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prodigioso con los trajes, edificios y mueblesbizantino-orientales que se usaban en
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Hízolo así el espantajo prodigioso, y, puesto en pie, alzó el antifaz
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prodigioso, tan lejano de los que se acostumbran á ver en latierra
4.
cargo de lascausas de mi amistad con el Mágico prodigioso
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sólo el auxilio de artesanos del país, esun esfuerzo prodigioso
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razón el padre Anselmo y era una Lucrecia cristiana, o bien sabía,con prodigioso artificio,
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Imposible contar el número prodigioso de bollos y tolondrones que
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dado un salto prodigioso y antes que desapareciese laagarró por el brazo
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siempretoda la flota del turco, en un nuevo Lepanto prodigioso, que suimaginación
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siguen en pie, peroes fácil de imaginar el prodigioso hacinamiento de peñas que, desdeaquel combate,
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los niños mientrasescuchan en la velada el relato de un cuento prodigioso
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prodigioso en niña y niño, 220 encarnación del cariño anticipado al nacer,
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prodigioso, sitúan el escenario en las fortalezas del Rhino los
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prodigioso barco, repicaban las campanas de laSeo, y los
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prodigioso, escuchando en silencio elrelato del narrador ó el
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haciendo un prodigioso esfuerzo dediplomacia para sobreponerse a su justo
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penetraba por entre los mil intersticios de aquel encaje prodigioso, y nuestra viajera se vió
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En cuanto al exterior, no tiene nada que no sea tambien prodigioso
19.
Si no hubiese libros, ni documentos escritos, pensemos qué prodigioso intervalo de tiempo serían veintitrés siglos
20.
Pero esa referencia no me había sugerido la posibilidad del espectáculo prodigioso que ahora se ampliaba a cada vuelta del camino
21.
–Habitantes de la Tierra, atención, por favor – dijo una voz, y era prodigioso
22.
Pyanfar suavizó su voz con un prodigioso esfuerzo de voluntad
23.
Después hizo conocer a otros monjes de su religión el prodigioso descubrimiento, y estos lo adoptaron enseguida, extendiéndose su uso en Europa por los peregrinos musulmanes
24.
A pesar de su novio y del prodigioso encuentro con el amor, para ella el centro del universo siguió siendo su padre
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Los fugitivos recorrieron un kilómetro de un tirón y se detuvieron ante un nogal cuyo tronco estaba cubierto de bejucos y de cobes en número prodigioso
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Los hippies, embarcados en un viaje prodigioso con callampas alucinógenas, yerba, sexo y rock, poca cuenta se daban de sus propias debilidades y de la fuerza de sus enemigos, creían que la humanidad había entrado en una etapa superior y nada volvería a ser como antes
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Según la leyenda, no se trataba sólo de una estatua, sino de un prodigioso artefacto de adivinación, que sólo podía usar el rey coronado para resolver los problemas de su reino
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Descubrió que la riqueza le producía un inmenso fastidio, porque le resultaba fácil ganarla, sin encontrar mayor aliciente para gastarla y ni siquiera el prodigioso talento para el despilfarro de su nieta lograba mermar su faltrica
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Éstos eran muy diestros en disparar el arco a los pájaros al vuelo, lanzando sus flechas al blanco con prodigioso acierto
30.
Y cuando le hubo desnudado, vió ¡oh prodigioso descubrimiento! que no estaba del todo desprovisto de lo que tenían los gigantes de su padre, por más que, en proporción, fuese aquello extremadamente diminuto
31.
¡Es prodigioso con su corazón tierno y con lo demás duro como el granito! ¡Para el cabrón y para la cabra, para el imberbe y el barbudo, siempre erguido!
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Batieron entonces los arbustos para obligarle a salir, y surgió salvajemente, embistiendo a los hombres a su paso: era un jabalí prodigioso, una vieja bestia solitaria que había abandonado hacía tiempo la manada, un animal musculoso, el más grande y formidable cuando gruñía
33.
Beltrán en aquel asunto, pues esperaba todo lo contrario: que al noble anciano se le caería la baba en demostración de su orgullo por ser dos veces padre del prodigioso Marqués de Sariñán
34.
Vi en aquel mediquillo un ser creado por el prodigioso dibujante Alenza
35.
Es, en efecto, prodigioso el esfuerzo que revela este memorial
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Competía en llamar la atención con el prodigioso pecho, que ponía a prueba la resistencia a la tensión de su vestido
37.
Hablaba con suave y amena expresión de aplomo y a Rearden le produjo la impresión de que aquella seguridad se parecía a la de un experto en las cartas que, luego de haber realizado un prodigioso esfuerzo para retener en la memoria toda posible variación del juego, tiene la plena segundad de que cada uno de los naipes está identificado
38.
vio en un sueño ese fruto prodigioso
39.
