1.
como quele entró el pitón por salva la parte
2.
Sin cesar la indispensable salva de aplausos, se alzó el ministro de laGobernación
3.
La Salvación, Dios Salva): Josué (Del Hebreo
4.
Auxilio, D-os |Di-s D-s| Es La Salvación, D-os |Di-s D-s| Salva): Josué (Del Hebreo
5.
Poseidón corre en su ayuda y lo salva pero Ayante, en su necia soberbia, se burla de los dioses y se jacta de haberse salvado por sí solo
6.
Y como al concluir fuera acogida esta relación con una salva de aplausos, animóse el recitador y
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guerra descubre en la soledad del mar y salva de la muertea algún náufrago, se
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compañíade mosqueteros que hacen salva en cuanto abre loslabios ó se mueve la
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A suaparición estalló una salva de toses y estornudosy gritos y aullidos
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Y la baronesa salva la situación, diciendo con expresión
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que la intención salva, hubiese valido elfuego eterno a su
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imprevista aparición del torero en una grave ocasión en que salva aRamona del
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La vaca de tío Miguel Cerojo tuvo un lubieso en salva sea laparte, pero curó bien; y en la
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necesidad de que se sucedan en diferentesinstantes de tiempo, y que la dependencia se salva á pesar de lasimultaneidad, todavía queda en pie la fuerza del argumento; dado yno concedido que lo simultaneidad sea posible, no lo es al menos ladependencia, si no hay distincion
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¿El frio ó el calor? nó: pues salva la extension, le haremos pasar pormuchos grados del termómetro, sin alteracion visible
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la ciencia se salva
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De esta suerte se salva la correspondencia del
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Salva la discrepancia en que solían estar marido y mujer sobre estepunto de la nobleza, don
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unaprolongación de la existencia; salva la vida a la señora duquesa, y, enfin
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Un perro salva ciegamente al
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Se salva del diluvio, con sus hijos, y señal de paz que puso
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«¡Señor, salva á la Francia!» La
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pensabaque en aquel arte la buena intención salva el resultado
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excursión en un momentoen que él faltaba de casa, salva la
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separadas del Palacio Ducal solo por un canal estrecho, que salva un puente de piedra, por el cual pasaban
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Me sentí, supongo, como puede imaginarse uno que se siente el marinero desarmado cuando un navío de guerra amigo le salva de la persecución de un buque pirata
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El Mesías que los judíos aguardaban, y con ellos los judíos cristianos, no era hijo de Dios sino mensajero de Dios, el que salva al mundo no por el don de su cuerpo y su sangre sino por el advenimiento del reino mesiánico en la tierra
28.
En Tabladillo sólo quedan dos parejas que no se hablan, y en Alique no les luce mayormente el pelo; a estos pueblos, a veces, los medio salva el cariño de sus naturales, que vuelven a pasar algunos días por el verano y se traen siempre a algún amigo
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Ahora todo lo que tenían que hacer era guardar a la cautiva, mantenerla sana y salva y esperar instrucciones de Soergg
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Permaneció allí oculta durante más de una hora y, por fin, huyó por la puerta trasera y llegó a casa sana y salva
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Y esto les ha sucedido sin el hipnótico efecto de la personalidad; ahora bien, en este caso contamos con una personalidad muy poderosa y persuasiva que desea sólo fijar en sus mentes una imagen: la imagen del rebelde irlandés, levantando la pistola hacia el cielo y disparando aquella salva en el aire cuyos ecos eran el trueno de las nubes
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Dicen que a lo mejor no se salva
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Cruzó fácilmente por entre los escollos y salió al mar, saludado por una salva por los hombres que habían quedado de guardia en la roca
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Hígado y riñón El riñón de vacuno o cordero es plato habitual en los menús de cualquier restaurante francés o español, y salva del desastre a la cocina inglesa con el facoso steak and kidney pie, una de las pocas recetas originales de la Gran Bretaña que pueden comerse por placer y no sólo por absoluta necesidad
35.
