1.
Sin embargo, conforme van teniendo éxito en la contienda por la nominación inicial partidista, llegan a tener mayor influencia en la cobertura informativa que reciben
2.
La interpretación anterior permite expresar el pensamiento, el debate y la confrontación de ideas que no sólo son convenientes, sino necesarios y legítimos en una democracia: no se afecta el principio de igualdad de acceso y de condiciones en la contienda electoral y se dejaría, en última instancia, al órgano electoral para que resuelva los conflictos que se suscitan al respecto
3.
A) "La mayoría de esas investigaciones se lleva a efecto durante la fase de elecciones generales en la contienda presidencial, cuando ya muchos electores han seleccionado un candidato
4.
Fue precisamente este movimiento el que ganó la contienda, aunque en lugar de revertir las reformas sociales, las complementó con un vuelco en el papel del Estado hacia una mayor intervención económica
5.
de su contienda, los métodos y las maneras de apaciguar sudiscordia
6.
los cuales, anteviendo que yo había de quedar vencedor enla contienda, se previnieron de que el
7.
Acaso, en el ardor de la contienda, he ido más lejos del punto a dondedebía
8.
Quesada se logró evitar una contienda
9.
24 & Y hubo tambien entre ellos una contienda, quién de ellos parecia ser el
10.
24 Y hubo entre ellos una contienda: Quién de ellos parecia [que habia de]
11.
24 Y fué entre ellos una contienda, quién de ellos parecia [que habia de]
12.
tripulación en aquella contienda delhonor y la muerte
13.
Y esperanzas de triunfo en la contienda
14.
habían sufrido siempre que frente á frente y en anchocampo presentaron contienda, los hicieron astutos y precavidos
15.
En una guerra termonuclear global, en cambio, casi todas las bajas serían civiles, hombres, mujeres y niños, incluyendo un vasto número de ciudadanos de naciones que no habrían participado en el enfrentamiento previo a la contienda, muy alejadas de la «zona diana» en la latitud media septentrional
16.
Aunque Milans y Gutiérrez Mellado se conocían desde hacía mucho tiempo, la animosidad de Milans no tenía un origen remoto; nació en cuanto Gutiérrez Mellado hubo aceptado integrarse en el primer gobierno de Suárez y creció a medida que el general se convertía en el aliado más fiel del presidente y trazaba y ponía en práctica un plan cuyo objetivo consistía en terminar con los privilegios de poder concedidos por la dictadura al ejército y en convertir a éste en un instrumento de la democracia: Milans no sólo se sintió personalmente postergado y humillado por la política de ascensos de Gutiérrez Mellado, quien hizo cuanto pudo por apartarlo de los primeros puestos de mando y ahorrarle así tentaciones golpistas; parapetado en sus ideas ultraconservadoras y en su devoción por Franco, también padeció como una injuria que Gutiérrez Mellado pretendiera desmantelar el ejército de la Victoria, al que él consideraba el único garante legítimo del legítimo estado ultraconservador fundado por Franco y en consecuencia la única institución capacitada para evitar otra guerra (como la ultraderecha, como la ultraizquierda, Milans era alérgico a la palabra reconciliación, a su juicio un simple eufemismo de la palabra traición: varios miembros de su familia habían sido asesinados durante la contienda, y Milans sentía que un presente digno no podía fundarse en el olvido del pasado, sino en su recuerdo permanente y en la prolongación del triunfo del franquismo sobre la república, lo que valía tanto para él como el triunfo de la civilización sobre la barbarie)
17.
Por respeto a las pérdidas sufridas en la última contienda y en atención a que ciertos estados de ánimo rozaban peligrosamente lo hipersensible, así como al hecho de que por una vez entre mil bastantes miembros de la especie hani habían logrado cooperar sin tener en cuenta la casa o provincia a la que pertenecían y dicho espíritu de cooperación no se había desvanecido por completo, no hubo ningún incidente desagradable
18.
Sin sentirse dispuesto a tomar parte en la contienda entre el secretario y el agente preguntón, el padre Brown tuvo un débil sentimiento de irracional simpatía hacia los prejuicios de este último
19.
—Los nervios del poderoso guerrero antes de la contienda —observó Isold, una de las seis mujeres que estaban con Eragon
20.
