Usar "zahorí" en una oración
zahorí oraciones de ejemplo
zahorí
1. Hay el hombre que se lasda de zahorí, de sagaz y penetrante para descubrir los
2. Cuando alzó la cabeza para mirar vio al ex cura tambaleándose entre los huesos y sosteniendo en alto una cruz que había hecho con unas tibias de carnero atadas con tiras de piel y esgrimía aquella cosa ante él como un zahorí loco en la desolación del desierto, hablando en voz alta y en una lengua extinta y extranjera a la vez
3. Tan cierto es ello como que usted tiene algo de zahorí -
4. Nada se le ocurría; el ojo zahorí iba penetrando más y más profundamente; se le ocurrió una respuesta absurda; no tuvo tiempo para sopesarla, y la soltó, a la buena de Dios, débilmente
5. Trozo del mismo metal que anda buscando el zahorí, y que lleva en la mano mientras practica la radiestesia
6. Como la propia doña Isabel había nacido en Jueves Santo, se tenía por zahorí de lo más sutil y agudo que pudiera existir
7. El hombre solía estar cerca de Birgitte, y a la antigua Zahorí la ponía nerviosa con su empeño de no darse por enterado de su existencia, y frunciendo el ceño cuando Birgitte hablaba con ella
8. Recordaba muy bien el día en que la balanza que había entre ellas se había inclinado hacia el otro lado, cuando dejaron de ser la Zahorí y la muchacha que corría a cumplir las órdenes de su Zahorí, convirtiéndose en cambio en dos simples mujeres que estaban lejos de casa
9. Tras lo que le pareció una eternidad, la antigua Zahorí se las arregló para incorporarse a gatas
10. Puesto que el gordinflón alcalde tenía tantas canas como ella, por no mencionar que era casi calvo, y a ninguno de los posaderos les faltaban al menos unas pinceladas grises en el cabello, Mat llegó a la conclusión de que la mujer debía de ser la Zahorí del pueblo
11. Oh, sí, y tanto que era la Zahorí
12. ¿Todavía tienes derecho a considerarte su Zahorí?»
13. La Zahorí dio un respingo antes de caer en la cuenta de quién era
14. Zahorí: En los pueblos, una mujer elegida por el Círculo de Mujeres para ocuparse de su dirección por su sabiduría como curandera, su habilidad para predecir el tiempo y su sentido común
15. A diferencia del alcalde, la Zahorí es designada de por vida y es muy raro que alguna de ellas sea destituida de su cargo antes de morir
16. Nynaeve suavizó la expresión de la cara, pero, cuando habló, en su voz sonaron reminiscencias del tiempo en que era la Zahorí del Campo de Emond, formulando palabras que habían de ser dichas por el propio bien de uno
17. La Zahorí frunció el entrecejo y las miró con disgusto a cada una hasta posar la vista en Nynaeve
18. —¿Esa chiquilla tan bonita? —interrumpió el juglar—¿Una Zahorí de un pueblo? Vaya, a su edad haría mejor en coquetear con los jóvenes en lugar de profetizar el tiempo y curar a los enfermos
19. —El alcalde y la Zahorí raras veces comparten las mismas opiniones —respondió Tam—, y hoy sus posiciones han sido más encontradas de lo habitual
20. Aun con el pueblo en ruinas, la idea de la Zahorí había mantenido encendida su esperanza
21. También hubo de explicarle que Nynaeve había diagnosticado que se hallaba agonizante para justificar el motivo por el que lo había atendido la Aes Sedai en lugar de la Zahorí
22. La Zahorí los desollaría vivos si lo hicieran
23. La Zahorí frunció con enfado los labios al oír la palabra temores
24. Por más modificaciones experimentadas en ellos, la Zahorí continuaba siendo la misma y ella y las Aes Sedai distaban aún mucho de haber trabado amistad
25. —Lan es de Malkier —musitó la Zahorí, alzando la mirada, en la que se percibía una extraña perturbación
26. La Zahorí observó a Lan en silencio largo rato; luego sirvió una taza de té y se la acercó
27. Pero, si voy a Tar Valon, es posible que me convierta en algo distinto de una Zahorí
28. —¡Callad! —ordenó Moraine, pero, antes de que nadie más hubiera reaccionado, el cuchillo de la Zahorí había abandonado su cinturón y ella corría hacia el Renegado, blandiendo la hoja
29. Zahorí: En los pueblos, una mujer elegida por el Círculo de mujeres para ocuparse de su dirección por su sabiduría como curandera, y su capacidad para predecir el tiempo, así como por su sentido común
30. Cenn se rascó el ralo cabello, mirando de reojo a la Zahorí
31. —¡Adelante el León Blanco! —volvió a entonar la antigua Zahorí el grito de guerra de Andor, y el matón dio media vuelta y huyó con el rabo entre las piernas
32. Elayne confió en que la antigua Zahorí no organizara un escándalo por haberle soltado las muñecas a la mujer
33. La antigua Zahorí resopló —no llevaba muy bien lo de estar a la entera disposición de nadie— pero cogió uno de los dos anillos de piedra que había en la mesita
34. La antigua Zahorí reaccionó como si quisiera trepar en el propio aire; tenía la sensación de que el corazón se le había subido a la boca
35. Abrazó el Saidar y sonrió beatíficamente; después lo soltó, bien que la sonrisa permaneció, y rodeó a Nynaeve entre sus brazos y la estrechó hasta que las costillas de la antigua Zahorí crujieron
36. La Zahorí celebró la ceremonia, un ritual con el que todo el mundo en Dos Ríos se ha casado desde tiempos inmemoriales
37. Iba mejorando en cuanto a eso, y Rand se preguntó por qué se molestaba la antigua Zahorí, habida cuenta de que su mal genio era de todos conocido
38. Nynaeve lo estaba; prestaba mucha atención al tiempo, ya que era una de las tareas encomendadas a la Zahorí de un pueblo
39. La antigua Zahorí se detuvo en la línea divisoria entre los saldaeninos y el campamento recién montado de los Aiel
40. ¿Qué es lo que ven al mirarme?» La expresión en los ojos de la antigua Zahorí casi lo asustó a él
41. En respuesta, la antigua Zahorí cerró los ojos con fuerza y apretó los labios
42. La antigua Zahorí debía de estar experimentando la intimidación que le causaban esas mujeres de un modo muy intenso, ya que sus mejillas se sonrojaron
43. Le recordaba la vez que se desató una epidemia de fiebres tíficas en Dos Ríos y todo el mundo salía a la calle con un pañuelo empapado de brandy presionado contra la nariz —Doral Barran, la Zahorí de entonces, había dicho que eso ayudaría a prevenir el contagio—, todos con el pañuelo y vigilándose entre sí para ver quién sería el siguiente al que le saldrían las manchas y caería enfermo
44. El rey se concentró y tomó los brazos de la varilla de zahorí con la que su padre y el mismo habían descubierto agua en el desierto
45. El autor de este libro compara a los poetas con «varas de zahorí», ya sabéis: esas ramas que supuestamente tiemblan ante la proximidad de un objeto oculto