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comprar las gafas de sol más caras que pudiera encontrar en el mercado y si me sentaban bien,
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trajeado, luciendo uno de esos modelos de gafas con vocación de hacerse olvidar, dotados con
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gafas, se había fijado en mí, cierto, pero me examinaba con la misma curiosidad, sosegada y
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sus negrísimas gafas de sol
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Al cierre de las puertas al público, a las 13:30 de la tarde, y después de una pausa para el almuerzo de quince minutos, estoy llamado por el jefe, quien, con los ojos desorbitados y sus gafas ridículas por encima de una nariz ganchuda, me dice: "Te has divertido, cobarde eres! Estamos aquí para trabajar, y con el pretexto de un falso enfermedad que sabe dónde ha estado
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gafas en el espejo del lavabo, un momento antes de retirarse, y
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me pusiera las gafas de sol, no sé por
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vestido con un traje y corbata, gafas
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Le dolía la cintura y al sentarse exhaló un ¡ay! Para coserusaba siempre gafas
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gafas de oro en el estuche, y salió del gabinete a la
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en busca de Nieves, con el periódico enla mano y las gafas en la
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El anciano se caló las gafas, se compuso en el asiento, y principió aleer el artículo editorial
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compuso con ambas manos las gafas, y leyó lo escrito
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Pérez se componía las gafas
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Era un señor pequeñín, enfermizo por el excesode trabajo, con gafas de oro y esa sonrisa
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cadenciosamente con una mano el dorso de la otra, y sus ojospardos, brillando tras las gafas de
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de las gafas, en el globode madera que colgaba en medio del
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que se come los periódicos, aquel delas barbas y las gafas
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Cuando nuestro joven la veía ponerselas gafas y tomar entre
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unas barbas y unas gafas muy semejantes a las de Moreno
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El Padre de losMaestros, colocándose ante los ojos unas gafas redondas, empezó
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Y entornando los párpados con expresión acariciante detrás de losvidrios de sus gafas, el profesor
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lainseparable labor de gancho entre los dedos y las gafas en la
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las plantas del país; un doctor alemán, gordo,rubicundo, de gafas doradas, muy amigo de
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Veía en los bancos de enfrente el brillo irónico de unas gafas, elestremecimiento de
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oscuridad impuesta por las gafas de sol oscurecidas, yo vi imágenes
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Una vez en el coche, yo me pondría las gafas de sol oscurecidas
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¡Ah! ¿eres tú, Pepe?—dijo la marquesa alzando los ojos ymirándole por encima de las gafas
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Entró a la librería y, al mirar los volúmenes amontonados sobre el sueloy las gafas
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hierba; recuperáronse las gafas de oro,pero las narices del
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HISTORIA DE UNAS GAFAS Y CONSECUENCIAS DE UN
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hizo cambiar elarmazón de sus gafas en el muelle de los
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puesto deacuerdo para que se rompiesen sus gafas en la nariz del
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de resorte de acero,que reemplazaban a las gafas durante los
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Y entonces, toda una generación de alemanes secalará las gafas, se
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La abuela se sujetó las gafas con cuidado, cogió la tarjeta, la
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El notario dobló metódicamente las gafas, las puso en el estuche y dijo,después de
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Después recostándose en una butaca y levantándose las gafas por lafrente para
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Nocomprende que un hombre puede llevar gafas azules por estar enfermo dela vista
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Con una dignidad severa se pone bien las gafas y sonríe despectivamente
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Elclérigo se puso unas enormes gafas de plata, y con
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Le miraba a través de sus gafas con insistencia: el chico debía
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Cabalgó las gafas sobre la nariz el honrado alcalde, y después
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Se quitó las gafas y se las volvió a ver,
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Forster era un hombre meticuloso, de rostro blanco tras unas gafas redondas
