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    Usar "verga" en una oración

    verga oraciones de ejemplo

    verga


    1. Las echaban arriba con el penol de la verga de trinquete y lasaseguraban en la regala


    2. nuevos:los obreros, agarrados a la verga con las piernas como el


    3. Las echaban arriba con el penol de la verga de trinquete y


    4. Era un trozo de la cubierta del prao, al cual estaban aún enganchados unos cabos y una verga


    5. Y dile que si hay un Dios en el cielo, estará colgando de una verga antes de una hora


    6. Y entonces, mientras veían alejarse la galera, el pabellón de Toranaga fue arriado lentamente de la verga


    7. Contra lo que esperaba, Pepe Lobo encontró a la propietaria de la casa Palma muy suelta en asuntos de mar y barcos; hasta el punto de que la oyó interesarse, además, por el aparejo y la maniobra, la ausencia de tablas de jarcia exteriores que ofrecieran resistencia al mar, y sobre todo por la magnífica pieza del palo, con su pronunciada inclinación hacia popa: madera de Riga flexible y resistente, sin nudos, procedente de la verga mayor de uno de los navíos franceses de setenta y cuatro cañones que pertenecieron a la escuadra del almirante Rosily


    8. Las suelas resbalaron sobre el hielo y la bota pasó de largo, pero cuando la jarcia volvió a pasar hacia la popa, ambas botas tropezaron con la verga cubierta de hielo y él la empujó con toda la energía de sus piernas


    9. Al observarlos, la avidez invadió su verga


    10. Aquel centurión -llamado Lucilio y a quien las legiones de Pannonia habían bautizado con el apodo de «cedo alteram»1, porque apenas rompía una verga en las espaldas de un soldado pedía otra y otra, diciendo siempre «cedo alteram»-, cuya imagen resultaría ya difícil de borrar de mi mente, jugaría un destacado papel en la flagelación del Maestro de Galilea…

    11. Y desde entonces, después de cada sesión de trabajo, me iba a casa de Jack o salíamos juntos, Jack tenía una vieja ranchera y yo alquilé un Alfa Romeo de dos plazas con el que solíamos alejarnos hasta las montañas, hasta Redlands y luego por la 10 hasta Palm Springs, Palm Desert, Indio, hasta llegar al Salton Sea, que es un lago y no un mar y además un lago más bien feo, en donde comíamos comida macrobiótica que era la comida que por entonces Jack consumía, decía que por su salud, y un día pisamos el acelerador de mi Alfa Romeo hasta Calipatria, al sureste del Salton Sea, y fuimos a visitar a un amigo de Jack que vivía en un bungalow aún en peores condiciones que el de Jack, un tipo llamado Graham Monroe pero al que Jack y su mujer llamaban Mezcalito, no sé por qué, tal vez por su afición al mezcal aunque lo único que bebieron mientras estuvimos allí fue cerveza (yo no porque la cerveza engorda), y después ellos tres estuvieron tomando baños de sol detrás del bungalow y bañándose con una manguera y yo me puse un bikini y los estuve mirando, yo prefiero no tomar demasiado sol, tengo la piel muy blanca y me gusta cuidarla, pero aunque me mantuviera en la sombra y no permitiera que me mojaran con la manguera me gustaba estar allí, mirando a Jack, mirando sus piernas que estaban mucho más delgadas de lo que yo recordaba, mirando su tórax que parecía habérsele hundido un poco más, sólo la polla era la misma, sólo los ojos eran los mismos, pero no, en realidad sólo la gran máquina taladradora como decían en la publicidad de sus películas, la verga que había destrozado el culo de Marilyn Chambers, era la misma, el resto, ojos incluidos, se estaba apagando a la misma velocidad con que mi Alfa Romeo recorría el valle de Aguanga o el Desert State Park iluminados por la luz de un domingo agonizante


