1.
superintendente general de rentas, se acabóla obra de la cañería de la fuente del
2.
Así ocurrió, en efecto; el rey recorrió con el superintendente lasamplias
3.
quepudieran despachar aquellas, seria muy útil y provechososuprimirlas y ahorrar sus sueldos, y refundirlas en las oficinas degobierno, ejerciendo las funciones de superintendente
4.
El capitan jeneral fue desde luego el juez [68]nato deesta renta, como superintendente jeneral subdelegado, y la únicaadministracion se encargaba á un vecino de honradez y confianza,con solo la asignacion de un 25 por 100 sobre todo lo que recaudase
5.
—Un superintendente de Scotland Yard, hombre de gran discreción
6.
El superintendente asintió con tanta indiferencia, que complació al marqués
7.
El coronel miró interesado al superintendente
8.
Finalmente sus ojos se detuvieron en el superintendente, cuya impasibilidad semejaba apreciar lo que valía
9.
El coronel Melrose consultó con los ojos al superintendente
10.
Le aseguro, mi querido superintendente, que puedo ser muchas cosas, salvo el agente local de la Mano Roja
11.
El superintendente retiró la tela
12.
—¿Trastornaría sus planes mi regreso a Londres, superintendente?
13.
Tredwell apareció a la llamada del superintendente y se marchó provisto de las oportunas instrucciones
14.
Anthony fue distraído de sus reflexiones por el superintendente Battle, quien, sin el menor ruido, como si brotara de la tierra, se puso a su lado
15.
El superintendente Battle y el fiscal, ayudados del jefe de policía, habían reducido los procedimientos a un mínimo de hastío
16.
Fue al encuentro del superintendente
17.
Esperó a que los presentes se fueran de la habitación y se volvió hacia el superintendente, que en aquel momento parecía absorto en el examen de los entrepaños
18.
Y el superintendente Battle estaba en la ventana
19.
El superintendente Baldwin, un hombre alto, de aspecto animoso, se sentaba al otro lado de la mesa
20.
En la procesión fúnebre pintada en la tumba-capilla del visir Ramoses, vemos al príncipe de Kush seguido por el primer heraldo que representaba indudablemente al mismo rey, y luego al superintendente del Tesoro, un departamento del Estado tan importante como el judicial
21.
El superintendente extendió en la mesa varios documentos
22.
El superintendente Huish suspiró y se echó hacia atrás en la silla
23.
Tiene que haberlo hecho como dice el superintendente, es la única explicación
24.
—Dijo usted hace un momento, superintendente, que Tina ha recobrado el conocimiento
25.
el superintendente Harper
26.
—Ya lo creo que se publicará en los periódicos —respondió con ceño el superintendente
27.
—Comprendo, señor Jefferson —dijo el superintendente
28.
Cuando se hallaron fuera de la habitación de Jefferson, el superintendente dijo:—Bueno; ya tenemos un móvil
29.
Igualmente hizo el superintendente Harper, que se había reunido con ellos
30.
—No estoy muy seguro de que lo entienda, superintendente
31.
El superintendente me dice que fueron hallados recortes de uña en el cesto de los papeles de Rubi
32.
Esta vez el superintendente perdió la serenidad
33.
El superintendente no opuso ninguna objeción y prosiguió con sus preguntas metódicas y sosegadas
34.
Una vez más, el superintendente actuó como un prestidigitador y sacó el largo y delgado estilete
35.
Aquí tiene las llaves, superintendente
36.
El superintendente Battle llegó a Wallingford hacia las siete de la tarde
37.
Sin comprometerse haciendo manifestaciones concretas, el superintendente dio diferentes impresiones acerca de su rango y ocupaciones de la vida social
38.
El superintendente empezó a hablar despacio
39.
El superintendente Battle guardó silencio
40.
Mientras el tren en que viajaba el superintendente Battle atravesaba Inglaterra hacia el Este, Anne Meredith y Rhoda Dawes se encontraban en el salón de Poirot
41.
El agente colgó el receptor y dijo al superintendente:
42.
El superintendente asintió con un ademán de comprensión
43.
-¿Puede tener un loco un motivo? -preguntó el superintendente
44.
El superintendente Battle se vanagloriaba de que era capaz de reprimir siempre sus emociones
45.
Le pareció que el superintendente se sorprendía, como si sus palabras hubieran dado en el clavo
46.
No lo hizo porque es un hombre honesto, superintendente Battle
47.
Comprendió que la súbita aparición de un personaje tan importante como el superintendente Battle podía tener un efecto deprimente sobre los planes que quizás alguien se hubiera forjado
48.
Bundle se separó del superintendente, pensando en cuántos de los invitados habían reconocido, o reconocerían, al detective de Scotland Yard
49.
—Para eso estoy aquí —dijo el superintendente con amabilidad
50.
Pero de algo estaba Bundle bien segura: el superintendente Battle no era tonto
51.
El superintendente pareció complacido
52.
El superintendente la recogió y, sosteniéndola cuidadosamente, la examinó
53.
A la vista de la cálida admiración manifestada por el superintendente, Bundle no insistió más en el asunto
54.
La condesa pasó la mirada de uno a otro, pero fue el tranquilo y reposado superintendente quien venció
55.
Se produjo un corto silencio, durante el cual todos miraron al superintendente Battle
56.
—Por una afortunada coincidencia, ella se encontraba aquí —dijo el superintendente sonriendo
57.
