1.
El general con voces blandas, y sobretodo con su presencia grave y magestuosa, calmó la efervescencia delpueblo, que dócil á las insinuaciones de la autoridad, desfiló sininsistir en sus exigencias
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inspiración es siempre esclava dócil de lavoluntad
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que es dócil para dejarse perder por un ignorante maligno, éindómita cuando la hablan los consejos del
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mostraba dócil, aprovechaba laslecciones, los consejos, y ponía
5.
dócil, imitabaa su hermana en todo
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mostró dócil a las exhortacionesmaternales; no pareció
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Hasta el otro,el protector poderoso, dócil a
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del Presidente del Casino ningún ser de la tierra leparecía más digno de adoración que su dócil
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la tripulación se mostraba dócil
10.
El génio dócil y el natural agrado del Director Sanz, acompañados de sugenerosidad, le hacian muy
11.
¿De que otro modo, salvo mediante el uso de la fuerza, pudo el dócil y sumiso Jesús y un puñado de sus seguidores entrar en el Templo, expulsar a los cambistas, cuyas operaciones eran equivalentes a las que hoy realiza un banco nacional, y salir indemnes? El templo era un amplio complejo con un personal de veinte mil hombres, protegidos por su propia guardia y la vecina guarnición romana de Jerusalén, de quinientos o seiscientos soldados
12.
Y me entero de que el mestizo ha ido allá, hace tiempo, contra la voluntad de su padre, pero que dos años de maltratos y humillaciones por parte de aquellos a quienes quería acercarse, amistoso, dócil, le hicieron regresar un día con odio a todo lo visto en el mundo recién descubierto
13.
Se oyó a lo lejos el trote dócil de un asno
14.
Cariovald estaba furioso, entre otras cosas porque su caballo era mucho menos dócil que el de su jefe y tenía menos ganas de bajar que él
15.
Dócil, el tío daba la vuelta, respiraba un poco y echaba a nadar con la misma seguridad que tenía en tierra firme
16.
–¿Lo cree usted? Seré dócil como un cordero si puedo tener ese hermoso anillo
17.
Bajo aquel raro estado de ánimo había una dócil aquiescencia a la propuesta de matrimonio, como la hubiese dado a cualquier otra cosa que le sugiriesen
18.
El elefante, dócil a las órdenes de su conductor, emprendió la marcha, atravesando con pesado paso la ciudad, a todo lo largo, y se detuvo cerca de una explanada donde se hallaba reunida una multitud enorme, en espera del real cortejo
19.
¿Sabe que apiñó un saco de monedas de oro limpiamente ganadas por ser dócil con su marido? Imagínese joven qué bruto sería para pagar por lo que podía tener gratis; yo aconsejo a mis reclutas que no gasten su paga en putas, porque las mujeres abren las piernas gustosas a la vista de un uniforme, lo digo por experiencia propia; a mí todavía me sobran
20.
La educación universitaria intentaba adaptar a los estudiantes a una existencia productiva y dócil, proyecto que se estrellaba contra la creciente rebelión de los jóvenes
21.
-Ponedlo a trabajar con los cerdos y las gallinas, es muy dócil
22.
Partió el mozo montado en su garañón y llevando en su diestra las riendas del alazán de Simón y un ronzal sujeto al bocado del mulo que, liberado de su carga, lo seguía dócil y alegre
23.
Eran el pueblo más dócil que conocía,pero bajo esa docilidad subyacía una capacidad para la violencia-la violencia organizada- casi sin parangón en el mundo
24.
Mangoneando a sus anchas la ex-Gobernadora, ayudada de tan dócil mecanismo como Istúriz, ya podía entenderse libremente con su tío Luis Felipe para condimentar a gusto de ambos el guisote de los casamientos
25.
Carecía de la autoestima adecuada; era demasiado dócil; pensaba en las necesidades de los demás y olvidaba las suyas
26.
