1.
Todo lo que en ella existía de presunción materna, toda laternura que los éxtasis de madre soñadora habían ido acumulando en sualma se hicieron fuerza activa para responder al miiiii subterráneocon otro miiii dicho a su manera
2.
Al principio no le llamaban laatención las mujeres que encontraba; pero al poco tiempo empezó adistinguir las guapas de las que no lo eran, y se iba en seguimiento dealguna, por puro éxtasis de aventura, hasta que encontraba otra mejor yla seguía también
3.
Adoración la miraba como en éxtasis
4.
Alejandro se gozaba como unchiquillo en el éxtasis de las dos
5.
¡Fíese usted de los místicos éxtasis en el fondo de las
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Mas no era el mío, mi adorada amiga, un pálido y pasivo éxtasis delantede su Imagen
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éxtasis deconcentración ante Dios
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de Dios, que ha surgido en su alma, que la arrebataen el éxtasis y que la
9.
Duraba su éxtasis ante esta visión encantadora cuando la
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recibía con el mismo éxtasis y recogimiento
11.
El jesuita contemplaba las viñas con el éxtasis de un
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como una fragata, que le sumían en éxtasis de adoración
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Estábase de rodillas y en cruz una hora seguida; cuando empezaba ácontar los éxtasis que
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el éxtasis en los labios desu amada, cual paradisíaco rocío; ora, que sus deseos eran
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modo soy inclinado á los éxtasis públicos y misadmiraciones
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en el éxtasis, que tenía siemprecomplicaciones nerviosas, y era preciso evitar que pudiesen
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contemplaciones místicas y éxtasis divinos
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á unestado de arrobamiento vecino del éxtasis, y cuando recibía la sagradacomunión
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Algunas veces cesaba de leer y ponía su mirada en el techo con unaexpresión de éxtasis
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y nadie podía oír su musical armonía en losarrobamientos del éxtasis
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en un estado deembelesamiento y de éxtasis del cual no era fácil
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Luisvolviera de su éxtasis, y se hallase de nuevo en el mundo real
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Pero el mayor encanto, el éxtasis de la dicha,estaba en otra
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los pies, y el puño en lamejilla, y tal fue, añade, la duración de su éxtasis, cavilación omodorra,
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ruiseñor el que canta; aquí el éxtasis habla por losdos
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Veloces manadas de criaturas de pies ligeros circulaban alrededor de la casa con el viento, y ella entrevió, percibió con algún nuevo sentido, que agitaban alargados brazos en una suerte de mímica o éxtasis elásticos
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En sus profecías, recordaban la gran plataforma cuadrada en la que estaba el santuario de Dios, y con visiones muy precisas evocaban las puertas, los vestíbulos, las cámaras y el Santo de los Santos; en su trance, veían como si estuvieran ante sus ojos la orientación y la dimensión precisa de cada muro, de cada puerta y cada ventana, pues era para ellos el código secreto de la santidad, y en su éxtasis imaginaban las simetrías, los espejos y los espacios sagrados
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Mi breve éxtasis de felicidad había terminado
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Se quedaba así, con los ojos cerrados, haciendo rechinar los dientes de leche, como castañuelas en miniatura, en éxtasis
30.
La impronta del éxtasis debe estar en cada movimiento, en el placer de golpear, herir, destrozar
31.
Y hace un rato, después de escribir la frase de Borges que encabeza este fragmento, pensé que el gesto de Suárez es un gesto borgiano y esa escena una escena borgiana, porque me acordé de Alan Pauls, que en un ensayo sobre Borges afirma que el duelo es el ADN de los relatos de Borges, su huella digital, y me dije que, a diferencia del falso duelo que alguna vez inventaron Adolfo Suárez y Santiago Carrillo, esa escena es un duelo de verdad, es decir un duelo entre hombres armados y hombres desarmados, es decir un éxtasis, un trance vertiginoso, una alucinación, un segundo extirpado a la corriente del tiempo, «una suspensión del mundo», dice Pauls, «un bloque de vida arrancado al contexto de la vida», un agujero minúsculo y deslumbrante que repele todas las explicaciones o tal vez las contiene todas, como si efectivamente bastara saber mirar para ver en ese instante eterno la cifra exacta del 23 de febrero, o como si misteriosamente, en ese instante eterno, no sólo Suárez sino todo el país hubiera sabido para siempre quién era
32.
