Usar "cesante" en una oración
cesante oraciones de ejemplo
cesante
1. lucro cesante generado por la compartición de archivos era
2. El cesante más digno de conmiseración es aquel que sólo pide unoscuantos días más de empleo para poder reclinar sobre la almohada de lasClases Pasivas una frente cargada de años, de sustos y de servicios
3. —Nada, un recomendado mío que se queja deque le han dejado cesante
4. estilo, le dejaban cesante pocodespués
5. estaba cesante se desesperaba
6. Ten presente que Isabel es hija de un antiguo empleado delgobierno, empleado cesante, un cafetalista arruinado, un pobretón, ensuma; mientras que mis padres tienen potreros, cafetal, ingenio, sonhacendados ricos y hacen diferente papel en La Habana
7. Llamábase Torres, y era un cesante quese buscaba la vida sabe Dios cómo
8. » Claro es que el cesante pordiosero se quedaba viendo visiones, y no
9. eljuzgado; el cesante, viene á Madrid; se hace banquero, el banquero sehace diputado, el diputado se
10. en los tersos botones de portero de Ministerio, ni el aspirante árica dote ante exigente futura suegra, ni el candidato extra-oficialen distrito cunero, ni el cesante con ocho hijos frente á despóticocasero, tolera las injusticias, los desaires, las cavilaciones y lossudores que sufre y aguanta con estoica resignación el indio ante labronceada deidad de sus pensamientos
11. "Guillermo Gálvez quedó cesante de inmediato, pero siguió dirigiendo una célula de periodistas comunistas en la clandestinidad
12. Como cesante era un marginado, un ser anónimo, ignorado por todos porque ya no producía y ésa era la medida del valor humano en el mundo en que le tocó vivir
13. Conste, ante todo, que yo estaba cesante desde el verano, pues una cuestión de delicadeza (yo siempre fui muy delicado), obligome a ceder mi plaza a un sobrino del ministro de Estado; pero se me había ofrecido el primer puesto que vacase en el Real Consejo
14. Antonio Martínez, que ya le tenía en capilla para dejarle cesante de su pingüe destino en el Consejo, cejó en sus intenciones perversas
15. Juan de Dios, libre de la fatiga del Parlamento, que tan agobiado le traía, se dedicó a remover el personal de su Ministerio: todo era traslaciones, cesantías, empleados que venían no se sabe de dónde; otros que se iban a sus casas a mascar el vacío, como dijo un cesante de aquel tiempo
16. ¿Quién va ganando en este revuelto río más que su ídolo de usted, la Gobernadora cesante, no resignada con su papel de Majestad proscripta, harta de honores y riquezas?
17. Algo dijo el cortesano cesante al cesante gobernador que le obligó a modificar su esperanza en el liberalismo de la Reina
18. Mariano Centurión, palaciego cesante, que bebía los vientos por recobrar su plaza
19. Cesante en el bienio, repuesto el 56 por influjo de Ros de Olano, le puso en peligro un malhadado arreglo del personal de Hacienda; pero Eufrasia acudió a Cantero, y no fue menester más para sostenerle
20. Sépase ahora que las demasías del Gobierno Narváez-Nocedal tenían constantemente al infeliz cesante en un grado de exaltación que le amargaba la existencia
21. Era Telesforo del Portillo, en los viejos anales conocido con el apodo de Sebo, criado que fue del Marqués de Beramendi, después policía, funcionario de Gobernación, y al cabo cesante cuando ya le indicaban para secretario de un gobierno de provincia
22. infame estrella se la había jurado: a los tres meses cambió la situación política, y mi Rubín cesante
23. A veces exploraba el mísero cesante su conciencia, y se asombraba de no encontrar en ella nada en qué fundar terminantemente su filiación política
24. El cesante más digno de conmiseración es aquel que sólo pide unos cuantos días más de empleo para poder reclinar sobre la almohada de las Clases Pasivas una frente cargada de años, de sustos y de servicios
25. Siendo ministro de la Gobernación don Manuel Posada Herrera,se presentó un día en su despacho un cesante que le pidió que le
26. Cuando aquel día Posada salía del ministerio, el cesante estaba
27. cesante en la entrada
28. Presidencia para el Consejo de Ministros, allí estaba el cesante
29. casa, Posada recibía el saludo del cesante
30. En cuanto salió, los subalternos la emprendieron con el cesante
31. Pisadas de algún devoto que entraba o salía y silabeo tenue de rezos eran los únicos rumores que turbaban el silencio, en cuyo seno profundo arrojó el cesante su plegaria melancólica, mezcla absurda de piedad y burocracia
32. Saludó el tal a Villaamil con recelo, mirándole mucho a la cara: «Vamos tirando» contestó el cesante eterno, y ocupó una silla junto a la mesa
33. Estado de cesante
34. Paga que, según las leyes, disfruta el empleado cesante en quien concurren ciertas circunstancias
35. Había tanta gente cesante haciendo cola frente a las puertas de las industrias para solicitar empleo, que se conseguía mano de obra a niveles de esclavitud
36. Ambos se prestarán mutuos servicios : Frondizi permitiendo el regreso de un dirigente cesante e intervenido, política que luego desaparece para siempre del gremio; Vandor, dilatando en todo lo posible la reacción obrera
37. —Fermín Romero de Torres, cesante
38. Había en su mente, junto a la idea de su derecho al presupuesto, la idea de ciertos deberes ineludibles para con la humanidad cesante y desposeída
39. Pero dime tú, ¿es cierto lo que me cuenta este pobre hombre, con el cual no sé qué hacer ni dónde ponerlo, ni cómo consolarle en su tribulación de cesante? ¿Es cierto, di, que en toda esta temporada de angustias, fiebre y diligencias policiacas, no he contestado ni una sola carta de los caciques y gente menuda del distrito? ¿Es cierto que en esto que llamaremos interregno se ha resuelto la cuestión del emplazamiento de la estación del ferrocarril, situándola en Valdegañanes, y dejando a nuestra Urbs Augusta a diecisiete kilómetros de la línea? ¡Bueno se va a poner El Impulsor, que decía no hace mucho que el ferrocarril llamaba a las puertas de Orbajosa con el alerta de las locomotoras, esos centinelas avanzados de la civilización! ¿Y es cierto (el cabello se me eriza al escribirlo) que los de Valdegañanes, esas lumbreras apagadas del obscurantismo, amenazan [329] con arrancar de cuajo el juzgado y llevárselo a su término? ¿Es cierto que nuestros enemigos, envalentonados por mi abandono, han secado la fuente de los Chorrillos, llevándose el caudaloso real de agua al abrevadero de Penitentes de San Bartolomé de Abajo? ¿Es cierto que me birlaron el peatón de Fuente los Tojos, y el estanco del tío Majavacas, y que me han dejado cesante a este sin ventura Tafetán? Cierto debe de ser, pues se trae una cara tan compungida que ni la de la Magdalena se le iguala