Usar "tragarse" en una oración
tragarse oraciones de ejemplo
tragarse
1. Cuento: Tragarse, comerse el ~: Creer en lo que se le dice
2. puede una hormiga tragarse el Sol
3. mordía los labios,pugnando por tragarse las lágrimas, y el aya la
4. las partículas que quieren tragarse
5. En el ruido de las aguas al tragarse a Juanillo creyó oír éste un
6. El jefe pareció tragarse sus delgados labios y habló con la boca fruncida:
7. Se le había dado muy bien tragarse las preguntas de vuelta del aeropuerto
8. Khym estaba en el puente y Pyanfar tuvo que tragarse también esa vieja comparación
9. La amenaza del comandante había sido tajante: «Usted me responde de la mujer con su vida», y si intentaba alguna estratagema durante la conducción, al no poder pegarle un tiro, que era la medida que se adoptaba siempre que un preso intentaba algo, cargaría con las consecuencias y no estaba dispuesto a tener que pagar el fiasco; para lo cual tomó sus precauciones no fuera ser que le aconteciera algún incidente y tuviera que tragarse el sapo
10. Los votantes estaban a punto de tragarse su retórica de la seguridad
11. Entonces el jorobado, tras de muchos esfuerzos, acabó por tragarse el pedazo entero
12. Yo tuve el tiempo justo para retroceder hacia lo alto del buque y saltar al mar, mientras el monstruo acababa de tragarse la otra cuarta parte, y desaparecía en las profundidades con sus dos compañeros
13. -Si mil compromisos tuviera -manifestó Calpena haciendo por tragarse el nudo que tenía en la garganta-, los dejaría todos por la satisfacción, por el honor, por el placer de pasar algunas horas en tan amable compañía
14. La mujer sonrió al tragarse lo que fuera que había hurgado con el dedo
15. Deseó poder tragarse las lágrimas, sepultarlas en algún lugar profundo en su interior, como hacía Luzia
16. La butaca, con los almohadones dispuestos expertamente, la manta sobre sus rodillas, parece que quiera tragarse a la pequeña Maudie que, no importa la posición en que la dejen, mira delante de ella
17. Y Elsa pequeña bajaba la cabeza, y apretaba los dientes, dispuesta a tragarse las lágrimas en silencio, a acostar al novio hasta que le desapareciera la borrachera, a cualquier cosa antes que a reconocer ante su padre que había errado su camino
18. —Una vez vi un cormorán que se estaba muriendo en los muelles de la ciudad de Illian —comentó Taim—, El ave se asfixiaba porque había intentado tragarse dos peces al mismo tiempo
19. –¡Mierda! – Dejó caer el soldador y estuvo a punto de tragarse la linterna-
20. Y sin embargo, cuando lo veían salir de la casa instigado por ellas mismas a tragarse el mundo, entonces eran ellas las que se quedaban con el terror de que el hombre no volviera nunca
21. Lo único que le infundió algún consuelo fue la caja de pastillas somníferas que había ahorrado como perlas preciosas, para tragarse un puñado antes que dejarse arrastrar por las buenas al matadero
22. No había sido difícil obligarle a tragarse su propia muerte
23. Intentó tragarse su frustración
24. La traducción más aproximada consistiría en tragarse todo el pasaje como crimental
25. No fue un sonido chapoteante, en realidad se trató más bien de un sorbetón, como si lo que estuviera en el fondo hubiera abierto una boca trémula y helada para tragarse la piedra de Hodor
26. En el instante preciso para tragarse en cambio un martillo de mithril
27. En él se describían los tormentos del infierno con tal precisión, que bastaba enseñar sus ilustraciones a cualquiera para disuadirle de cometer la menor falta: demonios provistos de ganchos con los que arrastrar a los pecadores hasta sus calderas ardientes; criaturas monstruosas con las fauces abiertas para tragarse las almas de esos desdichados; seres deformes, cegados, vestidos de harapos, vagando por el Purgatorio
28. Quería una volver a correr, a tragarse la noche, porque de una manera o de otra era como caminar hacia el día
29. Por lo visto, los astronautas afectados preferían tragarse la lengua en lugar de franquearse con un ser vivo en condiciones de juzgarlos, en un acto de autocensura de desoladora determinación: los hombres temían por sus carreras, y las mujeres temían verse blanco del desprecio
30. Cazaril empezaba a albergar la esperanza de que lord Dondo fuera a tragarse su medicina administrada en público sin rechistar
31. Suplicó a sus hermanos Zin y Jawad que le explicaran qué significaban las letras y cuando se negaron a hacerlo los amenazó con tragarse entero el diccionario francés
32. El silencio volvió a tragarse aquel desafío; Elric oyó como sus ecos se apagaban en los rincones mis lejanos de la ciudad
33. Los empresarios tuvieron que "tragarse" su asqueroso gusano, pero enseñaron sus escasas, o nulas, convicciones democráticas
34. Después de tanta muestra de generosidad, había llegado el momento de que la señora de Broglie pagara tributo: tuvo que tragarse una lección magistral sobre freudismo, que incluía algunas anécdotas sabrosas sobre las costumbres sexuales del mesías y de sus apóstoles (con detalles trash sobre Melanie Klein), adornada con algunas referencias al MLF [Movimiento de Liberación de la Mujer] y al carácter laico de la educación en Francia
35. Se quedó un buen rato parado en la puerta, intentando tragarse la decepción
36. Eliza puso cara de que le estaban obligando a tragarse una nuez inglesa entera
37. A un lado, otro montón de basura, que amenazaba con tragarse otro excusado, todo ello desconcertantemente cerca de la capilla de la prisión
38. » En cambio, era imposible decírselo a una persona tan infeliz y perdida que incluso tenía ganas de tragarse el contenido de un frasco de pastillas e irse a dormir hasta el final de los tiempos
39. ¿Por qué debería tragarse alguien el bote?
