1.
Subieron al cuarto de la enferma, que vencida ya por la dolencia, nopudo conocerles, y considerando ambos la situación gravísima, cada cualobró como quien era
2.
, le dejó pasaruna noche con una ramera, de lo cual se le originó gran debilidad yfiebre: los médicos, ignorantes del origen de la dolencia, le sangraron,acelerando la muerte; y don Pedro, por consentir el exceso o norevelarlo oportunamente, cayó en desgracia, aunque era cuñado delprivado, castigándosele con no volver a la corte y obligándosele a viviren un extremo de la ciudad sin que se le permitiera hacer ni recibirvisitas con ostentación[54]
3.
médico y delpadre alcanzaban a ver en ella síntomas de dolencia
4.
la pena ode alguna dolencia originada por la concentración de su
5.
Hirió de muerte aquella dolencia á don Gaspar Esteban Murillo, quefalleció el día
6.
rara dolencia, que designaron con el nombre de dolencia de
7.
Ambos convinieron en que su dolencia era de cuidado
8.
En un principio determinaron la dolencia la vida sedentaria,
9.
Estaba muy enferma; una dolencia de la matriz que acababa con ellarápidamente
10.
Villeroy, y aun la de su médico cuando pretextóla dolencia de la caída[157]
11.
hicieron, antes pareceque se confirmó con esto su perdicion; pues cuando los grandes remediosno curan la dolencia porque se dan, es casi cierta la muerte
12.
Y los dos inválidos de la vida se olvidaban de la propia dolencia parapensar en la del otro,
13.
hastaque llega una dolencia cualquiera que les saca del mundo
14.
Pero aunque estaban en la mejor época del año, Gabriel tosía, empeorandoen su dolencia por
15.
Y se puso a dar cuenta de la dolencia del padre con solicitud yminuciosidad, no omitiendo ningún
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Cibeles; pero la oscuridad de la noche, la soledad y elestado de excitación y dolencia en que se
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desentonada, eran los caracteres de su dolencia, próxima állegar al período de mayor exacerbación
18.
No faltaban, por cierto, razones a su dolencia
19.
imposible a sus años y con lomortal de la dolencia que padecía;
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evangelio del reino, y sanando todaenfermedad, y toda dolencia en el pueblo
21.
echasen fuera, y sanasen toda enfermedad, ytoda dolencia
22.
echasen fuera, y sanasen toda enfermedad ytoda dolencia
23.
desarrollada en el curso de la dolencia ó despues detratamientos por grandes dósis,
24.
poder de los carceleros al delos cirujanos, si bien su dolencia entró en un período de alivio por
25.
Nazaria le preguntó por los remedios que para tan atroz dolencia habíandescubierto las
26.
Antes que la pestifera dolencia
27.
Y el fin de nuestra dolencia
28.
baza mayor quita menor,y de seguro que en aquel juego, la menor es siempre la dolencia, yla
29.
Recorriendo Galilea, rodeado de sus discípulos, enseñó en las sinagogas, proclamó la buena nueva y curó con milagros cualquier enfermedad y cualquier dolencia
30.
[15] Augusto Lutz, quien derivó en enemigo de Manuel Contreras, murió en el hospital de los militares el 28/11/1974, a causa de una "inyección equivocada" mientras se curaba una dolencia sin importancia
31.
En el año 2000, cuando su mujer y su hija todavía estaban vivas, Suárez puso un prólogo a un libro que la segunda escribió sobre su dolencia
32.
Su dolencia por lo visto tiene que ver con la cabeza y no con la proctología
33.
La larga prisión, el pavor que le infundía la guillotina, la humedad del calabozo, le hicieron contraer una penosa dolencia
34.
Sugden declaró que el reuma era una dolencia muy molesta, y Tressilian le acompañó hasta la puerta principal
35.
No había dolencia ni problema que no fueran consultados con Roberto y ningún niño había crecido allí sin probar las galletas de Ana
36.
Antonio tiene la impresión de que Juan no habla de Emilia como quien desea sacarla de su depresión, sino como quien se hace cargo a diario, con la vivacidad benevolente de las rutinas, de una dolencia crónica insoluble
37.
Para Fiamma la curación de esa dolencia era sencilla, siempre y cuando la paciente tomara conciencia de su valía como ser humano
38.