Antes de que Eragon pudiera seguir preguntándole, una serie de voces exaltadas procedentes del escenario de la contienda eclipsaron el tumulto general, y oyó al rey Orrin, que gritaba:
21.
Los renegados, ya rendidos por la contienda anterior, habían tratado en vano de romper el cerco de hierro que los oprimía, y se vieron obligados a replegarse, a pesar de los esfuerzos del barón
22.
Tan seguro estaba del triunfo, que prometió a La Gasca que perderían menos de treinta hombres en la contienda, y cumplió
23.
Jaime siguió trabajando catorce horas diarias, incluso los domingos, sin participar en la contienda política
24.
Los ejércitos peruano y boliviano estaban escasamente preparados para tal contienda, eran poco numerosos, mal armados y el sistema de abastecimiento fallaba tanto, que algunas batallas y esca-ramuzas se decidieron por falta de agua para beber o porque las ruedas de las carretas cargadas con cajones de balas se enterraban en la are-na
25.
El mismo soldado que se lo echó al hombro para llevarlo hasta el hospital le rasgó la bota con su cuchillo, le quitó la ca-misa ensopada y con ella improvisó un tapón para el pie destrozado porque no había a mano ni vendajes, ni medicamentos, ni fenol para desinfectar, ni opio, ni cloroformo, todo se había agotado o perdido en el desorden de la contienda
26.
La vida cultural berlinesa, ya limitada a consecuencia de la contienda, cayó en la inanidad más absoluta al ordenarse el cierre de casi todos los teatros, cines, espectáculos de variedades y kabarets con el fin de ayudar al esfuerzo supremo de guerra
27.
O tal vez hubiera una contienda burocrática entre las distintas divisiones de la ANS
28.
Muchos de los nuestros, que antes hacían fuego parapetados tras los altares y los confesionarios, corrieron a atacar a los franceses por la espalda, representando de este modo en miniatura la peripecia de una vasta acción campal; y trabose la contienda cuerpo a cuerpo a bayonetazos, a tiros y a golpes, según como cada cual cogía a su contrario
29.
El deseo del Hitler es que España le devuelva con su participación, la ayuda que Alemania proporcionó a España en la contienda de la Guerra Civil, que se produzca cuanto antes para cerrar el Mediterráneo y terminar cuanto antes la guerra
30.
La deuda, aproximadamente se cifró al final de la contienda entre tira y afloja en unos 370 millones de marcos (aproximadamente unos 2000 millones de las antiguas pesetas de la época), de los cuales 100 millones de marcos (unos 400 millones de pesetas) fueron compensados por los gastos originados por la División Azul
31.
El atleta no quiso desempeñar el indigno papel de cachetero que en aquella repugnante contienda doméstica se le designaba, y todo quedó en tal estado
32.
Fueron unos diálogos largos y complejos, interrumpidos, sin continuidad permanente, debido al gran número de consultas que había que evacuar para requerir la opinión de los reyes y príncipes involucrados en la contienda
33.
En la Guerra de la Independencia no habría tenido rival; en la Civil habría sido un Zumalacárregui; en aquella nueva contienda entre españoles por un más o un menos de Libertad, ocasión y medios le faltaron para realizar verdaderas maravillas
34.
Mi señor marido agonizaba sin remedio entre tanta contienda y habría que estar ciego para no intuir una vida corta en su haber
35.
-¿Si nuestro señor padre consigue aliarse con el de Lara, seremos más fuertes y podremos aprovechar sus huestes en nuestra contienda contra los enemigos?
36.
Fue una contienda general en la que los perdedores inmediatos fueron los magiares
37.
Así comenzó una larga contienda civil, que se prolongaría hasta la muerte del monarca
38.
A la incertidumbre sobre el resultado final de la contienda, que poco a poco se iba abriendo camino incluso entre los más optimistas, se sumaba la dura realidad de la escasez, consecuencia del insensato derroche del período precedente
39.
El género humano podía tomar parte en la contienda, de un lado o de otro
40.
el combate era enconado, la contienda penosa y dura
41.
Después de haber atravesado el valle, está el bosque hasta el valle de la Contienda, que es muy denso
42.
Aquí una contienda puede gestarse en cinco minutos y lo más probable es que se prolongue durante varias generaciones
43.
