1.
la plaza detoros y en el cinto un tremendo chafarote, que iba
2.
cinto, y sin andarsecon miramientos, fué hacia una ventana que en la estancia había y
3.
Y sacando de su cinto uno de los pistoletes, le armó yapuntó
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del cinto un sable, y entre los plieguesde la faja morada y burda
5.
Deslicé la mano hasta el cinto y
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haciendo oración con la espadaal cinto
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El camarada de Gabriel, llevaba en el cinto por todo armamento unapistola, regalo de la
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al cinto el bote dela guiropa, y arrastraba su tabardo harapiento
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Pinilla se lo guardó en su cinto; todos corrieron, y la plaza quedódesierta hasta que la ocupó la tropa
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siempre en el cinto una daga con vaina de oroguarnecida de diamantes de Krichna, de
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un lado su jarro y apretando el ancho cinto de cuero
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caía en su diestra mano laextremidad del cinto de Gualtero, al que había anudado éste
13.
esrefugiarnos en la torre, cuyas llaves véis allí, pendientes del cinto demi infortunado
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espadón de caballería y un par depistolas de arzón al cinto, y a Frantz Materne, al
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Cuando todo el mundollevaba una espada al cinto y sabía más o
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Lo buscó, lo encontró y lo colgó del cinto de cuero negro
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cinto negro, guardó todas estas prendas, más elcuchillo, en el armario y se vistió la sotana y el
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Sólo podía contar ahora con estos tres tiros y con elcuchillo que llevaba al cinto para las
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Cesó el gaucho de retener á Celinda para valerse de las dos manos, yestando todavía en el suelo extrajo su cuchillo del cinto, partiendola cuerda que le sujetaba
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los lectores yauditores llevaban espada al cinto, y al enterarse de
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cuchillode cocina que llevaban al cinto para «estar más en
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Con el revólver al cinto presidían el
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hombres,en un país civilizado, llevando sobre su cuerpo un cinto
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manos metidas en el cinto, el ancho castoreñoechado atrás
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con la otra mano elacicalado puñal, que llevaba al cinto, le hundió hasta el puño en lacerviz de
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peliagudos, en el morral de lasprovisiones o en el cinto de la
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6 Y Juan andaba vestido de pelos de camello, y con un cinto de cuero al
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6 Y Juan andaba vestido de pelos de camello, y con un cinto de cuero
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Santo: Así atarán los Judíos en Jerusalemal varon, cuyo es este cinto, y [le] entregarán en manos de los
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Salvador leregaló un cinto con dos pistolas que no
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¡Y qué alegrías! ¡Qué triunfos! Entrar en las aldeas a caballo, la boinasobre los ojos, el sable al cinto, mientras las campanas tocan en laiglesia
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–Desabróchate el cinto, depón tus armas y no te lastimaremos
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–¿No es ese objeto que llevas en el cinto?
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Luego deja sobre la mesa las compras que acaba de hacer (un panecillo, algo de queso y una botella de cerveza), saca un revólver del cinto y lo oculta inmediatamente bajo la almohada
35.
Cuando llegó al umbral, sacó del cinto un enorme fusil de caño abocinado -un trabuco, me imagino- y apuntó al monstruo
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Su máxima aspiración es pedir de a caballo, con armas al cinto y hasta cuatro ayudantes para recoger las monedas
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Hasheth se acercó los pasos que lo separaban del primer muerto y, tras recuperar la daga, la limpió con la ropa que llevaba el cadáver, aunque poco tenía de limpia aquella tela inmunda, y se la guardó en el cinto
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Arilyn se quedó contemplando a la elfa de reducida talla, sin comprender, y al seguir la trayectoria de su mirada vio que tenía la vista fija en la hoja de luna que llevaba colgada del cinto
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Se arrancó bruscamente de su abrazo y sacando las pistolas del cinto se lanzó entre el humo de la pólvora
40.
¡El-Kadur tiene un yatagán en el cinto y lo clavaría hasta la empuñadura en el pecho de ese renegado!
41.
La escolta del León de Damasco estaba en el centro, con los arcabuces preparados, y con las mechas encendidas, y las cimitarras al cinto
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Tomó el saquito con provisiones, se lo puso al hombro y, tras cerciorarse de que pendía de su cinto el yatagán, saltó a la playa
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–Ésta es –anunció el gobernador sacando una gran llave de su cinto
44.
