1.
—Resultan obvias las razones de la señora Riglos para apoyar al Barbilindo —expresó Sarmiento, y sus labios gruesos se curvaron en una sonrisa solapada
2.
-¡Hay un barbilindo que la busca, y la va a encontrar!
3.
Filipo era quien les había traído a Parmenión, un hombre de guerra, infinitamente mejor general que el barbilindo de Alejandro