Usar "merecedor" en una oración
merecedor oraciones de ejemplo
merecedor
1. Por esta última razón no incurría en la humildad deconfesarse indigno de tal joya, pues su amor propio iba siempre pordelante de todo, y teníase por merecedor de cuantos bienes disfrutaba opudiera disfrutar en este bajo mundo
2. »Tú no eras merecedor de la felicidad
3. tiempo; y sial cabo le consideras merecedor de tu mano, se la
4. deaquel rasgo, merecedor de los mayores encomios, el
5. inaguantable, mientras el otroera el pobre obrero, merecedor de protección
6. Plutarco escribió: “No se sigue necesariamente que si la obra te encanta con su gracia, el que la hizo sea merecedor de aprecio”
7. Cuipernam no era la única ciudad de Ansion, y Soergg el hutt no era el único bossban merecedor de los inigualables talentos del consejero
8. -Que si el partido fernandista representara la Inquisición montada a la antigua, la amortización y el Gobierno absoluto, sería el partido de la barbarie, merecedor de que todos sus hombres fueran tenidos por locos o por imbéciles
9. Entonces el rey eligió una celda completamente aislada del palacio, en la cual no puso más muebles que la colodra de cobre, y se encerró allí para entregarse a la meditación y al ayuno y hacerse merecedor de los cuerpos de aquellas jóvenes
10. Oí decir en los corrillos que el autor de todo el fregado era Gómez, y que a él debía la patria regenerada mayor servicio que al Higinio; pero que este sabía ponerse en lugar más visible, y apropiarse los plácemes y obsequios de que el otro era merecedor
11. Richter contempló a través de la pared de cristal el complejo minero, deseoso de ser merecedor de una instalación tan sorprendente como aquélla
12. Beltrán, poniendo suavemente su mano en la rodilla de la santa-, que el hombre en cuyo corazón has encendido fuego de amor tan grande, es merecedor de tu cariño
13. El señor Birotteau, herido en el encuentro de San Roque, el 13 de vendimiario, y uno de los jueces consulares más apreciado, es doblemente merecedor de esa distinción
14. Birotteau ha sido en esta circunstancia digno de la consideración a la que se hizo merecedor por su actuación en el Concejo Municipal, pues era entonces teniente de alcalde del segundo distrito y acababa de ser condecorado con la cruz de la Legión de Honor, concedida tanto por su devoción a la monarquía, luchando en el mes de vendimiario en las calzadas de San Roque, que se tiñeron de sangre, como por haber sido un juez consular estimado por sus opiniones y querido por su espíritu conciliador, y por haber renunciado a los honores de la alcaldía de París, indicando para ese cargo a otro más digno, al honorable barón de La Billardiére, uno de los nobles vandeanos a quien conoció y apreció en los malos tiempos
15. El placer sensual de la banalidad era un tema merecedor de las más hondas indagaciones
16. Siempre que tuvieran un trono merecedor de tal lealtad
17. Cabe dudar de que la estupidez sea un delito merecedor de la muerte
18. Aun así, el injusto juicio al que fue sometido y su innegable aportación al avance médico gracias a su descubrimiento sobre la circulación sanguínea pulmonar le hacen merecedor de un lugar de privilegio en la galería de personajes ilustres de la humanidad
19. Si existía un hombre merecedor de la muerte, ese hombre era Rokoff
20. Como es miembro de una de las otras cuatro clases y también un korgan, resulta un oficial merecedor del titulo
21. –¿Quién es el individuo merecedor del castigo?
22. Hans no se creía merecedor del colchón de Max
23. Sí, me río porque a veces la locura de nuestro joven cónsul me conmueve tanto que hasta me hace gracia: con su estrategia un día este joven se hará merecedor de un triunfo, no lo dudo, sólo los dioses saben qué ciudades conquistará para merecerlo, pero lo gracioso es que para cuando nuestro victorioso general regrese a Roma sólo encontrará ruinas y cadáveres ante los que desfilar, pues todos los enemigos que le hubieran sobrepasado ya habrían llegado hasta aquí para hacernos pagar con nuestra sangre y nuestro sufrimiento su osadía y altanería
24. Y es que, si bien los senadores de la embajada venían predispuestos a condenar las actividades de Escipión en Sicilia y su intervención en Locri, para la mayoría de los oficiales de las legiones y la marina de Roma, así como para la totalidad de los legionarios, Publio Cornelio Escipión no era alguien a quien se debiera condenar, sino alguien merecedor de la mayor de las admiraciones: era un general que había derrotado a los cartagineses en repetidas batallas en Hispania, que los había sacado de la península ibérica y que había conquistado infinidad de ciudades en aquella región, empezando por la inexpugnable Cartago Nova, la capital púnica en aquel país; y no sólo eso, sino que era el único general que insistía una y otra vez en querer llevar la guerra a África y así devolver con la misma moneda los ataques y miserias que Aníbal diseminaba por Italia
25. —Confío en que el entretenimiento que se ofrezca sea merecedor de este recinto y del triunfo que he celebrado —dijo el emperador mirando al editor de los juegos y al lanista del Ludus Magnus
