1.
María no hizo caso, pero al regreso relató a sus patrones, los señores de Torresano, lo ocurrido, y todos compartieron la admiración por el prodigio de oír hablar a la niña que, como ya se dijo, era sordomuda
2.
Pero siendolo que refirió el sobrino un prodigio de capacidad intelectual, laseñora no las tenía todas consigo respecto al estado de aquella cabeza
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un prodigio nuevo: toda su alma la tenian pendiente de lalengua, atenta en los oidos, y brillándoles en los
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—En suma, mi hija es un prodigio
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—¡Oh, qué hermosura! ¡Esto es un prodigio de la
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apariciónseñalábase cual un espantoso prodigio que Dios, en su
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, es paraSchopenhauer un prodigio, y en todos los tratados de Gracián rebosa
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lamencionada escuadra, que por un prodigio de imaginación han traído
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prodigio su hermana muerta expresara los sentimientosque lo
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pero su presencia renovó el prodigio: laangustia y el miedo, y
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Quedaronadmirados de tan gran prodigio, y sintieron en sus corazones grandesafectos de piedad y religion, con que les creció el ánimo, y tuvieronpor cierta la victoria, pues con tan claras señales el cielo lesfavorecia
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Es un prodigio de actividad; sufre accesos nerviosos en que la vidapredomina tanto,
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—¡Pero ese hombre es un prodigio entonces!
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Un estraño prodigio y gran estrago
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convecina de Dios y flotar en pleno prodigio, entre el vuelocuasi visible de los
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—¡Este mozalbete es un prodigio! exclamó el arquero mirándole conadmiración
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pareja manifestó su admiración anteaquel prodigio de fuerza, mientras Tristán se
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obraba este prodigio, y el hábito decompartir todo el contingente de la vida, así en lo
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esperando la aparición de un prodigio
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gran prodigio de un siervo de Dios paraburlar sobre
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La posesión del dinero realizó el prodigio decambiar las ideas de
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eresun prodigio de conservación, ja, ja
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ligereza y gracia en la conversación, que mirabacomo prodigio
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pareciéndoles un prodigio de la gracia en unanación tan soberbia
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prodigio que de supromesa, se alistaron en el número de los
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En blanco estaba el papel que envolvía los billetes,los cuales, ¡oh prodigio!,
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Es un prodigio de inocenciay de
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; el prodigio asombroso de hacerde la inmoralidad una
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Es una cosa que raya en prodigio eltalento con que está dispuesta esta sociedad, para que el
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Tal vez laeducacion de la experiencia, un prodigio del estudio y del arte,modifique
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un sábio, áun santo, á un apóstol, á un héroe, á un poeta; es decir, á un prodigio
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Esto es un prodigio, un milagro; pero la
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De tan grande prodigio, y diera un dedo
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La Santa Capilla, tocando con el Palacio de Justicia, es un prodigio de arte: de formas airosas y orientales, de pureza de líneas, de severidad arquitectural
35.
Un portentoso prodigio del Tintoreto, dando frente al cuadro de la Asuncion
36.
Forman una única masa que recuerda a una babosa, y entonces surge el prodigio
37.
La frialdad de la segur ponía el prodigio en la yema de nuestros dedos
38.
Su tono fue el del padre que va a exhibir a un niño prodigio
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La estrategia que ideó para conseguirlo fue un prodigio de precisión y de trapacería: mientras desde la presidencia de las Cortes Fernández Miranda ponía palos en las ruedas a los detractores de la ley, su presentación y defensa se encargaban a Miguel Primo de Rivera, sobrino del fundador de Falange y miembro del Consejo del Reino, que pediría el voto a favor «desde el emocionado recuerdo a Franco»; en las semanas previas a la reunión del pleno, Suárez, sus ministros y altos cargos de su gobierno, tras repartirse a los procuradores contrarios o renuentes a su proyecto, desayunaron, tomaron el aperitivo, almorzaron y cenaron con ellos, halagándolos con promesas pletóricas y enredándolos en trampas para incautos; sólo en unos pocos casos hubo que recurrir sin disimulo a la amenaza, pero a un grupo de procuradores sindicales no quedó más remedio que embarcarlos en un crucero por el Caribe rumbo a Panamá
40.
Ante semejante prodigio, los incas creyeron que se trataba del hijo del Sol, un dios al que debían respetar y obedecer, por lo que se apresuraron a fundar la capital de lo que habría de ser su reino, el «Ombligo del Universo»: el Cuzco
41.
Se le atribuye el prodigio de haber hecho florecer peonías en pleno invierno
42.
Enterados de este prodigio, los campesinos de la región tomaron por costumbre asomarse a la rajadura y, al poco tiempo, aquel paraje solitario se convirtió en una verdadera asamblea de rústicos clarividentes
43.
¿Era la influencia del frío o el aislamiento lo que había logrado ese prodigio en aquellos cerebros exaltados? Probablemente las dos cosas juntas
44.