La voz, mirada la figura, parecen en armonía con los sentimientos, hasta tal punto que el juez más endurecido, el procurador más desengañado y el usurero menos dócil vacilan siempre antes de suponer corazón avejentado y corrompido por el cálculo, cuando las pupilas nadan todavía en un fluido puro y cuando la frente está aún limpia de arrugas
27.
Tenía el camino por delante, debajo y a sus espaldas, y a pesar de todo Lysa seguía allí, dócil y flexible en las curvas, presente y ausente, pegada a él para recordarle, a su pesar, que existía
28.
Todas las pacientes con que se cruzaban mostraban la expresión dócil y sorprendida de quienes viven en un mundo propio
29.
Lacey estaba tranquilo, dócil incluso
30.
Muy a pesar suyo, los estafadores comprendieron que no se trataba de un viejo y dócil profesor, sino de un hombre que podía darles su merecido
31.
No le hacía gracia tener que servir a los hombres, pero se imaginó que estaría bien ser una esposa dócil por un día, creía que Matt se lo merecía
32.
¡Oh, no! Carecía en absoluto de toda intención de convertirse en el dócil juguetito del tal Brand, ahora o en el futuro
33.
Por ella algún día un hombre se convertirá en pueril, servil, dócil, débil, imbécil
34.
Fuese el joven a su cuarto sin decir nada, y doña Lupe se quedó pensando en lo dócil que era
35.
Es un pueblo muy trabajador; desde el punto de vista del Imperio, un pueblo dócil y, por lo tanto, útil
36.
Le pedí felación cuando intuí que ella quería mamar verga, que agarrarla de la nuca y acercarla a mi pene levantado como a una esclava dócil era el placer que queríamos los dos
37.
Y si el gobierno de Vados dependía de las manipulaciones llevadas a cabo por el servicio de desinformación pública de Mayor para moldear la dócil opinión de los vadeanos, el Presidente iba a ser durante ese período como un hombre con una mano atada a la espalda
38.
Puse la mesa sin requerir su ayuda como una esposa dócil que cumple con su obligación después de una larga jornada de trabajo
39.
A cada una que se nos unía le decía una frase incomprensible que producía efecto de convertirla en una dócil mascota
40.
Deslizó un brazo en torno a los hombros de ella y atrajo hacia sí su dócil cuerpo
41.
¡Vieja pendeja y ruin! Cuánto mejor habría sido repudiarla y casarse con alguna de las magníficas mujeres que habían pasado por sus brazos; la hermosa, la dócil Lina Lovatón, por ejemplo, a la que sacrificó también por este país malagradecido
42.
Si, con todo, alguno no quisiere cumplir ese castigo con dócil voluntad, recibirá, tendido y desnudo, setenta y dos azotes; y después de dejar el hábito del monasterio, vistiendo el vestido roto de que se despojó al ingresar, será expulsado del monasterio con manifiesta vergüenza
43.
Sabía que Vin y los demás lo consideraban dócil, pero comparado con los otros guardadores era un salvaje
44.
Como era habitual, mi hija mayor se mostró dócil y colaboradora, pero la pequeña, una vez más fue pura rebeldía, insolencia, desafío llevado a sus últimas consecuencias
45.
El centurión, más tranquilo, se centró de nuevo en su ya dócil presa
46.
Imilce fue una joven dócil y hermosa
47.
A Helen se le partía el corazón, pero era lo bastante dócil para quedarse tendida y quieta y esperar a que Howard hubiera terminado
48.
El semental era muy dócil, pero el problema residía más bien en mantener el secreto
49.
Fingió ser dócil y vil, se echaba a temblar a la vista de su amo, se arrastraba por el suelo lloriqueando si lo amenazaban con castigarlo y nadie le tenía más consideración que la que se tiene por las ovejas y las cabras que criaban en los corrales
50.
