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seductor de los fantasmas que vislumbra el hombre, quizá porque cree que cuando la haya
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pero eso no quita que tenga un aire seductor, capaz de
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lirismo, dan acuanto dice Margarita seductor encanto
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Las dos ofrecían un seductor grupo mirándose en el espejo del tocador,despechugadas, con los
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seductor, y lo de vivir con usted una vez casada, queaun es mucho más seductor que
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en ella, en otras mujeres,se convirtió en seductor
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tan enamorado o fingiendo con tanto arte que lo estaba, tandiscreto, buen mozo y seductor, que
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hacía largotiempo, ese fulgor inseguro y seductor que colora los
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—¡Es la ley de la vida!—repuso el seductor alzando los hombros conresignación y
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Y todas se apiadaban del esposo seductor maltratado por la guerra
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elmalvado de siempre, el seductor de mujeres, el tormento y
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¡Qué elegante era, qué seductor! A
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más que el tipodel seductor leyendario, tal como nos lo han
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lasideas más bajas y groseras, y veía en él un cobarde seductor incapaz denada generoso ni bueno
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un seductor! ¡Y nosotras tan ciegas que larecogimos!
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desaparecido y el seductor de oficio yla dama se habían ocultado poco a poco entre los árboles,
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tranquilas, dulces, llenas de expansión y confianza; enel rostro del seductor, en sus ademanes, en
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suaves, tranquilos y miró sin miedo al seductor, ala tentación de años y años
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estaba ya sólo el placer prohibido,desconocido, seductor a su modo para la imaginación; estaban
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bárbaros de los pueblossalvajes, es el diablo: aterrador, seductor,
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He esperadodurante años el día glorioso y seductor en
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El moreno seductor quedó cohibido por la escandalosa
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dispersado, mal casadas tres, monja una y perdida laotra por un seductor del provincial de
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en realidad; gracioso y seductor en la superficie,deforme y repugnante en el fondo; lleno por fuera, vacío
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vez que aparezca realmente el seductor, y estamos hablando de un caballero en medio de una selva de
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¿Es uno? ¿Es varios? ¿Astuto o cobarde manso como un santo o colérico? ¿Lo veis con la horca en la mano acechando a los condenados que va a meter en el horno recogiendo haces de leña para alimentar el fuego de su Infierno seductor sí porque seduce con su inteligencia y su temperamento posee la sabiduría tiene el poder de creación y de destrucción la fuerza invencible, el conocimiento él es el que lo ve todo el que observa a los habitantes de la tierra y moldea su corazón atento a sus obras escucha a los que gritan aconseja y las aguas lo ven y tiemblan y el propio abismo se estremece y las nubes descargan sus trombas los nubarrones aportan la voz el fragor del trueno desgarra el cielo y los relámpagos iluminan el mundo la tierra ruge cuando él aparece él es el amo del mundo y sin embargo nadie conoce sus huellas apenas se le ve apenas se escucha su paso ligero una resonancia un silbido nada más este ser es temible por la fascinación que ejerce sobre todos y que los precipita en el abismo el asesinato es su ocupación la destrucción la finalidad de su vida él es la gran serpiente de mordedura sangrante tetanizante que deja manar la sangre mala emponzoñada por su veneno es el maestro de la estrangulación que se enrosca en torno al cuello del animal y lo aprieta hasta que la bestia se ahoga con los ojos desorbitados y hasta que ve el último estertor de agonía fascina a los seres impulsa a las víctimas a correr hacia todas partes desesperadas hasta el agotamiento no conoce la piedad no ha perdonado a nadie la conciencia no es su fuerte nada lo atormenta si no es la ausencia de crimen vive sólo para el asesinato del que es siervo el celoso siervo
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En el paseo, en la iglesia, en el teatro, las españolas hablan con los ojos a quien quieren; poseen este seductor lenguaje a la perfección
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—Y añadió secamente—: Pero yo no estoy en condiciones de ser un seductor, ¿verdad?
