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    Usar "cabezo" en una oración

    cabezo oraciones de ejemplo

    cabezo


    1. —Tráigole por los cabezones


    2. negras, con la cabezota de corcho afirmada en un casco


    3. —Esta se encuentra no lejos del fuerte; antes del establecimiento de la Isabela sólo se conocía la del río Gumalaran, en cuyabarra se encuentra casi siempre un metro de agua á bajamar, teniendo cuidado con dos cabezos de roca que no descubren


    4. por todo el perímetro de lacabezota


    5. pimpollo,con una cabezota tal, que los tíos declararon


    6. Entonces caí en la cuenta de que André, en renegrido, es cabezón y paticorto como Betty Grable, porque Betty era delgada, sí, que nunca he entendido muy bien el mérito y el encanto que tiene eso, pero también cabezona y paticorta, se ponga la Paramount como se ponga


    7. Una noche me presentó a un señorón grande y prosopopéyico, enorme cabezota, peinadas cejas, vientre redondo, chaqueta negra y pantalón a rayas


    8. Catalina estaba sentada en el catre, con la vista fija en el rectángulo; apenas apareció la cabezota de su amigo, los ojos le brillaron sonrientes


    9. El perro entró a su cuarto moviendo la cola, apoyó su cabezota de bestia mansa en las rodillas del desdichado, husmeó con el hocico en el bolsillo hasta que éste sacó la mano, que tanto le avergonzaba, y Mack comenzó a lamérsela


    10. Craso meneó su cabezota y puso la mano en el brazo de César

    11. Ha meditado en ello, acariciándose con la gruesa mano su cabezota en forma de pera, y saca de su magín la clara idea de que el decoro monárquico exige a la pobrecita Reina Cristina burlar, con una bien dispuesta escapatoria, el cautiverio en que la tienen los masones y carbonarios disfrazados de hombres de gobierno


    12. A partir de ese día, Blix sostiene que el macho se equivocó, pero todo el mundo sabe que la sangre nórdica a veces confiere una cabezonería en sus poseedores insensible a cualquier creencia


    13. Todavía corre por Madrid la leyenda -hasta ahora jamás desmentida y nunca formulada sino en susurros, o de la que se habla sólo de cuando en cuando y en la que nadie confiesa creer hasta que se vuelve a comentar otro caso- de que las parejas que al anochecer acuden al Retiro en sus coches para hacer el amor suelen sufrir una visión de pánico: en el momento mismo en que están a punto de llegar a la plenitud, de pronto se asoma por la ventanilla del coche la cabezota de un gran perro gris con relucientes ojos gris-oro, la lengua babosa que le cuelga acezante del hocico que ladra y ladra, las patas delanteras en la ventanilla, hasta que los amantes aterrados logran desenredarse y ponen en marcha el vehículo huyendo a toda velocidad de ese espanto que no entraba en sus dulces cálculos: la muchacha anegada en lágrimas o presa de un ataque histérico, el hombre pisando a fondo el acelerador y atento a los ladridos del perro que los persigue pero que, con la rapidez del coche, van quedando perdidos en la bulliciosa lontananza ciudadana


    14. ¡Maldito hombre y su cabezonería! ¡Maldito Galad! Su aparición le había hecho recordar su orgullo, sus deberes reales


    15. El niño movió la cabezota en señal de asentimiento, como si lo entendiera


    16. El globo, empujado por un viento propicio, vino a colocarse exactamente encima de los detectives, y éstos pudieron ver la cabezota blanca del Presidente, que se inclinaba en la canastilla y los contemplaba con un aire benévolo


    17. El cabezota más adorable del mundo


    18. Qué quiere que le haga si es usted un cabezota que hace las cosas siempre a su manera


    19. –Cabezotas, sesos de orco… -masculló el capataz mientras cruzaba la puerta de piedra


    20. –Esa manía tuya de no tener un móvil… Cuánta razón tenía mi madre: los que tienen los párpados caídos, son cabezotas de nacimiento

    21. ; después, mi abuela, la persona más especial del mundo y a la que consideraba mi raíz directa con la vida y con mi origen, saltando por encima del triste eslabón de una madre tonta, superficial y débil; a continuación, mi sobrino, ese cabezota gracioso e inteligente que, de alguna manera, me inspiraba ternura y afecto sin ninguna razón especial, sólo por ser mi sobrino y poco más; y, por último, mi hermano, el imbécil de mi hermano, por cuya cordura era capaz de estar tumbado en aquella hamaca en mitad de la selva


    22. –En cuanto estos condenados médicos se metan en su cabezota que lo único que me pasa es que tengo una úlcera péptica pienso reanudar las sesiones de la investigación y anunciar la decisión que he tomado