El albano sacó de su cinto las pistolas y los yataganes, los puso sobre el lecho y contestó:
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Pasó volando junto al dragón, cogió a Zar'roc y se fue, indignado, mientras se la ataba al cinto
46.
Roran se aferró al martillo que llevaba al cinto a medida que se acercaban a las puertas de Narda
47.
Recordó su conversación durante el encuentro anterior, el orgullo de ese hombre por el arma que llevaba al cinto
48.
Sin pensárselo dos veces, Roran sacó el martillo del cinto, se dio la vuelta y subió por la escala que llevaba a la escotilla de proa, dándose un golpe en la espinilla
49.
Roran desenfundó el cuchillo que llevaba en el cinto y se puso a eliminar una buena cantidad de fuegos de color verde de los tablones que quedaban a sus pies
50.
El enano frunció el ceño y sacó el hacha del cinto
51.
Tenía una herida profunda en una de las sienes y llevaba una espada corta, enfundada en una vaina de color marrón, que le colgaba del cinto
52.
Muchas gracias —dijo el hombre en tono burlón mientras guardaba las monedas en una bolsa que le colgaba del cinto y se apartaba
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Se colocó el revólver al cinto, cogió su rifle e indicó a los demás que la siguieran
54.
Al igual que las dos elfas, Blödhgarm llevaba una coraza de escamas, pero tenía la cabeza al descubierto y no portaba armas, salvo por un pequeño cuchillo en el cinto
55.
La puerta se abrió y un hombre algo calvo con una espada al cinto salió y los estrechó entre sus brazos
56.
Cuando no estaba a lomo de caballo y con la espada al cinto se le ensombrecía el alma y se convencía de que lo perseguía la mala suerte
57.
—Y al instante el cojo la tomó en sus manos con amoroso cuidado y se la colocó en el cinto al modo de un espadachín—
58.
Era el cancerbero de la prisión y su aspecto no desmerecía su cargo: grueso, sudoroso, con el pelo ralo y unos ojos porcinos y curiosos que denotaban una avaricia sin límites; en las manos un farol de mecha y a la cintura, pendiendo de su cinto, un aro de grueso alambre en el que iban un montón de llaves
59.
—¡No tal! Alguien que lleva en el cinto una espada del perro y viene de parte de María Cordero merece esto y más
60.
Domingo iba tras él apenas a dos pasos con la mirada alerta y la mano en el pomo de la daga, que siempre llevaba presta al cinto, por si algún insensato se acercaba a su amo con aviesas intenciones, cosa harto improbable si observaba, el imprudente que tal osara, la musculatura de los brazos que asomaban por las escotaduras del jubón y que pertenecían al «angelito» que seguía a aquel joven y que sin duda era su criado
61.
Su amigo se regodeó un instante sintiéndose amo de la situación, echó hacia atrás su asiento y metiendo los pulgares en el cinto que sujetaba sus calzones, continuó:
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Entonces el irascible caballero se puso en pie y tras despojarse del espadín de corte que llevaba al cinto y dejarlo en un escabel, se quitó del cuello una cadena de oro y luego el jubón y la camisa
63.
Un hombre, corpulento y de catadura siniestra —luenga barba, nariz aguileña, la cabeza cubierta con una especie de turbante y al cinto una daga curva—, manoseaba los senos de una mujer menuda de piel muy blanca, ojos garzos, cabello rubio recogido en un moño, vestida con una saya, que parecía resignada a la torpe caricia
64.
Por el momento, Brian la llevaría metida en el cinto
65.
Era alto como él y aproximadamente de su misma edad, pero tenía los cabellos y los ojos negros y vestía descuidadamente ropas de marinero con unas pistolas al cinto y un espadín pendiente en el costado
66.
Descolgó los sables de su cinto y los puso a buen recaudo
67.
Toranaga saltó sobre las losas y miró a Yabú, que seguía sobre el estrecho parapeto ciñéndose el cinto
68.
Él llevaba unas pistolas en el cinto y otra en la bota
69.
Un crucifijo pendía de su cuello grasiento, y llevaba pistolas al cinto
70.
Llevaba sus pistolas al cinto, pero no tenía más pólvora ni municiones, y tampoco cuchillos
71.
Después, sus agudos ojos observaron un bulto bajo el cinto y comprendió al punto, por su forma, que era una pistola oculta
72.
Satisfecho, se metió los sables en el cinto, subió a cubierta y esperó a que volviesen a sellar las puertas
73.