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Las casas del lado derecho tenían un seductor aspecto misterioso, sin dar señales de quiénes eran sus ocupantes
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Jean de Satigny sonreía con su brillante sonrisa de seductor, sin decir nada, y Blanca no podía menos que notar que era mucho más apuesto que Pedro Tercero
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Las muchachas acudían en pandillas, al comienzo avergonzadas y tímidas, pero él comenzaba a revolotearles alrededor, a zapatearles enlanzándolas por la cintura, a sonreírles con su estilo de seductor y al poco rato conseguía entusiasmarlas
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Ella estiró los hombros hacia atrás para favorecer los manejos del seductor de la comarca, mientras se le quedaba mirando con la barbilla levantada, una expresión de complacencia más poderosa que sus quejas
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Su sucesor, que se llamaba Emilio Alvar y, además de las sienes plateadas de un seductor maduro, tenía un cargo importante en el Ministerio de Obras Públicas, resultó mucho más eficaz
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Al mirarle de lejos, como si no le conociera, Raquel le encontraba incluso seductor
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¿Conoces acaso a Flores? ¿Sabes tú si no es lo que te figuras, un hombre caballeroso y leal, sino un seductor afortunado que sabe hacer la comedia del amor perfectamente? Si fuese Valle, te diría yo: Querida mía, no tengas miedo; he ahí la sinceridad, se le conoce en su mirada y su modo de hablar
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El duque tiene en ese momento 33 años y es un hombre muy agradable, bien parecido y seductor
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Ni tampoco arriesgar los delicados huesos de Josué y recibir el tratamiento que sufriera Juca Viana, el seductor, que también él rapó a navaja
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¡Qué gallardía en su persona!, ¡qué nobleza y grave hermosura en su semblante!, ¡qué caballerosidad e hidalguía en sus modales!, ¡qué dulce música en su voz! No existe otro más seductor en el conjunto de los hombres
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El rey Enrique compró a Angus mucho antes de Flodden: era un apuesto y seductor fantasmón a quien Enrique pagó para que sedujera a su hermana
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Pero démelo sin ira, sin enfado, sin repugnancia, con aquella voz dulce y angelical con que me hablaba en mi niñez, con aquel mirar tiernísimo y aquel trato seductor que era mi encanto en tiempos mejores
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Y el Destino les prodigó cuanto de más seductor tienen sus favores, y los colmó de sus dones más escogidos
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Se había contagiado, y lanzando una mirada a su seductor pudo ver la terrible mirada de lascivia retratada en su rostro mientras jugueteaba con sus secretos encantos
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Su gesto seductor prometía que le esperaba un rato estupendo
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Según dices, no eres en este caso un seductor vulgar; solicitas el alma, el amor
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El otro convidado era en realidad un grande hombre, figura de primera magnitud en la historia social del siglo XIX, y tan notable por su facha, que era la de un perfecto aristócrata, como por su trato, el más afable y seductor que imaginarse puede
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Ansiosos de admirar la ciudad de Lima, que en todas las imaginaciones españolas se representaba con formas y colores de un seductor romanticismo, iban a tierra oficiales y guardias marinas en correctísima y elegante apostura, con pantalón blanco, indumentaria impuesta por los 12 grados de latitud Sur
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Con su canto seductor infundían alegría en el relato de los hechos luctuosos, y matizaban de gloria la cruel muerte y los sufrimientos humanos
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Por el nombre que llevo y el hábito que visto, no pasará el día de mañana sin que yo me plante frente al señor de Urríes y le exija reparación, y [52] le amenace con los furores de mi justicia implacable, si no rinde su necia vanidad de seductor ante la belleza y honestidad de la sin par Fernanda Ibero
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Y en un vacilante murmullo, bajando las pestañas en un gesto seductor, ella contestó:
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Pasado un tiempo me hicieron saber que también a mí me tocaba una parte del trabajo y me vi obligado a actuar, a mi vez, de seductor: me pesa sobre la conciencia haber conducido a más de uno a lo profundo del abismo
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Vestía un seductor mono de espándex, tan ajustado que parecía que lo hubieran pegado sobre su ágil y curvada figura
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Era un seductor nato, básicamente perezoso, y a mí no se me escapaba el hecho de que no bien él entró a participar en estos casos comenzaron a producirse filtraciones a la prensa
