Usar "sortija" en una oración
sortija oraciones de ejemplo
sortija
1. El argumento de esta comedia, fundado en una novela deBandelo, aunque sin seguirla servilmente, es como sigue: Enamórase unaprincesa de Dinamarca del príncipe español Dulcelirio, que reside en lacorte de su padre, y le entrega, para memoria suya, una sortija aldespedirse para regresar á su patria
2. Ya restablecida, pasa porBurgos, á la vuelta de su viaje, y se hospeda en aquella ciudad en elpalacio del príncipe Dulcelirio, quien le enseña la sortija, prenda desu antiguo amor; ella, sin embargo, fiel á los deberes de su estado, nose da por entendida, y retorna sin tardanza á la corte de su esposo
3. Una sortija es la llave del encanto, y si se rompe,desaparece al punto la torre
4. El viejo arroja media sortija á la mar, ydespués se arrepiente de su precipitación, pues ya anciano, tiene doshijos, á los cuales, al morir, sólo puede dejar media sortija
5. Salucio,uno de ellos, emprende larga peregrinación después de la muerte de supadre, buscando la mitad de la sortija, que le falta
6. Sucédenle variasaventuras románticas, y al fin tiene la dicha de encontrar un peregrino,que, entre varios objetos curiosos, le enseña media sortija igual á lasuya
7. Reina, losprelados en procesion llevándola los infantes como la trugeron,llevándole las infantas (Doña Maria y Doña Leonor) la corona é lamanzana é cetro é dejáronla en la capilla dó habia salido[99] é losobispos tornaron á decir su misa, é el Rey quedó en su silla; á poco dehora tornaron los infantes, é los prelados en procesion, é trugeron á laReina ante el altar, é estuvo un poco, é llevaronla ante el Rey, queestaba en su silla, é fincó de hinojos ante él, é púsole la corona, laque la Reina de Castilla envió al Rey, que era mui fermosa é rica depiedras preciosas con aljófar mui grueso, é púsole el cetro en la manoderecha é la manzana en la izquierda, é sacó el Rey una sortija de sumano, é púsole en el su dedo de la Reina, é quísole dar paz en la boca,é queriéndola dar paz, oviérale de caer la corona al Rey de la cabeza, éeso mismo á la Reina é ovieron de tener cada uno su corona, é confermoso continente embermejados de vergüenza se ajuntaron á besar, é lasgentes mucho mirando, porque era cirimonia natural muy apacible á todosde lo mirar, cuanto mas á los catalanes que lo han por costumbre, é grandeleite en ella
8. que conservaba la sortija depapel, para que todo el mundo se enterase de su precio
9. —Que presente esta sortija en mi casa—dijo el duque,quitándose una del dedo y
10. apreciando al mismo tiempo, por eltacto, que la sortija tenía una gruesa piedra
11. por una sortija, los alfanjes depuño enjoyado que cortan el
12. El duque puso en el papel enrollado una magnífica sortija de
13. rapidez la sortija que llevaba en la mano derecha y dióselaa la muchacha, diciendo:
14. A la tarde corren sortija en la plaza, dando premios al que la
15. el que ocupan encorrer en la plaza, en bailes, sortija a la tarde y
16. En esos días se reparten, al tiempo de los bailes, sortija y
17. Con el agua se limpian bastante bien los grumos; pero le cuesta desincrustarlos de su sortija de sello: los objetos lo delatan siempre más que los hombres
18. Esto diciendo el abate sacó de su bolsillo la sortija
19. Polvos compactos, lápiz para labios, pendientes,, una pulsera, una sortija
20. Sus dedos jugueteaban con la sortija de esmeraldas que llevaba
21. Cuando el príncipe Saleh vió que su sobrino se obstinaba en aquella determinación, no quiso afligirle más, y dijo: "¡Pongo mi confianza en Alah, y venga lo que venga!" Luego se quitó del dedo una sortija en la cual había grabados algunos nombres entre los nombres, y se la puso en el dedo a su sobrino, diciéndole:
22. Y se excusó con la joven por no poder ofrecerle nada mejor, diciendo: "¡Por Alah, oh mi señora! que si estuviese yo en El Cairo, mi ciudad, te alojaría en un palacio digno de ti! Pero te repito que aquí no soy más que un extranjero! ¡Y para atender a nuestras necesidades, sólo llevo encima lo justo con lo que pagar este alojamiento!" Ella se sacó del dedo una sortija que tenía engastado un rubí de gran valor, y le dijo: "Toma esto, y ve a venderlo al zoco
23. Y lo recogió y vió que era un sortija soleimánica
24. Y frotó la cornalina grabada que estaba engarzada en ella, y al punto le dijo la sortija: "Heme aquí a tus órdenes
25. Habla, ¿qué quieres?" La joven contestó: "¡Oh sortija de Soleimán! deseo de ti un palacio al lado del palacio del príncipe que me ha amado, y dame una belleza mayor que mi belleza"
26. Y la sortija le dijo: "¡Cierra los ojos y ábrelos!" Y la joven cerró los ojos, y cuando los abrió, se encontró en un palacio magnífico erigido al lado del palacio del príncipe
