1.
Como era posible tamaña equivocación con un hombre bueno, honesto y honrado
2.
El malvado es honesto consigo mismo,
3.
Si hubiera sido un hombre honesto, le
4.
¿Es un comportamiento justo, honesto, o se ha
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Cuántos sentimientos que siento en estos momentos: entre los más variados, entre los más extraños; yo también estoy un poco asustada si estoy siendo honesto
6.
º el Honesto, dos dias despues que éste, á saber, elmiércoles 14 de febrero de 1414
7.
Cabe advertir que, en la situación ideal, un informador srio y honesto nunca altera, al trasmitirlos al público, la realidad de los hechos
8.
honesto con respecto a las nociones convencionales del amor: te quiero significa a la vez "te deseo" y "te
9.
—Pero hay esa afición tranquila, que puede ser principio deuna amistad constante, de ese afecto puro, honesto y reposado que hacela felicidad de los matrimonios
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casa Lotario, donde fue rescebidode Camila con amoroso y honesto acogimiento; la cual jamás
11.
provechoso, honesto y deleitable que hay enel mundo! Y ¿qué fará agora la tu merced? ¿Si
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porque nuestro caballo es el más honesto y bien miradodel mundo: jamás en semejantes
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honesto caballero, y los benignos cielos infundan en elcorazón de Sancho Panza, nuestro
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limpio, bien criado y honesto, a pesar detodas las potestades hechiceras de la tierra
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holgarse a lo honesto y afable, el cual, viendo en sucasa a don Quijote, andaba buscando modos
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hace tiempo se sienteinclinado hacia tí, con el amor honesto y
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peca, según se murmura, a pesardel honesto recato con que lo encubre, su pecado, en mi sentir,
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Pensó en que el término dichoso, honesto y santo de la educación que aArturito había dado,
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cerrados para todo cuantohay en el mundo que no es honesto
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Interviene en el traje,declarando cuál es el porte honesto y cristiano y cuáles las
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para su consuelo y entretenimiento en loslímites de lo honesto y moral
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21 procurando lo honesto, no solo delante del Señor, mas aun delante de loshombres
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recompensar á sus padres: porque esto es lo honesto yagradable delante de Dios
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del Cuzco que á él le pareció que erahombre honesto y de buen
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otros excesos en la calle de Postas; hubo tierna correspondencia, corteses visitas, honesto trato; y
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de un propósito honesto y digno, en cuyaconsecución el mayor
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¿Convenía que le explicase esas cosas complicadas simplificando tanto los ejemplos? ¿Era honesto inculcarle mis convicciones? ¿O debía dejar que él tuviera sus propias ideas y su visión del mundo, y aceptarlo?
28.
Es muy bueno ser honesto
29.
El juez era Batista, un tipo al que consideraba honesto, y a quien conocía un poco por haber trabajado con él en alguna feria de enero
30.
Bardone era un individuo moralmente abyecto que cometió pecados atroces en una época atroz; Suárez fue en cambio un hombre básicamente honesto: mientras ocupó la presidencia del gobierno sus pecados no fueron mortales -o fueron sólo los pecados mortales que conlleva el ejercicio del poder-, y antes de ocupar la presidencia del gobierno sus pecados fueron los pecados comunes de una época podrida
31.
Y si diese cargo a otro, o a este mismo, que examinase los libros de caballerías que de nuevo se compusiesen, sin duda podrían salir algunos con la perfección que vuestra merced ha dicho, enriqueciendo nuestra lengua del agradable y precioso tesoro de la elocuencia, dando ocasión que los libros viejos se escureciesen a la luz de los nuevos que saliesen, para honesto pasatiempo, no solamente de los ociosos, sino de los más ocupados; pues no es posible que esté continuo el arco armado, ni la condición y flaqueza humana se pueda sustentar sin alguna lícita recreación
32.