Ella volaba con las piernas en el aire y cuando estaba a punto de estrellarse de cabeza, él le daba una vuelta imposible por encima del hombro, se la pasaba entre las piernas arrastrándola por el suelo y de un tirón la dejaba de pie sana y salva, todo esto sin perder el ritmo ni los dientes
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Debió permitir que Pema partiera, rogando al cielo que retornara sana y salva
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Emilia estaba de nuevo en casa sana y salva
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Nada más sensato que esta explicación: sólo que no salva a Juan Campos del ridículo
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La babosa que anuncia salva slips y el niño desventrado se identifican en tu falta de atención y de interés, y entonces tú te dices a ti misma, Angélica, a que sí, esto es lo que yo soy, esta fría humana indiferencia ante lo humano, todo lo humano me es ajeno, y lo inhumano también
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En una generación, quizá desaparecería de la vista, pero podrían pasar cien años antes que la vida pudiera caminar por esta senda, sana y salva
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El profesor Sullivan era un hombre inteligente y capaz, pero al lanzar una mirada retrospectiva a su carrera observaba que ésta no le había dado la fama que salva un nombre del paso de los siglos
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Ven, salva las quebradas, supera los tilos
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Después tronó el cañón, los reductos hicieron fuego a la vez sobre el llano que acabábamos de abandonar, y aquel estruendo formidable parecía una salva triunfal, según se mezclaban con él los cantos, los vítores, las exclamaciones de alegría
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O se les salva a hay que morir con ellos"
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Tus declaraciones merecen una salva
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El cañón y la salva ya sabemos lo que eran
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Al aproximarse a la residencia del General, solía detenerse en el puentecillo que salva el afluente del Oria, un riachuelo torrencial, que al pie de los muros de la cercana huerta se remansa, y sirve de lavadero a todas las mujeres de aquel barrio
48.
Sila convocó al Senado a la mañana siguiente y anunció que los cónsules y los pontífices habían decretado un periodo de feriae durante el cual no podían convocarse asambleas en el Foro, recibiendo una salva de moderadas exclamaciones de aprobación, dado que no estaba presente Cayo Mario para oponerse
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Creían las chicas que su padre no volvería del Gobierno sin una carga de dinero, producto de su honesto ahorro y de las obvenciones propias del cargo, y les supo mal verle venir a lo náufrago que a duras penas salva la vida y lo puesto
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se salva el que puede
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El agua amenaza con sumergir y llevarse consigo la pasarela de tablas que salva la zanja de drenaje entre la segunda y la tercera baterías
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Al parecer, Deborah había llegado sana y salva y nadie le salió al paso a Joanna
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Desde la puerta del recibidor entra una salva a ciegas
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Al verla desaparecer en el interior experimenté una tremenda sensación de alivio: la había traído a casa sana y salva
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La fe mueve montañas, salva precipicios, amansa fieras, mantiene fondos de inversión y cuentas de jubilación
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De eso no los salva ni el escapulario de la Virgen del Carmen
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En el caso de reyes y grandes señores o prelados no se excusaba la ceremonia de la salva o comprobación de que la comida no estaba envenenada
58.
Los libros proféticos del Viejo Testamento hablan del día del Juicio, en el que Dios termina con todo, destruyendo a la gran mayoría en formas horribles mientras que salva al número insignificante que siguió exactamente las enseñanzas del profeta
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Sana y salva en casa, cuelga la burka en el clavo del pasillo y se sienta con las demás
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Isabel salva la situación pegándole a su hermano en el brazo con el dorso de la mano y diciéndole*
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La demostración produjo otra salva de aplausos
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Si un hombre salva la vida a otro, «posee» una parte del espíritu del otro
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Sufrieron cerca de trescientas bajas, pero ella está sana y salva
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Al tercer día, sin embargo, justo cuando está a punto de expirar, un grupo de indios le salva; lo cual refleja otra de las versiones que Barber oyó en su infancia
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Es él quien lo salva de morir ahogado en el mar: «Rodeáronme las aguas hasta el cuello, el abismo me envolvió, las algas se enredaron en mi cabeza»
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Y al final, gracias a estos tres relatos, el mercader salva su vida
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Justo cuando dijo aquello, se oyó una repentina salva de estallidos y otros dos manifestantes se echaron a gritar y cayeron
