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de hora, como mucho, y un ayudante para efectuar las operaciones requeridas
2.
Allí los recibió Pilar, vestida muy formalmente como ayudante del dueño de casa
3.
Tú naciste para algo más quepara ser ayudante del verdugo
4.
K) MENTIRAS DEL CANDIDATO: El candidato niega su injerencia en los ataques realizados por terceros y se le endilga la culpa a un ayudante de tercer orden
5.
"Segan La-Cohen", Y Esto Quiere Decir "Ayudante Del Cohen / Rab [Rabino]"
6.
hijo del boticario y el Ayudante deMarina, hablando con ellos a
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mantienen de pié en la parte trasera elcapitan de la canoa y su ayudante; otros dos indios van sentados en
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El ayudante de marina pronunciaba las erres con la garganta,
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—Señores—siguió el ayudante animado por los rumores,—yo
10.
El ayudante hablaba mejor, y adquiría cierto donaire en cuanto
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Estas últimas palabras las acompañó el ayudante con un gesto
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Contábase que el ayudante, mirandodesde la
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En cuanto el ayudante salió a la calle, restablecido ya de su
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habiendo asistido a ellael gobernador y su esposa, el ayudante
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en1826, siendo ayudante de Bolívar, fue enviado por el
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no había vuelto aún, que los niños estaban dandola lección con el ayudante y que no bien
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Junto a él estaba el ayudante, el
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El Mosco y su ayudante preparaban el asalto en silencio, hablándosesin que sus
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El conferencista, a pesar de su modesta situación de ayudante,
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antes de que terminase susrespuestas el ayudante con sotana
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Para el teniente letrado, el ayudante de gobierno, el fiscal,
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Para el teniente letrado, el ayudante, fiscal protector y
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Monasterio, con el ayudante D
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señorita de la casa asistía a lasconferencias de su padre, como en calidad de ayudante, y arrollaba
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expedición, Melchor Ordoñez y Ciriaco Oñate, ayudante elprimero del General de Marina y médico
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Ayudante mayor, y cuantas cargas traen en pos de sí Gobiernosque se conceptúan de primera clase
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Y volvió a atacar con el cuerno de caza un aire marcial, mientras elviejo ayudante redoblaba en el tambor
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El general mandó un ayudante suyo, y media hora después estaba elcapitán Briones, que reconoció a
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educativos, de ovnilogía, de curaciones milagrosas y novelas rosadas, al ayudante de Eladio, para tener
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–Ahora que usted lo pregunta -dijo a Dan-, recuerdo que a su ayudante le habló algo de un momento de apuro
31.
– ¿Está ese ayudante de Van Kraagen en este establecimiento?
32.
ayudante de Van Kraagen, podrá informarle mejor que yo
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Volvió a encararse con el ayudante de Van Kraagen y le espetó: -¿Dónde están los cultivos microbianos esos en que trabajaba su jefe?
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Dan sonrió ante la premura con que el ayudante de Van Kraagen se disponía a colaborar en cuanto había escuchado la alusión al Supremo
35.
–Habida cuenta de que ha sido el ayudante de Van Kraagen, creo que el profesor es uno de los más indicados para participar en esa expedición
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Él y su ayudante descargaron su frustración con el otro humano, el llamado Sturm
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Y exigió además una ayudante con experiencia, cuando La Zapatones le informó de que las funcionarias que había encontrado jugando a las cartas no poseían ningún conocimiento de enfermería, simplemente trabajaban allí porque les habían asignado ese puesto, y permanecerían en él durante un mes, cumpliendo un turno rotatorio que obligaba a todas las funcionarias del penal
38.
Tenía un ayudante, Karl Georg Kuhn
39.
—No, un ayudante es la ayuda de un diablero
40.
Un ayudante es un espíritu que vive del otro lado del mundo y ayuda al diablero a causar enfermedad y dolor
41.
—Por supuesto, si son los diableros los que tienen aliados, pero antes de que un diablero pueda domar a un aliado, el diablero acostumbra tener un ayudante que lo auxilie en sus tareas
42.
Su buena suerte sería encontrar un ayudante cerca, no muy lejos de la entrada
43.
En sus propias palabras, tiene que pedir al ayudante que lo instruya y lo haga diablero
44.
Cuando el ayudante acepta, mata al hombre allí mismo, y mientras está muerto le enseña
45.
Cuando hagas el viaje, a lo mejor encuentras a un gran diablero en el ayudante que te mate y te enseñe; eso depende de tu suerte
46.