El señor Kiyama ha empeorado en su dolencia
39.
"¡Oh rey afortunado! merced a tu buena suerte, he podido conocer la enfermedad y dar con el remedio de la dolencia
40.
Aquel vicioso que tan mal había empleado su tiempo, se sorprendía ahora de verso ocupado en puerilidades, y bastaba cualquier síntoma de dolencia en Isabelita, para que se olvidase de los negocios de Estado y de los malos pasos en que andaba la corona
41.
El áspero carácter, los bruscos modos y la amarguísima pena del enfermo no cambiaron nada pasando del poder de los carceleros al de los cirujanos, si bien su dolencia entró en un período de alivio por las ventajas higiénicas del cambio de vivienda
42.
Nazaria le preguntó por los remedios que para tan atroz dolencia habían descubierto las facultades, y Gracián, con apariencias de no creer mucho en ellos, habló de varios, tales como friegas, infusiones teínas y revulsivos
43.
Demetria manifestó con firmeza que la gratitud exigía que las dos hermanas cuidasen por sí mismas al que había contraído tan grave dolencia por defenderlas y salvarlas; que ella, firme en su conciencia, tan segura de su honradez como [329] de que la opinión del pueblo ni un momento se pronunciaría en contra suya, no estimaba indecoroso alojar al herido en su propia casa; pero si sus buenos tíos opinaban de otro modo, ella se sometería gustosa a lo que resolviesen
44.
Sobreponiéndose a su dolencia y ahogando la horrorosa molestia y dolores que sufría, se le vio pronto en militar apostura, gallardo, bien plantado, risueño
45.
No le pareció mal su residencia, a pesar de la dureza de la cama, que a las piedras igualaba, y habría vivido allí muy gozoso, si el mal cariz de la dolencia de su amigo no le tuviera en tan grande sobresalto
46.
Todo habría sido venturas para el caballero sin la [270] pena de ver a la niña mayor atacada de la pícara dolencia pulmonar constitutiva en los hijos de Valvanera, y a uno de los pequeños enflaquecido y transparentado como si la tierra le reclamase
47.
Pedro bastante fuerte, sin nuevas amenazas de la dolencia que le postró en Vitoria, muy bien adaptado a la cómoda existencia de capellán palatino
48.
La ineptitud y doblez de los hijos de Carlos IV, tan semejantes en su soberbia como en su incapacidad para el gobierno, eran quizás la causa determinante de aquella dolencia que con el tiempo había
49.
Felizmente no es cosa mayor esa dolencia que en tan gran alarma nos puso a los amigos de acá, y doy gracias a Dios por el alivio, pidiéndole que sea completo, y que las aflicciones de usted por este motivo no vuelvan a repetirse
50.
La primera vez que se quejó de su dolencia fue el 13 de noviembre último; pasó una noche de insomnio y calentura y al siguiente día se quedó en cama
51.
Con estas cosas, y lo que aquí se presume y teme, tenemos el cerebro de Sofía en espantosa ebullición: su voz no cesa de explanar las causas de la catástrofe, y la precisión en que estamos de poner una aduana de ideas en la frontera para que no pase acá la dolencia revolucionaria, ni se nos cuelen en España esas malditas utopías
52.
El origen exacto de esta dolencia reconoció cándidamente que era una cuestión dudosa; que seguramente otros médicos tendrían otra opinión, pero la suya, de acuerdo con los síntomas, era que la enfermedad de la paciente estaba relacionada con la arteria que envía sangre directamente del corazón
53.
Después de comprobar con sorpresa que la paciente no deseaba responder a ninguna pregunta acerca de la clase de vida que había llevado en el pasado, solamente podía presumir que padecía la dolencia desde hacía mucho tiempo; que ésta había sido originada por algún sobresalto muy grande, seguido de un periodo prolongado de ansiedad, del cual había señales evidentes en su rostro, y que había empeorado gravemente por la fatiga de su viaje a Londres, el cual la propia paciente reconocía que había emprendido en un momento en que un gran agotamiento nervioso la incapacitaba totalmente para viajar
54.
