Usa "alameda" in una frase
alameda frasi di esempio
alameda
1. La casa, alameda de la emancipación,
2. habían de provocaralaridos de alegre escándalo en la Alameda
3. suelto, dirigíase a la Alameda, pasaba el puente del Realenvuelta con el gentío, y así que estaban
4. del Conde, y ambos se internaron por la alameda de laPrimavera
5. éstos y la orilla del río una alameda en laque se plantaron cuatro filas de álamos, y que
6. figura ya indicada la Alameda del Arenal, y lo mismo en el queen 1788 se publicó
7. de 1850desaparecieron las fuentes que en el centro de la Alameda existían, yhace años
8. Ningún paseo como la Alameda pudiera, por su extensión y suscondiciones,
9. derecha, que se pusieron poralgunos días en un árbol de la vecina Alameda
10. Estaban bajo los árboles de la Alameda
11. que buscarle en la Alameda, ni en elsalón del Suizo, ni en los bailes de formalidad
12. dorados rizos por el gracioso gorrito escocés,juegan en la alameda segunda á las
13. —¡Estaba segura de encontrarte en la alameda de los suspiros!
14. por la alameda, dondevan de paseo por la tarde los coches y los
15. Por la puerta llamadapopularmente de la Muralla, salieron a la Alameda y se sentaron en unasiento de piedra, protegido por un árbol frondoso, entre el antiguocafé de Atenas y la estatua de Carlos III
16. Pudo haber llamado,seguro de obtener entrada y un amable recibimiento; pero prefirióesperar en el balcón de la sala de refresco que daba sobre la alameda dePaula
17. alameda, y atraviesa laciudad entera, teniendo una extensión de tres millas
18. con la pillería de la Alameda deHércules
19. reapareciendo en una alameda de lienzo
20. Los chilenos se dividen entre los que celebran frente al local de la Federación de Estudiantes (FECH) en la Alameda y los que sufren una noche de insomnio
21. La versión oficial afirmó que se dirigían a Puente Alto a reparar una antena, pero en esos años la única antena del Canal 13 estaba sobre el edificio de la Casa Central de la Universidad Católica, en Alameda, entre Portugal y Lira
22. Todas las manifestaciones de la oposición al gobierno de Salvador Allende incluían en el programa una pasada por la casa del diario Puro Chile, en Manuel Rodríguez con Alameda
23. En la mañana del martes 11 de septiembre de 1973 las tropas militares instalaron ametralladoras punto 50 en Dieciocho con Alameda, a 150 metros de la redacción del diario fundado y dirigido por el periodista José Gómez López y su amigo entrañable, Eugenio Lira Massi
24. Mouche, aquí, era un personaje absurdo, sacado de un futuro en que el arcabuco fuera sustituido por la alameda
25. Es muy agradable, porque mis amigas van allí también y la Alameda está llena de señoras y señores
26. Montalbano avanzó por la alameda que cruzaba una parte del jardín y llegó a la puerta principal, semicerrada, en una de cuyas hojas colgaba una cinta de color negro
27. Pasado el puente, avanzaron buen trecho por una alameda interminable; y como levantara la bruma, el teniente hizo notar la gallardía de los desnudos álamos del paseo, y mirando hacia atrás, la hermosa vista de la ciudad, coronada por el castillo y ceñida por el Guadalope
28. En clausura entraban cuando querían un capuchino llamado el Padre Alcaraz, el Padre la Hoz, que a muchas de nosotras confesaba, Fray Cirilo de Alameda y otros del mismo fuste
29. Cuenta también la Historia íntima que una tarde que Facundo tenía gran cuchipanda con sus amigos en la Alameda de Osuna, Teresa se echó a la calle, de trapillo, y se fue a casa de Jerónima, donde le dijeron que Tuste no iba más que a comer y a dormir; que aún no había encontrado colocación; pero que en tanto, se había puesto a aprender el oficio de armero en el taller de un amigo
30. Padre e hija pasean a lo largo de las murallas, en dirección a la plaza de los Pozos de la Nieve y la Alameda, apartándose cuando baluartes o baterías de cañones que apuntan a la bahía les cortan el paso
31. Éstas se reservan a señoras y personas de edad, porque el día es agradable y la gente emprende el acostumbrado paseo a pie, en dirección a la calle Ancha o la Alameda
32. Éste es, junto con la noche, el momento que Lolita reserva para sí misma, en una jornada que desde que gobierna Palma e Hijos viene regulada por los usos locales del comercio: despacho de ocho a dos y media, comida, aseo de dientes con polvo de coral y agua de mirra, cepillado de pelo y peinado a cargo de la doncella Mari Paz, vuelta al despacho de seis a ocho, paseo antes de la cena por la calle Ancha, plaza de San Antonio y Alameda, con algunas compras y refresco incluido en la confitería de Cosí o en la de Burnel
