1.
al comerciante decirle que los hierros
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de hacer reir y dar rienda suelta á la alegría querebosaba en su alma aun á través de los hierros de la
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había hecho una especie de trenza con lostres hierros, sujetándolos contra el muslo
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caballohubiera nacido, y en cuanto á esgrimir los hierros, vencíaá su padre; y aun á mí
5.
Los hierros de la reja eran demasiado espesos para quepudiese haber entrado por
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Pateta, gorra en mano, arrimando el rostro a los hierros, como
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metalurgiaabaratando la fabricación, hacía necesarios los hierros
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marchaba, encadenadossus pies con los hierros del pasado,
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de la Inquisición me hantenido, y aunque de hierros no me han
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Descansando á un lado están los hierros de la chimenea
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Puestos de pie tocaban los hierros delantepecho, y el
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El barbero ataba ya la barca a los hierros cuando Leonora le hizo estapregunta
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—Y le empujó al balcón, a cuyos hierros estaba agarrado el barberososteniendo la
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El duque echó unapierna por encima de los hierros y
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parecíaquerer meter su cara por entre los hierros buscando la de
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cuerpo de los hierros
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suplicaba entre los hierros
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Rafael metióun brazo por los hierros y de un suave tirón separó
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Sacó por entre los hierros, echando atrás el cuerpo, una mano
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hidalgo en la asamblea, aquellos discursosque salían de su boca como los hierros de la
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habíanvivido catando el tinte justo de los hierros y siguiendo el arabesco delas
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portal era de mármolesfinos; la cancela, elegante con delicados trabajos en los hierros;
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Al separar mis manos crispadas de los hierros, sentí la presión de lassuyas y oí una
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Todo era modesto, de poco precio;pero la cama, con sus hierros coruscantes, les
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tejado muy saliente, una fila de balcones muyespaciados, con los hierros llenos de florones y
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La humedad y el sol iban abriendo las maderas y derritiendo la brea;todos los hierros y
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recibe pinchazosá través de los hierros
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atado con cadenas dentro de un calabozo y queforcejea por romper hierros y muros
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con tal peso de hierros y músculos, que atravesaba loscolchones con sus enormes
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llevan, colgando[de] los tales hierros aquella lana que ansí
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velamen, los hierros, cabos y demás despojos arrancados desu sitio por el cañón enemigo,
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sobre los hierros y la frente en las coyunturas
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Por fin, el temor a la muerte me libró de la superstición de incompetencia; fue como si me hubiera acercado por vidrios de aumento a los motores dejaron de ser un casual montón de hierros, tuvieron forma, disposiciones que permitían entender su cometido
34.
La iglesia de San Juan Bautista luce unos hierros de muy fina y elegante traza; en un confesionario, una mocita arrodillada enseña las corvas mientras se acusa de haber tenido malos pensamientos
35.
Será en ese momento cuando los caballos sin ojos se desgarren las tibias contra los hierros en punta de una valla de sillas indignadas contra los adoquines levantados de cualquier calle recién absorta en la locura
36.
En cuestión de minutos se convirtió en un amasijo de hierros retorcidos y calcinados
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Cuando por fin los bomberos consiguieron apagar las llamas, sobre el suelo del plato no quedaban ya más que un montón de hierros retorcidos
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de los hierros violentos que fueron dientes siempre,
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El aserrador, que había sido peón caminero, miró hacia la prisión, se cubrió el rostro con los dedos, cual si fueran los hierros de una reja y fingió mirar burlonamente
40.
—Que calienten los hierros —ordenó el doctor—, aunque es en verdad una precaución inútil
41.
En su lenguaje enérgico, los presos le han dado el sobrenombre de Foso de los Leones, probablemente porque los cautivos muerden frecuentemente los hierros y muchas veces a los guardianes
42.
—Sí; las sillas; las mesas, los adornos, el papel de las paredes, los cortinajes, los hierros de la chimenea
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, hierros que pueden ser calentados al fuego y aplicados luego a partes sensibles
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—Estoy seguro —prosiguió— de que había algunos hierros en el hogar, pero no podría precisar la clase a que pertenecían
45.
Desató las ligaduras del prisionero y ambos la emprendieron vigorosamente con los hierros, intentando no hacer ruido
46.
Entonces vi los agujeros de la madera por los que alguna vez habrían pasado los hierros que sostuvieron el armazón del puente
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El Tigre de Malasia puede despedazar los hierros que lo tienen prisionero
48.
Siguieron tiros de fusil y de pistola, luego gritos indescriptibles, blasfemias, invocaciones, gemidos, lamentos, un furioso chocar de hierros, ruido de pasos, corridas y el sordo rumor de los cuerpos que caían
49.
Esperó a que los hierros estuviesen bien rojos y comenzó a horadar uno de aquellos bastones, invitando al marinero a que hiciese lo mismo con el otro bastón
50.
