1.
huida se estrella con el coche y muere
2.
Por eso la huida de Radaez era importante
3.
Dudaba Lady Clara de que en su precipitada huida hubiese
4.
fué tal el susto, que yendo un indio enemigo de huida, seencontró con Francisco Almiron, soldado de la
5.
demas con la huida, y estaba entre los muertos un hijo de un regidor, que es ahora, y en otro tiempo
6.
teson la huida hasta el rio Ibicuy ó de Arenas, otros hasta sus orillas, otros se escondieron por los campos
7.
Terencio, más bien parece el soldadomuerto en la batalla que vivo y salvo en la huida; y tanto
8.
En cuanto a la huida, no había dificultad: a las diez de la noche
9.
la de su resistencia física, vencida porel número, y la de la huida
10.
en la casade Blair! Considera la huida de Mabel
11.
laseguridad de su huida
12.
escapar y les seguían en su huida grupos enteros,aclarándose por momentos los
13.
porque la huida les hizo dejarlas armas con que apretados pudieran defenderse de los nuestros,
14.
pero la mayor parte escapó con la huida
15.
de miturbación, de mi huida
16.
dispuestos a desaparecer, con él, y ellos hicieron una huida limpia
17.
pugnaba por abrirse paso; peroal fin fueron puestos en huida
18.
Por ser con el mulato en la huida,
19.
En gran manera siente la huida
20.
Del enemigo, pónese en huida
21.
Él habíaherido para abrirse paso, y en la huida le alcanzó una
22.
En la huida a la
23.
Ahoracomprendía la huida del mundo, el aislamiento cruel, las
24.
larga cola y los dos caballos,asustados, hicieron una huida
25.
A mí me parece la piel de una culebra soltadaen la huida del monstruo de las montañas al mar
26.
saltar en su huida
27.
denuevo a la huida y a la desesperacion
28.
que ella daba una huida hacia la derecha, enderezando
29.
Herido el tiburón trató de apelar á la huida buscando en los profundosabismos su salvación; mas todos
30.
Aprovechando la huida de los funcionarios, el clima de susto, los gritos
31.
¡Ser un esclavo fugitivo en una tierra extraña, una tierra cedida como coto a los cazadores de esclavos, cuyos habitantes son raptores legitimados, donde está continuamente sometido al peligro terrible de que se apoderen de él sus semejantes, lo mismo que el cocodrilo odioso se apodera de su presa! Insisto, debe ponerse el lector en mi situación, sin hogar ni amigos, sin dinero ni crédito, buscando cobijo y sin nadie que se lo dé, queriendo pan y sin dinero para comprarlo, y al mismo tiempo con la sensación de que le persiguen implacables cazadores de hombres y en las tinieblas más completas respecto a qué hacer, a dónde ir o dónde quedarse; completamente desvalido en medios de defensa y de huida; rodeado de abundancia pero sufriendo los terribles mordiscos del hambre; en medio de casas, pero sin ningún hogar; entre semejantes, pero sintiéndose como en medio de bestias salvajes, cuya avidez por devorar al tembloroso y hambriento fugitivo sólo es equiparable a esa con la que los monstruos de las profundidades devoran a los peces indefensos de los que se sustentan
32.
La forma del otro lado de la lona se escabulló rauda, sigilosa, pese a lo imprevisto y precipitado de su huida
33.
–Oí hablar de él en mi huida
34.
Cuando Huma se quejó del cariz delirante que habían adquirido las últimas versiones de su huida, se limitó a sonreír y contestar que tal era el inconveniente de ser una leyenda: tener que vivir a la altura de su reputación
35.
Vislumbró delante de él las siluetas de unos hombres armados que interceptaban su huida, así que se camufló en un pasadizo lateral y aguardó
36.
Ben contempló el interminable convoy de vagones que exhibían la cicatriz de las llamas y, por un momento, creyó haber encontrado el cadáver de una gigantesca serpiente mecánica huida de la diabólica imaginación de Jawahal
37.
Gr-gr-gr estaba a mi lado cuando el último de los cavernícolas desaparecía en su veloz huida hacia el valle
38.