Los blancos son un prodigio de aflicción, el Sofia
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Se corrió de inmediato la voz del prodigio y los visitantes aumentaron en forma alarmante, seguros de obtener curaciones durante el trance
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Incrédulos ante aquel prodigio, los soldados desmontaron deprisa y se abalanzaron sobre los amarillos peñascos, mientras Valdivia, tan asombrado como sus hombres, intentaba impartir orden
47.
Era en sus modales lento [141] y acompasado; su movilidad tenía límites fijos como la de una máquina, y si el método puede llegar a establecerse de un modo perfecto en los actos del organismo humano, Juan de Dios había realizado este prodigio
48.
Careciendo de fuerza propia y de sostén extraño, hubiera sido un prodigio que la gallarda flor se mantuviera derecha
49.
Es un prodigio de inocencia y de lealtad
50.
—¿Y qué es lo que le importa? —insistió Varrón, fascinado por el prodigio de que un Pompeyo profundizase más que él
51.
En el trinquete era un prodigio; en el trabajo del hierro no tenía igual
52.
¿Cómo iba a retener en Arpinum a semejante prodigio? ¡Ni hablar! Hasta el nacimiento de Cicerón, el único hombre famoso de Arpinum había sido Cayo Mario, y los Tulios Cicerones se consideraban por encima de los Marios porque éstos no eran tan inteligentes
53.
Y hombre hubo además que, creyendo hablar vascuence, resultaba expresándose en lengua tudesca o polaca, cosa en verdad inaudita, prodigio sublime con que el Señor justiciero anonadó a los enemigos de su causa
54.
En una y otra eminencia, el Moro y el Mazo, el vigoroso ataque subiendo era un prodigio de agilidad y serena bravura
55.
Allí estaba la ruidosa esquina entre dos calles, desprovista de todo adorno, pero que fue a mis ojos un prodigio de arquitectura de ensueño, porque sabía que en ese punto había recorrido la mitad del camino que separaba mi casa de la suya
56.
Pero al fin profesores y familia convinieron en que yo era un prodigio, con más intervención de las potencias celestes que de las demoníacas, y sólo se pensó en equilibrarme con buenas magras y un cuidado exquisito de mi nutrición
57.
Y antes que yo pudiera escudriñar la razón de aquel extraordinario prodigio, el hombre perfecto de cuerpo y rostro me cogió por el brazo o por el pescuezo, y llevándome como en vilo, me condujo a otra estancia más grande, en la cual vi dos filas de hombres membrudos y atléticos, que trabajaban en diferentes operaciones de lima, torno y pulimento de metales
58.
El ayudante no resulta un prodigio estableciendo lo que es importante y lo que no
59.
–¡Al cuerno con la personalidad! El chico es un prodigio
60.
Es posible que el debut de Jesús como mago u obrador de milagros comenzara el día que se achispó en una boda y realizó su primer prodigio, el de convertir el agua en vino
61.
La explicación del sindonólogo no puede ser más candorosa: las erróneas llagas de los estigmatizados prueban cómo «acomoda Dios su prodigio a la estimación humana» (Igartua, p
62.
Más hete aquí que los sindonólogos, tan crédulos con lo propio y tan hipercríticos con lo ajeno, no admiten la formación de esta imagen por un prodigio e insisten en que algún hábil pintor debió de ejecutarla
63.
El caballero era casualmente dueño de los terrenos donde ocurrió el prodigio y los regaló para la edificación del monasterio que hoy guarda la reliquia
64.
Aquí nuevamente se manifestó el prodigio porque la viga sacada de aquel árbol no se adaptaba a ningún vano
65.
Y de esa manera el FMN que yo me creé y creí, a quien, incluso antes de conocerle, yo había ido elaborando delicadamente a través de la transparente belleza de su música, el FMN imaginado (un prodigio de encanto y sensibilidad, además de un genio musical) que superpuse sobre el FMN real y tangible (un excelente músico -eso era cierto- pero también un tipo soso, cobarde y bastante inculto), resultó ser tan falso como la novia del rumano, quien por fin, en una de nuestras conversaciones en la cena, acabó por confesarme que nunca hubo tal novia
66.
En realidad, solamente existían dos clases de niños prodigio: los matemáticos y los músicos
67.
El milagro y el prodigio, pensó Mortati, quien a menudo deseaba que en su niñez se hubiera presentado un acontecimiento que le hubiera inyectado esa fe invencible
68.
Me veo obligado a admitir que Chloe no era un prodigio de higiene, y por lo general emitía un olor, más intenso a medida que avanzaba el día, a cachorro, como a rancio, el mismo que emiten, o que solían emitir, las cajas metálicas de galletas vacías en las tiendas…, ¿todavía venden en las tiendas galletas a granel de estas cajas metálicas grandes y redondas? Sus manos
69.
Cuando el "niño prodigio" tenía dos años asombraba por su extraordinaria inteligencia, que no parecía terrenal, y esa inteligencia mantuvo y hasta superó, al llegar a la pubertad, las promesas de su infancia
70.
