Usa "aldaba" in una frase
aldaba frasi di esempio
aldaba
1. aldaba de su casa ydesapareció, cerrando la puerta de la escalerilla
2. Cosme Aldaba, que era el delincuente, cayó de rodillasen la situación más
3. Aldaba se quitó el mandil y elgorro, y bajó á las galerías del alcázar, dirigiéndose á la
4. Alejáronse por la galería, y Aldaba dijo al paje:
5. De las cocinas, el galopín Cosme Aldaba
6. Que el galopín Cosme Aldaba andaba en inteligenciascon los unos y con los otros,
7. aquel Cosme Aldaba metido en las cocinas
8. Y de una puerta en la aldaba
9. elmomento en que padre y madre durmieran la siesta, para poner aldaba a lapieza
10. Los extraños danzantes llegaron a la puerta de la iglesia y golpearon repetidas veces con la aldaba
11. Tenga no se dio cuenta de que Eragon retrocedía, ni vio que levantaba la aldaba de la puerta y salía de Edur Ithindra
12. Cuando Roran llegó a casa de Orval tuvo que golpear la aldaba durante casi un minuto hasta que el granjero acudió a la puerta
13. Llamó utilizando la aldaba en forma de cabeza de caballo y finalmente, a la tercera llamada, oyó unos pies que se arrastraban
14. Fatty fue a abrir la puerta anterior antes de que el policía pudiera llamar con la aldaba, pues no tenía el menor interés en que su madre oyese lo que tenía que contar a Goon
15. Una vez apostados todos sus hombres alrededor de la casa, el inspector dirigióse a la puerta principal y levantó la aldaba
16. No hacía mucho que habían llegado, todavía sobresaltados por los acontecimientos que pudieron acabar en desastre y preocupados porque en la casa Bakravan habían golpeado en la puerta con la aldaba de bronce una y otra vez sin obtener respuesta
17. Y llamaron en la puerta con la aldaba de hierro, que hubo de resonar
18. Ebba se incorporó para servirse otra taza de café y en ese instante alguien hizo sonar la aldaba del portón de entrada y se oyó un «hola» desde el recibidor
19. Los goznes de la puerta de hierro chirriaban comidos por la herrumbre, las margaritas del camino inclinaban las corolas y morían aplastadas por las botas de un enamorado, la aldaba de oro y puño de mujer surgía en la puerta, resbaladiza
20. Cerraron la puerta de la calle con tranca y aldaba, temerosas de que volviera el Comandante
21. Antes de que cambie de opinión me dirijo a la puerta de entrada y llamo varias veces con la aldaba de hierro
22. Aunque procuré no llamar la atención, tuve que golpear constantemente la aldaba de metal
23. Era el corazón de María Remedios que tocaba a la puerta, agitando la aldaba
24. –Ni Ciena en las peores noches… -murmuró sin poder evitar la inquietud del recuerdo de la fonda, cuando los viajantes tras el cansancio y el desánimo de la ruta arribaban en la oscuridad y sentían que el peso de la aldaba iba a golpear como un martillo el sueño de los huéspedes
25. Cuando estaba esperando, la aldaba llamó su atención
26. El guía, pasándose la mano por la cabeza con gesto que indicaba el final de su tarea, llamó con la aldaba de la puerta
27. Toqué a la puerta prescindiendo de la aldaba y del timbre y asomó su torso sin camisa por la ventana y con un ahogo que le venía de la sorpresa y de la prisa por abrir
28. Al llegar junto a una gran puerta el Dios de los gorilas, luego de escuchar intensamente durante unos momentos, levantó la aldaba y empujó, entreabriendo silenciosamente una de las hojas
29. Después de golpear con fuerza la aldaba, salió un hombre alto y de espesa barba, vestido con el hábito amarillo de los maniqueos
30. Liesel miró asustada la aldaba de latón
31. Cuando el pie inició el recorrido, se lanzó hacia atrás, empujando la aldaba de la ventana para atravesar las brumas
32. De espaldas al crepúsculo, ve las primeras farolas encendidas más allá de la plaza Sanllehy, oye el piñón de las bicicletas que a esta hora se dejan ir carretera abajo, las voces y los chillidos alegres de las muchachas saliendo de un laboratorio farmacéutico, de nuevo el barranco sombrío bajo la telaraña compulsiva de los murciélagos y enseguida la puerta con aldaba del chalé
33. Al llegar, él mismo se encargó de golpear la puerta con la aldaba de hierro
34. Golpearon con fuerza la aldaba de hierro que repicó como un martillo en un yunque
35. Pero no tenía pomo, ni campana, ni aldaba, ningún medio por el que Serpiente pudiera llamar para que la dejaran entrar
36. Mientras estaba bajo el porche de imitación georgiano y golpeaba la puerta principal de su casa con la aldaba en forma de cabeza de Cupido sin dejar de llamar al timbre con el codo, el señor Simplón comprendió que su reputación como ingeniero técnico había tocado a su fin
37. El zar, que aunque no prestaba atención a los delincuentes que gritaban sí tomaba buena nota de sus quejas contra cualquier empleado de su gobierno, continuó directamente hasta la pesada puerta de roble en la entrada principal del edificio, donde golpeó con impaciencia la aldaba de hierro; solamente dio un golpe porque en seguida llegó arrastrando los pies el vigilante del portón
38. La puerta principal tenía una aldaba y la del patio estaba provista de un cerrojo de seguridad
39. Pero en cuanto oyó el clic de la aldaba de la puerta se incorporó, como si lo estuviera esperando
40. Alargó la mano hacia la aldaba de latón, pero no había aldaba
41. Cualquier otra persona habría puesto una aldaba
42. Se había olvidado de la aldaba
43. Tiene una aldaba como dios manda, y todo
44. Sólo desperté de mi ensoñación cuando, al levantar la aldaba y abrir la puerta, sentí que algo la obstruía
45. La puerta ya estaba lo suficientemente abierta, inclinaron sus cuerpos para pasar bajo la aldaba levantada y guiaron a sus animales a través del hueco
46. Cuando no se habían alejado ni diez pasos de la muralla, ya oyeron el crujido que indicaba que la aldaba volvía a su posición inicial
47. El yeso se caía a pedazos de los muros de la casa y hasta la aldaba se había desprendido
48. El Coronelito, de un salto estaba en la puerta, atento a mirar y escuchar: Cerró, y corrida la aldaba, abierto el compás de las piernas, tiró de machete:
49. Como en Combray los vecinos de la calle de l'Oiseau, también en esta nueva ciudad los habitantes salían de las casas alineadas una junto a otra en la calle principal, pero ese papel de las casas proyectando un poco de sombra a sus pies lo desempeñaban en Venecia los palacios de pórfido y jaspe, sobre cuya puerta cimbrada la cabeza de un dios barbudo (rebasando la alineación, como la aldaba de una puerta en Combray) oscurecía con su reflejo no el suelo oscuro, sino el espléndido azul del agua
50. Como en Combray las buenas gentes de la Rue de l'Oiseau, en esta nueva ciudad también los habitantes salían de las casas alineadas una junto a otra al otro lado de la calle principal; pero en Venecia este papel de las casas proyectando un poco de sombra a sus pies estaba encomendado a unos palacios de pórfido y de jaspe, sobre cuya puerta cimbrada la cabeza de un dios barbudo (que rebasaba la alineación como la aldaba de una puerta en Combray) producía el efecto de hacer más oscuro con su reflejo, no el moreno del sol, sino el azul espléndido del agua