Si no, díganme: ¿quién más honesto y más valiente que el famoso Amadís de Gaula?; ¿quién más discreto que Palmerín de Inglaterra?; ¿quién más acomodado y manual que Tirante el Blanco?; ¿quién más galán que Lisuarte de Grecia?; ¿quién más acuchillado ni acuchillador que don Belianís?; ¿quién más intrépido que Perión de Gaula, o quién más acometedor de peligros que Felixmarte de Hircania, o quién más sincero que Esplandián?; ¿quién mas arrojado que don Cirongilio de Tracia?; ¿quién más bravo que Rodamonte?; ¿quién más prudente que el rey Sobrino?; ¿quién más atrevido que Reinaldos?; ¿quién más invencible que Roldán?; y ¿quién más gallardo y más cortés que Rugero, de quien decienden hoy los duques de Ferrara, según Turpín en su Cosmografía? Todos estos caballeros, y otros muchos que pudiera decir, señor cura, fueron caballeros andantes, luz y gloria de la caballería
33.
–Muy honesto: me ha engañado y ha hecho que me tuvieran aquí perdiendo el tiempo
34.
Confío en mi honesto amigo mahe
35.
El hombre no trataba de parecer honesto en la superficie, como muchos impostores suelen hacer
36.
Más bien parecía una cosa distinta, ya que el hombre era honesto, a pesar de que algo estaba sencillamente en la superficie
37.
No lo hizo porque es un hombre honesto, superintendente Battle
38.
El de negrero no es un oficio del todo honesto, pero es preferible al de los bandoleros del mar
39.
-Por lo menos era honesto
40.
Uno de esos hombres valientes concedió una entrevista hace no mucho tiempo en la que era lo bastante honesto para decir que fue muy difícil predicar la idea de un salvador para las pocas personas aterrorizadas y medio muertas de hambre que habían conseguido huir de su Estado-prisión
41.
De todos los úrgalos, en quien más confiaba era en Garzhvog, ya que había puesto a prueba la conciencia del kull antes de la batalla de los Llanos Ardientes y había descubierto que, para el estándar de su raza, Garzhvog era honesto y de fiar
42.
Ahora tenemos que lanzarnos a un honesto combate con el acero para acabar con ellos
43.
La nouvelle cuisine puede ser interesante, pero en lo referente a la comida -y también a los hombres- prefiero sabores más robustos y aspectos más sencillos, como un honesto pescado que no se avergüenza de su desnudez
44.
Trueba consideró que era el momento de salir en defensa de los intereses de la patria y los del Partido Conservador, puesto que nadie mejor que él podía encarnar al político honesto e incontaminado, como él mismo lo decía, y agregaba que se había levantado con su propio esfuerzo, dando trabajo y buenas condiciones de vida a sus empleados, dueño del único fundo con casitas de ladrillo
45.
“Es honesto y muy, muy inteligente
46.
Pero hagamos que esto sea un negocio honesto, Yennefer
47.
No es honesto
48.
Ya se sabe que la juventud ha de tener sus trapicheos; pero los muchachos decentes y bien nacidos desfogan sus pasiones con compostura, antes buscando el trato honesto de personas graves y juiciosas que el de la gentezuela maja y tabernaria
49.
Yo he intentado interpretar estas palabras de Ilich, y creo que se refiere a que un ciudadano normal y corriente, que se dedica a su familia, que es honesto, nadie podría pensar que pudiese ser culpable o que pudiese justificar una acción terrorista en su contra
50.
Creían las chicas que su padre no volvería del Gobierno sin una carga de dinero, producto de su honesto ahorro y de las obvenciones propias del cargo, y les supo mal verle venir a lo náufrago que a duras penas salva la vida y lo puesto
51.
Muchos de los comerciantes recordaban al padre de Hamid, un hombre honesto, al que le gustaba regatear y tomar grandes cantidades de café, y que a menudo les había hablado de su hijo, que se había metido en política
52.
Desde la desaparición de su mujer, que se escapó con un pintor de puertas, llevaba Ernestito una vida serena, cachazuda y metódica, distribuyendo su tiempo entre los trabajos de La Previsión, junto al papá, el honesto recreo de regir un cochecillo en la Castellana, y la monomanía de coleccionar objetos diversos, que un día fueron bastones, luego petacas y fosforeras, y por último, se había dado a las celebridades europeas en fotografía y grabado
53.
Un establecimiento intachable y honesto
54.
Era la viuda de Oliván, mujer de historia, relegada al fin por los años a una obscuridad honorable, y a un extrañamiento que la puso a honesto resguardo de las murmuraciones
55.
Gracias por ser honesto
56.
—Pues yo lo veo como un recreo honesto —opone Curra Vilches—
57.
Ha intentado ser honesto en un país más que corrupto pero ahora se acabó lo de ser tan inocente
58.
