1.
A Víctor todo aquello le sonaba a uno de esos relatos de viajes por África, en los que se habla de salvajes que salen de la jungla para llevarse cautivas a las mujeres que encuentran a su paso
2.
El Superdotado era heroinómano; también le encantaban las menores criadas en la jungla y recién bajadas de un barco de esclavos procedente de Zanzíbar
3.
Antes de aventurarse en las márgenes de la jungla, escucharon atentamente, y no se pusieron en camino nuevamente hasta haberse asegurado de que reinaba un silencio casi absoluto
4.
Durga recogía cañas y bambúes secos para mantener durante la noche un buen fuego, a fin de alejar a las fieras que no debían, faltar en la vecina jungla
5.
»La jungla no era muy extensa, y se podía atravesar a pie en un par de horas pero era algo difícil penetrar en ella a causa de la enorme masa de las cañas
6.
»Cuando apareció, le encerramos entre la jungla y las plantaciones de añil, en una especie de plazoleta desde donde podían divisarse varios pueblos
7.
En las horas más cálidas todos los animales de la jungla permanecen agazapados en sus cuevas y duermen
8.
—Contra los tigres de la jungla
9.
—En la jungla —respondió el capitán
10.
A las diez de la noche, cuando el cortejo llegó cerca de la jungla que el francés y Durga habían cruzado por la mañana, los tam-tam y los tambores y trompas dieron la señal de alto
11.
La humedad que reina en la jungla es tal vez peligrosa, pero ésa produce fiebres increíbles
12.
Los seis monstruosos elefantes que debían afrontar a las fieras estaban prontos a entrar en la jungla, precedidos por batallones de perros y seguidos de soldados, ojeadores y esclavos, todos armados de picas para rechazar a los tigres si éstos hubiesen intentado forzar la línea de los cazadores y refugiarse en los bosques
13.
Juan Baret, Durga y el capitán de guardias, sabiendo que era peligros andarse con bromas con aquel tirano, subieron apresuradamente sobre su elefante, reuniéndose con los del maharajá, los cuales, puestos ya e marcha, derribaban las masas de vegetación que obstruían la jungla
14.
El cortejo se había puesto en marcha bordeando la jungla y avanzaba con rapidez, queriendo el príncipe comenzar aquel mismo día la batida de los cocodrilos
15.
—Se encuentra en medio de una jungla espesísima
16.
—Empieza la jungla —dijo el capitán—
17.
Pero antes de que las descubran se requiere tiempo, y luego, la jungla es espesa y húmeda
18.
Lanzáronse en la jungla, deslizándose cautelosamente entre los bambúes y las cañas espinosas, con el dedo en el gatillo de la carabina, y atento el oído para recoger el más ligero rumor
19.
—Está oculto en una pagoda que se encuentra en medio de la jungla
20.
Pasaron el bosque y apareció la jungla con su caos de vegetación
21.
Todos treparon precipitadamente, pues en las márgenes de la jungla se oían los silbidos de los reptiles que llegaban
22.
El otro, con un tremendo esfuerzo, saltó por encima de las cabezas de los tres hombres, desapareciendo en las profundidades de la jungla
23.
Eran ya las diez de la mañana cuando estuvieron listos para realizar la proyectada expedición por la jungla
24.
Atravesaron el calvero y se introdujeron nuevamente en la jungla, que cada vez se tornaba más espesa
25.
Los cuatro hombres descargaron nuevamente sus armas, y de inmediato se escucharon las carabinas de los cazadores contestando en medio de la jungla
26.
Todo ello había ocurrido en pocos segundos; el coloso, satisfecho, emitió dos veces su sordo silbido y se internó en la jungla, poniéndose a devastar los bambúes, aunque sin alejarse del estanque
27.
Los dos indios levantaron la camilla y se pusieron en marcha, precedidos por el perro, siguiendo un estrecho sendero abierto en medio de la jungla
28.