26. Sus propias leyes tribales podían llegar a ser tan distintas como para resultar merecedor de la pena de muerte en un lugar lo que en el otro no pasaría de ser una curiosidad apenas digna de atención, pero la Norma Común les permitía dejar a un lado sus diferencias (sólo de forma aparente, pero al fin y al cabo eso son las leyes que rigen una sociedad: apariencias sin las que no se puede sobrevivir) y convivir juntos, al menos durante un tiempo
27. Y eso mismo le había sucedido a Hanna en su solitaria y larga caminata por aquel paraje, hasta el punto de que vino a percatarse de la proximidad de una de las máquinas extractoras cuando la rueda excavadora estuvo a punto de atraparlo y empujarlo dentro del tamiz; sólo un salto casi merecedor de un récord logró evitar que fuera sometido a ese proceso industrial
28. Tanto así que llevamos con nosotros al Gioco, un perro al que la estirpe completa considera merecedor de cuanto derecho humano defiendan las comisiones y estén asentadas en las leyes de todo buen hogar
29. Pese a que mi sucesor no queda comprometido en sentido alguno por esta solicitud, rezo por que él también opine que Yin Daoming es merecedor de un lugar en su corazón
30. Miles miró a su prisionero con la boca abierta, estimando la descarada apreciación a que se había hecho merecedor
31. Pensaba que el hecho de que las cincuenta chicas de un colegio mayor estuvieran todas en clase era algo tan raro que lo hacía merecedor de un titular de periódico
32. [37] Durante el año anterior, Dencàs había ocupado el cargo de consejero de sanidad y asistencia social de forma bastante efectiva, y se hizo merecedor de reconocimiento por los logros del gobierno en materia de servicios sanitarios
33. Otto era merecedor de algo más
34. Una elegante secuencia de movimientos que le había hecho merecedor de respeto en todos los duelos de carneros
35. —Sólo si es merecedor ante Dios, y entonces su estado sólo está limitado por el cielo
36. —He dicho quién vive —insistió el guardia, con una mezcla de obstinación y estupidez suicida que lo hacían merecedor de una promoción temprana
37. El Polychrest no podía haber elegido un momento mejor para hundirse; nada le habría hecho merecedor de más alabanzas
38. a la evacuación, se había comportado en una forma que le habría hecho merecedor de la investidura de caballero y habría proporcionado a Henry un premio escolar por una novela titulada Con Convay en Baskul, por que haberse puesto al Frente de varios millares de hombres, mujeres y niños, proporcionarles cobijo en el reducido edificio del consulado y protegerles contra los innumerables peligros que ofrecece una revolución a
39. Y es que, si bien los senadores de la embajada venían predispuestos a condenar las activides de Escipión en Sicilia y su intervención en Locri, para la mayoría de los oficiales de las legiones y la marina de Roma, así como para la totalidad de los legionarios, Publio Cornelio Escipión no era alguien a quien se debiera condenar, sino alguien merecedor de la mayor de las admiraciones: era un general que había derrotado a los cartagineses en repetidas batallas en Hispania, que los había sacado de la península ibérica y que había conquistado infinidad de ciudades en aquella región, empezando por la inexpugnable Cartago Nova, la capital púnica en aquel país; y no sólo eso, sino que era el único general que insistía una y otra vez en querer llevar la guerra a África y así devolver con la misma moneda los ataques y miserias que Aníbal diseminaba por Italia
40. -He dicho quién vive -insistió el guardia, con una mezcla de obstinación y estupidez suicida que lo hacían merecedor de una promoción temprana
41. Pensaba en la gloria de Aquiles que se había hecho merecedor del canto de Homero, en el arreciar de la batalla y en el entrechocar de las armas, mas no conseguía comprender cómo podría todo esto convivir en su ánimo con el pensamiento de Aristóteles, las imágenes de Lisipo, los cármenes de Alceo y de Safo
42. Alejandro fue recibido en Atenas como un huésped merecedor de gran respeto y tratado con todos los honores
43. —¿Quién es el individuo merecedor del castigo?
44. Acogida en verdad de que era merecedor; tan felices eran por su visita en el cortijo de Chipogán
45. Los tribunales pueden imponer castigo hasta por una palabra ofensiva y el que golpea a un hombre, sea éste ciudadano, extranjero o esclavo, se hace merecedor de las más severas penas legales
46. Pero el hombre a quien los votos de su pueblo reconocen como excepcional y merecedor del poder parece buen blanco para la crítica
47. Un pueblo así sólo es merecedor de ser calificado de montón de imbéciles benevolentes dirigido por unos truhanes
48. ¡Eres digno de todo el amor que necesitas ahora! ¡Eres merecedor del dinero que necesitas ahora! Estás llamado a trabajar por la alegría que te produce
49. al menos, esa era la deducción de Goru, y explicó con mucho detalle que ningún ser mortal era merecedor de verdadera adoración, por maligno o poderoso que pudiera ser
50. La imagen era lisa y llanamente un acto de lesa majestad, porque insinuar siquiera que el antepasado del emperador podía haber caído en el infierno era un delito merecedor de la pena de muerte, por contener la insinuación de que Su Majestad podía seguir sus pasos, pero cuando Akbar vio la pintura, se limitó a reír y decir: «El infierno se me antoja un lugar mucho más grato que todo ese aburrimiento de los ángeles al lado de Dios»