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un nutrido y elegante cortejo, en el que únicamente desentonaba un tanto el pintoresco
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El pueblo se limitaba a ver pasar el cortejo integrado por los funcionarios del Estado y los militares que, ufanos, lucían sus condecoraciones, bajo los arcos de triunfo adornados con abundantes gajos de laurel, sin prorrumpir en las espontáneas aclamaciones de otros tiempos
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y el cortejo en su plasticidad
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Anayanci tuvo su funeral en el estadio de fútbol y el cortejo desfiló por las calles
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cortejo; corrían y se esfumaban comofantasmas
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Los convidados que formaban el cortejo y que venían a ser los
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sus guerreros como elJúpiter de la fábula entre el cortejo de los dioses;será necesario no pensar
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desgraciasfulminantes y su largo cortejo de sufrimientos
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penetró al fin la escasez, con su cortejo de tristezas, comoantes
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supremosremover el cortejo de vagones que le seguían; por
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La corporación, en cortejo solemne, se extiende a lo largo de
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El campo del tiro, donde se detiene el cortejo, se encuentra en
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trasladaronse los recién casados y su cortejo en dos grandesómnibus a los Viveros
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Redoblaron lostambores, sonaron las trompetas y la banda de música, mientras volvía áformarse el majestuoso cortejo, saliendo del patio en el mismo orden quehabía entrado
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ávarios doctores del cortejo
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inmovilidad, lanzándose á través del aire comopara indicar la dirección al cortejo terrestre
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Cuando se fatigaba de cantarsilbaba, y todos los del cortejo, contagiados por su alegría, intentabanimitarle
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pueblo y vi, en el ángulo del camino,un cortejo que avanzaba
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Mientras yo me entregaba a estas reflexiones, el cortejo había
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El cortejo, en el mismo orden en que habíaacompañado al
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El cortejo fué penetrando acompasadamente en la sala
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El cortejo nupcial cruzó el pueblo y ascendió por el estrecho camino dela iglesia
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llegando hasta Cádiz,seguidos del cortejo de cantadores y
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El cortejo penetró en la ciudad por la puerta del Mercado Grande, tomóla calle de
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Además, era el único pariente del muerto queiba en el cortejo, y no debía
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cortejo de flores y la dulce melodía delas aves que trinan en la
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Pero entonces, allí, en presencia de un cuadro que me recordaba toda miniñez, viendo en el altar a un sacerdote digno y virtuoso, aspirando elperfume de una religión pura y buena, juzgué digno aquel lugar de laDivinidad; el recuerdo de la infancia volvió a mi memoria con sudulcísimo prestigio, y con su cortejo de sentimientos inocentes; miespíritu desplegó sus alas en las regiones místicas de la oración, yoré, como cuando era niño
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En la puerta se detuvo el cortejo
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El cortejo entró en
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Como una ola de admiración precedía al fúnebre cortejo; antes de llegarla procesión a una
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Elena y su cortejo de jinetes
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insurrecciones, componían el cortejo
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Todo eso de la lucha por la vida con su cortejo
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Formaban en losbulevares un cortejo pintoresco: una
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a otro de la isla, los jueves y sábados,días de cortejo, para
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cortejo, y uno trasotro iban a sentarse al lado de la atlota
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Desde que era objeto de cortejo y los mozos acudían a
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Allí los ladrones, con todo su cortejo de corredores y
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vi con lospormenores más nimios, y con toda su luz y su cortejo