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La muchacha se apoyó en una mesa y se apartó el pelo de la cara con ademán seductor
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Sencillo y seductor
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El cielo parecía pintado de un azul intenso y daba la impresión de que los árboles llenaban todos los huecos con un verde seductor
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–Me encanta escucharte hablar de ese modo tan seductor
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–Los chavales me han puesto de mote el Señor Seductor
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De un espíritu extravagante el seductor proyecto
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Podía ser un título seductor para quienes conocen su obra y para quienes hubiesen leído el libro, para la gente de letras en general
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Algunas de ellas muy hermosas, y con todas se mostró atento y animoso, haciendo honor a su fama de seductor, pero sin ataduras ni compromisos de ninguna clase
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Creo que el atuendo de los árabes es mucho más sugerente y seductor que los aburridos trajes occidentales
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Gordo Charlie vio las aguas, claras y tranquilas, que parecían un espejo, y el hombre que vio reflejado en ellas tenía un aire realmente seductor con su flamante sombrero nuevo
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Mas, en lugar de las recriminaciones que de memoria habíase aprendido; en lugar de las disculpas que Marcelino hubiera debido presentarle, acaeció lo que acaece siempre que una mujer se ha entregado por amor y un tunante la ha seducido por vicio; las recriminaciones nacen enclenques, se enredan con las lágrimas, tropiezan con los besos, y el seductor triunfa, vuelve a jurar, a prometer; las dos juventudes se atraen con secreta fuerza incontrastable, y la mujer se entrega de nuevo experimentando un goce mayor, más duradero e intenso, precisamente porque ahora viene amasado con el remordimiento
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Me fijé en sus nalgas, que transmitían su seductor contoneo a todo el cuerpo
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Mientras conversaban, Florentino Ariza le puso la mano en el muslo, empezó a acariciarlo con su suave tacto de seductor curtido, y ella lo dejó hacer, pero no le devolvió ni un estremecimiento de cortesía
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Las mujeres ríen, pero con un sonido seductor, un sonido provocador, mientras siguen intentando lograr una respuesta
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Nos habías dicho que era francocanadiense, pero no que tuviese un acento tan seductor
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Flavia levantó la vista y vio que sus ojos la estaban escrutando descaradamente, mientras los labios esbozaban una sonrisa propia de un seductor
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Aunque se me escapaban algunas de las expresiones coloquiales me daba cuenta de que la conversación había tomado un giro más íntimo y de que en algún momento ella había repetido en un tono seductor de niñita abandonada que debería cenar sola esa noche
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Me pareces un galán en ciernes, un verdadero seductor de pura raza
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Del camino llegó un fuerte y rápido patear de pezuñas, un sonido de castañuelas; seductor, enloquecedor: era la promesa de carne
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La muchacha apretó los labios A pesar del timbre seductor de la voz de Zayata, sus palabras la turbaron
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Igualmente, Karen Ross, a pesar de su juvenil belleza y su suave y seductor acento tejano, poseía gran inteligencia y fuerte resistencia interior
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Fue llevado por primera vez ante el juez el 29 de julio, «apuesto, seductor, mesurado, elegante y atrevido»
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Por debajo de la mirada se adivinaba el perfil del seductor
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El seductor será puesto en la fosa,
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Había algo seductor en controlar la intensidad de su dolor
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Ahora bien, este extraordinario y turbulento personaje, violador de leyes y de mujeres, seductor no tan sólo de corazones femeninos, sino también de masas electorales, era partidario de la guerra porque la guerra significaba un atajo para sus ambiciones, y detestaba la paz porque llevaba el nombre de Nicias
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El otro tiene porte de seductor y no se le caen los cumplidos de la boca
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–¿Tú? – casi me levanté de la sorpresa, de la incredulidad: ¿Morini gay? ¿Morini, que en los años anteriores a las severas prohibiciones del sexual intercourse entre profesores y estudiantes había sido un seductor implacable de las alumnas más jóvenes, fascinadas por su tez morena, su bigote y su melena negra, su leyenda romántica y muy nebulosa de ex guerrillero urbano o payador perseguido (leyenda más bien dudosa, pero muy cultivada por él mismo)?