No solo esto, sino que también recibían media paga del gobierno alemán, en cumplimiento de un acuerdo entre los gobiernos en la contienda
44.
Elevaron su vuelo como celebración de la gran contienda, comentando su excitación mientras planeaban sobre el prado
45.
La contienda civil comenzó el 17 de junio
46.
Sin embargo, fue Buenos Aires la que terminó por capitular pues, en las postrimerías de la contienda, saltó a la luz que ese penoso proceso carecía de otros fundamentos que la terquedad y la estolidez de un grupo de fanáticos liderados por Tejedor
47.
Flor y la "Ocho", alertadas por el grito del niño, alcanzaron a llegar en el momento en que se decidía la contienda
48.
–¿Por quién apostarán en la contienda entre el Dragón y Brass? Y si dicen que por el Dragón, les arrojaré esto en la cara
49.
Como el gran principio de la propiedad individual no tenía en aquella desigual contienda más defensor que D
50.
A partir de entonces, ambas zonas volvieron enseguida a su inestabilidad política inicial y a la contienda entre aspirantes a presidente que competían entre sí
51.
Mis amigos del sector de la minería han utilizado muchas expresiones pintorescas para calificar las actitudes dominantes: “Actitud de expolio y huida”, “mentalidad capitalista sin escrúpulos”, “heroica contienda de acoso y derribo de la naturaleza por parte del hombre”, “los empresarios más conservadores que he conocido jamás” y “actitud especulativa de que una mina sirve para dejar que sus directivos jueguen a los dados y se enriquezcan atacando la veta madre, en lugar de aplicar el lema de las compañías petroleras que revalorizan las instalaciones de los accionistas”
52.
En el centro neurálgico de la contienda, los militantes codiciosos de poder tenían la vejiga a punto de reventar, porque no osaban perder un segundo en el baño
53.
Las protestas de Ike -que aquellos hombres podían prestar mayor servicio a la contienda luchando en el frente-, cayeron en saco roto
54.
Todos los participantes en la batalla parecieron perder ánimo para proseguir la contienda
55.
Aunque había entrado en guerra en los últimos días de la contienda, el gobierno del general Perón, de corte autoritario, era proclive a atraer a científicos y especialistas cualificados y más en una época en la que su nación era una de las naciones más avanzadas del mundo y demandaba técnicos de alto nivel
56.
La explicación pareció dejar satisfecho al oficial y, tras tomar el nombre de los componentes de la partida de Kadur ben Saden, se alejó a la cabeza de sus hombres hacia el lugar donde se había desarrollado la contienda, a fin de hacerse cargo de los dos muertos para identificarlos, si ello era posible
57.
Mientras permanecía oculto entre los matorrales y arbustos que poco tiempo antes constituyeron el orgullo y el placer de la esposa a la que ya no recordaba, un árabe y un abisinio, en el ardor de su contienda particular a cintarazo limpio, fueron acercando sus monturas hacia aquel punto
58.
En 1945 era un personaje admirado en todo el mundo, con lo que su gran reputación camuflaba el hecho de que el papel militar desempeñado por Gran Bretaña durante la contienda hubiera acabado siendo secundario
59.
Las noticias de las atrocidades que estaban cometiendo los alemanes durante la guerra y la convicción de que el gobierno nazi había provocado deliberadamente la contienda favorecieron desde principios de 1941 el desarollo de la idea de someter a un juicio internacional a los dirigentes del nazismo
60.
Wiston Churchill fue quien primero habló de crímenes de guerra y de la necesidad de que "el castigo por estos crímenes debiera tener lugar cuando se produjera el desenlace definitivo de la contienda"
61.
Durante esta contienda, el ejercito del Kaiser hizo ya un abundante uso de fusiles dotados de mira telescópica
62.
En los últimos meses de la II Guerra Mundial, los militares aliados, desde los pilotos de los bombarderos que diariamente arrasaban ciudades, nudos de comunicaciones y centro de producción alemanes, hasta los simples soldados de infantería, contemplaron con sorpresa cómo el armamento que empleaba el enemigo era cada vez más extraño y sofisticado, hasta el punto de llegar a crear un mito: la existencia, en la Alemania del año 1945, de armas maravillosas que a punto estuvieron de cambiar el resultado de la contienda
63.
