Usar "tunante" en una oración
tunante oraciones de ejemplo
tunante
1. Después el muy tunante empezó arazonar sus explicaciones, revistiéndolas de formas seductoras
2. presentes estabanen pie, excepto el tunante de Tarlein, que
3. general el asombro al ver que unhombre, al parecer, tan honrado era un despreciable tunante
4. Laculpa toda es del pícaro mundo, de ese tunante
5. —¡Es la más horrible conspiración! … Ese chisgarabís, ese tunante, elpoetastro que vivía en ese cuarto, se la ha llevado
6. «¡Empezó él!, decía ese tunante
7. Parece que el muy tunante
8. Llegó un tunante a la ciudad de Zaragoza, diciendo quesabía
9. tunante les dijo que volvieran a su posada al día siguiente
10. ¿Por qué ha ocultado usted tan hipócritamente el fruto de su falta? ¿Por qué quiere hacer aún más desdichada a esa criatura que usted trajo al mundo?» «¿Qué dices? —balbuceó el marqués—, ¿qué quieres decir con todo eso? ¿Quieres decir entonces que el viejo tunante ha hablado?» «Concepción, cuyo indigno padre es usted —estalló Manuel—, no es otra que Luz Blanco de Robles
11. —Imagino que debió ser un buen tunante que la dejaría poco después de casarse con ella, y por eso volvió a usar el nombre de soltera
12. -Bien decía el tunante -observé para mí- que se valía de las discretas amigas
13. Me pareció sentir la voz de ese tunante de Gabriel
14. Este tunante masón no viene
15. El muy tunante, perro viejo, había sabido tomar el atajo
16. Sólo cuando en 1885 el rey murió (de tuberculosis, a los veintiocho años) y ella accedió al poder como regente durante la minoría de edad de su hijo Alfonso XIII, manifestó sus reposados odios y su naturaleza vengativa apartando del gobierno a cuantos habían facilitado la vida tunante del difunto
17. ahora lo estoy, ¡pues el tunante
18. Newton era uno de los delegados que en 1687 fue a Londres para presentar el caso de la Universidad ante el Tribunal presidido por un tunante jurisconsulto: el Grand Lord Canciller George Jeffreys: “el infame Jeffreys" como es conocido en la historia
19. Enorme estante de roble contiene una rica y escogida biblioteca, y allí está Horacio el epicúreo y sibarita junto con el tierno Virgilio, en cuyos versos se ve palpitar y derretirse el corazón de la inflamada Dido; Ovidio el narigudo, tan sublime como obsceno y adulador, junto con Marcial el tunante len-guaraz y conceptista; Tibulo el apasionado, con Cicerón el grande; el severo Tito Livio, con el terrible Tácito, verdugo de los Césares; Lucre-cio el panteísta; Juvenal, que con la pluma de-sollaba; Plauto, el que imaginó las mejores comedias de la antigüedad dando vueltas a la rueda de un molino; Séneca el filósofo, de quien se dijo que el mejor acto de su vida fue su muerte; Quintiliano el retórico; Salustio el píca-ro, que tan bien habla de la virtud; ambos Pli-nios, Suetonio y Varrón, en una palabra, todas las letras latinas, desde que balbucieron su primera palabra con Livio Andrónico, hasta que exhalaron su postrer suspiro con Ruttilio
20. Después el muy tunante empezó a razonar sus explicaciones, revistiéndolas de formas seductoras
21. Mas, en lugar de las recriminaciones que de memoria habíase aprendido; en lugar de las disculpas que Marcelino hubiera debido presentarle, acaeció lo que acaece siempre que una mujer se ha entregado por amor y un tunante la ha seducido por vicio; las recriminaciones nacen enclenques, se enredan con las lágrimas, tropiezan con los besos, y el seductor triunfa, vuelve a jurar, a prometer; las dos juventudes se atraen con secreta fuerza incontrastable, y la mujer se entrega de nuevo experimentando un goce mayor, más duradero e intenso, precisamente porque ahora viene amasado con el remordimiento
22. –Hecho un tunante, para variar -dice mi madre-
23. E hizo una seña a sus tres comisarios, quienes le siguieron en silencio, para cortar por lo sano aquella peligrosa acción del tunante
24. Clodia se había convertido en objetivo de estos ataques por su reputación de promiscua y por su sentido de la moda tan tunante, pero su afición por el estilo gansteril no se limitaba a la jerga
25. Enorme estante de roble contiene una rica y escogida biblioteca, y allí está Horacio el epicúreo y sibarita junto con el tierno Virgilio, en cuyos versos se ve palpitar y derretirse el corazón de la inflamada Dido; Ovidio el narigudo, tan sublime como obsceno y adulador, junto con Marcial el tunante lenguaraz y conceptista; Tibulo el apasionado, con Cicerón el grande; el severo Tito Livio, con el terrible Tácito, verdugo de los Césares; Lucrecio el panteísta; Juvenal, que con la pluma desollaba; Plauto, el que imaginó las mejores comedias de la antigüedad dando vueltas a la rueda de un molino; Séneca el filósofo, de quien se dijo que el mejor acto de su vida fue su muerte; Quintiliano el retórico; Salustio el pícaro, que tan bien habla de la virtud; ambos Plinios, Suetonio y Varrón, en una palabra, todas las letras latinas, desde que balbucieron su primera palabra con Livio Andrónico, hasta que exhalaron su postrer suspiro con Ruttilio
26. ) ¡El Gobernador! No hay en toda la tierra tunante que más merezca un tiro
27. Antes incluso de que el enano hubiera acabado de hablar, Sali Dalib y el goblin ya habían recogido sus camellos y se habían alejado de la Ronda del Tunante, de regreso al extremo norte de la ciudad
28. Acción propia de un tunante
29. Cualidad de tunante
30. Salvador hizo una pregunta interesante por demás, a la cual contestó el tunante de Pipaón con sonrisa maliciosa y en voz tan baja que el narrador se quedó en ayunas
31. Ese chisgarabís, ese tunante, el poetastro que vivía en este cuarto, se la ha llevado
32. Ese tunante (Por BONAIRE