«Fue preciso que Nebadon esperase millares de años para asistir al gran prodigio
71.
No tardé en averiguar que aquella agitación venia siendo habitual en Betania desde que el Maestro de Galilea realizase el prodigio de resucitar de entre los muertos a su amigo Lázaro
72.
Un tiempo más que suficiente como para que todos los judíos que sabían del fallecimiento no pudieran dudar sobre el prodigio que estaba a punto de consumar
73.
Y ahora, como el más grande prodigio de todos los tiempos, una tumba vacía
74.
No cuentas con que mi cabeza es un prodigio de claridad y raciocinio
75.
Pero siendo lo que refirió el sobrino un prodigio de capacidad intelectual, la señora no las tenía todas consigo respecto al estado de aquella cabeza
76.
El libro relata la historia de la vida del compositor, pianista y niño prodigio Franz Liszt
77.
Tomé el mortal incendio por mera coincidencia, pensé que la pared de la habitación se había derrumbado, permitiendo que se extendieran las llamas del otro lado en el mismo momento en que la cruz tocó el suelo, pero Merlín se atribuyó el prodigio
78.
Un joven prodigio del laboratorio de la marina dio con la respuesta, que al principio fue recibida con incredulidad
79.
Fue un milagro que consiguiese volver, y un prodigio aún mayor que llegase vivo
80.
Los otros clientes, los meseros, y por último la gente de la cocina con sus delantales ensangrentados, se congregaron atónitos a contemplar el prodigio
81.
En un instante llenaron el muelle, piando enloquecidos por todas las partes, y solo por ser animales de magia había muchos que seguían corriendo vivos después de ser pisoteados por la muchedumbre ajena al prodigio
82.
Tan pronto como subió al cuarto, la mañana del miércoles, se tiró boca abajo en la cama con el abrigo puesto, pensando en la criatura de prodigio que continuaba desangrándose en la acera de enfrente, y muy pronto sucumbía en un sueño tan natural que cuando despertó eran las cinco en el reloj, pero no pudo deducir si eran las cinco de la tarde o del amanecer, ni de qué día de la semana ni en qué ciudad de vidrios azotados por el viento y la lluvia
83.
Una noche no fue una alucinación sino un prodigio de la vida real
84.
y es todo el mundo un prodigio
85.
»O bien se hace el bestia y entonces es un prodigio de veracidad, o bien es un bruto de verdad… Hace ocho años que está con ellos… Si el marido es el pachón, ese Jean sería el dogo…
86.
No sé por qué prodigio imaginativo me echaba a mí las culpas de esa ausencia
87.
Y una de las copas, la de la pupila del ojo derecho, lanzó el prodigio al aire
88.
Me pregunté cuánto duraría aquel pequeño prodigio de geometría una vez que llegara la gente y si alguien más, alcanzaría a admirar ese trabajo
89.
Ya en una ocasión los dioses habían creado un prodigio, ¿por qué no en dos?
90.
Era un prodigio de ingeniería
91.
Aun en el caso de que pudiese, gracias a algún increíble prodigio de la voluntad, una vez arriba se encontraría con la araña
92.
–¿Y qué es lo que le importa? – insistió Varrón, fascinado por el prodigio de que un Pompeyo profundizase más que él
93.
El hijo que tenían era aún demasiado pequeño para haber podido abrirse camino en los fuertes afectos de Cicerón; y quizá el pequeño Marco nunca se abriera camino en el corazón de su padre, pues era de un carácter más parecido al del hermano de Cicerón, Quinto, que era impulsivo, con mucho genio, engreído y no un prodigio precisamente
94.
Estaban descubriendo el prodigio de tocarse, que no les dejaba respirar, y del que no se cansaban; estrechamente abrazados, se besaban con ardor, apasionadamente
95.
Pero incluso entonces subsistirá el prodigio de que una mera sustancia húmeda pueda crear este radiante cine interior de pensamiento, de visión, sonido y tacto conjugados en una vivida ilusión de un presente instantáneo, con un yo, otra ilusión de brillante factura, que gravita en el centro como un fantasma
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Merced a un prodigio de coordinación, la procesión de Bergon desde el palacio del marzo de Huesta llegó al pórtico del templo al mismo tiempo que la de Iselle
97.
No cayó en el vacío (vistas las inmediatas reacciones de los lectores) el hecho de recordar a la sierva de Dios Anna Caterina Emmerick, la estigmatizada cuyo proceso de beatificación está en curso y que hace 170 años habría «visto» el Sudario original escondido en Asia y la sábana de Turín como una copia de las tres obtenidas «mucho tiempo después» (¿en la Edad Media?) mediante un prodigio
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Por lo que podía recordar Obi-Wan, ninguno de los creyentes había sucumbido al lado oscuro de la Fuerza, algo que todos los historiadores Jedi consideraban como un auténtico prodigio
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En cambio, la más compleja es aquella en la que el sujeto se desdobla físicamente, es capaz de interactuar en los dos lugares donde se encuentra, y se deja ver por testigos que pueden dar fe del prodigio