1.
Refieren los Anales de Sevilla que en el año 1526, con ocasión de lasbodas de Carlos V y de la princesa Isabel de Portugal, se hicieron endicha ciudad brillantes representaciones, reducidas, según parece, ámudas pantomimas
2.
la prolija descripción de estas representaciones enlos Anales de Sevilla, de Ortiz de Zúñiga, edición de 1799, tomo III,págs
3.
Ortiz de Zúñiga refiere, en los anales de Sevilla, que el teatro de estaciudad se quemó por sexta vez en el año de 1615, reedificándose en 1631,y quemándose de nuevo antes del año 1675
4.
llevan por nombre los más ilustres títulos que se leen en los rancios y amarillentos anales
5.
Era el 10 de abril, día glorioso dos veces en los anales dela historia cubana, cuando se echaron al mar esos hombres magníficos; yel 11, a pocas millas de la costa, detiene el vapor que los conducía sumarcha, bajan la escala, echan al agua uno de sus botes y en él seinstalan los seis expedicionarios «con gran carga de parque y un sacocon queso y galletas»
6.
Vasos pudendos internos: sígalos hacia la fosa rectal y trate de reconocer sus ramas anales
7.
Los anales arábigos y loschinos están contextes en
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riñeron los jesuítasla batalla de su Iglesia, está escrito en cada página de los anales
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elevado lugaral escribir los anales de su ciencia; y los filósofos, al redactar lahistoria
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jamás en los anales delderecho humano, porque ellos han sido
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franceses, era de lo másgrotesco que en los anales de la historia
12.
Historia particular y detallada tiene en los anales de Sevilla elalzamiento de las
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Anales esta noticia en el año 1720 y que creocomplementa el presente apunte:
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Dice Matute en sus Anales que los chuchos estaban allí muycuidadosamente
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entrometimiento que ocupa tantas y tan sublimes páginas enlos anales de la
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Un indio moxo escribelos anales de su pueblo en una tabla ó pedazo de caña por medio devarios
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hallado escrito en los Anales de la Mancha, es que él anduvotodo aquel día, y, al anochecer, su
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anales de los pueblos
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en los anales de la ciencia y en elagradecimiento de la humanidad
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han atraído esa animadversiónfuriosa, única en los anales del
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Que sólo contenía los anales
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aquella es única en los anales de lospueblos civilizados, y los nombres de los tres
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La historia no registra en sus anales ninguna dominaciónduradera ejercida por un pueblo sobre
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las familias Muñocesy Marcillas, pues en los Anales de la
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[2] Los Anales que contiene el Libro verde que se conserva enel archivo del Ayuntamiento de Teruel, mencionan como los
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Teruel, debió ser copia del Libro de los anales, queaun se
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Cuenta Gerónimo deZurita en sus Anales de
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—La descripcion detallada de estos Mamíferos fósiles, acompañada de las láminas correspondientes,se publicará próximamente en los ANALES DEL MUSEO
29.
Tenía un nombre poemático, célebre en los anales del amor
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sibien algo extraordinario, no era nuevo en los anales de la
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(cosa raracuando se ojean los anales del mundo) y que por otra
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El emperador Chung trepó á esa cima hace cuatrocientos treinta años,según lo recuerdan los anales clásicos del país
33.
El jueves Santo llegó con una noticia que había de hacer época en losanales de Vetusta, anales
34.
Según los anales etiópicos, allá en tiempo del Rey Salomón, hubo enEtiopía una señora
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usurpado el poder de una manera nunca vista en los anales de la ambición; á esos hombres
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pormenores en el importante libro quecon el título Anales del
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que la clínica registra en sus anales multitud dehechos curados con dósis de una gota
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Pero me olvidaba de que esa Bastilla cuenta en sus anales un personajemás famoso aún que el
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haciendo de los anales del edificio
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Sus datos consoladores, sus riquísimos anales, que componen el verdadero libro historial de la Suiza,
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recuerdan los anales de aquellaprovincia
42.
En los archivos se encuentra aquelnombre figurando en los anales
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Si era así, tan inusitada resolución debería inscribirse en los anales de la hermandad
44.
Ocurre, además, que Darwin ha pasado a los anales de los grandes científicos gracias a sus ideas sobre la evolución y la importancia de la diversidad que la caracteriza, la selección natural y la selección sexual
45.
En los Anales aparecen innumerables ejemplos de las complejas relaciones que existían entre los pintores y los príncipes
46.
No sólo hay pacientes y enfermeras anales; hay una anciana que se pasea con un par de tubos que le salen de la nariz y terminan en una mochila sujeta a un andador
47.
De esta manera consigo retenerlo un rato largo en la habitación y no lo tengo que compartir con otros pacientes anales
48.
El nuevo presidente estaba decidido a dejar un recuerdo imborrable en los anales de la institución y a iniciarse en el camino hacia la Casa Blanca, pero la tarea resultó más ardua de lo calculado
49.
Al mediodía el escándalo se conocía en todo el país y hasta vinieron periodistas extranjeros para fotografiar al niño, porque esa combinación de razas nunca se había visto en los anales de la medicina
50.