Yo me imagino que el honesto trabajador que organizaba la construcción del templo local, puesto frente a esta clase de objeciones, habría resuelto las cosas arrojando el criticón al Nilo
59.
Ante esto, el partido honesto de Roma (lo que quedaba de él) hizo que se ordenase a Yugurta comparecer ante la ciudad para dar explicaciones personalmente
60.
, y como era un hombre honesto, los sicilianos confiaban en él
61.
En general, Cicerón fue un hombre amable, noble y honesto, con elevados principios
62.
Siempre le he educado para que fuera un trabajador honesto, ¡y ahora
63.
El asesino fue detenido gracias al honesto trabajo de la policía
64.
Era más honesto, y la honestidad era una de las pocas virtudes que le quedaban después de tantos años
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con recatado andar y rostro honesto
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—Es el criado del conde, un bondadoso y honesto hombre
67.
Es el hombre más honesto del consejo real y está asistiendo a una especie de conferencia en palacio
68.
Cuando, diez días antes, Braschon, Grindot, Lourdois y Chaffaroux, el contratista de construcciones, afirmaron que la vivienda estaría lista para el ya célebre domingo del 17 de diciembre, una conferencia ridícula tuvo lugar en el modesto y pequeño salón del entresuelo, después de la cena, entre César, su señora y su hija, para preparar la lista de invitados y repartir las invitaciones que esa misma mañana había enviado un impresor, escritas con letra inglesa, sobre papel rosa, siguiendo la fórmula del más pueril y honesto código de la cortesía
69.
Para todo aquel que comprenda las vanidades y flaquezas que en cada esfera social afectan al hombre, ¿no suponía un horrible suplicio para el pobre Birotteau eso de ser declarado en quiebra en el mismo tribunal de la justicia comercial donde él había sido juez? ¿Tener que soportar vejaciones allí donde tantas veces le habían dado las gracias por los favores que hacía? Él, Birotteau, cuyas inflexibles opiniones sobre los quebrados eran conocidas por todo el comercio de París; él, que había dicho: «Un hombre continúa siendo honesto al entregar el balance, pero de una asamblea de acreedores se sale hecho un bribón»
70.
Para ser honesto, estaba pensando en los honorarios diarios de Abagnall
71.
Shatzy asintió con la cabeza, y pensó que quizás eso fuera el meollo de todo lo ocurrido, y que todas las historias adquirían sentido si se hacía el esfuerzo de recordar que Gould, por encima de todo, era un genio honesto
72.
¿Piensas que ese hombre sería capaz de renunciar a todo esto sólo por el prurito de ser honesto, de respetar el infinito de sus ideas, de volver a preguntarse qué es verdadero y qué no lo es? ¿Piensas que puede volver a ocurrir que ese hombre se pregunte, aun en secreto, aun en soledad absoluta e impenetrable, si su idea artificial tiene todavía algo que ver con la verdad, con su origen? ¿Piensas que sería capaz de un solo instante, aun en secreto, de honestidad? No
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Al otro, el que está al lado de los pobres, o de los débiles, o de los marginados, el que lleva un jersey y unas Reebok, ese mismo, habrá empezado con alguna deslumbrante aparición caótica del infinito, algo que en la penumbra de su juventud le habrá dictado vagamente el imperativo de tomar posición, y la sugerencia de qué parte estar, todo habrá empezado como debe empezar, de un modo honesto, pero luego, Dios santo, cuando vuelves a verlo ya adulto y famoso, Jesús, famoso, da cosa ya sólo decirlo, famoso, con su nombre en los periódicos y las fotografías, con el teléfono sonando sin parar porque los periodistas quieren preguntarle su opinión sobre esto o aquello, y él responde, puta miseria, responde, y participa, y marcha en cabeza de las manifestaciones; el teléfono de los sacerdotes no suena, Gould, quiero decírtelo con toda la crueldad necesaria, tú no puedes saberlo pero el teléfono de los sacerdotes no suena porque su vida es un desierto, es programáticamente un desierto, una especie de parque natural protegido, donde la gente puede mirar, pero desde lejos, son animales de parque natural, nadie puede tocarlos, ¿puedes imaginártelo, Gould?, para los sacerdotes es todo un problema incluso dejarse tocar, ¿has visto alguna vez a un