    12. Costó mucho poner a Jack en marcha, su cuerpo ya no funcionaba, sólo funcionaba su voluntad, y pese a todo él insistió en ponerse un condón, un condón para la verga de Jack, como si un condón pudiera contenerla, pero al menos eso sirvió para que nos riéramos un rato, al final, ambos de lado, metió su larga y gruesa verga fláccida entre mis piernas, me abrazó dulcemente y se quedó dormido, yo aún tardé mucho rato en dormirme y por la cabeza me pasaron ideas de lo más raras, por momentos me sentía triste y lloraba sin hacer ruido, para no despertarlo, para no romper nuestro abrazo, por momentos me sentía feliz y también lloraba, hipando, sin la más mínima discreción, apretando entre mis muslos la polla de Jack y escuchando su respiración, diciéndole: Jack, sé que te estás haciendo el dormido, Jack, abre los ojos y bésame, pero Jack seguía durmiendo o fingiendo que dormía y yo seguía contemplando como en el cine las ideas que me pasaban por la cabeza, como un arado, como un tractor rojo a cien kilómetros por hora, muy rápidas, casi sin tiempo para reflexionar, si es que entonces hubiera deseado reflexionar, cosa que obviamente no entraba en mis planes, y por momentos ni lloraba ni me sentía triste o feliz, sólo me sentía viva y lo sentía vivo a él y aunque todo tenía un fondo como de teatro, como de farsa amable, inocente, incluso conveniente, yo sabía que aquello era verdadero, que valía la pena, y luego metí mi cabeza debajo de su cuello y me dormí


    13. Bueno, yo estaba concentrada en el trabajo y además, debido a mi posición, no podía ver lo que ocurría alrededor, pero Bull y Shane, que estaban de rodillas pero con los torsos erguidos y las cabezas levantadas, sí que se dieron cuenta de que Jack acababa de entrar y las vergas se les endurecieron casi de inmediato, y no sólo Bull y Shane, el director, Randy Cash y Danny Lo Bello y su mujer y Robbie y Ronnie y los electricistas y todo el mundo, creo yo, menos el cámara, que se llamaba Jacinto Ventura y era un chico muy alegre y muy profesional y que además literalmente no podía quitarle el ojo a la escena que estuviera filmando, todos, digo, expresaron de alguna manera la presencia inesperada de Jack y se hizo entonces el silencio sobre el plató, no un silencio pesado, no un silencio de esos que presagian malas noticias, sino un silencio luminoso, si puedo llamarlo así, un silencio de agua que cae en cámara lenta, y yo sentí ese silencio y pensé debe de ser por lo bien que me siento, por lo buenos que son estos días en California, pero también sentí algo más, algo indescifrable que se acercaba precedido por los golpes rítmicos de las caderas de Shane sobre mis nalgas, por los suaves embites de Bull sobre mis labios, y entonces supe que ocurría algo en el plató, pero no levanté la mirada, y supe también que ocurría algo que me comprendía y afectaba únicamente a mí, como si la realidad se hubiera trizado, una trizadura de un extremo a otro, similar a la cicatriz que queda después de ciertas operaciones, desde el cuello hasta la ingle, una cicatriz gruesa, rugosa, dura, pero me aguanté y seguí actuando hasta que Shane sacó su verga de mi culo y se corrió sobre mis nalgas y hasta que Bull poco después lo siguió y eyaculó en mi cara


    14. Le pedí felación cuando intuí que ella quería mamar verga, que agarrarla de la nuca y acercarla a mi pene levantado como a una esclava dócil era el placer que queríamos los dos


    15. – Como si no le importara que lo hubiera pillado con los pantalones por los tobillos, meneándose la verga


    16. El albino y el conde saltaron de verga en verga hasta que se encontraron de nuevo en cubierta


    17. y por último es beneficioso también para la carnosidad de verga


    18. Tiene una mano metida en su propio tanga, y la otra en la verga de Joe


    19. Tiene una buena verga, larga y gruesa, y Candy ya la ha enfundado en un condón


    20. No, bobo… En la punta de la verga

    21. No había tiempo para preparar una guindola, así que colocaron un tecle en el penol de la verga mayor


    22. En la guardia de alba, los marineros vieron al fantasma del carcelero sentado en la verga cebadera haciéndoles señas y muecas, y todos los que estaban en el castillo corrieron hacia popa como una manada de becerros, tropezando unos con otros, y no se detuvieron hasta que llegaron al saltillo del alcázar


    23. Estaba formado por una verga trinquete de recambio con un remo en la punta que se apoyaría en un pivote colocado sobre el coronamiento, el cual había sido reforzado para soportarlo, y el brazo interior sería movido de un lado a otro por aparejos sujetos a la verga mayor y la verga mesana


    24. Pasó entre ellos, llegó a la proa y luego, caminando cuidadosamente por el bauprés, fue hasta la verga cebadera


    25. La bala derribó la verga de la gavia mayor de la Constitution y por toda la cubierta se oyeron gritos triunfales


    26. Entonces, como las escotas estaban flojas, las velas se desprendieron de las relingas y la vela mayor gualdrapeó con tanta violencia que el tope del palo mayor se habría desprendido si no hubiera sido porque Mowett, el contramaestre, Bonden, Warley, el encargado de la cofa del mayor, y tres de sus hombres, subieron a la jarcia y se deslizaron por la verga cubierta de hielo y cortaron la vela justo junto a los rizos


    27. Los marineros quitaron la verga mayor haciendo un gran esfuerzo, un esfuerzo casi sobrehumano, a menudo con el agua a la altura de la cintura; luego también quitaron la verga trinquete y aseguraron a las botavaras las lanchas, que estaban a punto de soltarse; la Surprise siguió navegando solamente con la vela mesana


    28. Primero se apartaban de los calzos subiéndolos, luego se pasaban por encima de la borda y después se bajaban con motones fijos a los penoles de la verga mayor y la verga trinquete


    29. Los oficiales y los contramaestres ya no golpeaban a los marineros con varas o cabos con nudos para que se movieran rápido; la colocación de los coyes en la batayola cada mañana ya no era una desenfrenada carrera; a ningún marinero se le castigaba con azotes por bajar el último de una verga y todos caminaban por la fragata tranquilamente, hablando o masticando tabaco


    30. Las campanadas se sucedieron; el sol se puso cuando se veía por debajo de la verga trinquete; llamaron a los marineros a cenar

    31. Richardson seguía encaramado en la verga, observando las cristalinas aguas que tenía delante, de color azul oscuro en el estrecho, donde eran muy profundas, y de color azul claro a ambos lados, donde tenían poca profundidad


    32. Y cuando el último joven de poco peso llegó al peñol de estribor de la verga de la juanete de proa y se colocó junto al amantillo, Jack dio un paso al frente y, con una voz que podía oírse en el cielo, pronunció las palabras:


    33. Incluso en una fragata tan bien gobernada como la Surprise, cuando se ordenaba a los marineros preparar y armar las lanchas, la operación rara vez se hacía en menos de veinticinco minutos, porque el sistema de poleas que iban hasta los penoles de la verga mayor y la trinquete era muy complicado


    34. Sus velas se van llenando de agujeros, y en ese preciso instante, por efecto de un cañonazo alto y afortunado, la verga del velacho salta hecha pedazos


    35. El enorme Trinidad, comprueba Rocha con orgullo, tiene todavía sus palos en pie, excepto la verga de velacho, y se bate muy honrosamente, oponiendo la poderosa gallardía de sus cuatro puentes a dos enemigos que se le han situado a tiro de pistola


    36. Por suerte el inglés ha perdido la verga de mayor con su vela, y eso lo frena un poco


    37. El mastelero, su verga y una maraña de vela y jarcia cuelgan hacia estribor, y los ciento doce pies de la verga mayor penden verticales con su vela aferrada, balanceándose con un extremo dentro del foso del combés, mientras arriba en la cofa, chas, chas (se oyen los hachazos desde cubierta), los gavieros intentan desprenderse de todo aquello para tirarlo por la borda


    38. Por suerte, la verga de gavia y su vela siguen intactas


    39. Ahora, liberado del mesana que hacía de ancla flotante, mientras el contramaestre Campano y sus hombres ayustan brazas, colocan calabrotes y espías en la jarcia rota, y ponen quinales y brandales para sostener los dos palos que quedan (el mayor se sostiene de milagro, pasado a balazos y con varios obenques cortados), el Antilla se mueve con las velas del trinquete, lenta, trabajosamente, flojas en el otro palo las escotas de gavia, el viento largo a trece cuartas por estribor, balanceándose en la marejada con crujidos que parecen lamentos del casco malherido, mientras se aparta a duras penas de los dos navíos ingleses con los que ha estado peleando: el que se hallaba por la aleta ha perdido, además del bauprés y la verga de mayor, la arboladura de trinquete desde la primera cofa para arriba, y está inmóvil, sin aparente maniobra


    40. Respecto al Antilla, desarbolado del trinquete y del mesana, con el mayor sin mastelero de juanete, pasado a balazos y sosteniendo de milagro la verga de gavia, su situación no parece mejor que la del francés

    41. A sotavento del Antilla se encuentra otro dos cubiertas casacón muy maltratado, sin trinquete, sin verga de mayor y sin bauprés, al que, según cuentan (Marrajo, en la batería baja, no llegó a enterarse de casi nada), dejaron aviado a cebollazos cuando cruzaban ante su proa, pero que luego arribó con la brisa hasta ponérseles delante, o casi, cortando ahora la retirada


    42. La punta de hierro de la verga desgarró la cuerda en torno a sus muñecas, cuando el cuerpo inerte se derrumbó


    43. Le colocó entonces a modo de mástil la vara que Ogión le había preparado, la aseguró con encantamientos y le puso de través una verga de madera resistente


    44. Bajo esta verga tejió en el telar del viento una vela de sortilegios, una vela redonda, blanca como las nieves del Pico de Gont; y las mujeres la miraron y suspiraron de envidia


    45. Mientras mira aún la pantalla de su teléfono móvil, vacía, se da cuenta de que tiene una erección y de que la verga, abrasada, le ha abierto en dos el pantalón del pijama que todavía no ha tenido tiempo de quitarse


    46. Extremidad de la verga de la ballesta


    47. Le voy hacer oler infierno a ese animal, dice, con ayuda de la buena verga que me dejó mi padre


    48. Toda clase de quimeras venían a enroscarse dentro de mi sueño, intentaba echarlas, porque a la única a quien quería ver era a mi hermana, pero eran tozudas y volvían por donde menos me lo esperaba, igual que aquellas golfillas impúdicas de Stalingrado; abría los ojos y una de ellas había venido a arrimarse a mí, se había puesto de espaldas y me apretaba las nalgas contra el vientre; la verga me entraba por aquel lado y ella se quedaba en esa postura, moviéndose muy despacio, y, luego, no me echaba de su culo y nos dormíamos así, encajados uno en otro


    49. En ese momento me pasó un soplo por encima de la verga, un dedo fantasma, la punta de una lengua; en el acto empezó a hincharse y a crecer


    50. Quería también ver cómo meaba aquel hermoso cuerpo, inclinado hacia delante encima de la taza, con los codos apoyados en las rodillas, y oír cómo caía en el agua el chorro de orina; y quería también que se inclinase la boca de ese cuerpo, mientras el cuerpo terminaba de orinar, y agarrase entre los labios mi verga, blanda aún, quería que la nariz de ese cuerpo me olfatease el vello, el hueco entre las bolas y el muslo, la línea del espinazo, que se embriagase con mi olor áspero y ácido, ese olor a hombre que tan bien conozco











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    verga in English