Qué importa si me duele una historia, si me robaron el coche, si no sé cómo contestar a preguntas como ¿Nota usted alguna particularidad en el oficio de escribir que tenga que ver con el fin de siglo? o ¿Puede decirnos cuál es su lugar en la literatura femenina? ¿Cree en el amor? ¿De dónde saca usted la teoría de que es posible amar a dos personas al mismo tiempo? ¿Acaso le ha sucedido? ¿Tiene miedos? ¿Recuerda sus sueños? ¿Qué horizonte prefiere? ¿Qué papel desempeña la política en su vida? ¿El país de ahora se parece al de hace cien años? ¿Cuál símil le preocupa más? ¿Qué representa la religión para usted? ¿No le parece anticuado ser agnóstica? ¿Quiere usted aleccionar a la mujer dócil? En sus libros siempre hay amantes, ¿diría usted que un amante es igual a luz en las tinieblas? ¿Cómo es su proceso creativo?
51.
Una anciana salió del confesionario y le brindó una dócil sonrisa
52.
Después de romperlas, y haciendo gala de una conducta antinatural en un rumiante de carácter normalmente dócil, la oveja las partió por la mitad y se puso a masticar las astillas
53.
E inversamente, el lirismo de la marginalidad puede muy bien encantarse con la imagen del "fuera de la ley", gran nómada social que merodea en los confines del orden dócil y amedrentado
54.
Pero si han podido formarse y producir en la episteme todos los efectos de trastorno que conocemos, es porque han sido llevadas por una modalidad específica y nueva de poder: determinada política del cuerpo, determinada manera de hacer dócil y útil la acumulación de los hombres
55.
Que la prisión no es la hija de las leyes, ni de los códigos, ni del aparato judicial; que no está subordinada al tribunal como el instrumento dócil o torpe de las sentencias que da y de los esfuerzos que quisiera obtener; que es él, el tribunal, el que es, por relación a ella, exterior y subordinado
56.
Acepta, dócil, sin entusiasmo, sin alegría
57.
Es tan dócil como un camión, tan inofensivo como una apisonadora, tan suave como una cortadora de césped de motor
58.
La persona promedio es completamente inocente del pensar en profundidad; él acepta las ideas de otros, y las repite, en forma muy similar que un loro; esto se ve fácilmente cuando entendemos el método utilizado para formar la opinión pública, y esta actitud dócil de parte de una gran mayoría que parece perfectamente dispuesta a dejar que unas pocas personas piensen por ellos, y es lo que permite a unos pocos hombres en la mayoría de los países usurpar todas las líneas de poder y mantener a millones sometidos
59.
Sumire la dejaba hacer, dócil
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a un dócil doctor Lecter con la camisa de fuerza y las correas y colocarlo de espaldas a los barrotes,
61.
Por otro lado, hoy en Europa el hombre gregario presume de ser la única especie permitida de hombre y ensalza sus cualidades, que lo hacen dócil, conciliador y útil al rebaño, como las virtudes auténticamente humanas, es decir: espíritu comunitario, benevolencia, deferencia, diligencia, moderación, modestia, indulgencia, compasión
62.
El profesor Ovino era un joven dócil y de buen carácter, pero una vez que había tomado una decisión, no era de los que dan su brazo a torcer
63.
Pero los hombres la miraron con expresión dócil y un par de los miembros restantes del círculo incluso movieron nerviosamente los pies e hicieron un amago de esconderse las pintas detrás de la espalda
64.
Se levantó y desató a su ahora dócil caballo de un árbol joven
65.
Además, Diana precisaba que cualquier mujer de carácter consideraría eso una ofensa, y que incluso lady Nelson, que era mucho más dócil que ella, se sentiría ofendida, a pesar de la intervención de sir William
66.
