Usar "verdura" en una oración
verdura oraciones de ejemplo
verdura
1. verdura fresca, impresionante, y el mar, calmo en este punto,
2. Laverdura se extiende en lo hondo bordeando el cauce, repta por elempinado tajo, se junta a la otra verdura de los huertos que respaldanlas casas y aparecen colgados como pensiles
3. verdura coronaba los muros
4. vengraciosas palmeras, descollando entre los grupos de verdura como paraostentar sus elegantes y
5. graciosos y mejor desvanecidos en el sumo ambiente, y la verdura delprado más verde y más
6. Las rocas levantan hasta el cielo sus bellosfrontis dorados por la luz; pero sus bases están ocultas por unbosquecillo de encinas y castaños; gracias á la verdura y variedad
7. lago reemplaza á la verdura de los prados, hasta que al fin, lacapa líquida penetra en el suelo y se cambia en vapor, ó bien, despuésde la crecida, vuelve al cauce del arroyo
8. columnatasse levantan sobre la verdura, chorros de agua caen por encima de losmacizos de flores, y alegres
9. unasábana de verdura bajo el influjo de los más fuertes
10. De un gran cañaveral, y su verdura
11. verdura y lozanía de los campos, los matices de las flores y lahermosa apariencia del
12. Aquella misma verdura de losárboles, tan desnudos en invierno, era bien
13. huerto con su dormilón estanque, el umbrío manchón delsoto, la verdura de los prados y
14. el manto eterno de verdura de la pampa desierta y misteriosa!
15. En seguida reconoció que eran loscerros de Cintra, cubiertos de feraz y lozana verdura
16. cubierto de jardines y cuadros de verdura
17. en la verdura delos prados, un sabor mucho más dulce en el
18. enredaderas y jazmines,todavía por entre la verdura y las flores se abrían camino los clarosrayos
19. estaban inmóviles sobre la verdura un tanto rojiza del prado invernal,con las patas
20. Saliendo del camino y tomando la dirección deaquellos canastillos de verdura, se divisa primero un roto torreón,cuyas grietas son otras tantas macetas en que la potente
21. Una tarde en que paseaba con mi buen amigo el Padre Ibáñez, pordelante de la línea de verdura que se
22. Los inviernos resultaban menos crudos, tal vez porque habíamos comprado una nueva estufa, grande y buena, o porque comíamos mejor: más carne, más fruta, más verdura
23. Si no, dígame: ¿hay mayor contento que ver, como si dijésemos: aquí ahora se muestra delante de nosotros un gran lago de pez hirviendo a borbollones, y que andan nadando y cruzando por él muchas serpientes, culebras y lagartos, y otros muchos géneros de animales feroces y espantables, y que del medio del lago sale una voz tristísima que dice: ''Tú, caballero, quienquiera que seas, que el temeroso lago estás mirando, si quieres alcanzar el bien que debajo destas negras aguas se encubre, muestra el valor de tu fuerte pecho y arrójate en mitad de su negro y encendido licor; porque si así no lo haces, no serás digno de ver las altas maravillas que en sí encierran y contienen los siete castillos de las siete fadas que debajo desta negregura yacen?'' ¿Y que, apenas el caballero no ha acabado de oír la voz temerosa, cuando, sin entrar más en cuentas consigo, sin ponerse a considerar el peligro a que se pone, y aun sin despojarse de la pesadumbre de sus fuertes armas, encomendándose a Dios y a su señora, se arroja en mitad del bullente lago, y, cuando no se cata ni sabe dónde ha de parar, se halla entre unos floridos campos, con quien los Elíseos no tienen que ver en ninguna cosa? Allí le parece que el cielo es más transparente, y que el sol luce con claridad más nueva; ofrécesele a los ojos una apacible floresta de tan verdes y frondosos árboles compuesta, que alegra a la vista su verdura, y entretiene los oídos el dulce y no aprendido canto de los pequeños, infinitos y pintados pajarillos que por los intricados ramos van cruzando
24. Le quedó para siempre la afición por las suculentas sopas de verdura, los pasteles de maíz, los hervidos de gallina, las cazuelas de mariscos y sobre todo los dulces caseros
25. Los dos jóvenes atravesaron alegremente los umbrales de la linda casita, luego un pequeño patio que parecía una gruta de verdura y de flores con un risueño surtidor de mármol y bajo una cortina de enredaderas penetraron en el corredor y se detuvieron en la puerta de la antesala
26. Un poco de sopa, pescado y verdura
27. Cuando el coche, pasado el arco de San Vicente, torció a la derecha en dirección a la Puerta de Hierro, Su Majestad, que hablaba con el general Jourdan, dejó a este con la palabra en suspenso, y se asomó por la portezuela para contemplar el real palacio que quedaba detrás, sentado en los bordes de la villa, con un pie arriba y otro abajo, destacando su enorme cuerpo blanco sobre las rampas de ladrillo que le sirven de trono y sobre la verdura de los árboles que le sirven de alfombra