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Al otro, el que está al lado de los pobres, o de los débiles, o de los marginados, el que lleva un jersey y unas Reebok, ese mismo, habrá empezado con alguna deslumbrante aparición caótica del infinito, algo que en la penumbra de su juventud le habrá dictado vagamente el imperativo de tomar posición, y la sugerencia de qué parte estar, todo habrá empezado como debe empezar, de un modo honesto, pero luego, Dios santo, cuando vuelves a verlo ya adulto y famoso, Jesús, famoso, da cosa ya sólo decirlo, famoso, con su nombre en los periódicos y las fotografías, con el teléfono sonando sin parar porque los periodistas quieren preguntarle su opinión sobre esto o aquello, y él responde, puta miseria, responde, y participa, y marcha en cabeza de las manifestaciones; el teléfono de los sacerdotes no suena, Gould, quiero decírtelo con toda la crueldad necesaria, tú no puedes saberlo pero el teléfono de los sacerdotes no suena porque su vida es un desierto, es programáticamente un desierto, una especie de parque natural protegido, donde la gente puede mirar, pero desde lejos, son animales de parque natural, nadie puede tocarlos, ¿puedes imaginártelo, Gould?, para los sacerdotes es todo un problema incluso dejarse tocar, ¿has visto alguna vez a un sacerdote dando un beso a un niño o a una señora?, sólo para saludarlos, no pienses mal, una nimiedad, lo normal, pero él no puede hacerlo, la gente de alrededor enseguida tendría una sensación de malestar y de inminente irritación, y ésta es la durísima condición cotidiana del sacerdote en este mundo, él, que podría ser un hombre como los demás y que ha elegido en cambio esa soledad vertiginosa, que no tendría vía de escape, nada, salvo una idea, una idea incluso justa, llegada desde fuera para cambiar ese panorama, para devolverle una tibieza de humanidad, una idea que, bien utilizada, perfilada, revisada, protegida de los arriesgados choques con la verdad, conduce al sacerdote fuera de su soledad, simplemente, y poco a poco hace de él el hombre que es ahora, rodeado de admiración, y ganas de acercársele, e incluso deseo en estado puro, un hombre con jersey y Reebok, nunca solo, se mueve arropado por hijos y hermanos, nunca perdido porque está constantemente conectado a alguna terminal de los medios de comunicación, de vez en cuando entre la multitud atrapa al vuelo los ojos de una mujer cargados de deseo, piensa qué puede significar eso para él, esa vertiginosa soledad y esta vida que estalla, ¿hay que sorprenderse si está dispuesto a morir por su idea?, él existe en esa idea, ¿qué significa morir por esa idea?, estaría muerto de todas formas si se la quitaran, se salva en esa idea, y el hecho de que con ella salve a cientos o a lo mejor a miles de semejantes no cambia ni un ápice en este asunto, y es que ante todo se salva a sí mismo, con la coartada accesoria de salvar a los demás, robando a su destino esa necesaria dosis de reconocimiento y admiración y deseo que le hace estar vivo; vivo, Gould, ¿comprendes bien esta palabra?, vivo, sólo quieren estar vivos, hasta los mejores, los que construyen justicia, progreso, libertad, futuro, incluso para ellos se trata de una cuestión de supervivencia, acércate todo lo que puedas, si no me crees, mira cómo se mueven, a quién tienen a su alrededor, míralos e intenta imaginarte qué sería de ellos si por casualidad un día se despertaran y cambiaran de idea, simplemente, qué quedaría de ellos, intenta arrancarles una respuesta que no sea una instintiva autojustificación, mira si puedes aunque sea una sola vez escucharles pronunciar su idea con el estupor y la indecisión de alguien que la descubriera en ese momento y no con la seguridad de alguien que te está mostrando con orgullo la devastadora eficacia del arma que empuña, no te dejes engañar por la aparente docilidad de su tono, por las palabras que eligen, astutamente dóciles, están luchando, Gould, luchan con los dientes por la supervivencia, por la comida, la hembra, la madriguera, son animales, y eso que son los mejores, ¿comprendes?, ¿qué puedes esperar de los demás que sea distinto, de los pequeños mercenarios de la inteligencia, de los comparsas en la gran lucha colectiva, de los pequeños guerreros cobardes que rapiñan restos de vida en los márgenes del campo de batalla, conmovedores basureros de salvaciones irrisorias, cada uno con su ideíta artificial, el médico a la caza de financiación para pagar el internado de su hijo, el viejo crítico que intenta paliar el abandono de su vejez con cuarenta líneas a la semana que suelta donde hagan un poco de ruido, el científico y su puré de Vancouver con que alimentar de orgullo a mujer, hijos, amantes, las penosas apariciones televisivas del escritor que teme desaparecer entre un libro y otro, el periodista que apuñala a diestro y siniestro desde la primera página para estar seguro de existir al menos otras veinticuatro horas más, sólo están luchando, ¿lo comprendes?, lo hacen con ideas porque no saben utilizar otra cosa, pero en esencia es lo mismo, es lucha, y son armas sus ideas, y por mucho asco que nos dé admitirlo, están en su derecho, su deshonestidad es una lógica deducción de un deseo primario, y por tanto necesario, su asquerosa traición cotidiana a la verdad es la consecuencia natural de un estado natural de indigencia que hay que aceptar, no puede pedírsele a un ciego que vaya al cine, no puede pedírsele a un intelectual que sea honesto, no creo, de verdad, que pueda pedírsele, por muy deprimente que sea admitirlo, pero el concepto mismo de honestidad intelectual es un oxímoron
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Y ES LA CAMPANA LA QUE SALVA A LAWYER EN UNA SITUACIÓN nada cómoda, tras haber caído a la lona cuando -Respira
70.
