1.
Tras muchas cavilaciones, previos respetables informes y seguro de susbuenos antecedentes, recayó la elección en un capellán profundamentereligioso, de intachable moralidad y lo bastante conocedor del mundopara dirigir los primeros pasos de un niño a quien su linaje y fortunatenían reservado puesto seguro y distinguido en el banquete de la vida
2.
Poca era la edad del niño, mas tales la inteligencia y la claridad conque se expresaba el capellán, que el discípulo prometía honrar almaestro
3.
Las balas mataron instantáneamente al Capellán Prado y a los Coroneles Galindo y Salcedo
4.
Ambasconfesaban a menudo y hacían preguntas al capellán sobre dudas muysutiles de la conciencia, pareciéndose en esto a los estudiantesaplicaditos que acorralan al profesor a la salida de clase para que lesaclare un punto difícil
5.
¿Qué hacía el capellán? 8
6.
Se me dijo que un capellán estaba a las puertas de la prisióny que
7.
todavía era nuestro capellán! ¡verle en los altos puestos de laIglesia!
8.
Entonces se abre la puerta y aparece en elumbral el capellán con su estola,
9.
asíel capellán, y el retor le dijo que aquel hombre aún se estaba loco: que,puesto que hablaba
10.
»Con esta buena fee, el buen capellán pidió al retor mandase dar losvestidos con que allí había
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No sirvieron de nada para con el capellán las prevenciones
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cuya risa se medio corrió el capellán; desnudaron allicenciado, quedóse en casa y acabóse el
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capellán de las Agustinas porla injustificada preferencia que don
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Benigno y«se metía» con el capellán de las monjas, publicando
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y lasembajadas del capellán, hicieron en vano esfuerzos por
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Saleta, que hacía el cuarto,hablaba con el capellán sentado detrás de él
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Entretuvo como pudo la conversación el capellán con las
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Don Rosendo, el venerable capellán, instalado a su lado en el
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Ha caído en un misticismoextraordinario, hasta el punto de edificar con su piedad al capellán
20.
Es al lado del capellán, en unpabellón que sirve de depósito de
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del capellán que le exhortaba á laresignación en memoria de los sufrimientos divinos
22.
último favor del destino colocó á mi ladoun sacerdote excelente, el capellán del presidio, que se interesó por midesgracia al verme tan diferente de mis compañeros de expiación
23.
En esto iba por el fuerte un capellán de DonAlvaro, que se decía Carnero, animando los
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Su capellán le ayuda por pagarle el malque dijo dél cuando se fué á las galeras
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capellán, llamado Carnero,tenía puesto que le ofrecieron el gobierno de Egipto con 50
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El capellán D
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El capellán se puso colorado hasta las orejas
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El capellán enrojeció de nuevo
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El capellán lo siguió con torvo semblante y rechinando los dientesdecía:
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efectuóse la ceremoniaen casa de la novia: bendijo á los desposados el capellán del
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Al pobre Jacinto no se le ocultaban las intenciones del capellán porquelas ponía
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comparación!) y los sacerdotes de la Primadaalabarán a Dios vestidos como el capellán de una
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conquistador! La otratarde le decía en el claustro a un capellán de la capilla de los Reyes:«Esos
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La desaparición del capellán de las monjas se efectuó sin escándalo
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de peras áhigos un bonete para un capellán de Palacio ó para el señor fiscal de laRota, y nada más
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Consultó el caso con su capellán, un viejo
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Fuera del capellán de la
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El capellán de laIglesia-Hospital de la Anunciación, Miguel González Vaquero,
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Además, el capellán de las Clarisas es algopariente mío, y quiero
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por entonces a demandarle una tarjeta expresivapara el capellán del colegio del
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Antes de dar con el marqués, recorrieron el capellán y su guía casi todala huerta
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Señorito y capellán emparejarony alabando la hermosura del día,
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Corría entre tanto el invierno, y el capellán se habituaba a la vidacampestre
44.
En su habitación pudo el capellán notar mejor que en la cocina laescandalosa suciedad del
45.
Sabel se incorporaba ayudada por el capellán, gimiendo y exhalandoentrecortados ayes
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Guardó silencio el capellán, sin saber qué responder a la inesperadarevelación de celos
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Por depresiva que fuese para el amor propio del capellán la observación,hubo de reconocer su
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Julián una conferencia, conviniendo ambos en lourgente de que el capellán se adelantase a salir a
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solariego como las parietarias y yedras en los derruidosmuros! Al capellán le entraban a veces
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entró en elcuarto del capellán, comiéndose la luz amarilla de los cirios
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¡Tremenda situación! El capellán ledaba
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El capellán la encendió, y a su luz menos que dudosa vieron el sótano,mejor dicho,
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¡Concuánto fervor empezó el capellán a
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Cierto día entró el capellán en la habitación de la señorita y encontróun inesperado
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La esposa hincó más sus ojos en los del capellán e hizo dos o tresinterrogaciones concretas,
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suyo confiado,creía notar el capellán que le espiaban
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Al capellán le pesaba en el alma la fundación de aquel hogar cristiano
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El capellán pudo al fin expresar parte de sus sentimientos
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Que la señoraestaba en la capilla, con el señor capellán
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el niño; mientras el capellán, con las manos cruzadas y lafisonomía revelando un espanto y dolor
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esposa y al capellán; tambiénacababan de matar a su abuelo en el monte; aquel día, según
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Había notado que el capellán era muy aficionadoa las palabras
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Delante iban los más pequeños, ydetrás los mayores; el capellán, el
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» Después se halló mucho mejor, cuando el capellán comenzó
65.