Todos los expertos en armamento del III Reich han destacado un hecho evidente: si la investigación se hubiese adelantado tan sólo un año, el resultado de la contienda podía haber sido muy distinto
64.
Al finalizar la contienda, se trasladó a Tánger, donde comenzó a escribir crónicas sobre la batalla de Inglaterra, en las que alababa el comportamiento de los londinenses frente a los bombardeos de la Luftwaffe
65.
Lo cierto fue que, a partir del 14 de agosto, cuando Líster perdió el control de la Sierra Magdalena, la contienda se fue decantando a favor del ejército de Franco, y doña Julia, doña Montserrat, y el resto de las mujeres, volvieron poco a poco a hablar de las cuitas del fantasma de Beatrice Cenci (según anunció doña Julia, el fantasma de la desdichada dama pensaba aparecerse el 11 de septiembre en el Ponte Sant'Angelo, fecha en la que fue decapitada en ese mismo lugar en el año del Señor de 1599), del calor infernal del verano romano y de otros temas livianos, compatibles con el ardor guerrero que transmitían los locutores radiofónicos
66.
Incluso la pelota había sido trenzada especialmente para esa contienda, con las tiras del más ligero oli, cuyas tiras se entrelazaban en los colores verde y azul
67.
Por tanto, si somos objetivos tendremos que admitir que el comportamiento de estos abstencionistas será determinante para conocer lo que sucederá en la próxima contienda electoral
68.
proclamaron solemnemente tras la conclusión del cónclave, al comprometerse a resistir a los contrarios unidos siempre todos con lazos de caridad, ya que, aseguraron, si en Asturias no hubiera habido contienda por la elección de los príncipes y hubiera pervivido siempre la santa caridad; si no la hubieran olvidado los siervos de Dios para caer en las disensiones, la espada del furor no habría nunca amagado a la ciudad de Fruela
69.
Era lo que necesitaba para resarcirse de los últimos años indecisos y para animar a sus mercenarios a dilatar la contienda hasta la llegada de su hermano Asdrúbal por el norte
70.
Varios días en los que no pasaba nada que pudiera hacer avanzar la contienda de Hispania
71.
Una vez en Sicilia el cónsul Publio Cornelio Escipión tendrá la potestad de lanzar un ataque contra África si lo estima oportuno, pero para ello no podrá sumar a su ejército de voluntarios ni las guarniciones allí acantonadas para proteger las ciudades sicilianas ni podrá tampoco realizar levas; en su lugar, y de modo excepcional, aunque estas tropas están desterradas y apartadas de la contienda, el cónsul podrá emplear las legiones V y VI para esta empresa —y aquí la voz de Léntulo, una vez más, se desvaneció bajo un mar de gritos e improperios de los seguidores de Publio—, esas legiones, esas legiones —aulló Léntulo casi dando saltos en su podio—, esas legiones que llaman las «legiones malditas»
72.
La contienda no fue heroica
73.
En un primer momento, los principes de las legiones V y VI de Roma no sólo consiguieron detener el paulatino retroceso en el que la pérdida de fuelle de los hastati había sumido al ejército romano, sino que además consiguieron recuperar diez, veinte, treinta, cincuenta, casi cien pasos, pero llegados casi una vez más al centro de la llanura, la contienda pareció igualarse y los mercenarios de Cartago parecían más dispuestos que nunca a combatir hasta la mismísima aniquilación
74.
Le creen cuando dice que, una vez acabada la contienda, sus tropas se retirarán
75.
El alcalde Bengoechea hacía saber a sus conciudadanos que los vencedores de la contienda autorizaban la salida de los civiles de San Sebastián
76.
Los orfanatos estaban repletos de niños “de la tierra”, así llamadas las criaturas abandonadas por sus padres durante los años de la contienda
77.
Cuando pe-lean, las anima el afán de concluir la contienda tan pronto les sea posible
78.
En un momento de la contienda, los aragoneses creyeron que habían conseguido frenar a los atacantes al romper su orden y al haberlos rodeado
79.
Una vez allí, se pondrán a las órdenes del gran promotor de la contienda, Alfonso VIII de Castilla
80.
No era una contienda ideológica bien definida entre dos facciones cuyos soldados creyeran fervorosamente en la causa por la que luchaban, y no había héroes en ninguna parte
81.