Conserva el hombre agilidad de piernas y lucidez del entendimiento, lo que no es poca ventaja para el trabajo diplomático que yo le encomendé; pero tales partes pierden mucho de su energía por la deplorable ruina de otras: uno de los brazos, envuelto en amarillas bayetas, no funciona; el cuello se le tuerce del lado izquierdo, los ojos son como fuentes, y la lengua y boca sufren de un paralís que desfigura su sintaxis y su pronunciación, pues por causa de tal dolencia compone los conceptos al revés, y suele comerse las primeras sílabas de las palabras más importantes
55.
En algunos casos, el enfermo puede morir sin haber notado ningún síntoma de la dolencia
56.
Aterrado por el crecimiento de la insurrección carlista, el Gobierno solicitó el asenso de las Cortes para tomar desde luego todas las medidas extraordinarias que exigiese la gravísima dolencia de la Nación
57.
La querella dinástica se hizo crónica, y la repugnante dolencia creció invadiendo el cuerpo social en el curso del siglo
58.
Pasaron tardos y tediosos los meses caniculares con suave mejoría de mi dolencia, y a la entrada de otoño creí notar que lo que ganaba en salud física lo perdía en facultades mentales, pues sentíame tonto, muy lento en el discurrir y en formar juicio [133] de las cosas
59.
Manuela Ugarte tiene sesenta y dos años y desconoce la malignidad de su dolencia; sólo la hija mayor está al corriente, tras haber impuesto silencio al médico que la diagnosticó
60.
Un año tras otro, la malaria probablemente ha matado más gente en el mundo que cualquier otra dolencia infecciosa, ya que, hasta épocas recientes alrededor del 10 % de la población mundial padecía dicha enfermedad, que causaba tres millones de muertes al año
61.
No se debe desestimar el posible tratamiento de una sola dolencia en el grupo de enfermedades cancerosas: Las células malignas de ciertos tipos de leucemia requieren una fuente externa de la sustancia aspargina que algunas células sanas pueden fabricar por sí solas
62.
La bien conocida dolencia llamada «enfermedad de Addison» (descrita, por vez primera, por el médico inglés Thomas Addison, en 1855) tenía unos síntomas parecidos a los que resultaban de la extirpación de las suprarrenales
63.
En cuarto lugar había que aislar el germen en el organismo recién enfermado y demostrar que era capaz de producir la dolencia en otro organismo distinto
64.
Pero entonces ya es demasiado tarde, en el curso de la dolencia, para conseguir un cierto bienestar
65.
—¿Por qué la carne y la grasa detienen o curan esa dolencia tan terrible, doctor? —preguntó el cabo Pearson
66.
–Travis -dijo Cotton cuando se levantó y se acercó a su amigo-, ¿ha tratado alguna vez a Louisa Cardinal a causa de alguna dolencia antes del reciente ataque?
67.
Pero al igual que los soldados británicos que había al otro lado, casi todos los alemanes padecían de disentería, dolencia que se había extendido por culpa de los insectos que se alimentaban de cadáveres
68.
Los escasos datos que encontré apuntaban hacia el hecho de que el amigo de Jesús fallecería por segunda vez a la edad de 64 años y, curiosamente, como consecuencia de la misma dolencia que le condujo al sepulcro en el año 30
69.
De acuerdo con la información de la familia de Lázaro, el Maestro recibió la noticia de la grave dolencia de su amigo cuando aquél llevaba ya once horas muerto; es decir, en la mañana del lunes, 6 de marzo
70.
Poner un castigo involucra hacer sufrir a alguien, y la muerte da fin a esa dolencia, burlando el verdadero dolor del sufrimiento
71.
El tío del emperador estaba aquejado desde su nacimiento de una dolencia que le había deformado el cuerpo sin afectarle el espíritu
72.
Sabía, eso sí, que a pesar de no contar con una edad muy avanzada, una grave dolencia lo estaba empujando velozmente hacia la muerte, por eso no me extrañó una nota de su puño y letra convocándome a su domicilio para que lo escuchara en confesión
73.
—Le dejó unos momentos para considerarlo y añadió—: O sea, que si una persona tomara eso para una dolencia del corazón, y alguien la agarrara y la tratara con brusquedad, podría provocarle la fibrilación
74.
teman reconocer que padecen una dolencia que necesita tratamiento psicológico
75.
Con la confianza en que nuestro tratamiento supondrá una mejora en su dolencia, me pongo a su disposición para cualquier información que precise hasta su ingreso
76.