sacerdote dando un beso a un niño o a una señora?, sólo para saludarlos, no pienses mal, una nimiedad, lo normal, pero él no puede hacerlo, la gente de alrededor enseguida tendría una sensación de malestar y de inminente irritación, y ésta es la durísima condición cotidiana del sacerdote en este mundo, él, que podría ser un hombre como los demás y que ha elegido en cambio esa soledad vertiginosa, que no tendría vía de escape, nada, salvo una idea, una idea incluso justa, llegada desde fuera para cambiar ese panorama, para devolverle una tibieza de humanidad, una idea que, bien utilizada, perfilada, revisada, protegida de los arriesgados choques con la verdad, conduce al sacerdote fuera de su soledad, simplemente, y poco a poco hace de él el hombre que es ahora, rodeado de admiración, y ganas de acercársele, e incluso deseo en estado puro, un hombre con jersey y Reebok, nunca solo, se mueve arropado por hijos y hermanos, nunca perdido porque está constantemente conectado a alguna terminal de los medios de comunicación, de vez en cuando entre la multitud atrapa al vuelo los ojos de una mujer cargados de deseo, piensa qué puede significar eso para él, esa vertiginosa soledad y esta vida que estalla, ¿hay que sorprenderse si está dispuesto a morir por su idea?, él existe en esa idea, ¿qué significa morir por esa idea?, estaría muerto de todas formas si se la quitaran, se salva en esa idea, y el hecho de que con ella salve a cientos o a lo mejor a miles de semejantes no cambia ni un ápice en este asunto, y es que ante todo se salva a sí mismo, con la coartada accesoria de salvar a los demás, robando a su destino esa necesaria dosis de reconocimiento y admiración y deseo que le hace estar vivo; vivo, Gould, ¿comprendes bien esta palabra?, vivo, sólo quieren estar vivos, hasta los mejores, los que construyen justicia, progreso, libertad, futuro, incluso para ellos se trata de una cuestión de supervivencia, acércate todo lo que puedas, si no me crees, mira cómo se mueven, a quién tienen a su alrededor, míralos e intenta imaginarte qué sería de ellos si por casualidad un día se despertaran y cambiaran de idea, simplemente, qué quedaría de ellos, intenta arrancarles una respuesta que no sea una instintiva autojustificación, mira si puedes aunque sea una sola vez escucharles pronunciar su idea con el estupor y la indecisión de alguien que la descubriera en ese momento y no con la seguridad de alguien que te está mostrando con orgullo la devastadora eficacia del arma que empuña, no te dejes engañar por la aparente docilidad de su tono, por las palabras que eligen, astutamente dóciles, están luchando, Gould, luchan con los dientes por la supervivencia, por la comida, la hembra, la madriguera, son animales, y eso que son los mejores, ¿comprendes?, ¿qué puedes esperar de los demás que sea distinto, de los pequeños mercenarios de la inteligencia, de los comparsas en la gran lucha colectiva, de los pequeños guerreros cobardes que rapiñan restos de vida en los márgenes del campo de batalla, conmovedores basureros de salvaciones irrisorias, cada uno con su ideíta artificial, el médico a la caza de financiación para pagar el internado de su hijo, el viejo crítico que intenta paliar el abandono de su vejez con cuarenta líneas a la semana que suelta donde hagan un poco de ruido, el científico y su puré de Vancouver con que alimentar de orgullo a mujer, hijos, amantes, las penosas apariciones televisivas del escritor que teme desaparecer entre un libro y otro, el periodista que apuñala a diestro y siniestro desde la primera página para estar seguro de existir al menos otras veinticuatro horas más, sólo están luchando, ¿lo comprendes?, lo hacen con ideas porque no saben utilizar otra cosa, pero en esencia es lo mismo, es lucha, y son armas sus ideas, y por mucho asco que nos dé admitirlo, están en su derecho, su deshonestidad es una lógica deducción de un deseo primario, y por tanto necesario, su asquerosa traición cotidiana a la verdad es la consecuencia natural de un estado natural de indigencia que hay que aceptar, no puede pedírsele a un ciego que vaya al cine, no puede pedírsele a un intelectual que sea honesto, no creo, de verdad, que pueda pedírsele, por muy deprimente que sea admitirlo, pero el concepto mismo de honestidad intelectual es un oxímoron
74.