El mejor de los casos es hallar un ayudante macho para no caer en manos de una diablera que lo haga a uno sufrir en forma increíble
47.
Pero eso depende de la pura suerte, a no ser que el benefactor de uno sea también un gran diablero, caso en el cual tendrá muchos ayudantes en el otro mundo y puede mandarlo a uno a ver a un ayudante en particular
48.
"Me guió al encuentro de su espíritu ayudante
49.
Estás comprometido a volver y a ver seguido a tu ayudante
50.
A veces un diablero pesca un alma y la empuja por la entrada y la deja a la custodia de su ayudante mientras él le roba a la persona toda su voluntad
51.
De haber ganado, se la llevaba a su ayudante para que se quede con ella
52.
"Aprovechando que el conductor y ayudante se encontraban preocupados de solucionar el desperfecto, sorpresivamente los detenidos, aprovechándose del descuido de uno de los centinelas, saltaron a tierra dándose a la fuga hacia la pampa
53.
No hace mucho, en Londres, acepté una invitación de Bárbara, ayudante de dirección en la Ópera de la ciudad, que celebraba su aniversario
54.
El puesto de mando del contragolpe se hallaba situado en la Zarzuela, en el despacho del Rey, donde éste permaneció toda la noche en compañía de su secretario, Sabino Fernández Campo, de la Reina, de su hijo el príncipe Felipe -entonces un muchacho de trece años- y de un ayudante de campo, mientras los salones aledaños de palacio se llenaban de familiares, amigos y miembros de la Casa Real que atendían o realizaban llamadas o comentaban los acontecimientos
55.
El almuerzo golpista se celebró en un mesón del centro de la capital y a él asistieron, además de Tejero, el teniente coronel Mas Oliver, ayudante de campo del general Milans, Juan García Carrés, amigo personal de Tejero y enlace entre ambos, y tal vez el general en la reserva Carlos Iniesta Cano
56.
Aunque fuera a través de un intermediario, era el primer contacto entre Milans y Tejero, y en él se habló de política pero sobre todo se habló del proyecto de asalto al Congreso concebido por Tejero, y días o semanas más tarde, en otro almuerzo similar, siempre a través de su ayudante de campo Milans le encargó al teniente coronel que estudiara la idea y le informara de sus progresos; a pesar de que estaba a la espera de que el Consejo de Justicia Militar ratificara la sentencia que un consejo de guerra había dictado contra él en el mes de mayo por su implicación en la Operación Galaxia, y a pesar de que sospechaba que estaba siendo vigilado, Tejero empezó de inmediato los preparativos del golpe y durante los meses siguientes, mientras seguía en contacto con Milans a través de Mas Oliver, tomó fotografías del edificio del Congreso, se informó de las medidas de seguridad que lo protegían y alquiló una nave industrial en la ciudad de Fuenlabrada donde guardó prendas de vestir y seis autobuses que había comprado con la intención de camuflar y transportar a su tropa el día del golpe
57.
Los dos generales se conocían desde los años cuarenta, cuando ambos habían combatido en Rusia con la División Azul; su amistad nunca había sido íntima, pero su antigua adhesión monárquica los distinguía de sus compañeros de armas y representaba un nexo añadido que aquella tarde y a solas -tras un almuerzo en capitanía acompañados de sus mujeres y del teniente coronel Mas Oliver, ayudante de campo de Milans, y el coronel Ibáñez Inglés, segundo jefe de su Estado Mayor-les permitió exponerse a las claras sus proyectos, o por lo menos se lo permitió a Milans
58.
Ambos coincidían en el calamitoso diagnóstico de la situación del país, un diagnóstico compartido por medios de comunicación, partidos políticos y organizaciones sociales nada sospechosas de simpatías ultraderechistas; también coincidían en la conveniencia de que el ejército tomara cartas en el asunto, aunque discrepaban en el modo de hacerlo: con su acostumbrada franqueza, Milans se declaró dispuesto a encabezar un golpe monárquico, habló de remotas reuniones de generales en Játiva, o tal vez en Jávea, y de reuniones recientes en Madrid y en Valencia, y es probable incluso que ya en aquel primer encuentro se refiriera a la operación planeada por Tejero, de quien continuaba recibiendo noticias gracias a su ayudante de campo
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Ese propósito definido por Armada y aceptado por Milans fue el que dominó una reunión celebrada ocho días más tarde en el domicilio madrileño del ayudante de campo del capitán general de Valencia, en la calle General Cabrera; a ella asistieron, convocados por el propio Milans, varios generales en la reserva -entre ellos Iniesta Cano-, varios generales en activo -entre ellos Torres Rojas- y varios tenientes coroneles -entre ellos Tejero-; en cambio, fiel a una estrategia consistente en no hablar nunca del golpe en presencia de más de una persona y en buscar coartadas para cualquier movimiento hipotéticamente comprometedor (de ahí que siempre hablara a solas con Milans y que siempre acudiera a Valencia en compañía de su esposa y con el pretexto de resolver asuntos privados), Armada puso una excusa de última hora y no asistió al cónclave
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Además, la altísima probabilidad de que Cortina estuviera en el golpe nos entrega retroactivamente otras probabilidades, nos obliga a inclinarnos por una de las dos versiones de los antecedentes inmediatos del golpe y nos autoriza a contestar la pregunta principal sobre Cortina y sobre el papel de los servicios de inteligencia en el 23 de febrero: es muy probable que, al saber por Gómez Iglesias que Tejero se lanzaba a un golpe liderado por Armada, Cortina se pusiera en contacto con el general (si es que los dos hombres no estaban ya en contacto; en todo caso, Cortina reconoce haber visto a Armada un día indeterminado de esa semana, según él para felicitarlo por su nombramiento como segundo jefe de Estado Mayor del ejército); es muy probable que, ya colocado a las órdenes de Armada, Cortina se ocupara de aclararle a Tejero personalmente o a través de Gómez Iglesias la naturaleza, los objetivos y la jerarquía del golpe y le prometiera la ayuda de sus hombres para asaltar el Congreso; es muy probable que, concertara o no la entrevista entre Tejero y Armada y se celebrara o no ésta, Cortina sirviera para que Armada transmitiese a Tejero las últimas instrucciones sobre la operación; es muy probable, en suma, que en los días previos al golpe Cortina se convirtiera en una especie de ayudante de Armada, en una especie de jefe de Estado Mayor del líder del golpe
61.
¿Está claro? Eso es todo lo que Armada necesita, y cuando faltan veinte minutos para la medianoche, con la única compañía de su ayudante, el comandante Bonell, el general sale del palacio de Buenavista en dirección al Congreso
62.
¿Quién es el recién llegado? ¿Por qué se le ha permitido la entrada en el hemiciclo? ¿De qué está hablando con Suárez? El recién llegado es el comandante de caballería José Luis Goróstegui, ayudante del general Gutiérrez Mellado; verosímilmente, el asalto al Congreso le ha sorprendido en las inmediaciones del edificio o en alguna dependencia del edificio; también verosímilmente, ha hecho valer su condición de militar, de amigo o conocido del capitán Muñecas y de conocido de Tejero para que éste le permita tomar asiento junto al presidente y contarle lo que sabe
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En la Zarzuela le recibió un ayudante de campo, que le hizo esperar unos minutos y luego le invitó a entrar en el despacho del Rey
64.
Las reacciones a sus soflamas telefónicas oscilaron entre el derrotismo de Pardo de Santayana y el entusiasmo de Santa Pau Corzán («¡Descuida, Ricardo, no te dejaremos con el culo al aire! ¡Iremos con vosotros!»), y hacia las tres y media de la madrugada sus esfuerzos parecieron fructificar cuando un ayudante de Milans llamó al Congreso para anunciar que los regimientos de caballería Villaviciosa y Pavía acababan de sublevarse y se dirigían a la Carrera de San Jerónimo
65.
Se trata de un tal Gerald Cunningham, el principal ayudante de lady Esther, la benefactora a quien tantas veces intenté que prestara usted atención
66.
Los alumnos cuyos padres fueran personal de oficinas fueron calificados de grises junto con una muchacha cuyo padre tenía el empleo de ayudante en un comercio
67.
En cierta ocasión en que me encontraba en una farmacia de Chengdu, un viejo ayudante de mirada sobrecogedora y gafas de montura gris había murmurado sin mirarme: «Para navegar por los océanos es preciso contar con un timonel…» A sus palabras siguieron unos tensos instantes de silencio, y tardé unos segundos en darme cuenta que esperaba que yo completara la frase, que no era sino una observación aduladora realizada por Lin Biao y referida a Mao
68.
Su carta llegó a manos del sobrino y ayudante personal de Mao, Mao Yuanxin, a la sazón hombre fuerte de la provincia
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Antes trabajaba de ayudante en una gasolinera
70.
Sin prestar atención a su ayudante, Grabowicz pregunta a Adán:
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El ayudante se encaminó hacia la puerta y llamó al sargento de guardia
72.
