1.
En el centro,medio arrodillada, esta la quinta ordenando o recogiendo paquetes delana desparramados por el suelo, y al fondo, en otra segunda estancia depiso realzado, en una atmósfera más clara que la de la acciónprincipal, envuelta en los rayos del sol que penetran por la izquierda,hay dos damas de gentil talante entretenidas en examinar un tapizcolgado del muro y otra que mira de frente como atraída por la hermosurade la trabajadora del primer término que desenreda la madeja de ladevanadera
2.
No ser nadieen presencia de su mujer, no encontrar allí aquel refugio a queperiódicamente estaba acostumbrado, le ponía de malísimo talante
3.
formaban el auditorio del buen Fernández, empezaron a desfilar de muy mal talante, porque la
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Pero el joven continuó de este talante, hastaque hubieron llegado
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verla un díatras otro día seguir en este talante, como lo está
6.
Salomón estaba de tan buen talante con la radical
7.
Dulcinea del Toboso!, pues te cupo en suerte tenersujeto y rendido a toda tu voluntad e talante a
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La princesa se la dio de buen talante,
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talante, porque desde mochacho fui aficionado a la carátula, y en mimocedad se me iban los ojos
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poralgunos caudillos, y que estos á su talante la llevanpor el camino de la verdad ó del error
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aunque encubierto, por susoberbia y su talante parecía caballero,
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Con este talante yacompañamiento, y un
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poblar el mundo de los seres finitosó infinitos que nos viniere en talante; y cuando se
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Pero el amo estaba de mal talante, y respondía con
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de amparo; en realidad, afirmaban losmaldicientes, para disfrutar a su talante las rentas del
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conmoviéndolas yarrastrándolas a su talante
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de los portugueses, estaba sin duda de muybuen talante en aquella ocasión, y sin tormentas ni
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y talante, mientras queocultaba en su seno la joya más rica, la
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A todo me sometí debuen talante, y
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Enrique recibió la reprensión de malísimo talante, con los codosapoyados en la
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talante, dictando al cocinero losplatos y al dueño las horas de las comidas; los criados,
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Mirarla me sumía en un estado extraño: mis juicios, mi talante no eran los habituales
23.
Su talante experimentador lo inducía a ensayar nuevos sortilegios aun a riesgo de su vida, y eran múltiples las ocasiones en que había hablado de abandonar los estudios oficiales y practicar como autodidacta
24.
El caballero hizo una fugaz inspección de la orilla, convencido de que en cualquier instante un individuo armado hasta los dientes, de feroz talante, avanzaría hacia él aplastando arbustos y quebrando ramas
25.
Las más de las personas cumplen su deber sólo con visible esfuerzo, de tan mal talante que aquel por quien se sacrifican prefiere prescindir de tal manifestación de simpatía
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-Venid acá, gente soez y malnacida: ¿saltear de caminos llamáis al dar libertad a los encadenados, soltar los presos, acorrer a los miserables, alzar los caídos, remediar los menesterosos? ¡Ah gente infame, digna por vuestro bajo y vil entendimiento que el cielo no os comunique el valor que se encierra en la caballería andante, ni os dé a entender el pecado e ignorancia en que estáis en no reverenciar la sombra, cuanto más la asistencia, de cualquier caballero andante! Venid acá, ladrones en cuadrilla, que no cuadrilleros, salteadores de caminos con licencia de la Santa Hermandad; decidme: ¿quién fue el ignorante que firmó mandamiento de prisión contra un tal caballero como yo soy? ¿Quién el que ignoró que son esentos de todo judicial fuero los caballeros andantes, y que su ley es su espada; sus fueros, sus bríos; sus premáticas, su voluntad? ¿Quién fue el mentecato, vuelvo a decir, que no sabe que no hay secutoria de hidalgo con tantas preeminencias, ni esenciones, como la que adquiere un caballero andante el día que se arma caballero y se entrega al duro ejercicio de la caballería? ¿Qué caballero andante pagó pecho, alcabala, chapín de la reina, moneda forera, portazgo ni barca? ¿Qué sastre le llevó hechura de vestido que le hiciese? ¿Qué castellano le acogió en su castillo que le hiciese pagar el escote? ¿Qué rey no le asentó a su mesa? ¿Qué doncella no se le aficionó y se le entregó rendida, a todo su talante y voluntad? Y, finalmente, ¿qué caballero andante ha habido, hay ni habrá en el mundo, que no tenga bríos para dar él solo cuatrocientos palos a cuatrocientos cuadrilleros que se le pongan delante?