Cuando las tinieblas extendieron su negro velo sobre la jungla, Aghur fue el primero en montar la guardia, en el exterior de la cabaña, armado hasta los dientes
29.
En efecto, el bengalí, con gran rapidez, atravesaba la jungla hundiendo la espesa cortina de bambúes y agitando la carabina como un loco
30.
El maharata y Manciadi, precedidos por el perro y el tigre, se lanzaron a la carrera en medio de la jungla
31.
Atravesó la jungla empleando menos de media hora y, después de haber preparado un segundo lazo, se detuvo en el límite del bosque
32.
El viento rugía de manera tremebunda en la jungla, curvando con mil gemidos y mil crujidos los gigantescos vegetales y torciendo en mil formas los centenares de troncos de los banian, las ramas de los palmiches tara, de las latania, de los pipal y de los jaqueros; y entre las nubes relampagueaba incesantemente el rayo, describiendo cegadores zigzagueos
33.
Su compañero dudó un momento y luego huyó como alma que lleva el diablo a través de la jungla, haciendo sonar furiosamente el ramsinga que había recogido de tierra
34.
Y en medio de la nube de humo apareció el cazador de serpientes de la jungla negra, con la faz desencajada y empuñando el cuchillo
35.
–Están ya en los bordes de la jungla con los perros
36.
–Entonces entremos en la jungla
37.
–Se ha internado en la jungla por aquella parte
38.
Había aparecido en el puente de mando un hombre y el cazador de serpientes de la jungla negra le había reconocido
39.
Samuel preguntó si habían visto a la misionera blanca que vivía a treinta kilómetros del poblado y Joseph dijo que no, que treinta kilómetros por la jungla es un viaje muy largo
40.
Los diseños de sus joyas son una verdadera celebración de la fuerza, belleza y valor de las mujeres en remotos rincones de la Tierra: mujeres del desierto de Rajastán en India, de la jungla en Nueva Guinea, de las aldeas indígenas en Sudamérica, todas unidas por la aspiración común de ser bellas y adornarse
41.
Incomunicados en la jungla
42.
A Nadia y Alexander les llamó la atención que en esa jungla voraz, donde sólo los elefantes dejaban rastros visibles, hubiera un sendero que conducía al cementerio
43.
El resto de su vida transcurría en la jungla del barrio, que llegó a conocer hasta en sus últimos secretos
44.
Gregory Reeves los recibió en la jungla de maceteros de su oficina
45.
Los presos especiales no tenían ninguna posibilidad de lograrlo, a menos que fueran capaces de abrir las puertas de hierro, dominar a los guardias armados de metralletas, atravesar todo el edificio, saltar el muro, nadar entre pirañas por un río caudaloso e internarse en la jungla, todo eso con las manos desnudas y en el último estado de agotamiento
46.
Se las ingeniaría para investigar esa identifición a través de los intervenciones de la NSA en la jungla de las cibercomunicaciones del mundo
47.
Sólo encontró una jungla de estrellas
48.
Los cristales eran emplomados y de colores vivos, con un dibujo de la jungla en que aparecía un papagayo sentado en una rama
49.
Antes, ese mismo día, han visto a tres hombres en traje de camuflaje que desaparecen en la jungla
50.
Fuera de ellos reina la vasta y enmarañada jungla de la barbarie que se extiende por toda la amplia extensión de la Galaxia
51.
El dinero para él no era un elixir, sino un antídoto: el pequeño frasco de medicina que uno lleva consigo en el bolsillo cuando se mete en la jungla, sólo si lo pica una serpiente venenosa
52.
Las horas pasaron en un sueño febril de ramas e insectos y la adrenalina del miedo —suya y de la sustituta— y una carrera sin fin, angustiosa, por la jungla y el pantano
53.
Tardaría horas en abrirse camino a través de la jungla hasta la cala, y si intentaba encontrar un atajo por los pantanos se perdería de nuevo
54.
