaz desde sus días en el convento, y os puedo asegurar, diga lo que diga ese miserable de alférez Campuzano, que es incapaz de obrar con deslealtad y de cometer el desafuero de la que la habéis acusado
40.
Mai, tan progresista, tan pacifista, tan equivocada, comprendía muy bien en cambio a su propio padre, que decidió prescindir para siempre de la existencia del miliciano López al hacerse novio de la hija menor de un alférez provisional que jamás descubrió que su yerno era hijo de un rojo
41.
Werner descendió del camión y mientras abría las puertas rezongó al alférez:
42.
Werner, en tanto cerraba las compuertas y preparando la salida, comentó en voz baja aunque suficientemente audible para dejar el mensaje en la mente del alférez:
43.
Oliver mosqueado imaginando que su novia de toda la vida le ponía los cuernos en su pueblo con aquel imbécil de alférez de la Wehrmacht que en cuanto se lo permitían sus permisos, por cierto bastante a menudo, acudía a visitarla con la excusa de que era amigo de su primo
44.
{291} Correspondía a alférez en la especial graduación de las SS
45.
Y vos —dijo, dirigiéndose al alférez portaestandarte—, acompañadme
46.
Apartado del trono por el momento el príncipe Pedro Ramón y conociendo el carácter de Berenguer, suponía que si el viejo conde nombraba heredero a Cap d'Estopes, la batalla estaba asegurada y su lealtad comprometida sin duda con la causa de éste, ya que además de que le había tratado desde el primer día como un huésped querido, y no como un rehén, estaba el hecho de que le había propuesto nombrarle portaestandarte y alférez suyo, amén de haber adquirido el compromiso de visitar a su padre y llegar a un acuerdo con él, limando rencillas y olvidando agravios, exonerándole de su condición de rehén y tratándole como a cualquiera de los condes sometidos a la auctoritas de Barcelona
47.
Si eso sucediera, renunciaría a su condición de heredero de la casa de Cardona y ostentaría como único título el que había logrado por sí mismo: alférez del conde Ramón Berenguer II
48.
Habían transcurrido casi tres años desde su nombramiento como alférez y desde que Marta ingresara en el monasterio de Sant Pere de les Puelles, y ni un solo día había dejado Bertran de evocar su rostro
49.
-Cierto es -dijo el ministril-, que la señora condesa te protege, pues ahora caigo en la cuenta de que algunas veces se lo he oído decir; pero no me explico que tu ama se cartee con el alférez
50.
Con respecto a ti, al principio pensé que la carta entregada por el alférez era para la duquesa Lesbia
51.
Iban delante los jefes blandiendo sus sables, como hombres desesperados que han hecho cuestión de honor el morir ante un montón de ladrillos, y en aquella destrucción espantosa que arrancaba a la vida centenares de hombres en un minuto, desaparecían, arrojados por el suelo el soldado y el sargento y el alférez y el capitán y el coronel
52.
Dos de los Jefes de Compañía, los capitanes Losada y Huidobro, habían caído en el campo del honor, junto a dos jefes de Sección de la 1ª/262 (teniente Romance y alférez Pérez-Aranda), dos colegas de la 2ª/262 (alféreces Gumpert y Ruiz Hornen), uno de la 3ª/262 (teniente Ramiro) y otros dos de la 4ª/262 del capitán Apellaniz (cuyos efectivos, como se dijo, estaban distribuidos entre las tres Compañías de fusiles), el teniente Viejo y el alférez Casañal
53.
Dos jefes de Sección de la 5ª/262 (alféreces Céspedes y Santandreu) cayeron en la batalla y el tercero (alférez Del Castillo) quedó prisionero
54.
Entre los caídos figuraban también dos Jefes de Sección de la 7ª/262 (teniente Llorden y alférez Benedicto)
55.
de Esquiadores de Lafuente, y los restos de la Sección de Asalto de la 15ª/262 -ahora al mando del alférez Fernández García-, a todos los que estaban tratando de contener la marea, la idea de que mantenerse en el lshora era posible
56.
Alférez José del Castillo Montoto (P)
57.
Alférez Carlos de la Fuente Soberón (+)
58.
A la extrema izquierda de mi compañía estaba la sección que mandaba, a mis órdenes, el alférez Santandréu (muerto en esta operación); en el centro, la que mandaba el alférez Céspedes (muerto en esta operación) y a la extrema derecha la que mandaba el alférez Castillo, que horas después hubiera preferido morir como todos sus compañeros
59.
Para evitar que los enemigos alcanzaran este objetivo establecí mi puesto de mando en la sección del alférez Castillo
60.
¿Ese joven era alférez? ¿Fue de los que huyeron o de los que se escondieron en las embajadas y en las casas?
61.
gritó un alférez, viendo a Espartero azotado [381] vivamente por el temporal, la mano en el sombrero, el capote desabrochado por las garras del viento
62.
Pronto se corrió entre los individuos de aquel jovial grupo que la tal moza era casada, y que iba a la guerra con su marido, sargento recientemente ascendido a alférez, el cual se alojaba también allí, y había salido a ocupaciones del servicio
63.
El empleo de alférez era recompensa mezquina para servicios tan eminentes
64.
Urdaneta le apeó el tratamiento, pues del chicarrón que tuvo a su servicio al señor alférez que delante veía, había distancia social muy grande: agradeciendo al matrimonio sus ofrecimientos, manifestó que deseaba recogerse
65.