27. Tras de lo cual, queriendo dejar a la bella durmiente un indicio de su entrada en aquel lugar, le puso al dedo un anillo que llevaba, y le quitó del suyo la sortija que llevaba ella poniéndosela en su propio dedo
28. A las ofrendas rituales, añadió el regalar a la Virgen todas sus alhajas, quedándose con sólo una sortija de poco valor
29. La enorme esmeralda de su sortija brilló bajo la luz de las llamas mientras levantaba la copa
30. Una gruesa sortija negra adornaba su pulgar izquierdo
31. Finalmente hablé con el supervisor (un negro que hablaba muy deprisa y llevaba chalinas de seda y una sortija de zafiro) y le expliqué mi problema
32. Él correspondió a su gesto sustituyéndolo en su dedo con una sortija coronada con un diamante en forma de corazón
33. Beneficencia: El tal Paulo llevaba una sortija con un camafeo en el que estaba grabado el
34. Esos dedos finos y delgados con la pequeña sortija de plata… Dobló asustado sus propios dedos dentro de los bolsillos
35. Mientras disponían el esqueleto del varón para proceder a darle sepultura, Clayton descubrió un grueso anillo que, por supuesto, debía de adornar el dedo del hombre en el instante de su muerte, dado que uno de los frágiles huesos de la mano aún estaba rodeado por la sortija de oro
36. Melán rebajao y man puesto esta funda de oro de una sortija que tenía yo y que no la usaba nunca porque cuando me la ponía parecía un marica
37. Astorre buscó alguna señal de titubeo en los ojos de Rosie, alguna muestra de decepción por la sencillez de la sortija, pero la respuesta de Rosie fue inmediata
38. Los salvajes la despojaron de sus vestidos, y cuando la hubieron dejado completamente desnuda, excitó su curiosidad una sortija de gran valor que llevaba en el dedo; un salvaje intentó quitársela, y no consiguiéndolo, sacó su enorme y tosco cuchillo, dispuesto a cortar el dedo
39. El niño mira la sortija gorda de hueso con un retrato desdibujado y amarillento, como los que están en los cementerios
40. –Dénos ahora la sortija y los pendientes
41. Una parte de la reprobación mundana y social podía armonizarse con ellas y, el hecho de que tuviera que reprimir los latidos de su corazón al pensar en Clawdia, no era suficiente para destruir en el nieto de Hans Lorenz Castorp la convicción de que no podía haber nada en común entre él y aquella extranjera separada de su marido, que no llevaba sortija de alianza, que se comportaba mal, que daba portazos, que hacía bolitas de pan y que, indudablemente, se roía las uñas
42. Vio el futuro trabajo de la descomposición, lo vio prefigurado por la fuerza de la luz, vio la carne, en la que él vivía, descompuesta, aniquilada, disuelta en una niebla inexistente, y en medio de ella el esqueleto, cincelado esmeradamente, de su mano derecha, en torno de cuyo anular la sortija de su abuelo flotaba negra y fea: un objeto duro y telúrico con el que el hombre adorna su cuerpo destinado a desaparecer, de modo que, una vez libre, vaya hacia otra carne que podrá lucirlo un nuevo lapso de tiempo
43. Y la posición social era la única cosa en que se fijaba el director, o, mejor dicho, los indicios de que se gozaba una posición muy elevada, como el no descubrirse al penetrar en el hall, llevar knickerbockers o abrigo entallado, o sacar un cigarro con sortija encarnada y dorada, de una petaca de tafilete liso, preeminencias todas éstas de que yo carecía
44. Ni siquiera admitía que un hombre llevara una sortija
45. Me dejé coger el anillo adrede, y en medio del círculo hacía como que no veía pasar la sortija y la iba siguiendo atentamente con la vista, en espera de que llegara a manos del vecino de Albertina, la cual, riéndose a todo trapo, y con la animación y alegría del juego, estaba de color de rosa
46. Todos los jugadores empezaban ya a asombrarse de mi estupidez, al ver que no cogía la sortija
47. De pronto la sortija pasó al vecino de Albertina Me lancé sobre él, le abrí brutalmente las manos y tuvo que ir a ponerse en medio del círculo, mientras que yo ocupé su lugar junto a Albertina
48. Hubo un momento en que Albertina inclinó hacía mí su cara llena y rosada, con expresión de complicidad, haciendo como que tenía la sortija para engañar al hurón y que no mirara hacia el sitio por donde estaba pasando–el anillo
49. , La pena me atontó, solté la cinta, y el que hacía de hurón vió la sortija y se lanzó sobre ella; yo tuve que volverme al centro del círculo, desesperado, a mirar cómo seguía el juego en desenfrenada ronda a mi alrededor, blanco de las burlas de todas las muchachas y puesto en el trance, para contestarles, de reírme yo también, cuando tan pocas ganas tenía, mientras que Albertina no paraba de decir “Cuando uno no se fija, no se juega para hacer perder a los demás
50. Agazapada al canto del mostrador, quedó atenta a la acción del usurero, que, puesto en la luz, examinaba la sortija con una lente: