Usar "congénito" en una oración
congénito oraciones de ejemplo
congénito
1. Estaba claro que su amante era tan simple que se acercaba a la idiotez, y, a juzgar por su observación de que “mi padre no es tan listo como yo” suponía que el defecto era congénito
2. Sea hecho con fines de entretenimiento o congénito de los vendedores, de todos modos tienen atrás, sobresaliendo del pantalón, colas empenachadas, como si fueran de ardillas, pero mucho más largas, que al trepar acompañan las sacudidas de todos estos movimientos cortos
3. Y de este modo se dirigió como de costumbre al archivo por la puerta trasera, que le abrió, al oír la señal acordada, uno de los scrittori, un hombre joven que se distinguía por poseer un pudor congénito —o quizá deberíamos decir mejor «veneración»— ante los libros y cuyo nombre le era tan desconocido al cardenal como los nombres de los demás ayudantes
4. Pero franquear las que limitaban sus propias relaciones, elevarse hasta el trato con las duquesas, era la meta de todos sus esfuerzos, a tal punto resultaba ineficaz el tratamiento espiritual al que se sometía frente al snobismo congénito y mórbido que se desarrollaba en ella
5. ¿Quién lo sabrá jamás? ¡Y era tan sencillo para Albertina decirme, para que la cosa continuara, que deseaba volver a ver cualquier punto de las cercanías de París que le había gustado! Bastaba, pues, que volviera muy tarde, que su paseo durara un tiempo inexplicable, aunque quizá muy fácil de explicar (sin que interviniera ninguna razón sensual), para que renaciera mi mal, unido esta vez a representaciones que no eran de Balbec, y que procuraría destruir lo mismo que las anteriores, como si la destrucción de una causa efímera pudiera implicar la de un mal congénito
6. Un defecto congénito la condujo a la mesa de operaciones cuando tenía cinco años
7. La perspectiva del "american breakfast" le ponía alegre, le proponía la ilusión de un animal depredador ante las bandejas de la abundancia, aunque luego ante ellas se contuviera por el congénito temor español al qué dirán, en el que no participaban los clientes norteamericanos y mucho menos los franceses, en la creencia de que Asia aún les debía el desastre de Dien Bien Phu, y el mundo, Waterloo
8. habían perdido dos hijos por un extraño defecto congénito; la niña y varón murieron a edad muy temprana