—Una dolencia persistente que me aqueja de un tiempo a esta parte
77.
—La misma dolencia persistente que de un tiempo a esta parte también me aqueja a mí
78.
Había sentido reiteradas punzadas de envidia, sin embargo, cada vez que contemplaba a un paciente camino de su restablecimiento, bien fuese de una dolencia mental o física, y ahora prefería quedarse sentado cavilando en su habitación, dejando vagar su mente
79.
Santa, afortunada, renació a la vida en las mejores condiciones: por segunda vez, abandonando el burdel y sus antihigiénicas esclavitudes; ignorante de los riesgos corridos y de las maldades en su contra desencadenadas durante la dolencia; ignorante también de la heroicidad de El Jarameño, a quien nunca volvió a ver; convencida de que Rubio, el amante nuevo, la quería de veras y la mimaría a pedir de boca; convirtiéndose de la noche a la mañana en dueña y señora de una casita, con criadas de ella y muebles de ella y todo de ella, en cuenta, unos pájaros que se prometía colgar en los corredores para que con gorjeos alegraran la vivienda y en la morada evocaran placenteros recuerdos de días desaparecidos y felicidades difuntas…
80.
–¡Y, claro, como es usted policía, puede justificar los medios por el fin! ¡Podría habérseme reproducido la dolencia, haber muerto de un infarto!
81.
¿Acaso podía serlo un hombre que vivía sometido al hechizo de trescientas sesenta y cinco mujeres? ¿Es que no estaba fracasando en la guerra? Por no mencionar la porzellankrankheit, la «enfermedad de la porcelana» que padecía; una dolencia que le había llevado a gastar 100
82.
Se excusó alegando su edad y una vieja dolencia de estómago, que sólo le permitía tomar caldo de verduras y puré de legumbres
83.
—Siempre se debe ir a la causa de la dolencia, luchar contra el principio que la produce
84.
Nadie conocía la naturaleza de la dolencia que le afectaba, pese a ser éste un tema de conversación harto frecuente entre los asilados, pues el tal Biosca (o A
85.
Se trataba de una dolencia extraña, poco común, que según los expertos producía sentimientos de bienestar, placer -sin connotación sexual alguna-, paz y belleza, en el transcurso de un éxtasis durante el cual el místico sentía que su cuerpo se elevaba hacia Dios
86.
De todos modos, añadió, le había arreglado las gafas, por si eso tuviera algún efecto beneficioso sobre su dolencia
87.
Con todo, a la tabla de la compañía de seguros le faltaban las entradas más importantes; por ejemplo, no incluía la pérdida de la autoestima, pese a ser una dolencia tan grave y tan común
88.
Al parecer, se habían producido otras curaciones: un niño aquejado de verrugas aseguró que su desagradable dolencia había desaparecido
89.
Fuera cual fuera la dolencia que sufrió a principios de año, parece haberla superado
90.
A veces llaman enfermedad del costado a esta dolencia
91.
Era una dolencia que Ibn Sina denominaba «dedos hipocráticos» y siempre significaba la presencia de la enfermedad pulmonar
92.
Pero no veo qué relación puede tener esto con la dolencia
93.
Un placebo es una sustancia que el enfermo se toma creyendo que es una medicina, pero que no tiene ninguna actividad terapéutica relacionada con la dolencia que pretende tratar
94.
Pero en el invierno de 1839, Montespan descubrió los primeros síntomas de una dolencia que pocos años más tarde lo llevaría a la tumba, y resolvió regresar a París
95.
Cuando murió, probablemente de una dolencia hepática, ni tan sólo pudieron ponerse de acuerdo sobre qué debía hacerse con su cuerpo
96.
Como se encuentra con síntomas que pueden serlo de tres o cuatro enfermedades distintas, al fin y al cabo su olfato y su golpe de vista son los llamados a decidir qué dolencia tiene delante más probablemente, a pesar de las apariencias de semejanza con otras
97.
Pero si esa dolencia no se produjera más que con nombres apenas conocidos, muy naturalmente olvidados y que uno no quisiera molestarse en recordar, esa dolencia no dejaría de tener ventajas
98.
Una dolencia más grave de otra persona cercana consigue a veces que uno olvide la suya, y a menudo el cuerpo fisico se recupera mejor que el espíritu