1.
El labrador Toribio viene ásu casa, y cuenta que ha plantado un olivo; su mujer Águeda calcula,que, dentro de seis ó siete años producirá el árbol de cuatro á cincocelemines de aceitunas, y que con sus productos podrán plantar unolivar; ella, pues, recogerá las aceitunas, su marido las llevará almercado en un asno, y Mencigüela las venderá
2.
Don Quijote, al reconocerlo, les contó a todos el episodio que le sucedió recién armado caballero con él y el labrador, recalcando la importancia de que hubiera caballeros andantes en el mundo para que desficieran los tuertos y agravios que en él se hacen por los muchos insolentes y malos hombres que lo habitan
3.
Terminó don Quijote diciéndole a Andrés que les contara a todos sobre la veracidad del relato y sobre la obediencia mostrada por el labrador en su dictamen y mandamiento impuesto por él
4.
semejante a la de una supernova, su imaginación enturbiará la vista del labrador de tal manera
5.
Los cafetales y, en particular, las haciendas cafetaleras, se valorizaron enormemente, lo que provocó que: a) el productor de café, merced a su valori-zada fortuna fundiaria, se encontrara mejor dotado para competir por el crédito disponible; y b) el labrador con tierra insuficiente lograra, mediante la especialización en la producción cafetalera, valorizar igual o más su pertenencia que el agricultor que, aunque poseía una finca grande, la destinaba a pastos y a la producción de subsistencia
6.
mico era un campesinado diferenciado, perpetuaba una situación en la que el labrador, que no disponía de suficiente tierra, se convertía en un vendedor potencial de fuerza de trabajo, y el productor, con más terreno del necesario para su subsistencia, se tornaba en un comprador eventual de es-ta mercancía
7.
El labrador se hallaba comprometido con el cambio económico y tal compromiso condenó su esfuerzo al fracaso
8.
» Ayer hablaba de un labrador que descuida sus tierraspor alquilar sus mulas por tres reales diarios; hoy veo a estas gentesque huyen de la compostura de una prensa, y en cambio dejan fermentar laaceituna y pierden en la pasta comprimida una parte del jugo
9.
¡delabradores! ¿Es para usted el labrador el estado perfectoá que puede llegar el hombre en su evolucion? ¿O es quequiere usted la ciencia para sí y el trabajo para losdemás?
10.
El disfraz de labrador era un pretexto para toda clase de expansionesbrutales; y acompañados
11.
Pissa los buenos vinos el labrador terçero,
12.
De suerte que cuando el labrador le
13.
a un labrador su heredad, e ellabrador fuesse querellar al
14.
acomodarse de todo, y de un escudero, haciendo cuenta de recebira un labrador vecino suyo, que
15.
Siguióle el labrador
16.
suspiros que los ponía en el cielo; de modo que de nuevo obligó a queel labrador le preguntase le
17.
De suerte que, cuando el labrador le volvió apreguntar que cómo
18.
A esto respondió el labrador:
19.
En estas pláticas y en otras semejantes, llegaron al lugar a la hora queanochecía, pero el labrador
20.
Todo esto estaban oyendo el labrador y don Quijote, con que acabó deentender el labrador la
21.
— «Digo, pues, señor mío de mi alma —dijo el cabrero—, que en nuestra aldeahubo un labrador
22.
que el que parecía labrador eramujer, y delicada, y aun la más hermosa que hasta entonces los
23.
todos estos contornos; en la cual había un labrador muyhonrado, y tanto, que, aunque es anexo al
24.
Llegó, en esto, el labrador, a quien don Quijote preguntó:
25.
sirviendo a un labrador rico en la labranza del campo; en esacasa frontera viven el cura y el
26.
caballeroandante que el que sirve a un labrador; que, en resolución, los queservimos a
27.
que el labrador latomase, porque en su casa se había de hacer lo que él mandase; pero ellabrador,
28.
buen varón; y así, yo doy por sentencia que el sastrepierda las hechuras, y el labrador el paño, y
29.
— Aquí está un labrador negociante que quiere hablar a Vuestra Señoría en unnegocio, según él
30.
Y, en esto, entró el labrador, que era de muy buena presencia, y de milleguas se le echaba de ver
31.
— Humíllome, pues, a su presencia —dijo el labrador
32.
Dejamos al gran gobernador enojado y mohíno con el labrador pintor ysocarrón, el cual,
33.
uno de sus escuderos, que, mudandoel traje de bandolero en el de un labrador, entró en
34.
todo sobre unmacho, a quien guiaba un labrador, y no Tomé Cecial, su antiguo escudero,porque
35.
vecino de enfrente, o por lanoche en que se prendió fuego el cortijo del labrador con quien se
36.
constantemente por eltrabajo del labrador, se esterilizaría bien pronto si las rocas de lamontaña, trituradas y tamizadas por la corriente, no se extendieran encapas renovadoras y fecundas sobre los campos de la ribera
37.