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(Su héroe era pulcro y pálido, con gafas que dificultaban ver qué estaba pensando
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tirado el pelo suelto de su cola de caballo para ponerse las gafas de seguridad, por
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Cuando bajes del tren, espera allí hasta que acuda a recogerte un hombre mayor con gafas y bastón
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Para disminuir el agobio de la intimidación, me quité las gafas
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Como cegado, me quité las gafas
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Se sentó tranquilamente en el suelo, sacó sus gafas y se las puso
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–Sí… La marquesa cerró el bolso, cogió los guantes y buscó las gafas de sol
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De un modo ritual con el que era evidente que disfrutaba, el doctor Warburton se calzó las gafas y leyó en voz alta:
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Al tiempo que contesta que ha hecho una visita a Gobernación, Amalia se levanta las gafas y muestra la oquedad de su ojo izquierdo
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El arquitecto extendio su rollo de papel, se puso las gafas y se arrodillo ante un plano que examino a la temblona claridad del farol que sostenia Gracchus
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Un anciano con gafas, sus sienes cubiertas de pelo áspero y gris
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Asdrúbal tomó un visor y se lo puso, al estilo de unas gafas
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Mi estatura no es exagerada y tuve que dar saltos impropios del acontecimiento que se desarrollaba ante nuestros ojos hasta que di con el objeto de mi batida: una mujer que ocultaba sus facciones bajo una enorme pamela negra, tras unas gafas de sol y ayuso un espeso y variopinto maquillaje que desfiguraba sus prístinos rasgos
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El señor Félix, el viejo que fue a Madrid al acabar la guerra a operarse de cataratas, ya murió, descanse en paz; su hijo Víctor también lleva gafas con el cristal muy grueso
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Satur lleva gafas de intelectual y prefiere que le llamen anticuario a chamarilero, eso es cuestión de gustos
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Con un salacot, gafas de sol, barba negra y hábito de fraile, un extraño podía pasar por la puerta sin que los criados se dieran cuenta de que había entrado un forastero
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Por esas fechas Carrillo era ya un nonagenario, pero tenía el mismo aspecto de sus sesenta años; si acaso, su cuerpo parecía un poco más pequeño y el armazón de sus huesos un poco más frágil, su cráneo un poco más calvo, su boca un poco más sumida, su nariz un poco más blanda, sus ojos un poco menos sarcásticos y más cordiales tras las gafas de doble vidrio
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Un hombre de barbita negra, gafas y atildada apariencia, descompuesta únicamente por las vendas que rodeaban su cráneo
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A continuación los dos hombres pasan casi una hora encerrados allí, discutiendo, pero Bonell y Abad (y los oficiales y guardias civiles que contemplan junto a ellos la escena desde el patio) sólo pueden intentar deducir sus palabras de sus gestos, como si estuvieran asistiendo a una película muda: nadie distingue claramente la expresión de sus caras pero todos los ven hablar, primero con naturalidad y más tarde con énfasis, todos los ven acalorarse y manotear, todos los ven pasear arriba y abajo, en determinado momento algunos creen ver a Armada sacando de su guerrera unas gafas de leer y más tarde otros creen verle descolgando un teléfono y hablando por él durante unos minutos antes de entregárselo a Tejero, que habla también por el aparato y luego se lo devuelve a Armada, por lo menos un guardia civil recuerda que hacia el final vio a los dos hombres inmóviles, de pie y en silencio, apenas separados por unos metros, mirando a través de las ventanas como si de repente hubieran advertido que estaban siendo observados aunque en realidad con la mirada vuelta hacia dentro, sin ver nada excepto su propia furia y su propia perplejidad, como dos peces boqueando en el interior de una pecera sin agua
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A partir de ese momento vuelve a reinar en el hemiciclo el silencio mortuorio de antes, mientras la cámara, abandonada, sigue ofreciendo un plano estático de la tribuna de prensa; por él, en los minutos que siguen, cruza en claroscuro una anarquía de fragmentos inconexos: la cara fugaz de una mujer con gafas, chaquetas con acreditaciones ilegibles de periodistas, manos crispadas que desahogan su nerviosismo o su miedo haciendo girar bolígrafos baratos o sosteniendo cigarrillos temblones, un mazo de papeles con membrete del Congreso tirado en una escalera, la barandilla de hierro forjado de la escalera, corbatas con dibujos romboidales y camisas blancas y puños blancos y vestidos color violeta y faldas plisadas y jerséis y pantalones grises y manos que aferran carpetas reventonas de papeles y carteras de ejecutivos
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Los modales, la manera de mirar por encima de las gafas, todo muy sencillo de imitar por un buen actor de carácter
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Se aclaró la garganta, procedió a ajustarse las gafas y levantó la cabeza
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Me miró por encima de las gafas
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Mientras termino este libro es un anciano atlético, de pelo blanco y escaso, con la calva punteada de pecas, de gafas de montura dorada y nariz de boxeador, un hombre afable, irónico y risueño que tiene en su despacho un retrato firmado del Rey y que desde hace muchos años no quiere oír ni una sola palabra del 23 de febrero
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Sólo ahora, cuando ha culminado todas estas operaciones, se decide a encender la vela de sebo, se quita las gafas oscuras y se restriega los ojos
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Justo en ese momento la puerta se entreabrió lentamente y en el hueco apareció un hombre delgado y enjuto con unas gafas doradas
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Delante del fuego, sentado con las piernas cruzadas, un extraño personaje con pantalones árabes, el torso semidesnudo durante el día y en las horas de calor, vestido el resto del tiempo con una chaqueta europea cerrada arriba, en las solapas, por un imperdible, con su cabeza afeitada, la cara flaca y la boca desdentada, como un Gandhi sin gafas, que con una espumadera de esmalte rojo en la mano, vigilaba la cocción de los buñuelos redondos que se doraban en el aceite
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Castel, sentado, miraba a Rieux por encima de las gafas
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Lo reconocí a pesar de las gafas protectoras negras que llevaba y, al mismo momento, como un rayo relumbró en mi mente que d'Yniol era el nombre del traidor que había escapado
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Entonces levantó una mano frágil y se quitó las gafas de protección de los ojos y, cuando lo miré, vi dos pequeñas manchas blancas exactamente en el centro de las pupilas
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Tenía las gafas y la nariz cubiertas de polvo; el sombrero, con las pequeñas cintas de terciopelo esparcidas, estaba torcido
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El pequeño químico de Quimperlé se acercó en ese momento frotando las gafas con un pañuelo de colores
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Se pone las gafas y se vuelve a mirar el retrato
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leo:(Con los ojos bajos, fijos en las gafas
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Se cala las gafas y vuelve a mirar la fotografía
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El empleado mira a Johnny por encima de las gafas
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Cuelga, se reclina en el asiento, se quita las gafas y las limpia lentamente
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En silencio, se quita las gafas, las limpia con su pañuelo y se las vuelve a poner
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En cierta ocasión en que me encontraba en una farmacia de Chengdu, un viejo ayudante de mirada sobrecogedora y gafas de montura gris había murmurado sin mirarme: «Para navegar por los océanos es preciso contar con un timonel…» A sus palabras siguieron unos tensos instantes de silencio, y tardé unos segundos en darme cuenta que esperaba que yo completara la frase, que no era sino una observación aduladora realizada por Lin Biao y referida a Mao
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El ministro del Interior Alí Madani, un hombre alto, fuerte, de pelo planchado y ojos diminutos que intentaba ocultar, junto con sus intenciones, tras unas gruesas gafas muy oscuras, recorrió uno por uno los rostros de los presentes, y al no encontrar eco a su pregunta, insistió:
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De pronto, mientras las cámaras seguían zumbando, Morrie se ajustó las gafas
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Sujeta con los dedos huesudos sus gafas sobre el pecho, que le sube y le baja con cada respiración trabajosa
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Y salió de la habitación, dejando al hombre de las gafas boquiabierto
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–Voy a participar en ese programa -dice él, con las gafas de sol todavía puestas
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–¿ Qué dijo Tarzán cuando vio a los elefantes bajar de la colina con unas gafas de sol puestas?
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Su ropa, su barba, las gafas que esconden sus ojos, son los detalles sobresalientes de su persona
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¿Cómo iba a sospechar que un hombre con su capa, su barba y sus gafas no fuera él?
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—El hombre de las gafas es el señor Vyse
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El comisario exhaló un suspiro de alivio y el juez de instrucción, se recostó en su butaca, mientras se acomodaba las gafas sobre su larga y afilada nariz
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¡Qué nombre tan ridículo! Está lleno de jovencitas con el cuello sucio que visten pantalones y llevan gafas de sol
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Al inclinarse para cogerlos de la mesa en que los había dejado, se enredó un botón de su manga con la cadenita de las gafas de miss Carroll, y se cayeron en la alfombra
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Con toda la candorosa amistad que encerraba en su corazón, el señor Schwartz intentó mezclar en la conversación al caballero de los cabellos grises que se sentaba al otro lado del coche, pero aquél se limitó a mirarlo fríamente por encima de sus gafas y volvió a la lectura del libro
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Su rostro era agradable y sus ojos denotaban inteligencia a través de los cristales de sus gafas