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y que viene de mal talante, y con la malvada intención de llevarse a las niñas?
28.
Había abandonado su talante agresivo
29.
Un portero viejo salió a recibirles y saludó a Fournier de mal talante
30.
El dueño del establecimiento, que se daba el nombre de Antoine, aunque en realidad se llamaba Andrew Leech y cuyas pretensiones de ser extranjero se basaban en tener una madre judía, la recibió de mal talante
31.
Su súbita interrupción le sobresaltó, comprendiendo que, por la razón que fuese, el talante que se presentaba David no era el más propicio para favorecer sus planes
32.
–Ya lo sabes –contestó de mal talante el capitán de armas
33.
Timothy Duane no perdonó a su padre que lo hubiera traído al mundo y que no se hubiera muerto a edad temprana y siguiera arruinán223 dole los deseos de vivir con su buena salud y su mal talante
34.
Pero desde ese día habían transcurrido ya muchas lunas y el talante de los españoles había cambiado
35.
A Hanna le hizo gracia el atribulado talante del joven, que por otra parte no tenía ninguna culpa de no haber acertado en la elección del lugar, y con la fina percepción que caracteriza a algunas mujeres, intuyó que el joven profesor no era un experto en relaciones con el sexo opuesto
36.
Los huéspedes, o estaban en la calle viendo, si no participando en los acontecimientos o, si su talante era timorato, se habían resguardado en sus habitaciones, no fuera a ser que la cola del temporal los afectara
37.
—Antes quiero poneros en antecedentes sobre el motivo de esta reunión y la razón de que quizá hoy mi talante no sea el de costumbre —empezó a decir Pedro Ramón—
38.
Lo que había comenzado como una amistad salpicada de frecuentes discusiones se había ido transformando en una admiración profunda por el talante de la muchacha y finalmente en un hermoso sentimiento que había estallado súbitamente como un volcán en su corazón y que, estaba seguro, era para toda la vida
39.
El gesto desarmó a la mujer, que cambió el talante y tomando entre las suyas la mano que la acariciaba, dijo:
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Concepción no elegía a sus amigos por el partido político al que perteneciesen ni por la confesión eclesiástica que profesasen porque a ella lo que le interesaba era el talante de las personas
41.
—Yo sé bien dónde las digo… Mi conducta en palacio es irreprochable y procuro imitar el talante de mi hermano que tanto agrada a mi padre
42.
También el talante cambió; aunque nadie se puso a aplaudir, fue palpable una relajación de la tensión cuando el Centro de Operaciones cobró vida
43.
Cuando Lucas entró con la bandeja del té, parecía que los dos magos habían recobrado su talante habitual (Strange estaba un poco más callado, quizá) y que la disensión había quedado superada
44.
Un cambio de talante se observó en la habitación
45.
A este punto llegaba, cuando entró Santorcaz, y no bien le vieron las honradas personas que formaban el auditorio del buen Fernández, empezaron todos a [38] desfilar de muy mal talante, porque la presencia del citado flamasón era harto desagradable a todos los habitantes de la casa
46.
-Vayan al diablo a que les dé raciones -nos contestó de muy mal talante una vieja-
47.
No nos contestó y fijando los ojos en el oficio que torpemente escribía el otro a su lado, dijo con muy mal talante:
48.
Y como, por tu talante, veo que estás impaciente por esclarecer este asunto, y que, por otra parte, te ha agradado mi proposición, voy al instante en busca de la hija de mi tío para someterle el caso
49.
No necesitó Urdaneta saber más para volver grupas, siguiéndole Calpena de malísimo talante
50.
Dos días después, Sila abordaba las elecciones y los cargos con un talante que no daba lugar a discusión
51.
El talante general era sombrío
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Replegáronse de mal talante los patriotas al cuarto de Iglesias, y lo primero que hizo D
53.