Que el labrador cansado
38.
era un joven rubioafeminado, con traje de labrador en día de
39.
que por suaspecto representaban la transición entre el labrador y
40.
labrador, no le hacía gracia ninguna
41.
La vida de Pedroantes era la de un labrador bien
42.
en absoluto; el marido de la tía Simonatiene, para labrador,
43.
Todos están más locuaces que antes, y hasta el viejo labrador hadesarrugado su habitual entrecejo
44.
ama de llaves, fuertes calores para el siguientedía; de tiempo en tiempo el canto monótono del labrador que
45.
en una escala muy reducida: un labrador colinda con otro,y los aperos de la labranza y
46.
No quisiera entrar el labrador; pero hízole fuerza el portugués
47.
En el mes de Febrero se le resquebrajó el horno al honrado labrador deCanzana, por
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independenciaenfurruñada del pequeño labrador que tiene la
49.
El labrador trabajaba paraél, y si el campo tenía un
50.
Guardia Civil, que tiene su puesto en lacalle del Labrador,
51.
puesto de la calle del Labrador
52.
Comía y bebía como un labrador en día de boda, y hacía gala
53.
casado con un pariente labrador; sumadre estaba tullida y enferma
54.
Había en el pueblo otra joven de la misma edad é idéntico carácter,llamada Ana, hija de un rico labrador
55.
Don Modesto Guerrero era hijo de un honrado labrador, que
56.
tiempo de la recolección, un labrador le enviaba trigo,otro
57.
si un labrador grueso nola hubiera ofrecido su gruesa mano y su
58.
Viendo que el clérigo y el labrador salían en ese instante de la posada,quitose con
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sencillo labrador, que hasta cuidaba de las avecillas del cielo,un juzgado y un hospital
60.
El labrador y el tratante en granos insistieron cada cual en supetición, y por último,
61.
Algún labrador o jornalero les vio salir,
62.
un pedazode tierra y hacerse labrador en su vejez
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un labrador, y de ello eran evidentes señales los montones
64.
El labrador está contento, y espera pagar la contribución, los intereses del
65.
—Por eso el modesto labrador Sancho Martín
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abre sus puertas, convirtiéndoseen piadoso pósito, seguro remedio de la propiedad y del labrador
67.
Siguióle el labrador con los ojos, y, cuando vio que había traspuesto del bosque y que ya no parecía, volvióse a su criado Andrés y díjole:
68.
Aquí pinta el autor todas las circunstancias de la casa de don Diego, pintándonos en ellas lo que contiene una casa de un caballero labrador y rico; pero al traductor desta historia le pareció pasar estas y otras semejantes menudencias en silencio, porque no venían bien con el propósito principal de la historia, la cual más tiene su fuerza en la verdad que en las frías digresiones
69.
-No son -respondió el estudiante- sino de un labrador y una labradora: él, el más rico de toda esta tierra; y ella, la más hermosa que han visto los hombres
70.
-Aquí está un labrador negociante que quiere hablar a Vuestra Señoría en un negocio, según él dice, de mucha importancia
71.
-Humíllome, pues, a su presencia -dijo el labrador
72.
Hizo de señas el maestresala al labrador que se saliese de la sala, el cual lo hizo cabizbajo y, al parecer, temeroso de que el gobernador no ejecutase su cólera, que el bellacón supo hacer muy bien su oficio
73.
En resolución: de esta mi muchacha se enamoró un hijo de un labrador riquísimo que está en una aldea del duque mi señor, no muy lejos de aquí
74.
En efecto, no sé cómo ni cómo no, ellos se juntaron, y, debajo de la palabra de ser su esposo, burló a mi hija, y no se la quiere cumplir; y, aunque el duque mi señor lo sabe, porque yo me he quejado a él, no una, sino muchas veces, y pedídole mande que el tal labrador se case con
75.
Dejamos al gran gobernador enojado y mohíno con el labrador pintor y socarrón, el cual, industriado del mayordomo, y el mayordomo del duque, se burlaban de Sancho; pero él se las tenía tiesas a todos, maguera tonto, bronco y rollizo, y dijo a los que con él estaban, y al doctor Pedro Recio, que, como se acabó el secreto de la carta del duque, había vuelto a entrar en la sala:
76.
Cuando llegaba a ellos don Quijote, un labrador alzó la voz diciendo:
77.
El fundador de la familia fue un pobre labrador de Campania, cuyo hijo intentó encontrar en la carrera militar su propio ascenso social, pero cayó en el Danubio frente a los vándalos
78.