33. —Estuviste bien antes, en la Alameda
34. En realidad apenas saqué nada en limpio de ello; pero sirvió, al menos, para entretener mi desazón por el papel que Angélica de Alquézar había jugado en el episodio de la Alameda
35. Aparte de los mentados, y según conocí por sus buenos o malos nombres de allí a poco, estaban presentes el murciano Pencho Bullas, los soldados viejos Enríquez el Zurdo y Andresito el de los Cincuenta, el cariacuchillado y grasiento Bravo de los Galeones, un marinero de Triana llamado Suárez, otro tal Mascarúa, un fulano con aire de hidalgo tronado, ojeroso y pálido al que llamaban el Caballero de Illescas, y un jienense rubicundo, barbudo y sonriente, de cráneo afeitado y fuertes brazos, que tenía por nombre Juan Eslava, y era notorio rufián de cantoneras sevillanas —vivía de cuatro o cinco, y las cuidaba como a hijas, o casi—, lo que justificaba su apodo, ganado en buena lid: el Galán de la Alameda
36. Una tarde de lluvia, cuando yo miraba por la ventana, el gran portal fue empujado y, escuadrón tras escuadrón, la caballería enemiga entró cabalgando entre los cedros que bordeaban la alameda principal
37. Laura entregó a Benjamín y se despidió de los mayores, que le imploraban un día de picnic en el paseo de la Alameda
38. ¿Pero qué signifi-caban, qué eran, de dónde habían salido aquellos jardines, que formaban como alameda de preciosos arbustos desde la puerta, en todo lo largo del pasillo? Benina se restregaba los ojos, creyendo hallarse aún bajo la acción de las estúpidas somnolencias del Pardo, en las fétidas y asfixiantes cuadras
39. Ramón de Berenguer había cedido el recinto años atrás a monjes de la orden francesa Frontfroide, que bautizaron su nuevo hogar en honor a una alameda: Populetum
40. Y esto no lo digo para curarme en salud, porque después de haber actuado en Chihuahua, las Pizcas, Coahuila, Tampico y otros lugares del interior de México, y en la Media Torta de Colombia -donde al igual que en la Alameda de México los artistas extranjeros que pasan por esos países, a petición del Gobierno, trabajan un día gratis para la gente que no tiene posibilidades de pagarse la entrada de un teatro o de una sala, gente que por desgracia abunda en esos países-, y aquella actuación en la plaza de toros de
41. Un avión de carga volaba a través de la Bahía, en dirección a Alameda
42. Al quedarse sola miró por la ventana: ya no existía la alameda, en cuyo suelo se levantaban varios bloques de pisos, ni el arroyo, que había sido canalizado y desviado para evitar que siguiera ocasionando inundaciones en época de lluvias; a lo lejos, sin embargo, distinguió las montañas y recordó vivamente el día en que estuvieron a punto de fusilarla en uno de aquellos riscos
43. –Vámonos de aquí, rápido -gritó Vergara Grey, cubriéndose el rubor con la bufanda, mientras echaba a caminar en dirección a la Alameda
44. También estaba en el parque o alameda la telefonista -aún no se habían instalado los sistemas automáticos-
45. Pedro besó la frente de Margarita, desató su caballo, que estaba sujeto a uno de los árboles del soto, y se alejó al galope por el fondo de la alameda
46. Después todo quedó otra vez en silencio en la oscura alameda, y el viento y el agua siguieron resonando con los murmullos y los rumores de siempre
47. El aire estaba tan impregnado con el olor, que me recordó cuando pasaba una tienda de velas en una alameda
48. -Estuviste bien antes, en la Alameda
49. es que fuera ella la que inclinara hacia mí aquel rostro que tenía junto a un ojo un defecto, según decían, pero que a mí me gustaba tanto como lo demás, así lo que yo quiero ver es el lado de Guermantes que conocí yo, con la alquería separada de las otras dos que están juntas, apretadas una contra otra, al principio de la alameda de robles; son esas praderas donde se reflejan, cuando el sol las pone lustrosas como una charca, las hojas del manzano; es ese paisaje cuya individualidad viene a veces durante la noche en mis sueños a sobrecogerme con una fuerza casi fantástica, imposible de encontrar luego cuando me despierto
50. Gersen se encontró con Navarth en la alameda que había frente al Palacio de Justicia