La elegancia del doctor Vintila y la tosquedad atractiva, varonil, de Valeriu, y ella, Ródika, entre los dos, como una peonza, instrumento dócil para que el doctor pudiera seguir acumulando antigüedades en esa clínica para cuarentonas menopáusicas que se admiraban de la ¿clase?, del estilo del atildado sesentón, una joyita conservada como recuerdo de la vieja Europa bajo el marasmo grosero de las sucesivas revoluciones, hombre de mundo, refinado y culto, cáustico y prudente en sus juicios, impoluto como si el tiempo y la historia no hubieran dejado huellas ni cicatrices en sus ademanes de viejo aristócrata, esteta impenitente, amante de la belleza y del saber, hombre de ciencia, mago y brujo capaz de seducir como las serpientes a las mujeres de todo el mundo que le veneraban y respetaban…
67.
Sin salir del grupo de sus amigas, las manos de Andrea, delgadas y mucho más finas, tenían una especie de vida particular dócil al mandato de la muchacha, pero independiente, y a veces se estiraban aquellas manos delante de Andrea como magníficos lebreles, con actitudes de pereza o de profundos ensueños, con bruscos alargamientos de falange, todo lo cual había movido a Elstir a hacer varios estudios de esas manos
68.
Sus palabras no eran más que una contestación debilitada, dócil, casi un simple eco de mis palabras; no eran sino el reflejo de mi propio pensamiento
69.
¿Una mujer como yo le hace el honor de visitarlo y usted recibe a semejante criatura?” Brichot no había olvidado nunca el favor que le prestara la señora de Verdurin al impedir que su vejez naufragara en el fango y cada vez le era más adicto, mientras que, en contraste con ese aumento del afecto y quizás por él mismo, la Patrona empezaba a sentir náuseas de un fiel tan dócil y por esa obediencia que descontaba
70.
El terreno en que Morel se ponía tan crédulo y era tan dócil a su amo, era el terreno social
71.
Él mismo parecía tener conciencia del papel que le correspondía y había adquirido cierta amabilidad humana; paciente, con un carácter dócil, esperaba a los atrasados tanto como se quisiera y una vez partido aún se detenía para recoger a los que le hacían señas; lo corrían entonces, resoplando, en lo que se le parecían, pero eran distintos en cuanto lo alcanzaban a toda velocidad mientras que él no usaba sino una sabia lentitud
72.
Y era curioso ver cómo, a través de los muros de su cárcel, pudo pasar el destino, que transforma a las criaturas, cambiarla en su misma esencia y de la muchacha de Balbec hacer una cautiva aburrida y dócil
73.
Ya no era la misma Albertina, porque ya no estaba, como en Balbec, siempre escapando en su bicicleta, inencontrable porque eran muchas las pequeñas playas a donde iba a dormir en casa de las amigas y donde, además, sus mentiras hacían más difícil encontrarla; porque encerrada en mi casa, dócil y sola, ya no era, como en la playa de Balbec, ni siquiera cuando en Balbec llegaba yo a encontrarla, aquel ser huidizo, prudente y trapacero, cuya presencia se prolongaba en tantas citas que disimulaba hábilmente, unas citas que la hacían amar porque la hacían sufrir, cuando, bajo su frialdad con los demás y sus respuestas triviales, se notaba la cita de la víspera y la del día siguiente, y para mí un pensamiento de desdén y de engaño
74.