28. En vez de tomar en línea recta la dirección de la casa de Guimaraens, que a la distancia de un cuarto de legua se destacaba sobre la verdura de un bosque espeso, caminaron a la [62] derecha río abajo, y describiendo luego una gran curva, subieron hacia la montaña por extensa ladera de viñas y almendros
29. Colocamos la mitad de la verdura pochada en el fondo de un recipiente de horno y encima ponemos el atún
30. Sobre el atún se distribuye el resto de la verdura y bañamos el conjunto con chacoli
31. Cuando la verdura est pochada, se colocan encima las rodajas de bonito y se baña todo con el vino de jerez
32. En una cazuela, con un chorro de aceite, rehogamos toda la verdura picada
33. En una cazuela de horno ponemos una fina capa de verdura rehogada
34. Encima, haciendo una capa, colocamos las sardinas abiertas y luego las cubrimos con el resto de la verdura pochada
35. En una cazuela ponemos a calentar la mantequilla y el aceite, añadiendo el jamón cortado en daditos y, a continuación la verdura
36. Para servir, ponemos salsa de tomate en un plato y encima, cortada en porciones, la tarrina de verdura con queso
37. Todas las mujeres, coimas y familiares de presos habían abandonado también el recinto, y las cuatro tabernas y bodegones —vino del alcaide y agua del bodegonero— de que gozaba la parroquia carcelaria estaban cerrados hasta el día siguiente, lo mismo que las tablas de juego del patio y los puestos de comida y verdura
38. ¡Compadre, vaya un cocido! La carne de cebón y los aditamentos cerdosos dábanle poder para resucitar a un muerto; tras él llegaba la verdura exquisita, con su indispensable oreja, y ―ainda mais‖ morcilla
39. Las costillas de cerdo rellenas estaban muy ricas, pero ella tenía la tendencia de cocer demasiado la verdura
40. Un olor flotaba por encima del de la humedad y la verdura rancia: perfume, el persistente aroma del perfume
41. La gente hace cola para comprar verdura y miles de artículos más; los médicos no pueden ir a asistir a los enfermos porque cada dos por tres les roban el vehículo; son tantos los robos y asaltos que hay, que te preguntas cómo es que a los holandeses les ha dado ahora por robar tanto
42. Verdura no hay en absoluto
43. Fiambres y escabeches para la compañía y una verdura hervida para que cuides la úlcera
44. Había imaginado que habría una tienda en el centro y quizá una pequeña cafetería como las de Berlín; y se había preguntado si habría un puesto de fruta y verdura
45. Sión olía a verdura cocida, a humanidad, y a ganja
46. : Se hacen a fuego lento los tallos de los champiñones con la verdura picada y la ternera, pavo o pescado
47. No obstante, añadió, podía ofrecerles unos chicharros recién pescados y algo de verdura
48. Frente a cada uno de ellos humeaba un tazón de caldo de carne, y en el centro de la mesa había fuentes rebosantes de verdura, ternera y capones asados
49. Si no, dígame: ¿Hay mayor contento que ver, como si dijésemos, aquí ahora se muestra delante de nosotros un gran lago de pez hirviendo a borbollones, y que andan nadando y cruzando por él muchas serpientes, culebras y lagartos, y otros muchos géneros de animales feroces y espantables, y que del medio del lago sale una voz tristísima que dice: «Tú, caballero, quienquiera que seas, que el temeroso lago estás mirando, si quieres alcanzar el bien que debajo destas negras aguas se encubre, muestra el valor de tu fuerte pecho y arrójate en mitad de su negro y encendido licor; porque si así no lo haces, no serás digno de ver las altas maravillas que en sí encierran y contienen los siete castillos de las siete fadas que debajo desta negrura yacen»? ;Y que apenas el caballero no ha acabado de oír la voz temerosa, cuando, sin entrar en más cuentas consigo, sin ponerse a considerar el peligro a que se pone, y aun sin despojarse de la pesadumbre de sus fuertes armas, encomendándose a Dios y a su señora, se arroja en mitad del bullente lago, y cuando no se cata ni sabe dónde ha de parar, se halla entre unos floridos campos, con quien los Elíseos no tienen que ver en ninguna cosa? Allí le parece que el cielo es más transparente, y que el sol luce con claridad más nueva; ofrécesele a los ojos una apacible floresta de tan verdes y frondosos árboles compuesta, que alegra a la vista su verdura y entretiene los oídos el dulce y no aprendido canto de los pequeños, infinitos y pintados pajarillos que por los intrincados ramos van cruzando
50. pantalones con las perneras llenas de fruta, verdura y trozos de pollo