Abajo, esas masas sombrías, esos fragmentos de noche dislocados y filosos, eran la Cabilia, la parte salvaje y sangrienta de ese país, durante mucho tiempo salvaje y sangriento, hacia el cual cien años atrás los obreros del 48, amontonados en una fragata con ruedas, «Le Labrador», decía el viejo doctor, «así se llamaba, imagínese, Le Labrador, para ir hacia los mosquitos y el sol», Le Labrador en todo caso se afanaba con todas sus palas, removiendo el agua helada que el mistral agitaba como una tempestad, los puentes barridos durante cinco días y cinco noches por un viento polar, y los conquistadores en el fondo de las calas, sintiéndose mal hasta reventar, vomitando unos sobre otros, deseando morir, hasta entrar en el puerto de Bône, con toda su población aguardando en los muelles para recibir con música a los aventureros verdosos que venían de tan lejos, que habían abandonado la capital de Europa con mujeres, niños y muebles para aterrizar tambaleándose, al cabo de cinco semanas de errancia, en esa tierra de lejanías azuladas, cuyo olor extraño, hecho de estiércol, especias y [ ][118] descubrían con inquietud
79.
También hoy era domingo, pero los servicios psicológicos del ejército habían instalado altavoces en el quiosco, la multitud era en su mayoría árabe, pero no daba vueltas alrededor de la plaza, estaba inmóvil y escuchaba la música árabe que alternaba con los discursos, y los franceses perdidos en la multitud se parecían todos, tenían el mismo aire sombrío y volcado hacia el futuro, como los que antaño habían llegado a Le Labrador, o los que habían aterrizado en otros lugares en las mismas condiciones, con los mismos sufrimientos, huyendo de la miseria o de la persecución, para encontrar el dolor y la piedra
80.
Porque eso era lo que su padre tenía en común con los hombres del Labrador
81.
En aquel momento un labrador negro saltó hacia mí, se subió a medias en el muro y me empujó el costado con la cabeza
82.
Efectivamente, diez minutos después los tres amigos ocupaban sus lugares en un compartimiento del tren del Labrador, en dirección al cabo Wolstenholme, en el estrecho del Hudson, y partían a una velocidad de doscientos kilómetros por hora
83.
Mientras pasaba el tiempo, el tren corría dentro del tubo de acero a una velocidad asombrosa, atravesando los gélidos territorios del Labrador
84.
Por fin les llegó un labrador blancuzco con ojos como uvas y más listo que la mayoría de los humanos
85.
¡Santo Dios! Parece que esta corbata la haya anudado un labrador
86.
Un viejo perro labrador los seguía con paso cansino
87.
Después del almuerzo, siguieron los trabajos de tala, y el rico labrador los dirigía como si fuera una fiesta
88.
escritura por la fuerza y la paz que da la vida del campo, y que un labrador inteligente es el primero de los sabios, que con el arado escribe en la tierra el gran libro de la felicidad humana
89.
Mala es hoy la condición del labrador rico, agobiado de contribuciones y gabelas, y expuesto a que se lo coman, al menor descuido, los viles usureros; pero la del labrador pobre, que apenas saca para el sostén de su familia y animales, es mucho peor, como que vive de milagro; y nada quiero deciros de los que no poseyendo más que sus cuerpos se atienen a un jornal, cuando lo hay, que estos son como esclavos propiamente»
90.
Vicente para sus diligencias de ganadero y labrador, y quedó Lucila compartiendo su tiempo entre las lecciones y el [242] corte y hechuras de su nueva provisión de ropa
91.
Sabedor ya de que le tendría por suegro el rico labrador de la Villa del Prado, casi bailaba de contento por la feliz y casi milagrosa colocación de su querida hija; pero a él no le petaba el vivir a lo parásito, yedra pegada al tronco de un yerno; gustaba de la independencia, y no había de parar hasta establecerse
92.
¡Qué sería de la infancia rica sin tanto menoscabo y deshonor de muchachas pobres! Y si las criaturas ganan al cambiar el esquilmado pecho de sus madres por el exuberante de las nodrizas, también éstas salen gananciosas, porque se desasnan, se civilizan, y al concluir llevan al pueblo sus ahorros, y encuentran un labrador honrado que se casa con ellas
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Eran seis cachorros amarillos de raza labrador, acurrucados junto a su madre
94.
Mientras Tad enumeraba las excelencias de un labrador de pelaje negro, Beau se detuvo frente a un perro grande de color pardo, que lo miró con curiosidad
95.
Tras consultar el mapa de la revista de la compañía aérea, se enteró que estaban pasando sobre la península del Labrador rumbo al aeropuerto Logan de Boston
96.
¿Qué? ¿Un labrador beige?