Uno de ellos había sido su guardián, y ambos había sido enviados en su busca; su huida había sido descubierta en el intervalo transcurrido entre que él había abandonado la cueva y yo había llegado hasta ella
39.
Aquellas visitas de inspección, que con frecuencia los llevaban a una distancia considerable de la ciudad de Korsar, constituían, por el contrario, una excusa para retrasar todo lo posible el propósito perseguido por los korsars, mientras, al mismo tiempo, David y sus compañeros intentaban fraguar algún plan de huida que pudiera revestir posibilidades de éxito
40.
Además, cuanto más reconocían los tres los alrededores de Korsar, más se convencían de la posibilidad de la huida
41.
Estaba cerrada, y era inútil buscar en la caverna, pues seguramente Stalletti habría salido inmediatamente después de la huida de Sybil
42.
Para que el lector logre comprender mi huida de un sitio como los Plomos, es necesario que le describa el edificio
43.
Por ejemplo: se lleva a cabo el asalto a un banco, inteligentemente planeado (para el cual no se escatiman gastos, tenlo en cuenta), consolidándose la huida de sus autores y todo lo demás
44.
Todo fue hábilmente arreglado y en el asunto de preparación de la huida se invirtió una gran cantidad de dinero
45.
Yo pensé así antes, pero se desea algo más, ¿sabe? No se encuentra toda la emoción — que se busca con el simple robo de objetos y luego la huida
46.
Suárez padeció esta deserción como un cataclismo: además del desgarro afectivo, la huida del padre suponía el oprobio social y la penuria económica para una familia numerosa cuyas estrecheces de dinero no se correspondían con su buena posición en la ciudad; es probable que, presa de la hipocondría e incapaz de hacer frente con su sueldo de aprendiz a las necesidades de su madre y de sus cuatro hermanos menores, Suárez meditara con alguna seriedad la escapatoria de ingresar en el seminario
47.
Era más de lo que un estado secularmente centralista podía soportar en pocos meses sin amenazar con desarbolarse, y empezó a cundir la alarma incluso entre los nacionalistas y los partidarios más entusiastas de la descentralización ante una huida hacia delante cuyo final nadie vislumbraba y cuyas consecuencias casi todos empezaron a temer
48.
A lo largo de toda la tarde y la noche Pardo Zancada había asistido entre perplejo, airado e impotente al fracaso de la rebelión en la Brunete una vez que Juste, el general en jefe, revocó la orden de salida cursada a todos los regimientos minutos antes del asalto al Congreso; avergonzado por la huida de Torres Rojas, que poco después de las ocho había partido de vuelta a su destino en La Coruña sin cumplir con su misión, y por la parálisis de San Martín y del resto de los jefes y oficiales de la unidad, tantas veces partidarios ardorosos del golpe, poco antes de la una de la madrugada Pardo Zancada cambió el uniforme de paseo por el de campaña, improvisó su columna de vehículos ligeros con la colaboración de varios jóvenes capitanes y con las dos únicas compañías acantonadas en el Cuartel General y, después de dejarla formada durante más de un cuarto de hora en las inmediaciones de la barrera de salida a modo de desafío o de invitación a sus compañeros, partió hacia el Congreso tras comprobar que nadie iba a engrosarla y amenazar con pegarle un tiro en la cabeza al soldado que desobedeciese sus órdenes
49.
Y, por si fuera poco, también está la cuestión de la huida
50.
Al segundo, hubo gritos, un herido, y la huida de todo el mundo
51.
La pesca sugería el regreso a la naturaleza, la huida de la política cotidiana
52.
Si sugería asistir a un concierto o una conferencia, la respuesta inavariable era: "¿Dejar a mis hijos por divertirme? ¡Eso nunca!" El sueño de Juan era interrumpido a menudo por llantos infantiles y por visiones de un fantasma blanco paseando en silencio en la vigilia de la madrugada; sus comidas eran a menudo interrumpidas por la huida repentina del genio doméstico que presidía la mesa, quien lo abandonaba a medio servir en cuanto llegaba a oírse el menor pipío ahogado proveniente del nido de arriba
53.
Dos años después de la huida del príncipe, sólo había perros en la ciudad
54.