Se preguntaba si esta situación sería única en los anales del espacio y del mar
51.
Y el califa Harún Al-Raschid se maravilló tanto, que dispuso se escribiese tal historia en los anales para que sirviera de lección a los humanos
52.
Y los reyes y el visir Dandán mandaron a los escribas más hábiles que apuntaran esmeradamente en los anales todos estos pormenores y acontecimientos, a fin de que pudieran servir de ejemplo saludable a las generaciones futuras
53.
Cuando la oyó, exclamó el rey: "¡Por Alah! ¡Esta historia es tan pasmosa y maravillosa, que si se escribiera con agujas en el ángulo interior del ojo, sería motivo de asombro para quienes la leyeran con atención!" E inmediatamente la mandó escribir en los anales por los escribas más hábiles del palacio, para que se transmitiera de siglo en siglo a todas las generaciones futuras
54.
¡Y tú, bienhadada boca mía, cállate y sueña con comer estas delicias de las que por siempre hablarán los anales!
55.
Quería dejar su nombre en los anales de la historia de la medicina, aún cuando no se ilusionara en relación a las dificultades que tendría que enfrentar para imponer sus ideas, ya que los «normales» estaban satisfechos de sus vidas y jamás admitirían su enfermedad, mientras que los «enfermos» servían de justificación a la existencia de una gigantesca industria de asilos, laboratorios, congresos, etc
56.
El director de la institución -un hombre alto, con los cabellos teñidos de negro, que atendía por el nombre de doctor Igor-le explicó que se trataba sólo de un caso de síndrome de pánico, enfermedad recién admitida en los anales de la psiquiatría universal
57.
En los anales de los pueblos y en los libros de tiempos antiguos se cuenta -pero Alah es el único que conoce el pasado y ve el porvenir- que una noche entre las noches, el califa, hijo de los califas ortodoxos de la posteridad de Abbas, Harún Al-Raschid, que reinaba en Bagdad, se incorporó en su lecho, presa de la opresión, y, vestido con sus ropas de dormir, mandó que fuese a su presencia Massrur, porta alfanje de su gracia, el cual se presentó al punto entre sus manos
58.
En los anales de los antiguos y en los libros de los sabios se cuenta, y se nos ha transmitido por la tradición, ¡oh rey del tiempo! que en la ciudad de El Cairo, residencia del buen humor y de la gracia, había un hombre de apariencia estúpida que, bajo su aspecto de bufón extravagante, ocultaba un fondo sin igual de listeza, de sagacidad, de inteligencia y de cordura, a más de ser indudablemente el hombre más divertido, más instruido y más ingenioso de su tiempo
59.
Y tras eliminar todo vestigio de su período de gobernador en los anales de Sicilia, él mismo se embarcó
60.
—¡Eso es una novedad en los anales del Foro! ¿A diario? ¿Llueva o haga sol? ¿En asambleas oficiales y no oficiales?
61.
En el año en que César partió de Giteo para asumir el pontificado, aquel tracio que no era tracio cumplió veintiséis años y entró en los anales de la Historia
62.
En una misma página de los anales de esta Nación aparecen la subida de Istúriz y la terrible trapatiesta entre Lea Carrasco y Tomás O'Lean, por nada, por un sí y un no
63.
Pero yo me alegraría de que agregara este caso o sus anales, pues en él hay detalles que le confieren un carácter único en los archivos criminales de este país o, según creo, de cualquier otro
64.
Esto hay que anotarlo en nuestros anales
65.
-Mi querido Watson -dijo Holmes aquella noche-, si decide incorporar este caso a sus anales, deberá hacerlo sólo como un ejemplo de ese eclipse momentáneo al que está expuesto incluso el cerebro mejor equilibrado
66.
Era Telesforo del Portillo, en los viejos anales conocido con el apodo de Sebo, criado que fue del Marqués de Beramendi, después policía, funcionario de Gobernación, y al cabo cesante cuando ya le indicaban para secretario de un gobierno de provincia
67.
Seguí, pues, en mi atalaya histórica, y presencié fríamente sucesos culminantes que imprimieron mayor interés y bizarría a los anales del Catón
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Pegando la hebra cortésmente en nuestra charla, don Florestán me dijo: «Si como parece escribe usted los grandes anales de este Cantón que tanto da que hablar al mundo, seguramente tendrá que ocuparse de mí
69.
Como yo no cesaba en mis investigaciones, allegando datos para los anales de Mariclío, fui a ver a David Montero, y éste me dijo que Ceballos, apretado por el Gobierno para rendir la Plaza en pocos días y no teniendo bajo su mando fuerzas suficientes para consumar empresa tan difícil, había presentado la dimisión
70.
El que llegaría a ser el primer emperador de la China unificada nació, según los anales históricos, en el año 259 antes de la era actual
71.
Los amalequitas pudieron anticiparse a la hazaña mongola a una escala reducida y en una zona muy limitada, porque ni los anales egipcios ni los babilonios mencionan a pueblo alguno que pueda identificarse con los amalequitas
72.
