Usar "platero" en una oración
platero oraciones de ejemplo
platero
1. La idea deHong Kong despertó en su mente un recuerdo, una historia defrontales, ciriales y candelabros de plata pura que la piedad de losfieles había regalado á cierta iglesia; los frailes,contaba un platero, habían mandado hacer en Hong Kong otrosfrontales, ciriales y candelabros enteramente iguales, pero de plataRuolz, con que sustituyeron los verdaderos que mandaron acuñar yconvertir en pesos mejicanos
2. —San Pascual Bailon es un gran santo, dijohipócritamente en voz alta el platero, guiñando álos otros; san Pascual Bailon
3. habían salido de casapara blanquearlos el platero; donde estaban era naciendo compañía a
4. El platero llevó al momento las joyas á la duquesa
5. Pepe y varioscubiertos de plata se malvendieron a un platero de
6. Ana Cortés, mujer de Juan Odon Piña, platero, como los anteriores
7. Miguel Piña, platero, como los anteriores
8. Leonor Piña, mujer de Miguel Piña, platero, como los anteriores
9. Leonor Valls, mujer de Juan Picó, platero, como los anteriores
10. Juan Miró, platero, como los anteriores
11. reconciliado en estátua, platero, como los anteriores
12. cual el platero, cuando no estaba en el negocio, veía todo lo
13. Una mañana el platero tomaba su desayuno, cuando de repente
14. 24 Porque un platero, llamado Demetrio, el cual hacia de plata templecillos
15. 24 Porque un platero, llamado Demetrio, el cual hacia de plata templos de
16. Huamanga, queejercía en Lima el oficio de platero
17. Turbóse el platero, y no tardó en despedirse
18. Viven aún personas que conocieron y trataron al platero, a
19. —No; hágame ensillar el Platero
20. Platero, redomón que loera aún y que podía dar una sorpresa;
21. Platero, mientras lotenía sujeto por una oreja
22. Este había puesto el pie en el estribo, pero el Platero giraba
23. en elrecado y dando un formidable rebencazo al Platero, que
24. vendaval que el Platero producía
25. Entretanto el Platero había disminuido sus impulsos y
26. Se los encargó a un platero de Nueva York
27. Es el diálogo del poeta con su amada, que releído ahora me recuerda en algunos momentos las paseatas líricas de Juan Ramón con su Platero
28. —Justo es —dijo el platero
29. —Aquí —dijo el platero
30. Durante este tiempo el platero hacía brillar la joya a la luz de la lámpara, y el diamante arrojaba resplandores que le hacían olvidar los que, precursores de la tempestad, comenzaban a inflamar las ventanas
31. —Gracias —dijo el platero
32. Cuando el platero entró en la casa, echó una mirada interrogadora a su alrededor, pero nada parecía inspirarle sospechas
33. —¡Oh!, tanto peor para los que estén fuera —dijo el platero sentándose a la mesa
34. El señor feudal obtuvo el dinero para adquirir el caballo vendiendo la reliquia de oro a un platero del lugar, pero el primer día que lo montó el animal se encabritó, lo arrojó ante el portal de la iglesia y lo desnucó
35. El platero, que hasta entonces había sido rico y tenía un negocio próspero, se arruinó por una serie de acontecimientos inexplicables y cayó en poder de un prestamista judío habitante del castillo
36. El infortunado platero, cuya única perspectiva era la de morir de hambre, se colgó de un manzano
37. La bonita cifra de 30 pesos de sobresueldo extra no resulta mal botín para una sola mañana: 100 reales de un quincallero de la calle de la Pelota por alojar y emplear —para todo, aseguran maliciosos los vecinos— a una sirvienta viuda y emigrada sin papeles en regla, y otros 500 de un platero de la calle de la Novena, receptador contumaz de objetos robados, al que Tizón dio a elegir, sin rodeos, entre esa cantidad puesta directamente en su bolsillo y la ingrata alternativa de 9
38. LA PLATERA de Castellón murió, hace años, de un cáncer en la matriz; EL PLATERO se casó, en justas nupcias, con MARIETA
39. –¡Qué gracioso! – se burló el platero
40. Al día siguiente, mientras despuntaba el sol, una procesión, encabezada por los lanceros de Epumer los de Ramón Cabral (el Platero) y Baigorrita, lo escoltó a su última morada, junto a la sepultura de Uchaimañe
41. Epumer le habló del cacique Ramón Cabral, más conocido como el Platero, que había entregado sus tierras a los huincas para establecerse donde el gobierno nacional le indicó
42. –Dos onzas y media -dijo el platero en voz alta, pero luego, bajando la voz, añadió, insinuantemente-: Pero si compras los aretes para tu buena esposa, ¿por qué no le añades un par de sortijas? Aquí tienes dos que hacen juego con los aretes
43. El platero apresuróse a añadir las sortijas, complacido por una venta tan buena
44. Uno llevaba consigo al platero, el otro, al cabo
45. Sassa les acompañaba de buen grado, no, con orgullo, y sus contactos familiares les guiaron a través de las complejidades de las instalaciones de un fabricante de ladrillos, un platero, un guarnicionero, tres tipos de molinos, una alfarera bajo cuya tutela Fawn modeló una vasija sencilla, embarrándose alegremente, y una repetición de la visita a la fábrica de cristal del propio Sassa, ya que Dag se lo había perdido la vez anterior, metido hasta la cintura en un pantano
46. –Un platero de Alemania
47. Para empezar, el padre de la muchacha tenía bastante interés en que se formalizase la cuestión; no se le pasaba por alto el hecho de que Lise había puesto los ojos en el corredor, en serio, y el platero no estaba dispuesto a permitir que el francés se escapara
48. Pasamos de la tienda de bolsos a la de un platero
49. Pero habían pasado ya varios días desde aquello y sólo di con unas pocas líneas bajo el título: «Ninguna luz sobre el asesinato del platero»
50. El platero, como habían contado los periódicos, se relacionaba, a menudo en secreto y por motivos inconfesables, con personas de todas clases y condiciones