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secretaría example sentences
secretaría
1. c) Partido Unión Cristiano-Demócrata: Se hacen referencia sobre el trabajo de relaciones públicas en los llamados "Libros generales", publicados por el departamento de "relaciones públicas" de la Secretaría de la CDU
2. Secretaría de Inclusión Social, anunciaba el 13 de mayo de 2010, la creación de una
3. El involucramiento de la primera dama, la creación de una Secretaría especial y
4. (Secretaría de Inclusión Social, El Salvador 2010 26 junio)
5. Presidencia de la República, el Ministerio de Justicia, el Poder Legislativo, la Secretaría
6. Desarrollo Social y Combate al Hambre, Ministerio de Educación, la Secretaría Especial
7. de Políticas de Promoción de Igualdad Racial de la Presidencia, la Secretaría General de
8. -Por escrito recibido en la Secretaría de la Sala (…) el accionante solicita que se
9. Secretaría de Inclusión Social, El Salvador (2010 26 junio) Conmemoran el día contra la
10. Arteaga,Oficial segundo de la Secretaría de Gobierno y Guerra
11. Volvió a pedir una licencia en la secretaría del Juzgado, una
12. Al día siguiente estuvo en la secretaría del Casino, averiguó
13. camarínde la secretaría de Estado
14. encontraréis en la secretaría de Estado ó enmi casa
15. en la secretaría de Estado
16. secretaría, el despacho del presidente, la salade ensayos de la
17. ayudarme en los trabajos de la secretaría? Hacefalta un empleado inteligente
18. Los ujieres, elpersonal de secretaría, todos los dependientes de la casa
19. cofrade: hay en la Secretaría de esta Iglesia un San JuanBautista
20. mesas, y en lo más oscuro de la secretaría un armariocon libros
21. abandonando su conversación con los monaguillos ocon el mozo de recados de la secretaría del
22. Don Juan de la Puebla Moreno, Oficial Mayor que fue de la Secretaría deCámara
23. estirpe administrativa:entre ellos está representada la secretaría del presidente de
24. oficial de la Secretaría Particular, la deldirector de las Reales Mesas, la del jefe del
25. Los datos para veniren conocimiento de esta verdad en secretaría de hacienda, debenexistir, y con ellos á la vista se verá lo que fue larenta y lo que es hoy, lo que gastaba antes y lo que hoy gasta, y detales noticias nada mas fácil que partir con una reforma, que alpaso que asegure la mejor administracion, haga las justaseconomías que se deben, y evite se estienda la mano confacilidad á nuevas creaciones de oficinas y aumento deempleados, hasta tanto que la estension que debe adquirir la renta, lodemande para dotar las nuevas dependencias que deben establecerse, sise quiere que la renta del vino llegue á ser lo que puede y debeser en unas provincias en que es bien mirada, y en las que no se hallaestablecida, no se resistirá su establecimiento, si se hace porlos medios prudentes y suaves bien conocidos en Filipinas
26. ejército y superintendenciajeneral subdelegada de la hacienda pública, rentas del tabaco yvino, aduana, correos y secretaría del superior gobierno, aunquemerecian ser tratadas cada una en
27. Las oficinas de la superintendencia de la hacienda pública,bien consideradas las ocupaciones y tareas, y que el capitan jeneral,como gobernador, tiene un secretario y una secretaría
28. administradores de correos, orasean, ora dejen de ser empleados de la secretaría degobierno
29. réjimen antiguo y el acierto de la medida deencargar la comision á un oficial de la secretaría degobierno, elejido con todas las formalidades de la ley, y mantenidodespues en ella prévia la censura del señor fiscal de S
30. aguardaban a don Braulio, que estabatrabajando en la Secretaría
31. proposiciones para desempeñar la Secretaría deEstado
32. Jaime Hales recuerda las primeras diligencias que le tocó realizar en el caso: "Yo puedo afirmar que toda esta operación fue dirigida aquella noche desde la secretaría general de Gobierno del régimen militar
33. No sé si dependían de la Secretaría de Inteligencia, o del Ministerio del Interior, o del Ejército
34. Como la de Suárez antes del golpe, la retirada de Carrillo tras el golpe no fue una retirada definitiva sino táctica, pensada para mantener el control del partido a distancia y en espera del momento propicio para su retorno: consiguió colocar al frente de la secretaría general a un sustituto adicto y maleable (o que en un principio le pareció adicto y maleable), continuó siendo miembro del Comité Ejecutivo y del Comité Central y retuvo el cargo de portavoz del partido en el Congreso