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No era de extrañar, teniendo en cuenta que incluso el jefe máximo del campo había sucumbido a su carácter seductor
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Nueva York en su aspecto más seductor: una crepuscular serenata callejera con un músico en cada esquina, todos los árboles en flor y todo el mundo con aspecto de buen humor
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Era la voz de la raedura; era la voz de su padre; y también la voz de Marten el encantador, de Marten el seductor
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Y siempre se trataba de muchachas que acababan de convertirse en mujeres y siempre eran las más hermosas y, en su mayoría, de aquel tipo moreno y seductor, aunque pronto el asesino dejó de despreciar a la clase de muchachas dominantes en la región, dulces, de tez blanca y un poco más redondeadas
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—¡Agáchate! —me ordena Finnick con una voz tan potente, tan distinta de su seductor ronroneo de siempre, que lo hago
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A Mopple no había quien lo despertara, pero las ovejas descubrieron que podía caminar dormido: bastó con que Othello y Ritchfield lo empujaran por detrás con los cuernos mientras el resto del rebaño entonaba un seductor balido anunciando la llegada de comida
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En la Francia actual es, por lo tanto, y esto es cosa tan fácil de deducir como de palpar con la mano, donde más enferma se encuentra la voluntad; y Francia, que siempre ha tenido una habilidad magistral para transformar en algo atractivo y seductor incluso los giros más fatales de su espíritu, muestra hoy propiamente su preponderancia cultural sobre Europa en su calidad de escuela y escaparate de todas las magias del escepticismo
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Intenté recordar la última vez que me había puesto algo así, algo seductor
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–Muy bien -dijo Heloise de un modo que a Tom le pareció seductor, aunque sabía que no era esa la intención de ella
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El reluciente acero brillaba con un reflejo seductor bajo la suave luz de neón
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En Cap d’Agde, como en cualquier otra parte, una mujer con un cuerpo joven y armonioso o un hombre seductor y viril se ven rodeados de proposiciones halagadoras
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En aquellos momentos no me parecía muy seductor, me alegraba de volver a casa
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Si habían ido a reunirse en la vida aquellas amigas, todas guapas, para formar un grupo, quizá no era por puro efecto de la casualidad; acaso esas muchachas (que con sólo su actitud revelaban un modo de ser atrevido, frívolo y duro), sumamente sensibles a todo ridículo y fealdad e incapaces de sentirse atraídas por ninguna belleza de orden intelectual o moral, se encontraron un día con que entre todas sus compañeras se distinguían ellas por la repulsión que les inspiraban aquellas otras chicas que con su timidez, su encogimiento o sensibilidad, lo que ellas debían de llamar un “estilo antipático”, y no se juntaron con ellas; mientras que intimaron con otras muchachas que las atraían por su mezcla de gracia, de agilidad y belleza física, única forma con que se podía revestir; según ellas, un carácter franco y seductor, promesa de muy buenos ratos de amistosa compañía
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Porque cada tema, musical, particular como una hembra, no reservaba el secreto de su voluptuosidad, como ella hubiese hecho, a algún privilegiado, sino que me lo proponía, me miraba maliciosamente, se llegaba hasta mí con modales caprichosos o canallescos, me abordaba, acariciábame, cual si de pronto fuese yo más seductor, más poderoso o más rico que antes; encontraba yo a aquellas musiquillas un no sé qué de cruel; y es que para ellas era cosa desconocida todo sentimiento desinteresado de la belleza, todo reflejo de la inteligencia, y no existía otra cosa que el placer físico
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Y de ese modo di con una acuarela que debía de ser de una época bastante antigua de Elstir, y que me encantó con esa sensación particular de delicia que causan las obras que además de una ejecución deliciosa tienen un asunto tan singular y seductor que a él atribuimos parte de su gracia, como si el pintor no hubiese tenido otro papel que descubrirla y observarla, realizada ya materialmente en la Naturaleza, y hacer una copia
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Y a su vez este aspecto del rostro desdeñado la vez anterior, y cabalmente por ello más seductor ahora, más real y rectificativo, se convertirá en materia de sueños y recuerdos
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Hasta en esto me agradaba el talento de la señora de Guermantes, justamente por lo que excluía (y que componía precisamente la materia de mi propio pensamiento) y por todo lo que, gracias a eso mismo, había podido conservar ese seductor vigor de los cuerpos ágiles que ninguna reflexión agotadora, ningún cuidado moral o perturbación nerviosa han alterado
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Al paso que Saint-Loup había vendido su precioso “Árbol genealógico”, unos retratos antiguos de los Bouillon, unas cartas de Luis XIII, para comprar cuadros de Carrière y muebles modern style, el señor y la señora de Guermantes, movidos de un sentimiento en que el ardiente amor al arte desempeñaba acaso un papel menor y que hacía que ellos mismos fuesen más mediocres, habían conservada sus maravillosos muebles de Boule, que ofrecían un conjunto seductor, pero en sentido contrario, para un artista
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Por lo demás, nadie, en el café en que tienen su mesa, sabe qué reunión es esa, si la de una sociedad de pesca, la de unos secretarios de redacción o la de los hijos del Indre, tan correcta es su compostura, tan reservado y frío su aspecto, y hasta tal punto no se atreven a mirar como no sea a hurtadillas a los jóvenes a la moda, a los jóvenes “gomosos” que, algunos metros más lejos, alardean de sus queridas, y entre los cuales los que les admiran sin atreverse a alzar los ojos no sabrán hasta veinte años después, cuando unos estén en vísperas de entrar en alguna Academia y otros sean maduros hombres de círculo, que el más seductor, ahora un Charlus obeso y canoso, era en realidad semejante a ellos, sino que en otra parte, en otro mundo, bajo otros símbolos externos, con signos extraños, cuya diferencia les ha inducido a error