Desde el momento en que pongo en funcionamiento la combinación hasta el momento en que cojo la perilla y abro las sólidas puertas de acero, vivo el éxtasis de la expectativa
33.
Poesía, hija directa de las cosas, en éxtasis dinámico ante el mundo, un mundo trasparente en el que hasta las sombras se precisan inundadas de luz
34.
La novedad de aquellas operaciones culinarias, su excelencia, la actividad que exigían, la necesidad de levantarse a cada momento para mirar lo que estaba en el fuego y volverse a sentar para devorarlo a medida que salía de la parrilla, caliente a hirviendo; nuestros rostros animados por el ardor interior y el del fuego, todo aquello nos divertía tanto, que en medio de nuestras risas locas y de nuestros éxtasis gastronómicos, pronto no quedó del cordero más que los huesos; mi apetito había reaparecido de una manera maravillosa
35.
Entonces fue cuando, mientras hablaba con la señora Danglars, notó el conde la solicitud del señor Andrés Cavalcanti, cómo iba a escuchar la música a la puerta, que no se atrevía a abrir, y su manera de expresar su éxtasis y admiración
36.
Pero aun cuando mucho, después de que los pasos vigorosos y pesados del misionero se hubiesen perdido en el fondo de la calle, el profesor permanecía sentado en la misma posición, mirando al vacío como en éxtasis
37.
Me sumí en el éxtasis y en la oscuridad
38.
Aliviado hasta el éxtasis, Eragon se alzó en los estribos y gritó:
39.
—Pero vos, en algún éxtasis de la madre Gabriela, le habéis acercado a los labios el crucifijo que a ella perteneció
40.
La voz del rector me sacó de mi éxtasis amoroso, mandándome que llevase a Luis al estudio y que le indicara cuáles eran los deberes que tenía que cumplir
41.
Allí había conocido el tormento y el éxtasis
42.
«El horror y el éxtasis en la vida», vividos simultáneamente, como una experiencia en el interior del mismo instante, de cada instante
43.
Hicieron el interminable recorrido que les llevaría hasta la Capella Sixtina y, una vez dentro, esperaron a que el bullicioso tumulto de japoneses con cámaras colgantes y vídeos clausurados que habían entrado con ellos estuvieran fuera y, arropándose en el barullo, burlaron milagrosamente la vigilancia de los guardas hasta quedarse completamente solos; aquella lujuriosa obra renacentista, que Martín nunca en sus visitas anteriores había podido ver tan luminosa y viva, pues se encontraba ennegrecida por el humo de los cirios y el polvo de los siglos, les sobrecogió de éxtasis el alma
44.
Ah, qué tiernos eran los pezones de los hombres; qué maravillosa llave del tormento y el éxtasis; cómo disfrutaba retorciéndolos suavemente mientras introducía la lengua entre sus dientes como una serpiente
45.
Y el éxtasis, absolutamente insondable e irresistible, desvaneciéndose progresivamente poco a poco hasta desaparecer
46.
En el punto álgido de esos momentos, pese al éxtasis carnal de la caza, le parecía que su camino era profundamente espiritual, sin contaminar por los apetitos y confusiones que confortaban el mundo
47.
»En mi sufrimiento y mi éxtasis se reproduciría el ciclo de las estaciones
48.
Con la boca abierta en un gran bostezo de éxtasis y de ebria concentración, alcé la voz pronunciando claramente cada frase:
49.
«¡Da gracias a los dioses de que no te desee! En todo caso no lo suficiente para traicionar el amor por un éxtasis breve y sangriento
50.
—¿Y qué me dices del éxtasis que sentí al beber la sangre de la Madre? —pregunté—
51.
Se sentaron, pues, a la luz de la luna en la esterilla blanca, y con la inspiración propicia en la serenidad de la hermosa noche, se pusieron a cantar y a beber, en tanto que los dulces rayos del astro les iluminaban hasta el éxtasis
52.
Y cuando ella hubo besado la tierra entre las manos del califa, que no podía adivinar quién fuese, se sentó no lejos de él, templó las cuerdas de su laúd, y preludió con una ejecución que arrebató en un éxtasis a todo el auditorio
53.