—Tu judío le ha lanzado una piedra al pelele de Willi y se ha escapado hacia la jungla antes de que el juego empezara —dije—
55.
Corre hacia el norte a través de una jungla densa
56.
«Al diablo con eso», pensó Saul en inglés y se arrastró hacia la jungla
57.
Ciertamente, a título poco menos que de inventario, Robert y yo habíamos hablado y discutido sobre las inminentes elecciones municipales, bromeando, incluso con la remota posibilidad de que Verne se aventurara en semejante jungla… ¿Yo en la política?
58.
– ¿Jardín? Se parece más a una jungla
59.
Calvin Dexter sabía que el ejército de su país y dos años en el infierno maloliente bajo el suelo de la jungla de Cu Chi le habían proporcionado talentos peligrosos
60.
La costa estaba llena de manglares en aguas marrones infestadas de serpientes de la jungla al mar
61.
Tras oír rumores de que en la jungla había ruinas, Stephens consiguió que el presidente Martin van Buren lo nombrara embajador en la Confederación de Repúblicas Centroamericanas, una entidad política amorfa que entonces abarcaba desde la actual Guatemala hasta Nicaragua, como excusa para llevar a cabo sus exploraciones arqueológicas
62.
en lo más profundo de un ambiente de música de jungla y cuestiones sobre el código moral
63.
Cortés pasó a unos pocos kilómetros de las ruinas de las grandes ciudades clásicas de Tikal y Palenque, pero no supo de ellas ni pudo verlas porque estaban cubiertas por la jungla y casi nadie vivía en los alrededores
64.
Por ejemplo, contaban que Venus era una jungla paradisíaca con enormes monstruos y mujeres con corazas brillantes —Pris lo miró—¿No le gusta la idea? ¿Mujeres de largas trenzas rubias y refulgentes placas pectorales del tamaño de melones?
65.
Fueron plumas de orgullo las entregadas por Bombafu a la causa de su aprendizaje, plumas bonitas, ricas, largas y teñidas con el color de la jungla
66.
Bajé y me di cuenta de que había un claro estrecho esculpido en la jungla, pero el aterrizaje parecía imposible
67.
Parecía difícil coger a una criatura de los bosques y soltarla en aquella jungla de neón
68.
Todos giraron hacia la izquierda y estacionaron junto a uno de los tres edificios, el que tenía una jungla de antenas de radio y microondas en el techo
69.
El gancho trazó un arco en la oscuridad y se perdió en algún sector de la jungla de antenas que cubría el techo del edificio a setenta metros de distancia
70.
“guerra en la jungla” o “operaciones urbanas
71.
De momento, sin embargo, su cerebro era un infierno de tormentos irracionales, y el telépata tenía que abrirse paso a través de ellos, al igual que un hombre atravesando una jungla atestada de monstruos
72.
Después apartó las ramas de espino de la entrada del refugio, salió a la noche y desapareció en la jungla
73.
Una senda de elefantes formaba una carretera en la jungla por la que avanzó a paso vivo, con el camino iluminado por los rayos de una luna llena que se filtraba en el follaje del bosque claro
74.
Miró hacia la jungla que se extendía ante él y la expresión de perplejidad en su rostro aumentó
75.
Se levantó, recogió lanza, cuchillo y el resto de las flechas y se puso en camino hacia la jungla
76.
Por unos instantes permaneció en silencio, mirándolo fijamente, y luego se acercó lentamente a él, sugiriendo con las sinuosas ondulaciones de su elegante porte al Señor de la Jungla una similitud con la salvaje majestad de Sabor, la leona
77.
En esa ocasión su presa sería más noble: el hombre; aunque si le hubiesen pedido su opinión habría citado a una docena de habitantes de la jungla a los
78.
