Usar "vejatorio" en una oración
vejatorio oraciones de ejemplo
vejatorio
1. A Suárez le faltó tiempo para aceptar ese arreglo vejatorio, para hacerse bordar sus camisas con una corona ducal y para empezar a usar su título nobiliario; se trataba de los signos externos que permitían rematar la interpretación del personaje al que desde hacía tiempo aspiraba y que de algún modo ya era: un aristócrata progresista, exactamente igual que el general De la Rovere
2. Y curiosamente estoy escribiendo un reportaje sobre el trato vejatorio en las comisarías
3. Dudo que Octavia llegue a tener motivos para reprocharle una infidelidad o un trato que yo mismo podría encontrar vejatorio
4. Si es usted un profesional y, pese a lo que puedan decir algunos, los profesores de las escuelas de formación profesional son miembros de una profesión aunque sólo sea maquinalmente, puede usted estar tranquilo y seguro de que la policía no le hará objeto de un trato vejatorio
5. Se veía de repente sin el control de la situación, y para un hombre que se había presentado ante Elise y Lore como omnisciente, verse de buenas a primeras incapaz de manejar la confusión resultaba de lo más vejatorio
6. Su cara se oscureció, y vi que había agitado en él un pensamiento que le resultaba vejatorio
7. Normalmente, cuando nos detenían los policías nos dispensaban un trato vejatorio físico y psíquico, con notoriedad pública, para avergonzarnos y ellos recibir la aprobación de los testigos
8. Apresado en la inextricable red de prescripciones que atan a los ciudadanos del Nuevo Mundo, el Kaw-djer sólo había sentido la molestia impuesta por el enorme cúmulo de leyes, de órdenes, de decretos, mientras vivió entre ellos antes de exiliarse a la Tierra de Magallanes; su incoherencia y su carácter tan a menudo vejatorio le habían cegado, sin dejarle ver la necesidad superior de sus principios
9. Pero el trato recibido por Luguín fue considerado vejatorio e insultante para todos los trabajadores de la empresa, como declaró el primer orador del encuentro, el conductor del autobús de la clínica y el elemento más radical, a años luz del moderado centrismo de los cuadros más ilustrados de los trabajadores indígenas: dos enfermeras, el profesor de gimnasia y la jefa de la sección de masajes