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Todo el mundo esperaba fuera, oteando a lo lejos para ver llegar el cortejo
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El hombre-toro, el tercero del cortejo, se precipitó contra la espalda del encantador, y Huma, ladeándose para eludir la pila viviente, perdió pie en un lugar distinto y fue a parar fuera de la senda
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El lento cortejo testimoniaba más el duelo de una nación de incierto porvenir que la cólera del combatiente social
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Se reunieron luego para formar un cortejo, con el sumo sacerdote a la cabeza, seguidos por los ancianos de la clase sacerdotal, los viejos de la comunidad luego y, por fin, los más jóvenes
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Más lejos, unos jóvenes se peleaban para tener el privilegio de llevar, durante unas decenas de metros, el manuscrito de la Torá, y lo elevaban por encima de las cabezas mientras, en el cortejo, se improvisaban danzas
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Por fin, después de unos minutos que se me antojaron interminables, el cortejo se alejó y las calles se fueron vaciando de gente hasta dejar tras de sí un extraño silencio
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Éste encabezaba el cortejo y detrás de él, en carruaje descubierto, viajaban los tan temidos representantes en misión
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A mediodía, todo el cortejo se dirigirá al templo de la Razón
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Se asomó al balcón del hotel para ver el cortejo, y un reportero tomó una vista de los balcones
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La última vez que hice algo parecido, al cabo de tantos años de solucionar ya los primeros contactos en bares pensados para ese propósito, fue no hace mucho, en unos grandes almacenes, en la sección de librería, entre los anaqueles de obras sobre deporte, observando y dejándome observar con evidente interés, siguiendo y dejándome seguir, durante más de media hora, por un chicarrón con pintas de futbolista -muy alto, estrecho y ceñido de torso, pero con un tren inferior, culo incluido, de primera división y Champions League- que parecía extranjero y recién llegado, hasta que pensé que todo aquel cortejo primitivo y silencioso, a mi edad y con mi aspecto -maduro señor canoso, enchaquetado y encorbatado-, resultaba patético, y me fui
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En ambos casos son feromonas las que desatan el proceso del cortejo
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Y Alicia se unió al cortejo, preguntándose con gran curiosidad qué iba a suceder a continuación
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Los jóvenes pedigüeños volvieron la cabeza y siguieron con la vista, con curiosidad, el paso del pomposo cortejo nupcial
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Muñoz no se levantó de inmediato y en seguida Pierre, el amigo íntimo, intervino con autoridad para proclamar vencedor a Jacques, ponerle la chaqueta, cubrirlo con la esclavina y llevárselo rodeado de un cortejo de admiradores, mientras Muñoz se incorporaba, siempre llorando, y se vestía en medio de un pequeño círculo consternado
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Rusti Cayambe permaneció inmóvil en la terraza hasta que el grupo de soldados que cerraban el cortejo desaparecieron de su vista al doblar la esquina del Templo de la Luna, escuchó la melancólica música de las quenas hasta que se perdió por completo en la distancia y se encaminó a la habitación de la pequeña Tunguragua, en la que solía dejar pasar las horas contemplando sus juguetes
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Después se encontraron en el cortejo fúnebre de un niño
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El marqués de Saint-Merán, uno de los dignatarios más celosos y fieles del rey Luis XVII y del rey Carlos X, había conservado gran número de amigos que, unidos a las personas relacionadas con el señor de Villefort, formaban un considerable cortejo
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París, siempre curioso, siempre conmovido ante las pompas fúnebres, vio pasar con un silencio religioso el espléndido cortejo que acompañaba a su última mansión a dos de los nombres de aquella aristocracia, los más célebres por el espíritu tradicional y por la fidelidad a sus principios
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El señor de Boville había encontrado en efecto el fúnebre cortejo que conducía a Valentina a la mansión de los muertos
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Iban a la cabeza del cortejo de coches
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El elefante, dócil a las órdenes de su conductor, emprendió la marcha, atravesando con pesado paso la ciudad, a todo lo largo, y se detuvo cerca de una explanada donde se hallaba reunida una multitud enorme, en espera del real cortejo
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Anochecía cuando el inmenso cortejo llegó al lindero de los bosques, para abrir paso fueron enviados delante seis elefantes, que se pusieron enseguida a la obra, derribando árboles y abriendo paso entre los céspedes que alfombraban el suelo
