Usar "tempestad" en una oración
tempestad oraciones de ejemplo
tempestad
1. La tempestad vino desde el mar,
2. en una fuerte tempestad,
3. que vuelves en la tempestad de mi desgracia
4. Increíbleparece que aquel cuerpo flaco y endeble, encerrara dentro de sí espíritutan gigantesco y tan fuerte, hecho a golpes de zarpas y a caricias deala, capaz de abrir surcos y levantar cimientos y capaz, de poemizar eldolor e idealizar el martirio; apto para abrigar una tempestad y paraecharse todo entero en el cáliz de un jazmín
5. Lucía, como una flor que el sol encorva sobre su tallo débil cuandoesplende en todo su fuego el mediodía; que como toda naturalezasubyugadora necesitaba ser subyugada; que de un modo confuso eimpaciente, y sin aquel orden y humildad que revelan la fuerzaverdadera, amaba lo extraordinario y poderoso, y gustaba de los caballosdesalados, de los ascensos por la montaña, de las noches de tempestad yde los troncos abatidos; Lucía, que, niña aun, cuando parecía que lasobremesa de personas mayores en los gratos almuerzos de domingo debíafatigarle, olvidaba los juegos de su edad, y el coger las flores deljardín, y el ver andar en parejas por el agua clara de la fuente lospececillos de plata y de oro, y el peinar las plumas blandas de suúltimo sombrero, por escuchar, hundida en su silla, con los ojosbrillantes y abiertos, aquellas aladas palabras, grandes como águilas,que Juan reprimía siempre delante de gente extraña o común, pero dejabasalir a caudales de sus labios, como lanzas adornadas de cintas y deflores, apenas se sentía, cual pájaro perseguido en su nido caliente,entre almas buenas que le escuchaban con amor; Lucía, en quien un deseose clavaba como en los peces se clavan los anzuelos, y de tener querenunciar a algún deseo, quedaba rota y sangrando, como cuando elanzuelo se le retira queda la carne del pez; Lucía que, con suencarnizado pensamiento, había poblado el cielo que miraba, y losflorales cuyas hojas gustaba de quebrar, y las paredes de la casa en quelo escribía con lápices de colores, y el pavimento a que con los brazoscaídos sobre los de su mecedora solía quedarse mirando largamente; deaquel nombre adorado de Juan Jerez, que en todas partes por donde mirabale resplandecía, porque ella lo fijaba en todas partes con su voluntad ysu mirada como los obreros de la fábrica de Eibar, en España, embutenlos hilos de plata y de oro sobre la lámina negra del hierro esmerilado;Lucía, que cuando veía entrar a Juan, sentía resonar en su pecho unascomo arpas que tuviesen alas, y abrirse en el aire, grandes como soles,unas rosas azules, ribeteadas de negro, y cada vez que lo veía salir, letendía con desdén la mano fría, colérica de que se fuese, y no podíahablarle, porque se le llenaban de lágrimas los ojos; Lucía, en quienlas flores de la edad escondían la lava candente que como las vetas demetales preciosos en las minas le culebreaban en el pecho; Lucía, quepadecía de amarle, y le amaba irrevocablemente, y era bella a los ojosde Juan Jerez, puesto que era pura, sintió una noche, una noche de susanto, en que antes de salir para el teatro se abandonaba a suspensamientos con una mano puesta sobre el mármol del espejo, que JuanJerez, lisonjeado por aquella magnífica tristeza, daba un beso, largo yblando, en su otra mano
6. Pero al ver que Plácido hablaba en serio y leyó en susojos la tempestad que rugía en su interior, comprendióque por desgracia lo que contaba era la pura verdad
7. en elbolsillo desde ayer tarde: la que armó la tempestad
8. Entonces estallan loscelos como una tempestad
9. El odio reprimido reaparece cuando Poseidón lo golpea con una tempestad furiosa mientras se acercaba a la isla de los Feacios
10. Cuando Ayante regresa hacia su casa, después de la caída de Troya, se enfrenta con una enorme tempestad que pone en riesgo su vida
11. La tempestad que Poseidón desencadena en contra de Ulises es espantosa y tremenda
12. por la funesta tempestad que promovió el viento
13. Nausícaa es la vida que florece con todo su esplendor y Ulises, con el corazón en la mano, va al encuentro con esta vida que se le presenta, inesperada e impredecible, después de dos días de tempestad y de muerte que la habían precedido
14. Porque se enfurecía la terrible tempestad Y la angustia de muerte
15. Allá en el corazón de la Sierra fulgurabalejana tempestad
16. los platillos como una tempestad lejana, y por toda la plazase esparció un ambiente de bienestar,
17. tempestad de los viejos se encalma
18. Los árboles crujían, la tempestad se desencadenaba sobre el
19. La tempestad se enconó y por fin se solventaron estas
20. Al día siguiente la tempestad había cesado, y el sol
21. aspirabacon delicia el aire húmedo de la tempestad y me decía:
22. entre sus dedos, y yo preveía la tempestad que ibaa estallar
23. en el curso del dia llueve sinque haya tempestad, salen de los bosques millares de mosquitos, yrefugiándose
24. las huellas de la pasada tempestad
25. Aquí las carcajadas del gitano fueron tan violentas que resonaron porencima del ruido de la tempestad eme mugía fuera, con gran confusión delpobre Blasillo, que le miraba con aire de disgusto y de estrañeza
26. Estalló una tempestad de exclamaciones
27. aquella tempestad que en su alma se revolvía, y aparecer antelos
28. tempestad bramaba furiosa y rompía las ramasde los árboles
29. la tempestad, su lechoinferior, si se quiere hablar de las largas
30. «Sin tempestad, y sólo con el balance, soplando el viento
31. La tempestad del mes de octubre de 1859
32. una de las más espléndidasfunciones de la tempestad
33. La tempestad arremolinada de los Estados Unidos en 1815, la
34. » Los que tenemosla dicha de mantenernos firmes en medio de la tempestad,
35. un bendito!Recuerdo que una vez que estuve en su casa se levantó una tempestad
36. opendiente de una rama rota por la tempestad, me recordará el
37. yrígida, con su traje blanco, ninguno de los que la miraban hubierapodido sospechar la espantosa tempestad que se desencadenaba en elcorazón de aquella desgraciada
38. con las manos paratratar de apaciguar la tempestad que lo
39. Su juventud entera había sido una tempestad
40. Ese mismo día, el día de la tempestad había hablado usted
41. Surge en San Gabriel, y otra tempestad le desbarata los
42. emprendió elregreso a Jerez, cuando los alcanzó la tempestad,
43. El trueno conmovió toda la huerta, despertando una tempestad
44. En fin, en el momento en que la tempestad estaba en su mayor
45. lacubierta, en la tempestad de la noche anterior
46. surespiración sonaba como el mugido de una tempestad
47. antes de la tempestad
48. aqueldesierto, cruzando la tempestad que lo azotaba, habría
49. tres de la tarde, y la tempestad se alejaba hacia el naciente,abriendo grandes claros de
50. mancebo tomaban un tinte nebuloso, a la manera de lascharcas en la tempestad, la