El ruido era enloquecedor, un clamor de palancas y de láminas metálicas, un rugido de selladoras y de ruedas dentadas, un chirriar de hierros mal aceitados, un tronar de martillos, un rasguñar de cuchillas un cloqueteo de rodillos
51.
Había una impalpable humedad fría y un extraño olor, mezcla de hierros de la locomotora y tufillo de café
52.
Nasuada se sobresaltó al oír un fuerte ruido: el hombre de marrón estaba removiendo los trozos de carbón con los hierros y había golpeado el brasero con uno de ellos
53.
No era que deseara que lo hiciera, pero prefería tener que enfrentarse a un ataque mental que a soportar el dolor de los hierros candentes
54.
—Creo que los hierros ya deben de estar lo suficientemente calientes, Murtagh
55.
Al coro de alaridos de los hombres cauterizados con hierros y carbones al rojo, se sumaban los relinchos de los caballos, porque allí mismo el herrero remendaba como podía a las bestias heridas
56.
La luz y el humo entraban por las rendijas, sofocando el aire, y un polvo rojizo se levantaba del suelo, de modo que la escena era borrosa, pero pude ver a los siete prisioneros encadenados a gruesos postes, debatiéndose como demonios hasta donde permitían los hierros y aullando a pleno pulmón para llamar a los suyos
57.
El choque de los hierros y las macanas duró menos de media hora, los mapuche parecían desanimados, se batían sin la ferocidad de la mañana y antes de lo esperado se retiraron a la llamada de sus cultrunes
58.
La mesa y los sillones eran de estilo veneciano y sus torneadas patas quedaban unidas entre sí mediante hierros retorcidos; las paredes desaparecían, prácticamente, tras las montañas de legajos que se amontonaban en los estantes de sus librerías, y sobre la mesa, junto a los utensilios propios de la escritura, se veía únicamente una campanilla de cobre
59.
Afuera otras manos lo ayuda-ron y cuarenta minutos más tarde, mientras la artillería chilena barría a cañonazos aquel poblado, dejando escombro y hierros torcidos donde estuvo el apacible balneario, Severo aguardaba en el patio del hospital junto a centenares de cadáveres destrozados y miles de heridos tirados en charcos y hostigados por las moscas, que llegara la muerte o lo sal-vara un milagro
60.
—Resulta ser que el individuo en cuestión es herrero en una población de estos reinos y hace un tiempo llegaron a su casa unos emisarios de Toledo que apestaban a judío y sin darse a conocer pero argumentando buenos dineros, le encargaron ciertos hierros que, de sobras es sabido, el pueblo hebreo tiene prohibidos desde que, en tiempos, se decantaron por el rey Pedro en contra de vuestro padre
61.
—Personalmente —le había dicho al científico—, consideraría un acto poco amistoso el hecho de hacer que una tonelada de hierros capaces de perforar un blindaje se dejen caer sobre mí a mil kilómetros por hora
62.
Se ataba a su cintura sus duras herramientas, y aunque el viento intentaba llevársela ella se resistía, asiéndose con todas sus fuerzas a los hierros del andamio
63.
Miró Navarro a los que machacaban hierro sobre el yunque y consideró que le harían merced en dejarle poner su vieja cabeza entre ambos hierros
64.
—Eh, muchacho, deja a las chicas —le dijo en tono de lo más amistoso—, las estás lastimando con los hierros
65.
Gracián llegó al coro, y arrodillándose junto a la barandilla, oró en silencio, con las manos sobre los hierros y la frente en las coyunturas
66.
Todos estos procedimientos modificaban las características básicas del acero carbonado de distinta manera, obteniéndose hierros adecuados a los diversos propósitos: navajas, hojas de espadas, cuchillos, hachas, sierras, gubias, escoplos, clavos, escarpias, etc
67.
Tan apreciados eran los hierros adecuados para los filos, que los buenos filos cortantes se soldaban (los romanos conocían dos métodos de soldadura: por presión y por fusión) a una base más barata
68.
Los dueños vivían en el entresuelo: el piso bajo estaba ocupado totalmente por [144] el género comercial, hierros, lonas, cabos, y mil objetos tan extraños de forma como de nombre, que la gente de tierra adentro habría creído caprichosos, fantásticos
69.
En el tiempo este que nos ha hecho la gracia de tenernos separadas, no he visto decrecer la pasión de Felipe por el coleccionismo de armas y de hierros viejos
70.
El chirrido que a esta operación acompaña recorrió las filas [14] de un cabo a otro, produciendo en mi pobre piel el mismo efecto que si todas las puntas de aquellos hierros quisieran acariciarla
71.
Todos estos procedimientos modificaban las características básicas del acero carbonado de distinta manera, obteniéndose hierros adecuados a los diversos propósitos: navajas, hojas de espadas, cuchillos, sierras, gubias, escoplos, clavos, escarpias, etc
72.