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A las diez de la noche, cuando el cortejo llegó cerca de la jungla que el francés y Durga habían cruzado por la mañana, los tam-tam y los tambores y trompas dieron la señal de alto
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El cortejo se había puesto en marcha bordeando la jungla y avanzaba con rapidez, queriendo el príncipe comenzar aquel mismo día la batida de los cocodrilos
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Una vez llegado a la plaza, el cortejo con antorchas formó un inmenso círculo, encerrando en medio a los encantadores y sus serpientes
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El cortejo se detuvo algunos instantes en la explanada del templo para rendir homenaje a la divinidad a la que estaba dedicado y, luego descendió por la escalinata opuesta, redoblando su estruendo
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El cortejo pasó delante de una construcción y los obreros abandonando sus herramientas, se quitaron los cascos y formaron una fila cabizbaja
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Cerrando el cortejo y en representación del rey, el canciller don Pedro López de Ayala, custodiado por una compañía de la guardia de palacio —a cuyo mando figuraba un capitán, vástago de una de las nobles casas adictas al monarca—, con casco y cota de malla bruñida y cubiertos con las casacas ajedrezadas; y en cada cuartel de las mismas, y sobre fondo blanco y morado, el castillo y el león rampante en plata y oro respectivamente
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Los hombres sacaron el ataúd fuera de la habitación en tanto entonaban el Male Rajanim y luego los jóvenes cargaron el cajón de madera de pino que albergaba los despojos, del que fue en vida influyente personaje, en un humilde carruaje, tirado por un solo caballo; y tras él se formó el cortejo
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A los lados del fúnebre cortejo y cerrándolo marchaban hombres del rey, a cuyo mando iba un capitán de la guardia con el fin de evitar cualquier desafuero que, instigado por los agitadores habituales, intentara perturbar la calma de la triste ceremonia
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Cuando el pequeño cortejo ocupó la arcada central, los dos sacristanes instalaron en el suelo enlosado el inmenso caldero y el lego se dispuso a llevar a cabo su caritativa misión
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Decididamente; era mi suerte que aquel amor naciera en mi alma con todo el cortejo que lo hace poderoso e irresistible
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Se engalanaron las calles por donde debía pasar el cortejo, desde el palacio condal hasta la catedral: multitud de guirnaldas blancas iban de balcón a balcón a lo largo del recorrido, el suelo se cubrió de pétalos de rosa y todo el trayecto se protegió con soldados a cada trecho
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El cortejo desde el palacio condal hasta la seo debería pasar por el Miracle y, rodeando el antiguo templo romano, se dirigiría a la Pia Almoina, en cuyas puertas iba a estar reunida toda la comunidad
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Nada mejor para una sensibilidad vengativa que asistir al comienzo de un cortejo bufo entre un suegro y su nuera
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—¿Insinúas que aquel cortejo en que iba Ern estaba formada por Bets y tus amigos, disfrazados? —balbuceó el pobre señor Goon, recobrando el habla al fin—
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El cortejo del novio había llegado a Nazaret
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Después de cruzar al trote vivo los bosques y las calles de la ciudad, en dirección a la Misión de los Jesuitas, gran edificio de piedra de estilo europeo, el cortejo penetró en el patio central y se detuvo frente a la puerta principal
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en llegando a Albarracín el cortejo descansó,
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Bien compuesto viene el Cid con su cortejo de honor,
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de Mañara es el cortejo de la Zaina
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su cortejo! -dijo con desabrimiento Salmón-
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Mandeville, al frente de la expedición, como ya os he dicho; los Santerre, detrás con su pequeño cortejo, y luego nosotros, que íbamos al final de la comitiva, justo antes de los carros
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Entonces pregunté: «¿A qué se debe este cortejo? ¿Y quién es ese jinete?» Me contestaron: «¡Bien se ve, por tu acento egipcio y tu ignorancia, que no eres de Bagdad! Ese cortejo es el del mokaddem Ahmad-la-Tiña, jefe de policía de la Derecha del califa, que está encargado de mantener el orden por los arrabales
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Y he aquí que a los pocos instantes de situarse en aquel lugar vió llegar el cortejo de la princesa, precedido por la muchedumbre de eunucos
85.