Este prodigioso poder para los cálculos mentales, persistió durante toda su vida
40.
Sólo el prodigioso apoyo de su artillería, que lanzó casi nueve mil obuses desde el amanecer, evitó un desastre absoluto
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Dejó que los chiquillos se pusieran a tiro, ahuecó las plumas, dio un salto prodigioso en dirección contraria y emprendió el vuelo
42.
Lo prodigioso no era la altura, sino la promesa
43.
Si de verdad hubieran creído en un suceso tan prodigioso, ¿por qué posponer el definitivo embalsamamiento del cuerpo de Jesús hasta después de la fiesta del sábado? Lo lógico hubiera sido no taponar siquiera sus heridas ni cubrirle con aquellos productos aromáticos, destinados únicamente a contrarrestar el cercano hedor de la putrefacción
44.
Ese “sueño” consiste en llevar el prodigioso mundo de los descubrimientos técnico-científicos, a los que asiste el escritor en ciernes, a la literatura
45.
Lo que en el concepto individual tiene o puede tener esa misma patria de inepta, de levantisca, de supersticiosa unas veces, de blasfema otras, desaparece bajo la presión férrea de la disciplina que de tantas figurillas insignificantes hace un conjunto prodigioso
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Poseía una inteligencia aguda, apta para comprender cualquier cosa, y, por encima de todo, la cualidad imperial por excelencia: el prodigioso arte del disimulo
47.
Todavía hay en el Cibao quienes recuerdan a Abelard y todos les dirán que, además de ser un médico brillante, poseía una de las mentes más notables del país: era infatigablemente curioso, alarmantemente prodigioso y estaba especialmente dotado para la complejidad lingüística y computacional
48.
Algunas de las historias que se cuentan sobre las estatuas vivientes tienen su origen en sucesos que nada tienen de prodigioso
49.
Uno no puede leer a ningún poeta español de hoy en día sin pensar de cuando en cuando en Rubén Darío, ese prodigioso nicaragüense que recogió en sus versos todas las tendencias poéticas de Francia y América y del oriente y las derramó en una ampulosa catarata, llena de fango y oro en polvo, sobre el pensamiento de la nueva generación española
50.
¿Has oído eso, Paula? Este joven cree que todos los libros han sido escritos en un pasado remoto, por personas muertas que captaron las historias en algún lugar prodigioso
51.
El prodigioso grito de los vivos
52.
Tomando de cada período los fragmentos más accesibles, llegué a componer el prodigioso rompecabezas
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Su propietario era tan viejo que el tronco del cual se había hecho aquella casa había alcanzado un diámetro prodigioso, y lo había ahuecado más y más a medida que pasaban los meses
54.
Así que el embajador y la viuda comparten a Tariq, el prodigioso
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»Me di cuenta entonces de que el engaño de ese prodigioso parecido en lugar de indignarlo lo excitaba, para su mente constituía un desafío y una tentación irresistible
56.
-Tenemos que conocer el cuerpo humano y el prodigioso plan de Alá – expliqué para tranquilizarla, pues parecía perdida-
57.
Tras instruir a los muchachos mostrándoles cómo caer sin perder el dominio del arma, Varnak guiñó un ojo a otro de los cazadores y, cuando el mayor de los niños corría hacia adelante y se lanzaba al suelo boca arriba, el segundo cazador, vestido con la piel de un mamut, brincó súbitamente en el aire emitiendo un prodigioso alarido y dio una patada en el suelo a pocos centímetros de la cabeza del jovencito
58.
Había que hacer un enorme desvío hacia el oeste para cruzar el paso de Stiamot, y seguir hacia el norte por el extenso valle que era la Fractura de Dulorn, con el prodigioso muro de la escarpa de Velathys, de casi dos mil metros de altura, erguido a la derecha durante cientos de kilómetros
59.
Los ojos del anciano se velaron al recordar aquel prodigioso día en que cambió su mundo
60.
El nuevo empleado del Scrubba-Dubba levantaría la cabeza junto a los faros que había estado lavando y, con el guante de esponja todavía en la mano, miraría hacia el norte mientras el estruendo colosal y prodigioso martillaba la rutina de cobre laminado de esa jornada: ¡blammm! Ése era su sueño
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En las cátedras de Economía y en las revistas financieras se analizan sus operaciones inmobiliarias o especulativas con la misma admiración con que puede estudiarse en una Facultad de Arquitectura el Partenón de Atenas o la basílica del Valle de los Caídos: él, con una mezcla de soberbia y piedad, atribuyó ante Lorencito Quesada todos sus éxitos a la intercesión divina y de los santos, así como al efecto multiplicado y prodigioso de su colección de reliquias
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Luzhin inició la preparación de un ataque, para el cual primero necesitaba explorar un sinfín de variaciones, donde cada uno de sus pasos despertaba un peligroso eco; para ello inició una larga meditación: por lo visto necesitaba realizar un último y prodigioso esfuerzo para encontrar la jugada secreta que le condujera a la victoria
63.
