Usar "rubicundo" en una oración
rubicundo oraciones de ejemplo
rubicundo
1. Cuando este Sol rubicundo e hinchado se haya convertido en un gigante rojo envolverá y devorará a los planetas Mercurio y Venus, y probablemente también a la Tierra
2. Uno de ellos era un gigante rubicundo con fuerte acento español, el padre José Dulce María, a quien Esteban Trucha conocía de nombre
3. Es un caballero anciano de cabellos blancos, rubicundo y colérico
4. El gerente, un italiano corpulento y rubicundo, apareció pocos segundos más tarde en la puerta situada a la izquierda del mostrador
5. Sonreía imponente y rubicundo, cual si pidiera excusas
6. Aparte de los mentados, y según conocí por sus buenos o malos nombres de allí a poco, estaban presentes el murciano Pencho Bullas, los soldados viejos Enríquez el Zurdo y Andresito el de los Cincuenta, el cariacuchillado y grasiento Bravo de los Galeones, un marinero de Triana llamado Suárez, otro tal Mascarúa, un fulano con aire de hidalgo tronado, ojeroso y pálido al que llamaban el Caballero de Illescas, y un jienense rubicundo, barbudo y sonriente, de cráneo afeitado y fuertes brazos, que tenía por nombre Juan Eslava, y era notorio rufián de cantoneras sevillanas —vivía de cuatro o cinco, y las cuidaba como a hijas, o casi—, lo que justificaba su apodo, ganado en buena lid: el Galán de la Alameda
7. —El embajador les recibirá en unos momentos —dijo el secretario, un joven delgaducho y rubicundo, con expresión infantil
8. A medio camino, el hombre rubicundo de la habitación G se interpuso en su camino
9. Pero una vez un hombre de aspecto enclenque, rubicundo y calvo entró en su casa diciéndose mandado por el señor Vinçart, de Rouen
10. –¡Oh, no! – respondió, riendo, el rubicundo sacerdote-
11. El hombre a la derecha de Lars, bastante rubicundo de tez, le dijo:
12. El primero de importancia fue en 1798 Jean Marie Hervagault, hijo de un sastre del barrio de San Antonio de París, rubicundo y con un cierto parecido con varios miembros de la familia Borbón, a quien el obispo Lafont de Savines reconoció como el hijo de Luis XVI, pero su historia pronto fue descubierta
13. Casi todos los carromatos estaban vigilados por soldados con los blasones de señores menores, por mercenarios con cotas de mallas y corazas, o sencillamente por el rubicundo hijo de un campesino armado con una lanza de fabricación casera, con la punta endurecida al fuego
14. Apareció un hombre grueso, calvo, rubicundo y de grandes bigotes con un periódico en la mano
15. En efecto, Beasley resultó ser un caballero rubicundo y hospitalario que a Gwyneira le evocó vagamente a su padre
16. Por lo general rubicundo, en ese momento estaba pálido y demacrado
17. Rubicundo y cejudo, el conductor me clavó los ojos:
18. Mientras el prior, muerto de vergüenza, pronunciaba un breve discurso, Athelstan aprovechó para estudiar a sus hermanos en Cristo, había oído hablar de Guillermo de Conches y del rubicundo Eugenio
19. El labriego rubicundo llevó a la manchada tirando de una cuerda hasta la tarima
20. Después, el hombre rubicundo que Shirl le había presentado como su padre, se dirigió hacia Menion llevándolo a un lado mientras el Consejo continuaba con su debate
21. –¿Es cierto esto? – aúlla el rubicundo, mirando a todo el mundo y nadie en particular
22. –Tengo muchos amigos en ese tribunal- dijo el rubicundo con aire misterioso-
23. Era rechoncho y rubicundo
24. Su rostro, siempre rubicundo, estaba a punto de ebullición
25. Cuando salía, un individuo gordo y rubicundo con chaleco entró tambaleándose por la estropeada puerta de la habitación de Ambrose
26. Aparte de los mentados, y según conocí por sus buenos o malos nombres de allí a poco, estaban presentes el murciano Pencho Bullas, los soldados viejos Enríquez el Zurdo y Andresito el de los Cincuenta, el cariacuchillado y grasiento Bravo de los Galeones, un marinero de Triana llamado Suárez, otro tal Mascarúa, un fulano con aire de hidalgo tronado, ojeroso y pálido al que llamaban el Caballero de Illescas, y un jienense rubicundo, barbudo y sonriente, de cráneo afeitado y fuertes brazos, que tenía por nombre Juan Eslava, y era notorio rufián de cantoneras sevillanas -vivía de cuatro o cinco, y las cuidaba como a hijas,
27. Un rubicundo coronel de Ingenieros, cruzado el pecho de heroica ferretería, fajín y sable, fumaba plácidamente un veguero mientras conversaba en voz baja con su ayudante, un capitán de rostro conejil que asentía con grave circunspección; era evidente que hablaban de política
28. Hombre rubicundo y alegre, tanto porque la frecuentación de la decadencia nerviosa de los demás no le impedía tener una salud a toda prueba, para tranquilizar a sus enfermos con la risa estrepitosa de sus buenos días y su hasta luego, aunque más tarde sus brazos de atleta ayudaran a colocarles el chaleco de fuerza
29. El otro, un hombre corpulento de rostro rubicundo, se estaba acercando
30. Era un hombre corpulento, con una capa, pantorrillas gruesas, botas de excelente cuero dobladas debajo de la rodilla y rostro rubicundo, acostumbrado a ser obedecido
31. La idea se le había ocurrido mientras se encontraba cara a cara con el rubicundo comerciante en su pequeña habitación abuhardillada
32. El rey Eduardo I de Inglaterra observó impávido al corpulento y rubicundo comerciante mientras exponía su caso al alcaide, cuya conversación con el monarca había osado interrumpir
33. Su cutis era tan rubicundo que todo su aspecto ss volvía rojizo; hasta el blanco de los ojos pareciva sanguinolento
34. Krause era todo lo contrario: un policía corpulento y rubicundo que parecía permanentemente malhumorado
35. El tesorero de la delegación, un escocés rubicundo llamado Jock Reid, dijo:
36. Hasta el segundo golpe de fortuna que fue aportado por el rubicundo Siles: se vinculó a un comerciante vulgar que ansiaba desquitarse de sus amigotes construyéndose la residencia más exhibicionista de Península Esmeralda
37. Confía en el rubicundo Siles: para los grandes desafíos es un as
38. Los intereses que cobraban a los confiados nativos por sus préstamos eran desorbitados, y cuando alguno de ellos no podía pagar dentro del plazo establecido, Lutz, un rubicundo de fuerte complexión y aún mayor crueldad que la del capitán Kerrigan, lo buscaba por toda la ciudad hasta encontrarlo y lo apaleaba sin compasión hasta la muerte