En los anales asirios se menciona a So, rey de Egipto, con el nombre de Sabi, y es posible que represente al Sabaca de la dinastía XXV
73.
En cuanto a los anales de Senaquerib, sólo hablan de victorias, del sitio de Jerusalén, del tributo que le pagó Ezequías
74.
Lógicamente, existía curiosidad respecto a los detalles de la oración, sobre todo desde el momento en que el cronista anunció que la plegaria está en los anales, aunque él no la transcribiera
75.
No obstante, quienes son recordados en los anales de la historia nunca mueren totalmente
76.
Finía el quinto año y Grandet continuaba teniendo en jaque a los acreedores a base de soltarles, de vez en cuando, la palabra, íntegramente: el sublime tonelero reía para sus adentros, sonreía por fuera con finura, soltaba un terno y murmuraba: "¡Esos parisienses!…" Pero a aquellos acreedores les estaba reservada una suerte única en los anales del comercio
77.
A los veinticinco años yo sabía el chino, y confieso, que no pude menos de sentir gran admiración por ese pueblo, cuyos anales se remontan indudablemente á épocas anteriores á los tiempos mitológicos ó bíblicos, que han conquistado á sus conquistadores, que con sus instituciones inmutables conservó la integridad de su territorio, cuyos monumentos son gigantescos y cuya administración es perfecta, en el cual son imposibles las revoluciones, que ha juzgado el hermoso ideal como principio de arte infecundo y que ha llevado el lujo y la industria á un grado tan alto, que nosotros no podemos sobrepasarles, mientras que nos iguala en todo aquello en que nosotros nos creemos superiores á ellos
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a parodiar a Churchill, con el siguiente comentario: «No ha habido nunca en los anales de la guerra un grupo tan reducido de hombres a las órdenes de tantos oficiales»
79.
Cuando se comprobó que la fantástica historia figuraba en los anales policiales de Roma como una lamentable confusión, protagonizada en su día por un escritor extranjero, el asunto fue relegado, recibiendo el calificativo de excentricidad papal
80.
En el caso de una supernova (y sólo hay dos en los anales de nuestra galaxia, una en el siglo XIII en Cassiopeia, y una estrella innominada en el dos mil cuatrocientos y ninguna pudo ser estudiada de cerca), el estallido dura quizá dos días; en una supernova la luminosidad aumenta varios centenares de miles de veces
81.
Se cuenta en los anales que un tal Curio Dentato recibió a los samnitas, que habían venido a comprar su alianza con oro, sin dejar de saborear un rábano asado
82.
Y ¿qué hay de las relaciones entre los inuit y los noruegos? Por increíble que parezca, durante los siglos que estos dos pueblos compartieron Groenlandia los anales noruegos solo incluyen dos o tres breves referencias a los inuit
83.
La última mención es una única frase en los anales de Islandia del año 1379: “Los skraelings atacaron a los groenlandeses, mataron a dieciocho hombres y apresaron a dos chicos y una sierva, a los que convirtieron en esclavos”
84.
A menos que los anales estuvieran atribuyendo por error a Groenlandia un ataque de los lapones ocurrido en realidad en Noruega, este incidente habría tenido lugar presumiblemente cerca del asentamiento oriental, puesto que en 1379 el asentamiento occidental ya no existía y es poco probable que una partida de caza noruega incluyera a una mujer
85.
Permítanme asegurarles, Verdaderos Creyentes: en los anales de la piedad dominicana nunca ha existido un rezo como aquel
86.
El momento álgido de aquel acontecimiento tuvo lugar al posar el veterano piloto su pie izquierdo en la superficie lunar pronunciando una frase que pasaría a los anales de la historia: «Éste es un pequeño paso para el hombre, pero un salto gigantesco para la humanidad»
87.
Contra toda expectativa, estas historias peregrinas se resisten a permanecer en la onírica esfera de la superstición y ocupan un lugar privilegiado en los anales de la medicina y las crónicas de sucesos del siglo XVI en adelante
88.
–Sólo Manator y las colinas que le guardan conocen la edad de Manator-dijo- y, sin embargo, en todos los siglos transcurridos desde que Manator existe, no hay ningún recuerdo en sus anales de que un extranjero saliera de Manator
89.
Desde una de las orillas, junto al príncipe Parahirenemef, Nemenhat fue testigo directo aquel día, de una de las mayores matanzas que recordarían los anales de la historia de Egipto
90.
[166] El faraón Amenhotep II ha pasado a los anales de la historia como un rey extremadamente fuerte y muy aficionado a los deportes
91.
A primera hora de la mañana, todo el mundo sabía quién era la víctima que ocupaba el número 15 en los anales del encierro
92.
En los anales parlamentarios se recuerda
93.
Al Segador no le había escandalizado lo más mínimo que García Oliver y Federica Montseny, ambos anarquistas convencidos, hubieran entrado a formar parte del gobierno, como ministros de justicia y sanidad respectivamente, algo jamás visto en los anales del anarquismo
94.
Ennio, fragmento de los Anales que describe el paso de Escipión a África con las legiones V y VI