40. Se rindió a ella, sumergiendo la cabeza y los hombros y haciendo lo mejor que podía para tragarse el estanque entero
41. Brutha volvió a tragarse el corazón y se volvió muy despacio
42. El capitán Colon estuvo a punto de tragarse la lengua
43. Observó con admiración que su jefe conseguía tragarse aquello
44. Vaquero, a quien decididamente se le estaban poniendo muy mal las cosas, optó por tragarse su rabia en silencio y se puso a refunfuñar, con la cabeza entre las manos
45. El Ptolomeo que había contemplado cómo asesinaban a Pompeyo sobre la espuma de la playa era el último de una larga dinastía de monarcas siempre dispuestos a tragarse cualquier indignidad y a perpetrar cualquier ultraje con tal de mantenerse en el poder
46. Pero entretanto, quizá entre aquella multitud suspensa y atónita en medio de la obscuridad hubiese algún escritor o aficionado a la ictiología humana, que al ver cómo se cerraban las mandíbulas de viejos monstruos femeninos para tragarse un trozo de alimento acaso se complaciera en clasificar los dichos monstruos por razas, por caracteres innatos y también por esos caracteres adquiridos, gracias a los cuales una vieja dama servia cuyo apéndice bucal es el de un pez enorme come ensalada como una La Rochefoucauld porque desde su infancia vive en el agua dulce del barrio de Saint–Germain
47. Pero, con la perspectiva actual, cuando la novela se acerca a la edad en que, figuradamente, su genial protagonista comienza a escribir -los treinta años- otra razón aparece como primordial, para el impacto que el libro ha seguido causando en los lectores: su desmesurada ambición, esa voracidad con que pretende tragarse el mundo, la historia presente y pasada, las más disímiles experiencias del circo humano, y trasmutarlos en literatura
48. Mas ¿para qué, si aun cuando entonces hubiera tenido ella tiempo de reconocerse, ni uno ni otro comprendimos dónde estaba nuestra felicidad, lo que debíamos hacer, hasta que esa felicidad no era ya posible y ya no podíamos hacerlo, bien, porque, mientras las cosas son posibles, las vamos aplazando, bien porque sólo pueden adquirir ese poder de seducción y esa aparente facilidad de realización cuando, proyectadas en el vacío ideal de la imaginación, se sustraen a la sumersión gravitante, afeante, del medio vital? La idea de que vamos a morir es más cruel que morir, pero menos que la idea de que otro ha muerto, pues, después de tragarse a un ser, se aplana, se extiende, sin la menor agitación en aquel lugar, una realidad de la que queda excluido ese ser, donde no existe ya ninguna volición, ningún conocimiento y de la que tan difícil es erigir, sobre el recuerdo todavía reciente de su vida, el pensamiento de que es asimilable a las imágenes sin consistencia, a los recuerdos dejados por los personajes de una novela que hemos leído
49. Pero si André-Louis quería comer, debía empezar por tragarse su orgullo poco a poco, como si fueran entremeses
50. Lucky dejó que Bigman se encargara de empaquetar las unidades adjuntas con comida homogeneizada y agua (que podía tragarse incluso estando dentro del traje), comprobara la carga de las unidades energéticas y la presión de los tanques de oxígeno, e inspeccionara el funcionamiento de la unidad de eliminación y el reciclador de humedad