(Como antítesis de la inexperiencia y la inocencia alemanas in voluptate psychologica [en la voluptuosidad psicológica], las cuales están emparentadas, y no de lejos, con el aburrimiento de la vida social alemana, – y como expresión logradísima de una curiosidad y un talento inventivo auténticamente franceses para este reino de estremecimientos delicados, podemos considerar a Henri Beyle, ese notable hombre anticipador y precursor, que, con un tempo [ritmo] napoleónico, atravesó ala carrera su Europa, muchos siglos de alma europea, como un rastreador y descubridor de esa alma: – dos generaciones han sido precisas para darle alcance en cierto modo, para adivinar tardíamente algunos de los enigmas que lo atormentaban y embelesaban a él, a ese prodigioso epicúreo y hombre-interrogación, que ha sido el último psicólogo grande de Francia -
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»Todo esto mientras Burgoyne, en su cargo de tesorero, estaba haciendo un esfuerzo prodigioso por encontrar el dinero necesario para el trabajo que él y Gambrill estaban proyectando: aumentó las rentas y persiguió a los deudores con todo el rigor de la ley
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Todo lo cual, con ser angustiante y, para la mente humana, aparentemente contradictorio, se complicaba más aún con la aparición del joven que estaba a la derecha de Flavia, el mismo que le había saludado reverencialmente por el camino, solicitándole audiencia, presentándole a los tres jóvenes esclavos, a caballo como él, y pidiéndole les concediera el honor de ofrecerle un espectáculo algo raro: gladiación incruenta, idea que habría sido recibida en Roma con despectivas risotadas y que a él no pudo menos de despertarle curiosidad; y luego, contemplando aquel prodigioso espectáculo de agilidad y pericia: no gladiación, ciertamente, prestidigitación corporal más bien, le había encantado hasta el punto de recompensar espléndidamente a sus ejecutores, entre palabras de elogio y ánimo por su parte y humildes inclinaciones de cabeza por la de ellos, mientras en la suya surgían de pronto temores de haber asistido a la celebración de sus propios juegos funerales: lo cual, ciertamente, sólo podría ser así por solapado designio de los dioses
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Ocupadas en sus propias querellas, como siempre, incluso las ciudades griegas más provincianas se veían ahora obligadas a alzar la mirada y reconocer en el poder persa un nuevo y prodigioso factor en sus cálculos
67.
Era uno de los elegidos, y tenía ante sí el ofrecimiento que le hacían las más altas instancias, el más prodigioso de los dones
68.
El señor Bloch padre, cuando le dijo su hijo que había invitado a cenar a un amigo suyo, cuyo nombre y título pronunció con tono de sarcástica satisfacción: “El marqués de Saint–Loup–en–Bray”, se sintió violentamente conmovido, y exclamó, usando de la interjección que en él indicaba la prueba máxima de deferencia social: “¡Caray! ¡El marqués de Saint-Loup–en–Bray!” Y lanzó a su hijo, a aquel ser capaz de echarse esos amigos, una mirada admirativa – que significaba: “Es un muchacho prodigioso
69.
Pero cuando un cuarto de hora después se retiró, aprovechándose del barullo, me deslizó al oído que fuese a su choza el viernes siguiente, con una de las tres cuyo nombre deslumbrador, —por lo demás, ella era Choiseul de nacimiento— me produjo un efecto prodigioso
70.
¡Y dele con el "sernos" y con el bipedalismo prodigioso en que culminó la evolución!
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Ahora bien; no sólo en los actos mundanos y concentrados, sino en el lenguaje más involuntario, en las preocupaciones, en el empleo que de su tiempo hacía el señor de Guermantes, se encontraba el mismo, contraste: los Guermantes no sentían mayor pena que los demás mortales, incluso puede decirse que su verdadera sensibilidad era menor; en cambio, todos los días se veía su nombre en las notas de sociedad del Gaulois, debido al prodigioso número de entierros en que hubieran considerado culpable no hacerse apuntar
72.
No tiene ni remotamente noción del prodigioso personaje que soy yo y del vibrión microscópico que representa él
73.