[171] No dude usted que si hay robos de mujeres por hombres, y testigo soy yo, pues mi marido siendo alférez me robó a mí lindamente de la casa de mis padres, como quien coge del árbol una pera o melocotón; si hay, digo, casos mil de muchachas robadas por varones, casos se han visto, aunque son menos, de caballeros arrebatados por señoras
66.
-Cierto es -indicó un alférez, convaleciente [176] del cólera-
67.
Conocidos el error y la tontería, no vio el Gobierno más camino de arreglarlo que decretar la terminación de la campaña; y al efecto, mandó al Pacífico al señor Álvarez de Toledo, Alférez de Navío, con pliegos para Méndez Núñez, ordenándole el inmediato regreso de la Escuadra
68.
El piquete, todo de arcabuceros, iba partido en dos mangas, al mando una del alférez Muelas y la otra con el capitán Alatriste de cabo; quedando el sargento Albaladejo para regir a los sesenta soldados que permaneceríamos a bordo
69.
Sin que el alférez tuviese que dar órdenes ni hacer señas, mientras él y Alatriste recargaban sus arcabuces —la operación requería el tiempo de dos avemarías o dos paternóster, y había quien los rezaba—, Copons y los demás hicieron retumbar la cala y alrededores con una traca de escopetazos muy bien dirigidos, tanto a los hombres que estaban en la playa como a los del cañón situado en la punta
70.
Con una ojeada comprobó que el alférez Muelas yacía muerto junto al brocal del pozo
71.
—¿Dónde están ahora? —preguntó el alférez Labajos
72.
—¡Armados y a sus puestos! —gritó el alférez Labajos—… ¡Vamos a entrarle!
73.
—¿Cuál es la idea? —quiso saber el alférez Labajos
74.
Hace media hora, un alférez de infantería de marina que vino en un bote desde la ciudad, trayendo un paquete de despachos oficiales para entregar en Cádiz, ha contado que los franceses reconocieron anoche la brecha, y creyéndola practicable dieron el asalto a las nueve de la mañana desde las trincheras y aproches abiertos en los días anteriores por las barrancas
75.
Según el alférez, cuatro batallones de granaderos y cazadores enemigos avanzaron casi en columna; pero la tierra fangosa de las últimas lluvias, en la que se hundían hasta media pierna, y el fuego cerrado de los defensores, les fueron desordenando el ataque, de manera que al llegar al pie de la muralla habían perdido mucho fuelle
76.
Es el escribiente quien, de pie junto al alférez, señala una línea en el registro
77.
El alférez encoge los hombros sin levantar la vista
78.
Hace el alférez un ademán de impotencia
79.
Le condujeron a la planta de oficiales, y en la pequeña antesala encontró sólo a un alférez indiferente
80.
–Espere, por favor -repuso el alférez
81.
Norman no lo recordaba y estaba a punto de decirlo, cuando entró un alférez
82.
Un submarino no abandona la patrulla por una insignificancia como la fractura de hueso de un alférez
83.
Cerca de los moribundos estaba yo con un alférez de mi regimiento, y detrás un pelotón de soldados con las armas cargadas
84.
A partir de entonces comenzó el asedio, insistente de la parte del alférez, débil en resistencias por la de Santa, que no supo defenderse con las mismas energías que empleara al rechazar a Valentín, el compañero de fábrica de Fabián y Esteban, que por ella se perecía, el trovador tímido que sólo acertaba a suspirar delante de la amada
85.
El alférez, en cambio, caminó de prisa; sobrábanle ardides para tropezar con la chica y no le faltaban mañas para charlarle, en broma por supuesto, sonriendo bajo el bozo, sacudiéndose las botas con el látigo o acariciando el pescuezo de su caballo, si lo que decía era de trascendencia
86.
El alférez miró a su vez con los anteojos
87.
El alférez los hizo desembarcar, envueltos en frazadas, y luego se quedó mirando en torno, sin saber qué hacer con ellos
88.
—¿Quién diablos es ella? — preguntó el alférez
89.
—Quizá puedan darnos informaciones útiles acerca de los hunos — dijo el alférez
90.
–Gracias, mi comandante -dijo el joven alférez extrayendo un cigarrillo con dedos sudados y polvorientos
91.
Gonzalo, después de consultar brevemente con el alférez López de Sepúlveda, el único oficial superviviente, se había negado en redondo
92.
Pero lo que acababa de hundirlo y abrumarlo era la inutilidad de su sacrificio, la muerte de tantos y tantos jóvenes y valientes soldados, de sus amigos, del capitán Iraola, del esforzado alférez López de Sepúlveda
93.
Los otros oficiales de la compañía eran el teniente Hurtado de Leyva y el alférez Freire Sotomayor
94.
Al frente del cortejo marchaba el alférez Freire, con correaje y pistola al cinto
95.
–El alférez Turner es la gloriosa excepción que confirma la regla
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Cuando se lo contó a sus vecinos de cama, Javier y el alférez Maldonado se desternillaron de risa
97.
Él es Pepe Robledo, un alférez de ingenieros
98.
La misma objeción que él le había planteado el capitán Olavide cuando éste le propuso apuntarse a los cursillos de alférez provisional
99.
–Mi comandante, el alférez Turner tiene una información referente a un corresponsal del Times en nuestra zona que cree que debe poner en su conocimiento