A pesar de que el comandante de seguridad murmuró algo vago sobre efectuar un entrenamiento gratuito a expensas del emperador, montaron un cuadrilátero en el jardín trasero y la contienda se convirtió en una tradición semanal
82.
Una vez iniciada la contienda lo más probable es que se unan a los insurgentes
83.
Pero puesto que éste había sido capturado en Singapur por los japoneses cuando contaba sólo dieciocho años y se pasó el resto de la contienda como prisionero de guerra, en el entretanto la propiedad fue confiada a Lawrence, ahora un octogenario, quien hizo lo que pudo para que la casa recibiera el mayor daño posible por parte de las distintas unidades militares que la ocuparon
84.
El antisemitismo es la expresión de la falta de talento, de la incapacidad de vencer en una contienda disputada con las mismas armas; y eso es aplicable a todos los campos, tanto la ciencia como el comercio, la artesanía, la pintura
85.
Estaban presentes también los vencidos en la guerra, los de "hasta la última bala", que vivieron la llegada de la democracia como un triunfo moral sobre los vencedores en la contienda
86.
Esta tajante propuesta, del todo inconstitucional, fue uno de los principales puntos del plan para introducir la República «de nuevo cuño» puramente izquierdista, pero el aplazamiento de las sesiones parlamentarias ordenado por el gobierno —otra de las políticas arbitrarias de Casares Quiroga— imposibilitó su presentación formal antes de que se iniciase la contienda y, tras ella, sus disposiciones se aplicaron de la forma más violenta y revolucionaria en lo que eufemísticamente se denominó la «zona republicana»
87.
Tripulantes en barcas hechas de cañas tejidas y recubiertas por fuera de pieles de foca, llegaban gentes, que desembarcaban sacos de raíces, montones de caza, distribuidos al punto por las mujeres y los niños entre todas las casas, sin contienda alguna, con alegría y entusiasmo sin igual
88.
Jugó en Manchester, donde el decrépito campeón de Inglaterra forzó unas tablas tras una contienda que duró dos días; en Amsterdam, donde perdió la partida decisiva porque excedió el tiempo límite, y su oponente, con un gruñido de satisfacción, oprimió el resorte del reloj de Luzhin; en Roma, donde Turati inició triunfalmente su brillante carrera; y en muchas otras ciudades que para él eran siempre idénticas: hotel, taxi, una sala en un café o en un club
89.
dolían las piernas y la espalda de la contienda que había tenido que librar con la puerta del garaje y
90.
Le había dicho casi lo mismo que él le había contado a Maddy sobre la última resistencia que ofrecieron los æsir, en la contienda que el Tuerto había denominado Ragnarók
91.
Fue una contienda feroz, despiadada y amarga
92.
Algunos indios blandían hachas y cimitarras e intentaban reducir a los elefantes tasajeándoles la trompa o las patas, pero era una contienda desigual
93.
Cuando en 1914 se inicia la contienda, es un excelente candidato para ser ocupante de una más de las anónimas tumbas que habrán de ser cavadas en Francia al borde de una trinchera
94.
Derkin escogió un combate prometedor y se unió a la contienda
95.
La función del BfV consistía básicamente en ocuparse de las tentativas de socavar el orden constitucional, lo cual, en la práctica, se reducía a una constante y diaria contienda con los miles de agentes comunistas que operaban en Alemania Occidental
96.
Las fuerzas, más o menos igualadas, habían iniciado la contienda con un duelo colectivo a pedrada limpia y, cuando escasearon esas municiones, paso a paso y salto a salto, habían llegado a la confrontación directa, entremezclándose
97.
Por un lado, se quejaba lamentándose a Ático: «¡Pero mira su nombre, su edad!»11 ¿Cómo podía Cicerón creer realmente en el heredero de César cuando el joven aventurero no cesaba de enviarle peticiones sin fin para obtener su consejo, se dirigía a él como «padre», e insistía en que él y sus seguidores estaban al servicio de la República? Pero, por otra parte, teniendo en cuenta la desesperada naturaleza de la crisis, ¿qué tenía que perder? Hacia el mes de diciembre, después de considerar los informes de la contienda que llegaban del norte, Cicerón por fin se decidió
98.
Casi todo Gwytherin se congregó en el lugar a lo largo del día, dejando las faenas del campo para presenciar el final de la contienda