El superintendente esperó con paciencia hasta que se produjo una pausa en la locuacidad de George y entonces supo valerse hábilmente de ella
58.
El sol entraba a raudales por las puertas cristaleras de la biblioteca, donde el superintendente estaba trabajando desde las seis
59.
El superintendente los miró con benevolencia, con el aspecto de un bondadoso conservador de museo mostrándoselo a unos muchachos
60.
Por toda contestación, el superintendente señaló a lo alto, con la mano cerrada y el pulgar hacia arriba
61.
El superintendente se encogió de hombros, y evitó una respuesta directa
62.
—Bauer es su hombre, superintendente
63.
El superintendente Battle estaba examinando minuciosamente los palos de golf y levantó la cabeza, un tanto avergonzado, al oír la exclamación de Bundle
64.
Y con una expresión firme en el rostro, el superintendente salió de la habitación y se unió a ellos cerrando la puerta tras de si
65.
—¿No comprendió todo esto en aquel momento, superintendente Battle? —preguntó Bundle
66.
—¡Adiós vacaciones! —dijo con enfado el superintendente Battle
67.
El superintendente Battle dirigió una mirada aguda a los rostros vueltos hacia él, analizándolos de acuerdo con su propio sistema
68.
Para el superintendente Battle todas las personas relacionadas con un caso de asesinato eran criminales en potencia
69.
—Entonces —dijo el superintendente Battle— es que la golpearon con otra cosa
70.
Había una nota de miedo en la voz de Hurstall al anunciar que el superintendente Battle y el inspector Leach estaban en el salón
71.
Junto a una de las mesas del rincón se elevó el sólido corpachón del Superintendente Spence
72.
—Las personas no son como los elefantes —dijo el superintendente Garroway, con una débil sonrisa—
73.
—El superintendente Garroway y un amigo mío del Home Office me han rogado que le atendiera en el asunto que le interesa —dijo el doctor
74.
Hace unas horas me llamó por teléfono el superintendente Garroway para tratar conmigo de unas cuantas menudencias
75.
El superintendente Spence se abstuvo de decir que una lesión profunda en la parte posterior del cráneo, producida por unas pesadas tenazas de acero, difícilmente traía a la imaginación la idea de un suicidio
76.
Al salir Rowley, el superintendente volvió a tomar el encendedor y miró sonriente a las iniciales «D
77.
El superintendente Spence contempló el Shepherd's Court, Mayfair, antes de penetrar a través de su alegre portal
78.
—Soy el superintendente Spence de la policía del condado de Oastshire, y deseaba hablar con usted unos instantes
79.
—¡Ah, perdón, superintendente! —sonrió—
80.
—Por favor, superintendente, no extreme el relato de los detalles
81.
—Informaciones que he recibido —contestó el superintendente con impasibilidad
82.
El superintendente, sin mirar, sabía que los ojos de David estaban fijos en él, estudiándole, midiéndole, ansioso de saber
83.
El superintendente Spence, que se preciaba de ser un hombre justo y equitativo, había venido a Shepherd's Court con el convencimiento de que David Hunter era un asesino vulgar
84.
La sumisión infantil con que ella hizo la súplica impresionó favorablemente al superintendente
85.
Mientras se adelantaba a lo largo de un corredor en compañía del superintendente, dijo con voz apagada:
86.
A una señal del superintendente se descorrió el lienzo que cubría el cuerpo depositado sobre una losa de mármol y Rosaleen se encontró mirando al hombre que en vida se había designado a sí mismo con el nombre de Enoch Arden
87.
El superintendente asintió con un gesto de cabeza
88.
Tenía un cierto respeto por Poirot, por la deferencia con que el superintendente siempre le trataba, pero en su fuero interno le consideraba sólo como uno de esos misteriosos charlatanes que todo lo creen saber
89.
El superintendente quedó sorprendido
90.
Sin dejarse impresionar por la agresividad del superintendente, Poirot respondió con calma:
91.
-También tiene la marca en la frente -añadió el duque, con satisfacción parecida a la de los labradores cuando hablan de buena cosecha- el superintendente de Correos, por haberse negado a dar cuenta de aquellas cartas sobre el baile de máscaras
92.
El Superintendente recibía en la sala contigua a la callejuela del Salvador
93.
Tenía que conferenciar con el mayordomo de Palacio, con el superintendente, con el
94.
Por lo visto, mucho antes de que yo lo supiera, todo el mundo en la prisión sabía que el superintendente jefe Hackett me haría una visita
95.
El superintendente jefe asintió con un gesto de comprensión
96.
Ah, sí, aquí está, superintendente jefe Renton, de la brigada de investigación criminal de Surrey
97.
– Arabella se volvió y, sin molestar a esperar la respuesta del superintendente, corrió de regreso a la casa
98.
Casos notables de longevidad ilustraban aquella mansión, descollando en ella el añoso don Alonso Landázuri, marqués de Gauna, del hábito de Santiago, que a su título añadía esta pomposa coleta: Juez Superintendente de Arcas y Tesoros de Encomiendas vacantes y Medias annatas
99.
Charles examinó al superintendente que se había cruzado de brazos, adoptando una postura rígida, a la defensiva, en contraste con la cordialidad inicial
100.
Como ambos oficiales jamás dejaron de creer en sus propias afirmaciones, no se dignaron estudiar con atención el caso: Como decía el superintendente Neil, Chapman poseía un bigote negro que daba a su faz una apariencia brutal