1.
En la gruta, Ulises mitiga su ira pero no mitiga su odio, solamente lo reprime
2.
Ulises permanece en la casa de Circe, locamente enamorado de ella, un año, y en la gruta de Calipso siete años, haciendo siempre el amor con ella
3.
Analizando con el mismo criterio la decisión de Ulises de permanecer en la gruta de Polifemo aún contra el parecer de sus compañeros, es posible ver las dos lógicas que se contraponen entre ellas
4.
para comerte en la honda gruta
5.
que asfixiar porel humo á los refugiados en ellas, encendiendo hogueras á la entrada dela gruta
6.
Bajo ellas, en el suelode la gruta, el agua caída se evapora igualmente y deja
7.
El estanque ó lago llena la gruta y se dilata buen espacio fuera deella, reflejando el cielo en su cristal
8.
mientrasla luna visitaba a Eudimion en su encantadora gruta y
9.
Se ha sentado en la boca de la gruta,
10.
daban, iban á beberá una gruta de una agua salada que había enella, que mató á todos los que la
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poco, fueron ganandohasta dentro el foso donde estaba la gruta del agua{180}salada, sobre la cual
12.
el flanco de la montaña, una gruta escondida entremalezas y arbustos
13.
singular atención hacia la gruta
14.
al escabel, descuelga los viejos vestidos ylas botas que penden de lo alto de la gruta
15.
enteros, esperan un día grandeocultos en alguna gruta profunda de la montaña
16.
gruta; pero hoy no siento nada
17.
gruta de las cercanías de Belén, abrazando con sus tiernos brazosel cuello de la
18.
aescondese en cierta pintoresca gruta que había entre los peñascos de uncerro y desde la cual se
19.
sereno ambiente, formaban allí, algo de gruta submarina,añadiendo a la ilusión el ruido del tren,
20.
Campeaba en una gruta de floridos rosales y
21.
por la salud corporal de laenferma, trajo tierra de la santa gruta de Manresa y pastillaspectorales
22.
Si uno se adentra en la gruta hasta lo más profundo, todavía puede encontrar las cenizas de la hoguera que encendió entonces
23.
Y quizá durmieran allí, en lo más profundo de la gruta
24.
Tras la caída de Jerusalén, habría ordenado al tabernáculo que le siguiera, habría subido al monte Nebo y habría colocado el tabernáculo, el altar y el incienso en una gruta
25.
Por fin, al cabo de casi media hora de andar en la humedad y la oscuridad, llegamos a una gruta
26.
Estaban en la sala de reuniones, una gruta sombría, iluminada con antorchas y lámparas de aceite, más grande que las demás, de forma cilindrica
27.
En el suelo de la inmensa gruta, justo ante donde se hallaba situada aquella criatura, se encontraban reunidos varios coripis y hacia aquella congregación llevaron sus captores a Tanar
28.
Era un volumen impreso en papel malo, lleno de escorias, cuya portada en tricromía mostraba una mujer cubierta de pieles de oso o algo parecido, que era abrazada por un magnífico caballero en la entrada de una gruta, bajo la mirada complacida de una cierva de largo cuello: Historia de Genoveva de Brabante
29.
En una gruta un poco mayor hay fotografías, muy agrandadas, de Luis de Baviera, el cochero Hornig y el actor Joseph Kainz en el traje de Romeo, sobre un fondo de vistas panorámicas de los castillos wagnerianos, rococós -muniqueses, más que nada- del rey puesto de moda por ciertos elogios de la locura, ya muy rancios -aunque Mouche les fuera muy fiel, en fecha todavía reciente, por reacción contra todo lo que llamaba «espíritu burgués»-
30.
- (Encontrando el paso fácil hacia la gruta
31.
Desde la víspera se había constituido en héroe de un cuento de Las mil y una noches, y un poder invencible le arrastraba a la gruta
32.
Vampa tomó entre sus brazos el cuerpo de Cucumetto y lo llevó a la gruta, mientras que, a su vez, Teresa permanecía fuera
33.
Franz no dudó que estos proyectos serían los mismos acerca de los cuales el conde había dejado escapar una palabra en la gruta de Montecristo, y miró al conde mientras decía estas palabras, tratando de leer en sus facciones alguna revelación de aquellos planes que le conducían a París, pero era muy difícil penetrar en el alma de aquel hombre, sobre todo cuando encubría con una sonrisa sus sensaciones
34.
Hallando abierta la puerta de la gruta, salieron a dar un paseo
35.
Cuando visité aquel lugar descubrí que la supuesta gruta de los Patriarcas o cueva de Machpela contaba con accesos independientes y lugares de oración separados para los dos grupos en liza que reclamaban el derecho a conmemorar esta atrocidad en su propio nombre
36.
La familia de la joven se encargó de divulgar la historia, de construir una gruta en el sitio donde apareció el explorador y de movilizar todos los recursos a su alcance para llevar el caso al Vaticano
37.
En la gruta plantaron tantos lirios que el olor aturdía a los peregrinos y volvía estériles a los animales domésticos de los alrededores
38.
Abandonaron precipitadamente la gruta y se lanzaron hacia las rocas, sin cuidarse del aguacero que los calaba
39.
{9} Se refiere a la famosa gruta azul de la isla de Capri, en el golfo de Nápoles
40.
Los sitiados hicieron una última descarga, y luego se replegaron hacia la gruta, internándose en el túnel de la misma
41.
Apartando unas ramas apareció el boquete de la gruta y no tuvo necesidad de entrar para saber que estaba desierta
42.
Francisco Leal se sentó en la gruta y hojeó los libros
43.
Sentado en la gruta, Francisco Leal recordó su propia emoción la única vez que tuvo un arma en la mano
44.
Los dos jóvenes atravesaron alegremente los umbrales de la linda casita, luego un pequeño patio que parecía una gruta de verdura y de flores con un risueño surtidor de mármol y bajo una cortina de enredaderas penetraron en el corredor y se detuvieron en la puerta de la antesala
45.
Había días que entraban en la gruta al clarear el alba y salía en su compañía a la anochecida
46.
Éste acudió al punto y con la excusa de que en la gruta donde trabajaba hacía frío, le rogó que le trajera una camisa larga de lana que se colocó sobre las calzas a modo de gambax, luego escogió de entre la ropa una túnica que le llegaba hasta los pies y calzó sus borceguíes
47.
Tranquilizado en cuanto al silencio y la complicidad de Fazio, describió el embarcadero, la gruta y la puerta de hierro con la escalera interior
48.
Entonces, vio al guía salir de la gruta, vacilar, volver a entrar y sentarse en cuclillas a la entrada de la gruta, con el fusil atravesado sobre los muslos
49.
, – En aquel momento, hubo una ligera refriega y todos miraron hacia la entrada de la gruta, justo a tiempo para ver cómo el guía se alejaba corriendo perseguido por Gueng
50.
Ayudándose con la linterna, hizo un rápido repaso de los destrozos de la suprema descodificadora y se abrió camino con gran cuidado hasta la siguiente gruta dejando los restos junto a la carga en la base de las computadoras de esquina
51.
Pero entonces se presentó el asceta en la entrada de la gruta, asiendo de los pelos una cabeza cortada, cuyos ojos se movían convulsos
52.
Y dicho esto, se apresuraron a hacinar leños alrededor de la gruta
53.
Y su mudo llamamiento, en la soledad de aquella gruta, era más terrible que todos los gritos del delirio
54.
Y yo empecé a andar por en medio de aquellas cosas dispersas y a los pocos pasos llegué a un riachuelo de agua dulce que, al revés de todos los demás ríos, que van a desaguar en el mar, salía de la montaña y se alejaba del mar, para internarse más adelante en una gruta situada al pie de aquella montaña y desaparecer por ella
55.
Repitió la misma historia el resto de su vida, se irritó profundamente con la estatua que se colocó en la gruta; dice que no tiene semejanza alguna con la visión: ella había visto a una niña, no a una mujer
56.
Al bajar presuroso por la calle de Alcalá, me encontré a San Román que llevaba la misma dirección y objeto que yo, y hablando del suceso de la noche, entramos en la gruta de la fiera, a quien suponíamos en el paroxismo del furor
57.
Un silencio más intenso que antes señoreó la gruta
58.
¿Qué me importa la gruta, ni qué los cojos y lisiados de todo el mundo?
59.
Las luces de las velas titilaban, el polvo danzaba en la penumbra de la caverna y, a intervalos, los labios de piedra de una fuente goteaban a sus espaldas sobre un pilón de aguas oscuras, con un chapoteo hueco que resonaba por todas las esquinas de la gruta
60.
Porthos en la gruta de Locmaría
61.
La gran estatua del dios estaba caída y rota por la mitad, en la parte posterior de la nave, una pequeña gruta semioculta les mantuvo a salvo, hasta que el jinete se alejó de nuevo
62.
En la gruta de la captura de Cristo, el peregrino encuentra la piedra sobre la que oró y tres altares adosados a las paredes rocosas con una inscripción que dice: «Y el sudor caía como gotas de sangre
63.
En el espacio que la separaba de Connor, en pie en medio de la gruta, había un hombre de espaldas
64.
El hombre hizo un gesto hacia una de las entradas de la gruta
65.
cristal imitaban alguna suerte de gruta helada; en el centro, en una
66.
Se atrincheró en el recuerdo a mucha distancia del resto del mundo, como si la mayor traición a sí mismo hubiera sido dejar entrar a alguien en aquella gruta secreta que ambos habían compartido
67.