Los negros habían desaparecido en la espesura de la jungla antes de que los débiles ojos del monstruo cayesen sobre alguno, pero el animal oyó el ruido que producían al huir y, con aterrador estruendo de arbustos y matorrales aplastados, se precipitó hacia los indígenas en retirada
79.
era como cualquier hombre de la tribu y, no obstante, estaba dotado de una fuerza diez veces superior a la de cualquier miembro de la tribu y capaz de enfrentarse a cuerpo limpio con los más feroces pobladores de la jungla salvaje
80.
Dominados por el ansia fugitiva, muchos de los negros se lanzaron a escalar la empalizada, mientras otros quitaban los barrotes de las puertas y corrían como locos a través del claro hacia la jungla
81.
Clayton y monsieur Thuran iban casi desnudos, destrozadas sus ropas por los arbustos y matorrales espinosos y la enmarañada vegetación de la jungla, a tra-
82.
–La jungla misteriosa -musitó entre dientes-
83.
La terrible jungla
84.
El inglés había sacado el grueso venablo del cuerpo del león, así que cuando por la mañana salió de caza y se aventuró por la jungla, la sensación de seguridad que le animaba era infinitamente mayor que en ninguna otra ocasión desde que arribaron a aquella costa salvaje
85.
Un bosque semejante, una jungla así pudo haber existido allí mismo al principio de los tiempos, en una época desaparecida siglos y siglos antes de que Dios sembrase la vida sobre la Tierra, cuando los sonidos eran algo inexistente, ya que tampoco había oídos para escucharlos
86.
Y lo mismo era válido para todos los habitantes de la jungla, salvo para los gomanganis
87.
Todos los animales de la jungla eran crueles, pero la crueldad de los negros era de un género distinto
88.
Así creció la fama, la influencia y la autoridad de éste en los misteriosos espacios de la jungla por los que circulaba, erigido en el más poderoso de los animales gracias a su inteligencia humana, que regía sus gigantescos músculos y su valor intachable
89.
La selva estaba empapada, la jungla echaba vapor
90.
Desde que había nacido estaba acostumbrado a las incomodidades, pues la jungla no es un lugar confortable
91.
Jane respiraba los olores de la humeante jungla con gran placer
92.
Las limitaciones de la sociedad ordenada, la capa de civilización, desaparecieron y la dejaron libre, y percibió esta nueva libertad con una alegría que no había sentido desde que había dejado la jungla para volver a Londres
93.
Con la mente parcialmente ocupada con estos pensamientos, avanzó por la terraza inferior de la jungla, pues tan espesa era la vegetación del suelo que se había mantenido en las ramas inferiores de los árboles para avanzar con más facilidad
94.
Como no se atrevía a entrar de nuevo en la aldea, y le aterraba la idea de estar solo en aquella región extraña, Nkima huyó por la jungla en dirección a casa
95.
La paciencia es la cualidad más importante del cazador de la jungla, y ella había aprendido a tenerla de Tarzán y por su propia experiencia
96.
Durante una hora exploró la jungla y los bosquecillos hasta que, al fin, Usha, el viento, le hizo llegar el rastro de olor de Ydeni, y cuando al fin lo notó, Tarzán se quedó perplejo, pues el kavuru se dirigía hacia el sur
97.
Ydeni atrajo a la muchacha cada vez más hacia el interior de la jungla, deteniéndose al fin en una rama gruesa
98.
Los diez se movían en silencio por un sinuoso sendero de la jungla; no había canciones ni risas, y cuando hablaban, cosa que hacían raras veces, su tono era bajo, pues se hallaban en una región que les era extraña Avanzaban con cautela, con todos los sentidos alerta
99.
Entonces, resaltando en los ruidos apagados de la jungla, oyeron el excitado parloteo de un mono por encima de sus cabezas, y un instante después descendió por los árboles una pequeña figura que les era familiar
100.
Y así fue cuando con el pequeño Nkima aún a la cabeza, al salir de la jungla y penetrar en un claro, tropezaron con la visión de un grupo de mujeres que trabajaban en los campos ante la aldea de Udalo, jefe de los bukena