Había pensado en ello, pero tiene las llaves el capellán
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El Capellán acude, y levanta el desfallecido cuerpo del Caballero
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Era el capellán de la plaza, un entusiasta de la tauromaquia, quellegaba con los
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del cual resultó, tras muchos dimes ydiretes, que el capellán mandó a las monjas al
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el capellán, y oyóen confesión a Mañuco
70.
»Saqué el arma de su vaina, la blandí tres veces en cada mano y volví a envainarla mientras el capellán declaraba, abrazándome:
71.
Y dicen, y es cierto, que cuando el capellán se marchó de la capilla, Hortensia escribió una carta
72.
Déstos, o tales como éstos, quisiera yo que fueran los de mi arbitrio, que, a serlo, Su Majestad se hallara bien servido y ahorrara de mucho gasto, y el Turco se quedara pelando las barbas, y con esto, no quiero quedar en mi casa, pues no me saca el capellán della; y si su Júpiter, como ha dicho el barbero, no lloviere, aquí estoy yo, que lloveré cuando se me antojare
73.
—Se conocieron cuando el caso del capellán asesinado en el estudio del vicario
74.
El capellán inició un coro entre los yanaconas, para reforzarles la fe a punta de cánticos
75.
Me di cuenta de que nada podía hacer por él y llamé al capellán, quien acudió apurado a darle los últimos sacramentos
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Estaba ésta compuesta por el furgón fúnebre tirado por cuatro caballos y conducido por dos cocheros y dos palafreneros, que se alternaban en la tarea y lo, acompañaban, amén de cinco jinetes de la casa de Cárdenas, el capellán y Lorenzo el Encomendado
77.
«Has perdido mucha sangre, hijo mío, si no comes te mueres», lo des-pertó un capellán que andaba por allí repartiendo consuelo entre los heridos y la extremaunción entre los moribundos
78.
El más importante de sus informadores y confidente -con el que se escribía habitualmente- era el capellán de las Descalzas Reales, Francisco de Borja, miembro de la nobleza aragonesa
79.
El ábside, con una pequeña ventana del lado del claustro, estaba encarado al norte; tras el altar se hallaba la sacristía y junto a ella la pequeña celda del capellán que atendía la salud espiritual de la comunidad
80.
El capellán accedió inmediatamente, y los dos hombres se sentaron en el comedor del hotel
81.
Es necesario un sanador, un capellán, un buen médico
82.
—Je, je —el capellán se rió—
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—Porque lo está —dijo el capellán Krepp
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-¿Para mi recomendado el capellán de las monjas de Pinto?
85.
Mientras que los conducía sano y salvo por encima del río, el atrevido guerrero se acordó de la predicción que le habían hecho las extrañas mujeres de las aguas; el capellán del rey estuvo a punto de perder la vida
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Verdad que está en verso, y ahora es moda tratar en metro las más serias cuestiones, aun aquellas más extrañas al arte de la poesía, como por ejemplo este papel que ahora me viene a las manos y se llama Explicación del capítulo IX del Apocalipsi, aplicado según su sentido literal al extraordinario acontecimiento de la pérfida irrupción de España: oda por un capellán
87.
Su Plana Mayor, desde el capitán ayudante al capellán del Batallón, pasando por los oficiales médicos, también hizo ofrenda de su sangre en aquel desesperado intento por contener la avalancha
88.
-Es preciso sobreponerse a la tristeza que esos desagradables sucesos hayan podido ocasionar a alguno de los presentes -dijo el viejo Baraona, descuartizando la pava, mientras el capellán de las monjas de Santa Brígida aplicaba su nariz a la boca de las botellas para ver si era justa la fama de las bodegas del señor canónigo
89.
A excepción del capellán de monjas que hacía estudios anatómicos en el esqueleto de la pava, todos los presentes dieron reposo a los dientes, para escuchar al respetable patriarca de las montañas alavesas
90.
Al fin despertaron los durmientes, siendo el capellán de monjas el más pesado para volver en su acuerdo
91.
-La guerra tiene que ser guerra, es claro -repitió el capellán
92.
Después de nuestro encuentro el cardenal se retiró del banquete, volviendo a trazar en el aire algunas bendiciones y repartiendo sus mejores deseos entre los presentes, comportándose, de hecho, más como el capellán de la familia que como el inveterado enemigo del clan de los Albrizzi
93.
El loco del capellán prendió fuego a todo antes de salir para Londres
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Un joven estaba encadenado a la parte trasera del carro porque se había hecho pasar por capellán
95.
(Veo que mi capellán se está riendo porque dice que no paro de hablar de ella
96.
(El capellán está murmurando que Benjamin había exagerado
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El capellán con facciones de roedor fue presa de mayor agitación de la habitual
98.
El capellán está asintiendo con su calva cabecita
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Por desvío de su madre, fue criada por unos tíos que la fiaron a las Ursulinas de Lérida para su educación, la cual fue desempeñada tan cumplidamente en el orden religioso que a los diez y ocho años de su edad, Teodora, catequizada por las madres y por un capellán anciano que era un águila para el confesonario, no pensó más que en ser monja
100.
-Yo creo -indicó Fernando con sorna-, que la señora maga, si ha tenido poder para meternos en chirona con tanto salero, lo tendrá para darte a ti ¡oh venerable capellán! la reparación que te debe