Fue entonces cuando escuchó un ruido procedente de una de las paredes de la gruta
68.
Edgar corrió tras Tim hasta lo alto de la gruta
69.
Aquel trozo se fue ensanchando y, de pronto, los niños se encontraron en una gruta
70.
Un solitario y desafiante soldado Sardaukar, con el uniforme roto y ensangrentado, se erguía en mitad de un puente que conectaba los extremos de la gruta
71.
En el subterráneo, los Sardaukar supervivientes, los guerreros más fuertes, habían tomado posiciones defensivas cerca del centro de la gruta, sin la menor intención de rendirse
72.
Entonces, la Cofradía controló los altavoces de la gruta y una profunda voz atronó, sin dejar espacio a la duda
73.
De repente los neandertales se percataron de la presencia de los niños y se metieron corriendo en la gruta
74.
–Heneage, el dueño de la Gruta de la Luna, que se encuentra en las afueras de la ciudad hacia el este
75.
Según los manifiestos citados, Rosenkreutz falleció a los ciento ocho años, y su tumba fue encontrada en 1604 en el fondo de una gruta donde había vivido hasta los últimos días de su vida
76.
Dentro del recinto había una cripta hexagonal con un altar en el centro y debajo de él, apartando una pesada losa de granito, la gruta donde se encontró el cuerpo de Rosenkreutz, «entero y sin consumir», es decir, incorrupto
77.
A estas horas está en el lago o en alguna gruta del fondo del estanque o acaso en su palacio
78.
Cerca de esa parte de la pared a la que se acercaron, Tarzán percibió una gruta en el risco en miniatura a cuyo interior le llevó Ko-tan, y por una escalera de roca hasta un lóbrego corredor cuyo extremo opuesto se abría al propio palacio
79.
Allí estará hasta que el concilio decida qué guerrero la tendrá por compañera, y, mientras tanto, haré que custodien la entrada de la gruta varios guerreros, para evitar que pueda huir
80.
Ya no habló más; pero Tarzán y Jana oyeron los pasos y el ruido de sus sandalias, alejándose hacia la entrada de la gruta
81.
«El suelo alfombrado es más suave que una gruta en la montaña
82.
Ya estaban a punto de doblar por el espolón de rocas detrás del cual se abría la gruta, cuando en la cima de una retorcida higuera apareció la blanca sombra de un pirata, alzó la cimitarra y aulló la voz de alarma
83.
En cierto momento, por parte bergamasca se produjo un asalto que les abrió la entrada de la gruta
84.
Después de algunas semanas, cuando estuvo seguro de que los carboneros habían dado salida a todo, contó el asalto a la gruta
85.
–¿Qué…? – murmuró agitadamente al tiempo que se inclinaba con precaución para mirar en la pequeña gruta
86.
Es algo semejante a lo que pasa con los desilusionados de la Gruta Azul
87.
La que ellos imaginaron es una gruta de hadas, no sabían bien cómo era, pero sí que era una gruta de hadas, en cambio llegan allí y se encuentran con que todo el milagro consiste en que uno mete las manos en el agua y se las ve levemente azules y luminosas
88.
Se trataba de hacer que brotara el sudor, siguiendo las instrucciones precisas del físico, para expulsar del cuerpo la ponzoña venenosa de las garras de la fiera, y regenerarse más tarde con el agua fresca y transparente que manaba a borbotones en la umbría de una gruta, entre las rocas de un monte próximo donde se veneraba a un viejo dios de los cartagineses
89.
Aníbal esperó a que todos desaparecieran entre las sombras de la gruta y entonces se aproximó a uno de los laterales
90.
Las paredes de la gruta rezumaban agua sucia procedente de la Cloaca Máxima de la ciudad, cuyo curso transcurría próximo a las galerías subterráneas de la cárcel y los dioses parecían haber encontrado un retorcido entretenimiento en añadir a los males de los presos el espeluznante olor del más antiguo alcantarillado de la ciudad
91.
Berzhot llegó enseguida a la primera bifurcación de túneles y a la gruta de los músicos autómatas
92.
Recorrieron un túnel descendente y desembocaron en la gruta más soterrada del laberinto de Tökland: estaban, por fin, en su corazón
93.
–Era la gruta del tesoro
94.
Cuando estuvo en la otra gruta, se colocó en el centro y se dio la vuelta con un movimiento del vestido
95.
La duda que propor'cionaban estos datos era lógica: ¿aprovecharon los incas una gruta natural para tender el túnel entre Sacsayhuamán y la Coricancha?
96.
Me lo guardé en el bolsillo y trepé por el declive para salir de la gruta
97.
Pero mientras se adentraban en la gruta con paso más sosegado les exigió una explicación
98.
La gruta era mayor de lo concebible o imaginable ni en sueños
99.
Cuando estuvieron reunidos en la gruta, el Maestro de Armas se volvió hacia Helt