» Inquieto por el informe, Montgomery destituyó al nuevo oficial al mando que había sido demasiado claro y honesto, y disolvió el batallón
75.
Humphrey sugiere que; mientras los niños sean jóvenes, vulnerables y estén en necesidad de ser protegidos, la verdadera guardería moral se muestra a sí misma en un honesto intento para suponer qué escogerían ellos por sí mismos si fuesen lo suficientemente maduros para hacerlo
76.
Su honesto trato con Obdulia, que vino del conocimiento con Doña Paca y de las relaciones comerciales de las viejas cere-ras con el funerario, suegro de la niña, si llevó al espíritu de Ponte el consuelo de la concordancia de ideas, gustos y aficiones, le puso en el grave compromiso de desatender las necesidades de boca para comprarse unas botas nuevas, pues las que por entonces prestaban servicio exclusivo hallábanse horrorosamente desfigu-radas, y por todo pasaba el menesteroso, menos por entrar con feo pie en las regiones de lo ideal
77.
-Pero hay esa afición tranquila, que puede ser principio de una amistad constante, de ese afecto puro, honesto y reposado que hace la felicidad de los matrimonios
78.
Luego le hicieron poner un vestido de lana burda y negra muy sencillo; pero aquellas prendas sólo eran de indispensable uso al bajar a la capilla y en las horas de rezo, y podía quitárselas en las horas de trabajo, poniéndose entonces una falda vieja de las de su propio ajuar y un cuerpo, también de lana, muy honesto, que recibían para tales casos
79.
Sólo los machos mejor nutridos -los que sean maduros, socialmente dominantes y estén libres de parásitos- pueden permitirse esa inversión, De esta manera, una cierva puede considerar la cornamenta grande un anuncio honesto de la calidad del macho, al igual que una mujer cuyo novio compra y desecha coches deportivos Porsche cada año puede creer su afirmación de que es rico
80.
—Bien, te pedí que fueras honesto, y eso es lo que has sido
81.
Gracias por ser honesto conmigo
82.
—Como tú mismo dices, uno siempre tiene que ser honesto consigo mismo
83.
–Al fin y al cabo es honesto, que es el motivo por el que le pregunté
84.
Pero el hambre le incitó a ser honesto
85.
El paso de todo hombre honesto habla; pero el gato se escurre furtivo por el suelo
86.
En el hogar, todo es honesto, apacible y alegre
87.
Francisco, el hombre de negocios severo y pulcro, no sale de su sorpresa, y se niega a creer que un sobrino suyo, miembro de una estirpe luchadora que hizo blasones a punta de trabajo honesto, haya caído en la trampa facilista del dinero mal habido; las hermanas de Sebastián, por su parte, pertenecen a esa raza en extinción que hizo de la solidaridad una palabra sagrada
88.
La procesión era flanqueada por los sacerdotes y sacerdotisas de Yelb, y la imagen de la deidad llevaba pezones por doquier, desde los pies hasta la frente, mientras que el puñado de seguidores que aún le restaban a Blunk el Honesto llevaba su imagen y símbolo, una sencilla esfera blanca
89.
Henri Chambord era un excelente hombre de relaciones públicas, escrupulosamente honesto con sus noticias
90.
Usted es muy honesto por recordármelo
91.
Según la tradición, se había reencarnado setenta y tres veces y siempre como funcionario de alta jerarquía, un funcionario honesto y benévolo, por lo que ahora, dentro del panteón taoísta, se encargaba de la lista de los futuros funcionarios de la corte
92.
La bestia de González, según le llamaba su cuñado, era un pobre hombre, un honesto padre de familia, más infeliz que un cubo, que en seguida se ponía tierno
93.
A través del tabique de panderete se distinguía el crujir de un somier, disparatado y honesto como el canto de la cigarra
94.
—Sí, es un tipo honesto
95.
Es honesto y trabajador como el que más
96.
Era una justa muestra de consideración a la memoria del hombre valeroso y honesto que fue
97.
Si esto no es honesto, tiene usted razón cuando me llama hechicera
98.
Y Casio, algo extraño en su profesión, pese a ser mujeriego, bebedor, libertino para muchos en Roma y un poco avaro, era, sin embargo, honesto en sus transacciones
99.
Lo educado habría sido hacerse a un lado, no dejar que Pierre supiera que estaba llorando, pero no habría sido honesto