Tan apreciados eran los buenos hierros para filos, que el filo cortante iba soldado (los romanos conocían dos métodos de soldadura: por presión y por fusión) a una base más barata (como era el caso de las rejas de arado y las hachas)
73.
un piso con los hierros levantados
74.
Al decir esto, ponía la mano en los hierros de una puerta
75.
Sus amigos le lloraron; y para cumplir su última voluntad, Binondo cuidó de arrojarlo al agua con oraciones y hierros de extraordinaria pesadumbre
76.
Porque la hoja de la Bibruela había mordido bajo el esternón de su enemigo, en un golpe mortal de necesidad, bien conocido por cuantos manejamos hierros, que toca estómago, pulmones y corazón
77.
Alguien se detuvo, haciendo un gesto, y los demás le imitaron, empuñando atentos los hierros
78.
La puerta chirrió al abrirse, y el interruptor de la luz alumbró el abigarrado taller que presidía una antigua prensa de libros junto a una mesa de zinc llena de herramientas, cuadernillos a medio coser o ya enlomados, guillotinas de papel, pieles teñidas, frascos de cola, hierros ornamentales y otros utensilios del oficio
79.
Sentado a una mesa en la puerta de la confitería de Burnel, bajo los hierros de los balcones pintados de verde, el taxidermista Gregorio Fumagal bebe un vaso de leche tibia mientras observa a los feligreses que salen de la iglesia, se dispersan alrededor de los bancos de mármol y los naranjos plantados en jardineras, o se dirigen al espacio ancho que bordea la plaza, donde aguardan algunas calesas y sillas de mano
80.
Sólo el vago resplandor de lo que queda de luna, ya oculta del todo tras las azoteas, dibuja en tonos azulados los hierros de los balcones y los rectángulos oscuros de puertas y ventanas, e intensifica el negro de los lugares profundos, los ángulos ocultos de la calle silenciosa
81.
Nadie hacía visaje de reconocer a nadie, y poco a poco, solos o en parejas, iban llegando otros, andares zambos y recelar zaíno, resonantes de hierros, tomando asiento por aquí y por allá sin que ninguno se dirigiera la palabra
82.
Él me obedeció y, mientras, saqué mi propio espejo y le pedí a Fernanda que subiera por los hierros tras el maestro
83.
amasijo de hierros retorcidos que era todo lo que quedaba de la sección de proa
84.
Se demoraron escasos minutos en fijar los hierros a las astas y luego partieron al galope
85.
Cuando sopla el viento de tu dirección, hueles a hierros oxidados, Barak
86.
La familia de mi madre, por ejemplo, se llamaba Carbonero, porque todos eran carboneros de oficio y el apelativo de la familia de mi padre era Marcador, porque él y sus antepasados marcaban a los criminales con hierros ardiendo
87.
Apoyado sobre las rejas del muro, Simón, encorvado y silencioso, golpeaba una y otra vez su cabeza contra los hierros
88.
–…Y mientras permanecí entre los hierros me preguntaba: ¿cómo harán para levantar el bus en un lugar tan remoto?
89.
Vivían en la miseria, como los pájaros en la prisión, sin dejar de cantar tras los hierros lo mismo que en la opulencia del bosque
90.
Allá a lo lejos, proseguían las detonaciones, con desgranamientos, como el continuo crujir tronante de un carro cargado de hierros, de un carro… que se despeñara rodando, rodando por entre los guijarrosos pedregales de los derrumbaderos de la sierra
91.
Por el suelo, a la entrada de aquellos corrales, había montones de escombros y de lo que parecían hierros oxidados
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Era una hoguera pequeña, suficiente para mantener calientes un par de hierros
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Primero me dirigí a Tardos Mors, preguntando dónde estaban las llaves para soltar sus hierros
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Volví a ocuparme de los hierros que sujetaban a Tardos Mors
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Me arrastraron al palacio del emperador, me sujetaron y trajeron tenazas para arrancarme la lengua e hierros candentes para quemarme los ojos
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El corredor carecía de hierros
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Creed que ese pueblo, mucho más sabio de lo que imagináis, liberado de los hierros de la tiranía, lo estará muy pronto de los de la superstición
98.
Rompiendo tras él la línea dentada del horizonte que sugiere las ruinas de una cota, la columna de humo negro sigue elevándose hacia el cielo desde un amasijo de hierros retorcidos
99.
Le parece que este resoplar trabajoso de los hierros le ha formado por dentro de la cabeza dos paredes altísimas, entre las cuales se encajona y se estrecha todo lo que desea, lo que sufre y recuerda
100.
A continuación los esclavos, que portaban un brasero con fuego y hierros candentes, aproximaron uno de los hierros al brazo desnudo de los supuestos muertos