Blackthorne vio a Ferriera contoneándose por la cubierta principal con las pistolas al cinto y el florete al costado
74.
Se vistió sin prisa e introdujo los sables en el cinto
75.
La criatura no vestía como los hombres de la época, sino que llevaba una túnica con cinto, muy elegante, y medias en sus piernas bien torneadas
76.
El vientre duro y plano brillaba de sudor, de un sudor que impregnaba el grueso cinto de cuero
77.
Para que fuera más singular y extraño aquel guerrillero, cuya facha no podía mirarse sin espanto, vestía la sotana que llevaba cuando echó las llaves de la parroquia el 3 de Junio en 1808, y de un grueso cinto de cuero sin curtir pendían dos pistolas y el largo sable
78.
Completaron mi equipo por el momento una cartera que cosí [99] dentro del jubón con lo necesario para trazar algunas líneas, y el alma de la expedición, o sea el dinero que puse en la bolsa interna del cinto
79.
-Está bien, muy bien -manifestó el comunero miliciano encerrando las onzas en el cinto
80.
En las laderas aterrazadas del monte Cinto se hallaban los recintos de los templos de los dioses traídos a Delos durante la época en que había estado sometida al poder de los Ptolomeos de Egipto y los seleúcidas de Siria
81.
Se abrochó el cinto y se encaró con su hija
82.
Usaba boina blanca y chaquetón forrado de pieles sin ninguna insignia; sable y pistolas al cinto
83.
Diciendo esto, sacó el papel en que trazado habían una luenga cáfila de nombres y pueblos, y después de mostrarlo a las señoras, que en su aturdimiento y estupor apenas pudieron enterarse de lo que veían, echó mano al cinto y dio a luz una onza
84.
que salir, en el cinto las alpargatas rotas,
85.
Pese a que la temperatura era agradable, llevaba un herreruelo de paño pardo puesto sobre el jubón, a fin de disimular la pistola que cargaba atrás, metida en el cinto
86.
Pálido, sin sombrero, vestido de negro de arriba abajo, el teniente de la Culebra lleva un sable en la mano derecha, una pistola en la izquierda y otra al cinto
87.
—No se puede ganar siempre —comenta Ricardo Maraña, que ha regresado a popa y se recuesta en la regala de barlovento con su flema habitual, los pulgares en el cinto donde todavía lleva el sable y las dos pistolas
88.
Con su cinto y las correas del portapliegos, el húsar se había atado el muslo en inútil intento por mantener cerrados los bordes de la tremenda brecha
89.
El capitán los encaraba muy tranquilo, los pulgares en el cinto, el sombrero arriscado sobre la cara
90.
Reconocí en una mesa a Ginesillo el Lindo, que iba sin guitarra pero con una espada enorme al cinto, ya Guzmán Ramírez, los dos con el chapeo hundido hasta las orejas y las capas terciadas al hombro cubriéndoles media cara; y a nada vi entrar a Saramago el Portugués, que venía solo, y que a la luz de una candela se puso a leer un libro que sacó de la faltriquera
91.
Entró Saldaña, solo, bien herrado el cinto de armas, y cerró la puerta tras de sí conservando puesto el sombrero y la espada en el tahalí
92.
Paran recostó la espalda y se desabrochó el cinto
93.
Es cierto que, después de mi viaje, estaba mucho más al tanto de la fama de usurero y ruin que se había ganado Juan XXII, un hombre que había llenado la ciudad de Aviñón de banqueros, comerciantes, traficantes y cambistas; que se había rodeado de una corte mucho más suntuosa, rica y palaciega que la de cualquier monarca del orbe; un pontífice que vendía bulas a cambio de dinero y que, según había oído, permitía la exhibición de crucifijos en los que la figura del Hijo de Dios aparecía clavada por una sola mano, ya que la otra se introducía en una bolsa de monedas que le colgaba del cinto
94.
Llevaba tres cuchillos al cinto recamado, a pesar de que a ningún juglar le estaba permitido portar armas
95.
Con un suspiro de pesar, Basta deslizó de nuevo su cuchillo en el cinto
96.
Basta extrajo el cuchillo del cinto despacio, muy despacio
97.
¡Cuántas veces le había pedido Farid que lo llevase al cinto, pero no, él no quería oír hablar de eso!
98.
Se lo desprendió del cinto
99.
Pitt extrajo la Mauser del cinto, apuntó al frente y disparó hasta que la última vaina cayó sobre la cubierta
100.
con que hace el arco el Sol y Delia el cinto