35. No faltará quien elija situar el inicio de la trama en el mismo palacio de la Zarzuela, algunos meses después, el día en que Armada supo que debía abandonar la secretaría de la Casa del Rey, o, mejor aún, algunos años después, cuando el monarca empezó a favorecer con sus palabras y sus silencios las maniobras políticas contra Adolfo Suárez y cuando consideró o permitió creer que consideraba la posibilidad de sustituir el gobierno presidido por Suárez por un gobierno de coalición o concentración o unidad presidido por un militar
36. Quien se la proporcionó fue de nuevo Herrero Tejedor, que desempeñaba por entonces el cargo de delegado nacional de provincias en la Secretaría General del Movimiento y que, en cuanto el padre de un amigo de Suárez le contó su situación y le pidió trabajo para él, se apresuró a nombrarlo su secretario personal
37. Fue así como empezó a labrar su prestigio de cachorro falangista y a ascender posiciones en el escalafón de dos enclaves estratégicos del régimen: la Secretaría General del Movimiento y el Ministerio de Presidencia del Gobierno; y fue así como, sin abandonar la lealtad a Herrero Tejedor, comenzó a ganarse la confianza de los dos subalternos del dictador que a mediados de los años sesenta acaparaban más poder efectivo en España y representaban la posibilidad más viable de un futuro franquismo sin Franco: el almirante Luis Carrero Blanco, ministro de la Presidencia, y Laureano López Rodó, ministro comisario del Plan de Desarrollo
38. Y sin embargo acumulaba sobre sus obligaciones de auxiliar del Ayuntamiento, la secretaría de los equipos de Rieux y, además, sus trabajos nocturnos
39. Con cierta timidez, entré en secretaría para inscribir mi nombre, pero me dijeron que no era necesario, que el trabajar en aquel museo era libre y que el conserje me proporcionaría -¡gratis!– el tablero para dibujo
40. El oficial de secretaría del magistrado estaba recogiendo los papeles de la mesa
41. Pero en aquel momento llegaron de fuera rumores agitados y se precipitaron en el cobertizo nuestro antiguo amigo el juez, su oficial de secretaría, Bex y el doctor
42. En el informe del Gobierno cubano elevado a la Secretaría General de la ONU en 1988 se dan toda clase de pruebas documentales sobre «preparación de condiciones para atentar contra la vida del comandante en jefe Fidel Castro, agresiones a embajadas y consulados y campañas diseñadas y financiadas por la Administración norteamericana»
43. A diferencia del vestíbulo principal, que estaba en el extremo norte del edificio, el vestíbulo pequeño daba a la plaza central frente a la torre del edificio de la Secretaría
44. Además de las oficinas de los países, el edificio de la Secretaría albergaba las salas del Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social y el Consejo de Administración Fiduciaria
45. El presentador de Televigata, tras haber comentado el acontecimiento del día —un tiroteo entre mafiosos de poca monta en las afueras de Milán—, anunció que en Montelusa se había reunido la secretaría provincial del partido al que pertenecía (o, mejor dicho, había pertenecido) el ingeniero Luparello
46. Para que el doctor Cardamone pudiera seguir en línea recta su camino, sin renegar de los principios y de los hombres que representaban lo mejor de la actividad política del difunto ingeniero, los miembros de la secretaría habían rogado al abogado Pietro Rizzo, heredero espiritual de Luparello, que prestara todo su apoyo al nuevo secretario
47. Su elección ha sido muy rara, porque resulta que todos los hombres de la secretaría provincial eran de Luparello, exceptuando dos, que son de Cardamone, y estaban allí por pura fachada, para demostrar que son todos muy demócratas
48. Llaman a Cardamone, y éste, tras aceptar el cargo, decide contar con la ayuda de Rizzo, para gran decepción de los dos representantes que tenía en la secretaría
49. Lo que menos crees tú es que te has de ver por ensalmo en la corte, cubierto de galones y mandando y disponiendo desde la secretaría del despacho
50. Godoy envió a la secretaría de Estado un volante mandando que se diese a este joven una plaza en las oficinas de la interpretación de lenguas