Los éxtasis sexuales de los mortales, el escalofrío de la muerte, sus contorsiones y sus relajamientos: es de esas cosas que hablan sin parar cuando han bebido demasiado
54.
-¡El amor de los ángeles! -exclamó Tilín cruzando las manos y dejándose caer en una especie de éxtasis
55.
A través del éxtasis cegador del sexo, decían los poetas, se alcanza un resplandor incomparable, el corazón del silencio; te haces uno con las fuerzas elementales del universo
56.
Y al oír estos versos y su música, los jefes de los genn llegaron al éxtasis del gozo
57.
De esta manera puso en acción en todo el poder nervioso de los miembros de sus compañeros de juego, que, con sus miembros distendidos a su máximo, pudieron gozar del lascivo cosquilleo hasta que los toquecitos de Bella se hicieron irresistibles, y entre suspiros de éxtasis su boca y su garganta fueron inundadas con chorros de semen
58.
Fernando larguísimas cartas a su madre y a la ideal Demetria; Santiago pasaba el tiempo tumbado en su cama, a ratos dormitando, a ratos zambullido en éxtasis o meditaciones hondas
59.
También a Narváez le llevaba su demencia del orden a estados imaginativos muy parecidos al éxtasis
60.
Ninguna mujer, como aquella, le había llevado al puro éxtasis contemplativo de la humana belleza, y a la poesía del amor, que inspira elevados pensamientos y gallardas acciones
61.
A Santiuste le encontraba como en éxtasis, mirándose en [255] su ropa, satisfecho y un tanto presumido; cuidándose el rostro y el pelo, que ya llevaba cortado y a la moda; esmerándose en el aseo y corrección de la persona
62.
Fue dichoso Santiuste, y su felicidad le tuvo día y noche como en éxtasis, viendo en su pesebre a la que reunía todas las gracias de Eva nuestra madre
63.
Tan encendida estaba mi mente con mi cercano triunfo de enamorado y de catequista, que salí de la casa y me lancé al enredo de las calles morunas, para derramar en ellas mi alegría, mi ilusión, mi éxtasis
64.
Por la mente de Parkinson pasaron los listados que vio a la entrada del imaginómetro como un menú de restaurante: visiones beatíficas, éxtasis místicos, observación de santos, e imaginó los listados del infierno: visiones lujuriosas, observación de hermosos hombres y mujeres, toques deliciosos, diferentes maneras de hacer el amor…
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Volvía el éxtasis al rostro del bibliófilo:
66.
Bajé la' mirada hacia sus manos y en la derecha vi suficientes residuos de disparos como para hacer entrar en éxtasis a un analista de pruebas policiales
67.
Quienes no mataban no entendían que la máxima unión con una mujer era liberarla, oírla gritar y gemir, cubrirte con su sangre mientras violabas su cuerpo y luego lo preparabas para que todo el mundo pudiera verlo, y por tanto compartir su éxtasis y la unión indisoluble de ambos magnetismos para toda la eternidad
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La ponía en éxtasis, por supuesto
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Una gran puerta elaborada con un grueso cristal, cuyo sustentáculo estaba compuesto de dos vigas de madera sin tratar, permitía admirar la parte posterior de la finca, haciendo que al placer del buen comer se uniese el éxtasis producido por la contemplación de una parte de la belleza que rezuman todos los recodos de la sierra del Guadarrama
70.
Montanus predicaba por Asia Menor acompañado por dos discípulas, Prisca y Maximila, a las que cuando se ponían en éxtasis se les revelaba el Espíritu Santo con el que esperaban unirse después de recibir el martirio
71.
¿No eras tú la que quería estudiar empresariales? Pues vete enterando: las anfetas las vendes a cinco libras, y los éxtasis a tres talegos
72.
Además, todo el mundo sabe que en la calle no se encuentra éxtasis del bueno
73.
En medio del éxtasis alcanzado por sus emociones en ese instante, no pudo evitar exclamar:
74.
George había traído un paquete de tabaco, su regalo habitual al ermitaño, y Effing fumó un pitillo tras otro en un éxtasis de placer
75.