La práctica totalidad de los hombres cambia instintivamente, en mayor o menor grado, cuando se encuentra ante su propia chimenea, en su propio hogar, respecto al talante que muestra de puertas afuera: los más rígidos se expanden un poco, los más fríos se deshielan un tanto al hallarse ante su chimenea
54.
Una o dos veces me ocasionó Margaret gran perplejidad y disgusto debido a ciertas incoherencias y alteraciones de su talante, que comenzaron a salir a la superficie poco después de regresar yo a North Villa tras haber pasado una semana en el campo
55.
Estas inexplicables alteraciones de talante me fastidiaron y me irritaron hasta extremos indescriptibles
56.
Margaret volvió a hacer gala de su talante más adorable
57.
Estreché de nuevo la mano de Mannion, pero esta vez me sobresalté al notar su mortal frialdad, y me percaté de la extraña alteración de su talante
58.
»A lo largo de todo ese año, por más que a diario visitase usted North Villa, ¡nunca llegó a sospechar nada de nosotros dos! Sin embargo, si no hubiera estado tan perdidamente enamoriscado, ¡cuántas advertencias habría hallado, cuántas, que a pesar de mi doblez y de mis precauciones se habrían manifestado con la claridad suficiente para ponerle en guardia! Aquellos bruscos cambios en el talante de ella, aquellas alternancias de hosco silencio y de caprichosa alegría, que a veces salieron a la luz incluso en su presencia, tenían todos ellos su razón de ser, aun cuando no supiera usted discernirlos
59.
Tanto le daba -la percepción de un hombre se reduce hasta límites insospechados cuando se empeña en considerar su propia importancia- que el señor Frankland estuviera ciego, y consecuentemente fuera incapaz de impresionarse por tan desenvuelto talante
60.
De mediano talante estuve toda la mañana, pues el grato efecto de la visita al Castillo se me convirtió en amargura viendo a María Ignacia muda y cavilosa, metida en sí, cual si una idea pesimista esclavizara su pensamiento
61.
En su talante usual, era un viejo soldado animoso y jovial, pero había ocasiones en que daba la impresión de ser capaz de mostranse considerablemente violento y vindicativo
62.
Ambos asintieron con talante de personas que conocen sus deberes
63.
Cuando entró, su talante estaba desusadamente adusto
64.
Tenía el talante de un perro inteligente que espera la recompensa de un hueso o una palabra amable
65.
Por la cantidad del medicamento y por el talante de la Hermana, Francisco comprendió que tomaba aquello como sedante
66.
La expresión de su talante congeló la atención de la audiencia
67.
La chica había encajado la situación con talante impecable, sin darle mayor importancia y dejando que el asunto derivase hacia un juego ligero y cómplice cuando por fin comprendió que, por parte de Corso y en aquel asalto, no iba a haber más cera que la que ardía
68.
Hace tiempo que el capitán admira, de profesional a profesional, el sólido talante de los artilleros del otro lado
69.
–Curran – dijo Jason, con la esperanza de que el hombre estuviera de mejor talante que la última vez que se vieron
70.
Su talante encajaba en la definición que ese mariscal francés, Grammont, haría de los españoles un poco más tarde: «El valor les es bastante natural, así como la paciencia en los trabajos y la confianza en la adversidad
71.
Algo que más tarde animaría a disculpar los desplantes y caprichos de Buckingham, quien, según fue ganando confianza —acababa de ser nombrado duque por su Rey Jacobo—, y tanto él como Carlos comprendieron que lo del matrimonio iba a ser arduo y para largo, desveló un antipático talante de joven favorito, malcriado y lleno de arrogancia frívola
72.
(Existe alguna posibilidad de que los neutrinos puedan «oscilar» desde una variedad a otra, pero aun así, y actuando a su talante, siguen siendo neutrinos para siempre
73.
Pero había una diferencia entre Darwin y Wallace: después de catorce años, el primero estaba trabajando aún en el libro, mientras que Wallace, de otro talante, concibió la idea, se sentó a escribir y lo despachó en dos días
74.
Y aunque la rigurosa ley judía prohibía todo contacto con cadáveres o con objetos que, a su vez, hubieran permanecido junto a los restos de hombres o animales1, la singularidad del suceso -que rompía todos los esquemas legales- y el talante liberal de estos fieles seguidores de la doctrina de Jesús, habían hecho posible que las vestiduras fúnebres no fueran destruidas y que la familia las manejara sin escrúpulos de conciencia
75.
