Usar "hueste" en una oración
hueste oraciones de ejemplo
hueste
1. bestial de unas aguas tan enfurecidas como una hueste del infierno
2. usted le tengo en el número de ellos,diputándole la Fama por capitan de la hueste, á
3. yferoces huían a la aproximación de la hueste, pero no faltaban seresanimados, más mansos y
4. Numerosa hueste enemiga había sorprendido y muerto a los descuidados ydormidos atalayas,
5. Morsamor, pues, y su hueste salieron, según unos, en una barcaencantada, que se hallaron
6. y su hueste se fueronpor el aire, en una máquina o ingenioso artificio que les
7. Como quiera que sea, lo cierto es, que Morsamor y su hueste se hallaronen Lasa como por
8. piloto; al mando deTiburcio lo mejor de la hueste, contándose en ella Juan de Cartagena yFray
9. Al acercarse oye ladrar un perro, y otro relámpago le descubreuna hueste de mendigos que han buscado cobijo en tal paraje
10. Detrás se extiende la hueste de mendigos, que tiemblan
11. peregrinación entre la hueste mendicante que renueva,las voces de su planto cuando ve las torres de
12. La hueste mendicantetiene un murmullo de gracias, en unas bocas triste, y en otras
13. Como una ráfaga, la hueste de chalanes siente el triunfo de lossegundones
14. La hueste de mendigos descansa al sol ante el portal de la casona yse tiende por la orilla del camino aldeano
15. De aquella bendita habitación salieron, como gloriosa hueste, a hacerme compañía, Roderich Ramdom, Peregrine Pickle, Humphrey Clinker, Tom Jones, El vicario de Wakefield, Don Quijote, Gil Blas y Robinson Crusoe
16. Los españoles, heridos, sedientos y agotados, enfrentaban en cada ronda una hueste mapuche descansada y bien comida, mientras los que se habían replegado se refrescaban en el río
17. Por estas señales, reconocieron a la Daoine Sidhe, la Hueste Encantada
18. Iba con la Hueste Encantada un joven caballero normando llamado Thomas de Dundale2
19. Una hueste de ángeles en el firmamento
20. Baldomero había dispuesto con arte la escena, formando toda su hueste en un grandísimo cuadro
21. Clero y milicia, nobleza y estado llano, forman la inmensa hueste de la concordia, y ha de alcanzar esta provocando lo contrario, o sea la discordia, en el seno de cada uno de los partidos guerreros
22. La hueste revolucionaria no debió abandonar nunca la táctica de guerrillas: su fuerza estaba en la movilidad, en la rapidez de las sorpresas y embestidas parciales
23. Se dirigió a Barcelona con su hueste ligera por una ruta difícil sembrada de emboscadas y paisanos armados hostiles
24. Al ponerse con su esposo al frente del Ejército Real del Centro, doña Nieves fue el alma de la facción; se impuso a todos los cabezas y cabecillas; erigiose en Generalísima incuestionable; llegó a ser muy pronto la primera estratega, la primera autoridad táctica de sus cuadrillas, a las que disciplinó y gobernó dándoles apariencias de hueste organizada
25. Tal como lo pensaron lo hicieron, conviniendo en mantener y dar valor efectivo a los grados, empleos y condecoraciones ganados por una y otra hueste en siete años de rabiosa porfía
26. Antes de esto, Martínez Campos, procediendo con gallardo desinterés y harto de las arrogancias de don Antonio Cánovas del Castillo, se agregó a la hueste sagastina
27. En medio de la destrucción general de los lazos de la disciplina y el deber que mantienen la integridad de las compañías, batallones, regimientos, brigadas y divisiones de una hueste armada, estos hombres se esforzaban en mantener un remedo de orden y formación
28. Murió al amanecer, y tres días más tarde, la Hueste de Hierro entró cabalgando en Umbra
29. Tras la muerte de su suegro, Violante había mandado doblar la guardia en la puerta, pero los de la Hueste eran tan numerosos, que los guardianes los dejaron entrar en la ciudad sin oponer resistencia
30. Un miembro de la Hueste de Hierro pasó cabalgando
31. «Las heridas que habían causado los soldados de la Hueste de Hierro no habían sanado aún y algunas no lo harían nunca
32. Miraron fuera aterrorizadas, esperando ver a uno de los integrantes de la Hueste de Hierro o incluso al propio Pífano con su nariz de plata
33. Tengo la impresión de que de un tiempo a esta parte cualquiera regresa de entre los muertos —dijo Pífano mientras los dos miembros de la Hueste que lo acompañaban dirigían una mirada nostálgica a las armas expuestas ante los talleres de los armeros—
34. Se veían más soldados que antes, era obvio que Cósimo les había ordenado patrullar por la ciudad, quizá para impedir que los soldados de la Hueste de Hierro volvieran a derribar con sus caballos a sus súbditos por interponerse en su camino
35. Durante toda la noche y el día posterior siguieron el amplio rastro que los soldados de la Hueste de Hierro habían abierto a través del bosque
36. Cabeza de Víbora hizo a la Hueste de Hierro una inclinación de cabeza en señal de aprobación
37. Sólo un soldado perteneciente a la Hueste de Hierro traspasó la puerta con ellos, indicándoles sin una palabra el camino que debían tomar
38. La hueste vencedora fueron reyes sobre el campo de batalla y, por ende, se les atribuye el color púrpura
39. La campaña podía ser larga, de muchos días (hueste), o mera incursión saqueadora (cavalgada)
40. Después Sephrenia les otorgó semblantes diferenciados con la ayuda de los bosquejos realizados por Talen, tras lo cual efectuó un amplio movimiento de brazo, y los caballeros de la Iglesia se reunieron con la hueste de abajo
41. Caballeros y burgueses se armaron y corrieron a las murallas; vieron por la llanura brillar los yelmos, flotar los pendones de cendal y toda la hueste de Riol que avanzaba en hermosa formación, El duque Hoel y Kaherdín dispusieron al punto ante las puertas las primeras huestes de caballeros
42. El Grial resplandecía con la gloria de una hueste de ángeles
43. La hueste recibió la orden de aprestar los rifles y dividirse en tres secciones, cada una de las cuales debía tomar una calle por la que progresaría con cautela hasta la plaza del pueblo
44. Rufino y el general departían con los heridos, se sentaban a charlar en torno a las hogueras y animaban a la diezmada y abatida hueste
45. Andanadas de flechas caían del cielo y se clavaban en la hueste de Engendros de la Sombra
46. Aquella hueste de simios gigantes se abatirían sobre ellos
47. Se trataba de Rokoff, que reconoció en seguida a los miembros de la formidable hueste aliada de Tarzán de los Monos
48. Cuando Mugambi se adentró de nuevo en la selva con la hueste bajo su mando, tenía en la mente un objetivo preciso: agenciarse una canoa en la que transportar a las fieras de Tarzán hasta el costado del Kincaid
49. Una criatura más apareció tras él y, de todas las que integraban aquella hueste, era la más temida: Sheeta, la pantera, abiertas las relucientes mandíbulas y fulgurantes los terribles ojos, que parecían disparar sobre los marineros toda la ferocidad de su odio y su sed de sangre
50. Todo Lothar estaba erizado con los arcos y las flechas de nuestra hueste etérea