¡Esos volubles días de amor en los que el dolor y el éxtasis acontecen a un tiempo!
76.
El eco de sus últimas palabras retumbó en las cavernas de Ulgoland, y después de un momento de silencio y asombro, el coro volvió a cantar el himno de adoración y todos y cada uno de los ulgos alzaron sus voces en éxtasis por esta visita divina
77.
Chillando en un éxtasis absoluto por su éxito, sintió cómo la enorme pierna se levantaba, y echó una mirada hacia abajo entre un torbellino de polvo, hasta el lugar donde había estado; se iba alejando mientras la extremidad subía
78.
Cuando salió de su éxtasis vio a Ben sentado en el suelo, encerrado en un espacio del tamaño aproximado de una de sus bonitas maletas de cuero, mientras la sangre, la bilis y el líquido linfático manaban débilmente de su cuerpo mudo
79.
Al observar su éxtasis durante un concierto musical, alguien le preguntó por qué amaba la música
80.
Mis hijas desenfundan sus pistolas y las descargan sobre los mosquitos que les quieren picar, mientras yo derribo a dos de ellos y siento ese ramalazo de éxtasis que tal vez sentía mi padre cuando cazaba animales en una hacienda del norte peruano
81.
Penetraba en algo maravilloso donde todo sería pasión, éxtasis, delirio; una azul inmensidad la envolvía, las cumbres del sentimiento resplandecían bajo su imaginación, y la existencia ordinaria no aparecía sino a to lejos, muy abajo, en la sombra, entre los intervalos de aquellas alturas
82.
desmesura, en la renuncia el éxtasis
83.
–Aquí en los Depósitos tenemos tan pocas ocasiones excitantes, que cuando alguien tan distinguido como usted nos visita… -dejó que la frase terminara en lo que tendría que haber sido una sonrisa de éxtasis, pero el peso de sus mejillas infladas distorsionó el gesto, convirtiéndolo en algo porcino y pomposo
84.
–Conecten los alternadores de éxtasis
85.
No era una proyección del éxtasis
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Todo lo que en ella existía de presunción materna, toda la ternura que los éxtasis de madre soñadora habían ido acumulando en su alma se hicieron fuerza activa para responder al miiiii subterráneo con otro miiii dicho a su manera
87.
Al principio no le llamaban la atención las mujeres que encontraba; pero al poco tiempo empezó a distinguir las guapas de las que no lo eran, y se iba en seguimiento de alguna, por puro éxtasis de aventura, hasta que encontraba otra mejor y la seguía también
88.
Los demás se retorcieron en un éxtasis de sufrimiento, modificada radicalmente la química básica del cuerpo
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¡Las exclamaciones de admiración y contento que siguieron a cada apertura de paquete! ¡La terrible noticia de que habían sorprendido al bebé en el momento de llevarse a la boca una sartén de juguete, y se sospechaba con mucho fundamento que se había tragado un pavo pegado a una planchita de madera! ¡El alivio inmenso al descubrir que era una falsa alarma! ¡El gozo, la gratitud, el éxtasis! No es posible describirlos
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Al fondo del restaurante, el grupo de rostros impenetrables de la Iglesia del Segundo Advenimiento del Gran Profeta Zarquon se pusieron de pie, gritando y cantando en éxtasis
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Se dejó tomar, sumisa, resignada… Resignada y feliz, abandonándose, sobre el mismo lecho del bandido; desvaneciéndose en un éxtasis de suspiros y de besos, en una deliciosa agonía, en las tinieblas
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Los adictos a la iluminación creen que en su asociación con el gurú buscan el éxtasis, pero es posible que en realidad lo que buscan son cenizas
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Una mujer desnuda se recostaba eróticamente, con expresión de éxtasis, en la nube que la devoraba
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Sus ojos estaban fijos en la luz de la Estrella, y su rostro parecía haberse congelado en una permanente expresión de éxtasis
95.
Pero él salió del éxtasis al borde del abismo, le apartó la mano, se incorporó, dijo con voz trémula:
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En algunos lugares había aldeanos que se retorcían en el suelo en lo que Smith creyó eran pruebas de éxtasis religioso
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Encima de mí, Victor recitó a voces el conjuro con una especie de éxtasis