Dos estaciones de vigilancia, una en el nadir de Kefk 1, para detener a quienes intentaran la huida; la otra en el cenit de Kefk 1, no muy lejos
55.
Consideremos cómo, de paso, se creó la situación adecua da para esa huida… la Vigilancia utiliza sus armas para despedirse de nosotros y con ello deja expuesto todo un muelle al vacío, un muelle que se encuentra convenientemente libre de mahen o hani que puedan convertirse en
56.
—Es decir, con motivo de su huida de Rusia —dijo Lukavski, sintiéndose obligado a una explicación—
57.
La sensación de paz y de huida que el desierto le había producido desapareció en
58.
El helor de la noche me sorprendió en plena huida
59.
Parte de mi cabeza había comenzado a planear la huida
60.
Además, iremos todos bien armados y con los caballos dispuestos para emprender la huida
61.
Las ocho galeras se detuvieron casi de improviso, realizaron una gran curva, dispararon culebrinas y arcabuces contra los infieles e iniciaron la huida en dos líneas
62.
Se despidieron otra vez, y el veneciano y el mozo se pusieron en camino, dejando al marinero, y a los dos monos también, quienes podrían aprovecharse de la ausencia del orangután para emprender la huida
63.
Los demás llevaban a cabo el resto del plan en las montañas, donde preparaban la huida con la estatua y donde tenían secuestradas a las muchachas
64.
Eragon observó que, de algún modo, había recuperado la espada Zar’roc durante la huida del salón del trono
65.
No volvió a hablar de él y tampoco ofreció una explicación por su huida del domicilio conyugal
66.
Se había desdibujado el episodio de las momias, los retratos y el indio lampiño con zapatos Luis XV, que provocaron su huida de la casa de su marido
67.
El fraile no perdonaba a la priora el incumplimiento de su promesa y lo único que le mantenía en una actitud inoperante era la esperanza de que, finalmente, las gestiones que ella había llevado a cabo dando parte de la huida a quien correspondía, que era al obispo Carrasco, y subrepticiamente y sin que éste lo supiera a la Santa Hermandad, dieran el fruto apetecido
68.
Lo primero fue planificar su huida
69.
Sor Gabriela de la Cruz pensaba que, al haber muerto la reverenda madre y ser ahora ella la priora, tendría ocasión de saber quién era el encargado de la manutención de la muchacha, pero la muerte de la anterior priora ha coincidido con la huida de la monja de modo y manera que, como los pagos son anuales y las voces corren, la persona que debía ocuparse de tal menester no ha acudido a San Benito
70.
Por otra parte, en más de una oportunidad había intentado Fuencisla sonsacarla sobre la huida de la muchacha, sin que ella soltara prenda
71.
—Pues bien, el caso es que desde hace tres años andamos tras la huella de una aspirante huida de San Benito en extrañas circunstancias y a la que se le atribuyen poderes maléficos
72.
Todos los reunidos asintieron y tras recoger las pinturas en las que se reflejaba el rostro de la huida postulanta partieron, repartiéndose la capital por zonas y encargándose de cada una de ellas una de las parejas designadas
73.
No bien fueron marido y mujer Casilda le puso al corriente de sus secretos, que iban desde la huida de su amiga y las ansias de ésta por conocer sus orígenes, pasando por la muerte de la madre Teresa, hasta los descubrimientos realizados por Leonor
74.
Tengamos en cuenta que junto a su cadáver encontramos entre sus pertenencias la boleta de la entrada y únicamente faltaba el boceto que del rostro de la huida hizo el reverendo Rivadeneira
75.