Y junto al prodigioso Mauricio, comprensivo, sagaz, lugarteniente inseparable de la viuda Stuart-Pedrell que confiaba en él mucho más que en su hija, los dos muchachos absolutamente superdotados para la belleza, los estudios y el amor filial
74.
Pero, también ¡qué prodigioso efecto cuando el tronco cayó al fin ante las gradas del altar, en el instante en que el sacerdote decía:
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—Ese es Therón —dijo el Arquero —, el gran sacerdote de Hércules; un hombre prodigioso, que conquistaría una corona en los Juegos Olímpicos
76.
Snell, poseen un prodigioso don de narradores, una catolicidad en los afectos… Ambos saben crear con facilidad personajes, aunque propendan a insistir en ciertas particularidades o «humores» y, a veces, den la impresión de construir tipos en lugar de individuos
77.
El empezó a juntar colores dispares porque, aunque era un desastre con las manos, aunque era incapaz hasta de hacer un paquete, tenía en cambio un ojo prodigioso, y a menudo acertaba, algunas veces resultaba absurdo, claro, pero otras maravillosamente acertado
78.
Al término del tratamiento se encontraron en la puerta del hospital para despedirse, mi madre en su elegante atuendo de viaje, con los ojos verdes lavados por el llanto y rejuvenecida por el prodigioso arte de la doctora Aslan, y el caballero venezolano con su traje de viaje y su ancha sonrisa de dientes impecables, y casi no se reconocieron
79.
No está impresionado con el informe de dos páginas y media sobre los progresos de la investigación, claro que ¿cómo podría estarlo un prodigioso escritor como él? Así
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Es un geniezuelo, un antropoide, cuyo origen no sabe el profano si atribuir a la invención de la leyenda o a los cálculos del mecánico; es prodigioso cuerpecillo, juguete que parece que tiene alma, y hace ruidos graciosos y extraños cual si cantara a media voz misteriosas endechas
81.
La mayoría de las etapas implican una multiplicación celular, generándose un número prodigioso de células, algunas de las cuales mueren y otras se juntan para formar órganos, tejidos y otras estructuras multicelulares
82.
Mi imaginación de estudiante en Oxford estaba alimentada por las clases del prodigioso erudito Harold Pusey, quien, a pesar de su gesto seco y obstinado, tenía un don para ver, más allá de los huesos secos, hasta la carne y la sangre de los animales que debían de haber vivido en algún mundo apartado [34]
83.
El gran macho trepó por una pendiente muy empinada y, de un prodigioso salto, desapareció al otro lado de la montaña
84.
El siglo XVIII descubre la razón, la ciencia, los inventos técnicos; ciertamente, esa corriente intelectual existía antes, pero encuentra en la Enciclopedia un prodigioso instrumento de difusión
85.
Sin embargo el mal crecía siempre; las cargas, las imposiciones, las tasas arbitrarias, la frecuencia de los usos, todo cuanto podía, en fin, contribuir al lujo prodigioso y a la ambición desmesurada de su cómplice se ejecutaba sin el menor pudor ni la mínima privación
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Era la primera vez que se obtenía aluminio en tal cantidad, lo que podía justamente considerarse como un resultado prodigioso
87.
Cualquiera que fuese el valor de ese núcleo no podía en todo caso, dejar de ser prodigioso, y eso bastaba para inflamar las imaginaciones
88.
Los dos capitanes se dirigieron de inmediato donde el coronel Allègre, a quien comunicaron el acontecimiento prodigioso del que acababan de ser testigos
89.
En efecto, se puede volar de lado a lado y sin mayor peligro por el cuerpo cilíndrico de los longus o la columna de las vertébrídas que se bambolean entre las nubes, pues en la atmósfera solarista el plasma se retira a la velocidad del sonido para dar paso al cuerpo extraño; túneles profundos se abren incluso bajo la superficie del océano (con un prodigioso consumo de energía: Skriabine la estima en 1019 ergos)
90.
Día hubo en que viajaba con Baco, Anita, recorriendo la India, o bien navegando en el barco prodigioso de cuyo mástil floreciente pendían racimos y retorcidos tallos, y tuvo que saltar de repente a la prosaica orilla del Soto, llamada por la voz del ex-regente que gritaba:
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El viejo se hincó, y el animal, unos cinco metros antes del choque, dio el prodigioso salto mostrando las garras y los colmillos
92.
Iba a la iglesia todos los domingos; era un Don Juan prodigioso
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–¿Qué puede proporcionarle a uno ese cuadro, por prodigioso que sea, o qué puede dar el mejor libro donde se cante al destino de esa torre, en comparación con la aventura humana que supone y que ficticiamente rehace? Su belleza no es más que una alusión
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Me habló de un encuentro prodigioso que se había producido días antes, de sopetón, por la calle