Y dijérase que los signos que aquel día iban a sacarme de mi desánimo y a devolverme la fe en las letras se empeñaban en multiplicarse, pues un mayordomo que llevaba mucho tiempo al servicio del príncipe de Guermantes me reconoció y me llevó a la biblioteca donde estaba, y para que no tuviera que ir al buffet, un surtido de pastas, un vaso de naranjada, y me limpié la boca con la servilleta que me dio, pero en seguida, como el personaje de Las mil y una noches que, sin saberlo, realizaba precisamente el rito que hacía aparecer, visible para él solo, un dócil genio dispuesto a transportarle lejos, pasó ante mis ojos una nueva visión de azur; pero era un azur puro y salino, y se infló en unos senos azulencos; la impresión fue tan fuerte que el momento que vivía me pareció el momento actual; más alelado que el día en que me preguntaba si de verdad me iba a recibir la princesa de Guermantes o si se iba a hundir todo, creía que el criado acababa de abrir la ventana a la playa y que todo me invitaba a bajar a pasearme por el malecón en la marea alta; la servilleta que había cogido para limpiarme la boca tenía precisamente esa tiesura almidonada de aquella con que tanto me costó secarme delante de la ventana el primer día de mi llegada a Belbec, y ahora, ante esta biblioteca del hotel de Guermantes, desplegaba, repartido en sus bordes y en sus dobleces, el plumaje de un océano verde y azul como la cola de un pavo real
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Las fuerzas la abandonan, cae en la nieve, y el oso la coge; ella, dócil, no se atreve a moverse ni a respirar
76.
Entre todos aquellos desgraciados, Miguel Strogoff era el más dócil y el más paciente
77.
La mula seguía caminando, dócil, en dirección a Barcelona
78.
Así que, al final, esperé hasta el sábado y caminé hacia lo que podía ser mi muerte, tan dócil como un cordero
79.
Esta niña fue el galardón del establecimiento; obediente, dócil y cortés, con rizos de oro y modales cariñosos, precisamente la clase de niñita que les gusta a todas las familias
80.
Ser muy dócil e inclinado a obedecer a las indicaciones de los demás
81.
Entre los brazos de Daniel, el cuerpo de Zehera se desplegaba dócil; lo advertía ligero, frágil, hambriento de atenciones, y le fascinó con qué facilidad y apremio respondía a cada uno de sus gestos: era la perfección del deseo, la precisión del acoplamiento, de la conexión más absoluta
82.
Las Emparentadas veían a Ispan volverse más y más dócil en su cautividad, pero la mujer era prisionera de otras Aes Sedai
83.
Si la masonería es dócil, dice a los dirigentes del Gran Oriente, sus relaciones con el imperio serán excelentes
84.
Dócil, el coloso siguió la pista de leche, consiguieron frenarlo en el momento preciso y se estacionó en su lugar exacto
85.
Cuando se toma esas hierbas se vuelve tan dócil como un caballo de tiro
86.
Porque hasta a una cultura tan avanzada como la vegana le viene bien cierta mano de obra dócil, Las máquinas no sustituyen a los buenos sirvientes, ni tampoco a sus propios mantenedores: a jardineros competentes, pescadores de alta mar, obreros subterráneos o subacuáticos que trabajen en condiciones peligrosas, actores y folkloristas exóticos, etc
87.
Penélope era un espíritu dócil, y el temor que veía en el rostro de Jacinta bastaba para sosegarla
88.
A diferencia de su hermano mayor, bajo y grueso, Michael era alto y delgado; la oración y la meditación habían suavizado sus rasgos sajones; estaba tonsurado; y en todos sus actos se mostraba dócil y amable
89.
Julian, envuelta en su capa, estaba tranquila y en silencio, parecía una chica dócil que había salido de picnic y esperaba pacientemente que los adultos arreglaran un mínimo inconveniente
90.
La había abastecido de lo primero durante el resto de la noche, no lo suficiente para emborracharla hasta que resultase intratable pero sí lo suficiente para mantenerla parlanchina y dócil
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La maestra de escuela infantil que les dio clase describía a Rajiv como un niño cortés, dócil, un estudiante correcto
92.
Eran individuos correosos bajo un aspecto dócil, hábiles en la manipulación, sin conocimiento real de los desafíos del gobierno, con escasa educación y formación, al igual que Sanjay
93.
Los ojillos irritados del dócil monstruo parpadearon con una atención lastimera entre la espesura del pelo
94.
Le daban consejos, recordando que la fórmula indicaba aún numerosas prescripciones para combatir el mareo, y, dócil, el señor Patterson no rehusaba ensayarlas