la libidinosa persecución del padre Rivadeneira, la historia de Blas el sordomudo, Blasillo, Casilda, Fuencisla, la muerte de su protectora provocada por los dos conspiradores y cargada sobre sus jóvenes hombros, su huida vestida de muchacho, su vida de paje en Benavente, su gran pasión por Diego, y el aprendizaje del arte de la esgrima, su nueva escapada ante el temor a ser descubierta por la priora y el fraile, los titiriteros, su llegada a Madrid en busca de su enamorado y su alojamiento en casa de la Cordero, su aparición en el Corral del Príncipe auspiciada por don Pedro de la Rosa, sus horas en la sala de armas de don Pedro Pacheco, la muerte del esbirro que quiso apresarla y sobre todo su gran amor perdido recién descubierto, el día del duelo y la muerte de los que a traición la quisieron matar, y finalmente su prendimiento y la sarta de mentiras urdidas sobre ella y que habían dado con su persona en el patíbulo; y, presidiendo todas estas imágenes, la tétrica figura de aquel familiar de la Suprema que se había constituido en su mortal enemigo y cuyo rostro cruzado de arriba abajo por un inmenso costurón se le aparecía, en sus pesadillas, todas las noches
76.
Ni que decir tiene que, desde que se estableció en la almunia y se sintió en su casa, hizo instalar al final del caminal, que ella bautizó como paseo de la Huida, un esqueleto de madera y alambre que vino a ser la copia exacta del palomar de Toledo, y donde alojó a sus queridas palomas, la que trajo consigo en su huida, las que compró posteriormente en el zoco de la ciudad y finalmente las que se hizo traer desde los aledaños de Sevilla
77.
Su afiliación al Partido Comunista, la Olimpiada, las luchas callejeras, la guerra, el atentado del Berlin Zimmer, la huida y, sobre todo ello, la trágica muerte de Helga; tantas y tantas cosas había vivido que a sus casi veinticinco años se consideraba un viejo
78.
Recordaba perfectamente cómo, el día de la huida, comentó con sus amigos que si a alguno le hacía falta coger alguna, allí quedaba a disposición de todos
79.
La única solución que me quedaba era la huida para disimular que no había entendido ni una sola palabra de la réplica
80.
Quería que bajaran corriendo las escaleras para impedirle la huida
81.
En la esquina con via Asiago, la gorra que se había encasquetado al salir del hotel decidió emprender la huida, a pesar de que pesaba media tonelada a causa del agua que había absorbido, y rodó por el suelo enfilando aquella calle en la que, como Montalbano había leído en algún sitio, se encontraban los estudios de la Radio
82.
Pepè Rizzo disparó dos tiros para intentar detener la huida y luego, por los nervios, como era habitual en él, perdió el conocimiento y cayó cuan largo era
83.
—En caso de que alguna vez te encuentres en la situación de tener que huir, quiero explicarte un camino de huida que sólo unos pocos iniciados conocen
84.
Las compuertas del «Pegasus» no hubieran podido contener a todo el mundo si hubiese sido necesaria una huida en masa
85.
El poeta soltó una imprecación y emprendió la huida
86.
Emprendió la huida, cojeando visiblemente
87.
Haciendo un esfuerzo, Buntaro renunció a la muerte y contempló fríamente la vida y la huida que le eran impuestas
88.
Otros ronín de caballería salieron galopando de la oscuridad para proteger su huida y detener a los primeros Grises
89.
Luego, una vez seguro de que estaban con él, inició una frenética huida
90.
Es probable que se llevasen su cuerpo como prueba de que habían cumplido con su deber limpiando nuestras montañas de un bien conocido partidario del Sha, cuando éste estaba en el poder y antes de su huida
91.
Durante la huida, fueron muertos uno de los soldados y el agente de la CIA y se cree que los dos supervivientes se dirigen hacia el sector de Ivanovitch
92.
Atravesé dos o tres salas cuyos muebles en desorden anunciaban la confusión de la huida
93.
La sombra gimió, gimió y maulló retrocediendo y buscando con frenéticas manos mentales los símbolos de la huida en su confuso cerebro
94.
«La poesía no es un dejar libre la emoción, sino una huida de la emoción», dice Eliot en palabras que él ha copiado en su diario
95.
«La poesía no es una expresión de personalidad, sino una huida de la personalidad
96.
Julia, terriblemente asustada, inició un débil movimiento de huida mientras el señor Verbouc, gozoso, la sostenía exhibiéndola en su totalidad
97.
Había que organizar la huida, y antes de ello hablar con Cinnilla
98.
Luego comió, y mientras lo hacía relató a los clientes la historia de la invasión de Roma y de su huida
99.
Así emprendieron la Huida