Al dar la vuelta por el corredor Pyanfar se encontró con lo que parecía toda una reunión social: un mahe de aspecto digno y estirado, con el cuello cubierto de joyas y un faldellín; un ayudante mahe, Haral, Tirun y Hilfy
73.
–Buen viaje -dijo el Portavoz, haciendo una reverencia colectiva a las presentes y luego, con su ayudante detrás, se dirigió hacia la escotilla
74.
El ayudante de Wynd o su asistente personal, que era un hombre alto y corpulento, con cabello rubio y estirado, estaba detrás del escritorio de su jefe sosteniendo en la mano un montón de cartas; y el secretario particular de Wynd, un joven pelirrojo aseado, con rostro vivaz, tenía ya su mano en la empuñadura de la puerta como si hubiera adivinado u obedecido algún gesto de su jefe
75.
Ayudante de la cocinera
76.
El ayudante nos condujo al vestíbulo
77.
Luego se llamó a miss Marks, la rubia ayudante, que llorando, presa de un ataque de histerismo, manifestó que mister Pengelley había prometido que se casaría con ella en el caso de que le sucediera algo a su mujer
78.
El ayudante del jardinero, Horlick, que había permanecido en su puesto para cuidar el jardín, la saludó respetuosamente:
79.
Para salvarlo de las inmisericordes palizas de su padre, lo llevó a la parroquia como ayudante del sacristán, con la esperanza de disimular su dulzura de mujer entre los pollerines de la misa y las ofrendas de incienso
80.
Pero Jean de Satigny lo estimaba por alguna misteriosa razón y lo estaba entrenando para que fuera su ayudante en el laboratorio
81.
Tras esta disertación, el comandante dio media vuelta y salió del patio seguido por su ayudante
82.
El oficial ayudante estaba pálido
83.
El ayudante, pese a que no le gustó la orden, se dispuso a cumplirla
84.
La puerta se abrió y asomó el ayudante
85.
Desde ahora queda relevado del servicio y, luego de los días preceptivos de descanso de los que se ha hecho acreedor, se incorporará usted a su nuevo destino en el Estado Mayor de la armada en calidad de oficial ayudante experto en trasmisiones a las órdenes directas del comandante Schuhart
86.
Esperaban en el bar antes de ir allá, porque el chófer y el ayudante están apalabrando el pescado que se han de llevar por la mañana temprano a Palma
87.
Se presentó un ayudante en el acto, el cual recibió órdenes en voz baja y salió apresuradamente
88.
Que ese sargento permanezca incomunicado -dijo el general a un ayudante
89.
Era un ayudante del señor coronel que procuraba en la sala lucir sus talentos musicales delante de la solterona
90.
Los acontecimientos se precipitaban y aquella mañana había decidido tener una larga conversación con Marta sobre su ingreso en palacio y otra con Ahmed, al que había designado como ayudante de Rashid al-Malik, y quien, una vez estuviera preparado el fuego griego, debía transportarlo hasta Apulia con Felet
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DeMarco y su ayudante, Steve Tabor, se encontraban en la popa, atentos a la maniobra mientras el cabrestante del barco empezaba a recoger el cable de acero
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–¿Recuerdas aquel asunto de la desaparición del ayudante de Genaloni? ¿Cuando creyeron que el FBI lo había detenido?
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Tras él, a su derecha, un ayudante le sostenía el sombrero
94.
El cocinero le estaba echando una bronca tremenda a su ayudante por no haber limpiado bien las sartenes
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Estaba encantado con todo lo que escribía, lo mismo que su ayuda de cámara, que también era literato y le aconsejaba en las difíciles cuestiones de metáforas y retórica, y daba vueltas por la habitación recogiendo las cuartillas que volaban en todas las direcciones, ordenándolas y bajando a toda prisa a leérselas a su amigo, el ayudante del jardinero
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Brayldon dejó a un ayudante de confianza al cuidado de la producción para él poder reanudar su trabajo interrumpido
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También arrojaron por allí al profesor Sessui, con los esfuerzos combinados de piloto, ayudante y camarero, cuando trató de regresar en busca de sus preciosos instrumentos
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A su alrededor, estaban el cocinero jefe, su ayudante, el preparador de verduras, el preparador de pescados y sus ayudantes, todos sonrientes, pero molestos por dentro, porque su amo estaba en la cocina con su ama y también porque les había dicho que iba a hacerles el honor de enseñarles a preparar y cocinar la liebre a su manera