La expresión se refería a las décadas de los años sesenta y setenta: aquella época revolucionaria en la historia de los ordenadores que finalizó con la aparición del PDP-10 de Digital Equipment Corporation, el ordenador que mudó el talante del Mundo de la Máquina para siempre
76.
Pero, como un estúpido, recuperado el talante, en lugar de ir a lo que importaba, me desvié con una pregunta innecesaria
77.
En el panteón latino, en consonancia con el talante utilitario de aquella civilización, cada divinidad desempeña una función precisa
78.
A esto se añade que el vigilante, según su talante natural, parece amable, no siempre actúa como si estuviera de servicio
79.
La paciencia con la que, durante tantos años, soporta las peticiones del hombre, los pequeños interrogatorios, la aceptación de los regalos, la nobleza con la que permite que el hombre a su lado maldiga en voz alta su desgraciado destino, del que hace culpable al vigilante, todo eso indica el talante compasivo del vigilante
80.
Sólo Elliott conservaba su talante taciturno, y avanzaba en silencio
81.
Alto, esbelto como un junco, con músculos estupendos y porte y talante de conductor de hombres
82.
La improvisó de pie frente a ella, en el mismo talante, el mismo tono apostólico y el mismo acento santandereano de sus homilías de un minuto
83.
Al verlo pasar, el ordenanza comprendió que estaba de mal talante y se contentó con saludarle discretamente
84.
–Me toman por un "clown" -pensó, exasperado, al sentirse enrojecer y rechazando la ovación con un mal talante brutal
85.
, me pareció sugestivo porque creía en la necesidad de un semanario culto, de talante radical-liberal, que llenara un hueco en la información española
86.
Por talante y edad, su objetivo lógico era desmarcarse del Sistema
87.
Su talante y sonrisa eran mesurados y placenteros
88.
Decio tiene otro talante y sabrá comprender todo lo que le diga sobre lo que sucede en las regiones danubianas
89.
Que en este punto el detenido empezó a sospechar que madame Carmencita y la tal Florita, por la pinta y por las intenciones, amén de por algunos subrepticios tocamientos y efusiones más allá del límite que aconsejan las buenas maneras de nuestro recio talante y la unidad de los hombres y las tierras de España (me limito a transcribir el lenguaje del declarante), empezó a sospechar, repito, que sus dos interlocutoras podían tener algo que ver con el negocio del puterío y sus derivados, pero que prefirió mostrarse discreto y dijo que bueno, que era una idea
90.
Y en el pasillo, un metro siempre por delante del tío Pau, que permanece mudo y visiblemente afectado, embutido en su uniforme de tranviario y con el macuto de cobrador en bandolera, la tía Lola emprende las diligencias más tristes y toma las decisiones pertinentes con talante compungido y poco amable, pero sin titubeos y sin derramar una sola lágrima
91.
De pronto el talante amable se le ha convertido en la mirada del tigre cazador: un animal que husmea la presa y trata de disimular con cortesías
92.
Estimulado en su talante corrupto, había ido escalando, finalmente, en la estructura de Hydra, había proporcionado al monstruo de varias cabezas un conocimiento detallado de la OSS, del Gaia y de la base Peary, y había concebido incluso aquella oscura red en que las ideas destructivas de los conjurados, camufladas como ruido blanco, volaban a la velocidad de la luz por todo el globo terráqueo
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Todo fue bien durante tres días, a tal punto que los dos comenzaron a relajarse y a estar de buen talante
94.
Buenaventura de muy mal talante, el alcalde no pudo obtener tampoco aquella vez una respuesta categórica, por lo cual se retiró triste y mustio, sin tener más consuelo que mirar desde el jardín la fachada del edificio y pensar en las reparaciones que le harían por dentro y por fuera cuando Dios quisiera ponerle en sus manos
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Se desvaneció su buen talante, y todos sus agentes se volvieron hoscos y pusieron cara de palo
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La cocinera las miró de mal talante
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El hermano de su madre era un hombre alto, delgado, de talante militar, bigote que fue gris en otros tiempos, rostro pequeño y arrugado y con predilección por los puros Partagás y los trajes de hilo blanco bien planchados