Lo que me salva es la pastilla que me recomendó Inés, la madre de Martín
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En Oficiales y caballeros, Waugh salva a Tommy Backhouse (el personaje que más recuerda a Laycock) del caos ético imperante haciéndole caer por la escalera de cámara de un buque mientras se dirige a Creta
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El que se salva de
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¿cuál de ellas lo consigue finalmente? ¿Quizá las que prometen salvaros de los sufrimientos, procurando al hombre una paz sin fin? ¿Quizá las que prometen salvaros de las dificultades, estableciendo una prosperidad basada en la rectitud? ¿Quizá las que prometen la armonía y la belleza, divinizando la belleza? ¿Quizá las que prometen salvar al hombre del pecado, asegurando la santidad? ¿Quizá las que prometen la liberación de los rigurosos códigos morales de las anteriores? Yo te digo, Juan, hijo del trueno, que sólo existe una religión capaz de salvaros: la que os salva de vuestro propio yo y que libera a las criaturas de su aislamiento en el tiempo y en la eternidad
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El amor no castiga ni salva
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Todos menos la policía expresaban su confianza de que encontraran a Judith sana y salva
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Y, por supuesto, no le creen pero llega el eclipse y todos se quedan alucinados y por eso el héroe se salva
77.
El conductor, maniobrando con destreza, salva el oscuro túnel y entra en la plaza de los Protomártires Romanos
78.
Sabía que arrepintiéndose uno, bien arrepentido, se salva; eso no tenía duda, y por más que dijeran, nada que se relacionase con el amor era pecado
79.
como que le entró el pitón por salva la parte
80.
Se oyó una atronadora salva de aplausos mientras Max cruzaba el escenario y le entregaba el micrófono al Profeta
81.
Una salva de fuertes chillidos de búho sobresaltó a todo el mundo
82.
Invoca al Dios Único y Justo, el que salva, el que juzga
83.
Sorprendido cuando se disponía a lanzar otra salva de invectivas contra la bruja, Orrish se volvió en lo alto de su roca, miró hacia Jospil y, sin poder evitarlo, sonrió
84.
En tal caso puedo prometerle que la llevaré sana y salva por lo menos hasta Bu Saada
85.
Sana y salva entre buenos y afectuosos amigos, que harían cuanto estuviese en su mano para aliviar su angustia
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Más tarde se asomó el mayordomo y le dio su palabra de que habían dejado a Beatriz sana y salva en lugar seguro, y que ya todo el país la había visto y oído con su familia
87.
La mujer- de sus sueños estaba sana y salva
88.
Así viajaría al noroeste hasta el otro lado del Korul ja, donde tenía intención de detenerse a saludar a Om-at, darle al gund recuerdos de Pan-at-lee y contarle un plan que Tarzán tenía para asegurar el regreso de ésta sana y salva
89.
Sólo en estas condiciones uno se salva de disolverse en la expansividad rebosante, en las veletas de las efusiones, de la extroversión exclamativa, de las efervescencias e incandescencias
90.
–¡Qfwfq, sálvate! – grita Qfwfq, pero ¿es Qfwfq quien mientras implosiona quiere salvar a Qfwfq que explosiona, o lo contrario? Ningún Qfwfq salva de la deflagración a los Qfwfq que explosionan, los cuales no consiguen retener a ningún Qfwfq en su incontenible implosionar
91.
La respuesta fue una deshilvanada salva de gritos, justo en el momento en que el guante de Stannis empezaba a humear
92.
Me iba a llevar sana y salva a Invernalia; me lo prometió
93.
Una salva de aplausos que hizo cascabelear platos, copas y cubiertos saludó la perorata del marine
94.
–…pues como ha dicho Spengler, al final es siempre un pelotón de soldados el que salva la civilización…
95.
El coronel esperó a que se apagaran los ecos de una ensordecedora salva de los obuses del duque de la Torre que hizo temblar el aire
96.
—Supongo que la protección del rey es lo que lo salva
97.
Me iba a llevar sana y salva a Invernalia, me lo prometió
98.
—En ese caso, usted salva el pescuezo —replicó amargo el periodista
99.
Observa que Salva la contempla con curiosidad