Y tras de recibir las instrucciones necesarias, la madre de Aladino salió de su casa acompañada por sus doce esclavas, y no tardó Aladino en seguirla a caballo en medio de su cortejo
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Y la princesa avanzó lentamente en medio de aquel cortejo, pasando por la alfombra de terciopelo, mientras que a su paso se dejaba oír un concierto admirable de instrumentos en las avenidas del jardín y en lo alto de las terrazas del palacio de Aladino
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Apenas había acabado de acomodarme en la postura menos fatigosa, cuando vi avanzar por la calle un cortejo deslumbrador, no de genn o de efrits, sino sin duda de huríes del Paraíso
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Y el barbero, bastante aterrado, giró los ojos de derecha a izquierda, y acabó por contestar: «¡Por Alah, ¡oh tío mío derviche! si quieres conservar la cabeza sobre el cuello y el cuello sano y salvo, guárdate bien de hablar a nadie de lo que tuviste la mala suerte de ver! ¡Y hasta harías bien, para mayor seguridad, en dejar inmediatamente nuestra ciudad, donde estás perdido sin remedio! Y esto es todo lo que puedo decirte acerca del particular, porque se trata de un misterio que tortura a toda la ciudad de Bassra, donde las gentes mueren como langostas si tienen la desgracia de no ocultarse con anterioridad a la llegada del cortejo
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En efecto, la esclava que lleva el alfanje desnudo corta la cabeza de los indiscretos que tienen la curiosidad de mirar pasar al cortejo o que no se esconden a su paso
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Los pliegues relumbrones de su raso interior, el brillo severo de su terciopelo, la niebla negra de sus encajes, hechura fantástica de hilos tejidos por moscas, y la pasamanería de sus guarniciones reunían en derredor de una cara hermosa no sé que misterioso cortejo de geniecillos, que ora parecían [326] serios ora risueños y a su modo expresaban el pudor y la provocación, la reserva o el desenfado
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Y condujeron a la desolada Habiba, en medio de un cortejo, a la casa del jeique
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"Y días después, el cortejo llegó a la ciudad de la novia
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Y el cortejo de la recién casada era de una magnificencia inusitada, porque así lo había querido el rey; y a su paso, cada dama colmaba a la princesa de regalos que iban recogiendo las mujeres del séquito
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Y el rey abandonó las habitaciones de la joven, y se puso a la cabeza del cortejo que salió al encuentro de Maruf
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La Monarquía tradicional tuvo y tiene [43] en él un acérrimo defensor; pero no quiere el brutal absolutismo, con su siniestro cortejo de verdugos e inquisidores, como lo soñaron D
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Él había caminado con el resto de los senadores en cabeza del cortejo, y le bastó una ojeada para entender la situación
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Y en las nonas de sextilis los esclavos prepararon el equipaje y el cortejo se puso en camino hacia Roma; Sila se adelantó porque no soportaba el paso de caracol que imponían las literas de las mujeres, y llegó a la ciudad dos días antes, entregándose a ultimar los detalles de la fiesta
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Mientras el cortejo se levantaba del suelo y se reagrupaba entre cánticos y danzas —para fruición de la multitud—, Sila llegaba ante los cónsules, apoyado en el brazo de su hermoso acompañante y alzando la copa en alto a guisa de saludo
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Unas rezaban, otras seguían con curiosa mirada el tristísimo cortejo
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A continuación, el cortejo se dirigió a la casa del señor Aloysius Doran, en Lancaster Gate, donde se había preparado un almuerzo