    23. ¡No hubiera habido un solo culpable! ¿Acaso la muerte ha de servir de escudo contra el rayo de la venganza a los idiotas que me habían enterrado vivo? ¡Cuando lo pienso, se me sube el aceite a la cabeza! ¿Van a leer mis obras, tan educaditos conmigo, renegando de sus padres? ¡No, no y no! ¡Quiero, por lo menos, darles una patada, aunque sea desde la ultratumba! ¡Que se les rompan todos los tubos de escape! ¡Que les caiga encima el mal de la sobretensión! ¡Que la peste del verdín les consuma las cabezotas, si sólo son capaces de desenterrar los esqueletos en los cementerios del pasado! Tal vez crezca entre ellos un pensador de inconmensurable valía, pero ellos, ocupados en analizar los jirones de mi correspondencia con mi lavandera, ¡no tendrán tiempo de apreciar su mérito! ¡Quiero que estos necromantas, estos despojófilos se olviden al editar mis obras completas, junto con el Testamentum henchido de las maldiciones que les dirijo, de la autosatisfacción de haber tenido en su estirpe al más grande de los sabios, Cloriano Teoricio Clapóstol, maestro del pensamiento de siglos y siglos atrás! Que no les abandone la conciencia, mientras estén dedicados a sacar brillo a mis estatuas, de que les deseaba todo lo peor que pueda haber en el Cosmos, y que la intensidad del odio contenido en mi maldición, proyectada hacia el futuro, sólo se puede equiparar, desafortunadamente, con su ineficacia


    24. London permaneció quieto, escuchando y asintiendo despacio con su cabezota


    25. Eso es lo que procuro meterte en la cabezota


    26. El Pirata enterró su cabezota en el pelo de Señor Alec Thompson


    27. – Eso no importa –siguió inflexible Devins – Es lo que estoy tratando de que te entre en esa cabezota


    28. Michael corrió por el salón y se paró delante de Gerlinde, se cruzó de brazos con un gesto de cabezonería y añadió:


    29. Otras balas abrieron boquetes en la puerta, en su propio dintel y en la pared, pero yo ya había puesto a buen recaudo mi cabezota, lejos de la ventana


    30. También es un cabezota y no hay nada que le intimide

    31. –No tienes que hacer más que cabalgar, pasando en zigzag entre los obuses, y evitar poner tu cabezota al alcance de los fusiles de los francotiradores


    32. , en cabezología, en pensar y todo eso


    33. –Pero… Mira, cabezota, no te quedes ahí haciendo ruidos estúpidos


    34. Todo es cuestión de cabezología


    35. Su cabezota aureolada de mechones blancos, con los ojos pálidos, las formidables arrugas de su frente, su larga barba y su boca dolorosa, producía evidentemente un efecto tal que todo el mundo se sometía a su gesto


    36. Mientras hablaba, una cabezota enorme asomó por encima de la puerta


    37. Al final resultará que tienes medio cerebro en esa cabezota


    38. Tienes que pensar con cabezología-


    39. Sólo era cuestión de cabezología -replicó Yaya


    40. El mar, que se veía por la ventana, junto al valle; los arqueados cabezos de los primeros acantilados de Maineville y el cielo con su luna, no llegada aún al cenit, me parecían cosas más ligeras de llevar que una pluma para los globos de mis pupilas, que, dilatadas entre los párpados, se sentían resistentes y aptas para llevar sobre su delicada superficie enormes pesos, todas las montañas del mundo

    41. —Cabezotas, sesos de orco


    42. Veía con su anteojo a los austríacos que traían de nuevo su artillería y rociaban de metralla a los batallones del pobre Saint-Hilaire, que el cabezota de Lannes concentraba a sus espaldas


    43. Cabezota hasta el final


    44. Enfrente de ellos, se había abierto un hueco en la pared y por él aparecía la grotesca cabezota de un hombre de cristal, clavando en ellos su roja “mirada”


    45. - ¡Cabezota! - rugió Fernando


    46. Viejo estúpido, testarudo, cabezota


    47. Grabada en su mente y como imagen recurrente en sus pesadillas, aparecía la silueta del atacante que se cernía sobre él con su cabezota, las orejas pequeñas y las facciones abotagadas


    48. –Saluda, Needlenose -dijo Van Horne, volviendo su cabezota, que parecía cubierta por un casco mal ajustado, en dirección al asiento de atrás


    49. Es demasiado cabezota


    50. Salí de aquella conversación algo reconfortado: la enfermiza cabezonería de mis dos investigadores me volvía paranoico, no conseguía ya ver qué era cierto y qué era falso, pero el sentido común en temas jurídicos de Morgen me ayudaba a volver a pisar tierra firme







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    cabezo in English

    obstructionist troublemaker