1.
Mis compañeros de la cabina están muy sociable y comunicativo, en medio de símbolos
2.
una cabina y echó una moneda
3.
por lo que tuvo la precaución de l amar desde una cabina cercana
4.
hizo un lugar en la cabina, sacando unas herramientas que había acomodado en el asiento
5.
Elige el tipo morado y trata de ellos en el tamaño, sino que son un ajuste perfecto y dejando su ropa vieja en la cabina, Grailem hace su manera de salir de la salida, con su fotografía y grabado compras en la salida
6.
Con el abuelo entramos a la cabina del piloto, un señor muy moreno y medio gordo con una barba gris de chivo
7.
del ojo de la cerradura: «Abre:tienes un hombre en la "cabina"
8.
esperó en la cabina
9.
Resonaron como un eco en la cabina de control de la astronave que estaba fuera del edificio
10.
Los aludidos tomaron sus armas y salieron de la cabina de control
11.
Ocuparon ellos sus puestos y Dan dio la señal a la cabina de control por medio del intercomunicador
12.
Se abalanzó sobre ella, pero justo entonces se oyó el clic de un seguro y una explosión hizo temblar la cabina
13.
Allí, a la vista, estaba la cabina
14.
Lo de siempre era esto: María José se encontraba con Joaquín, a veces en sitios comunes (un bar, una playa, un parque, la puerta de un cine) y otras veces en lugares insólitos (el Palacio de Oriente, unos aseos de caballero, un quirófano, una cabina de sex-shop), y ella le preguntaba ¿por qué me has dejado?
15.
Ford frunció el ceño ante los mugrientos colchones, las tazas sucias y las indefinibles prendas interiores, extrañas y malolientes, que estaban desparramadas por la angosta cabina
16.
Junto a la oficina de Correos del pueblo había una cabina telefónica
17.
Una figura alta y elegante salió de la cabina, y la muchacha se desprendió de los brazos del policía para echar a correr con desesperación a través del vestíbulo
18.
Se abrió paso hasta el final de la cabina, y se subió a un pequeño escalón
19.
Después lo llevaban, a lo largo de las crujías, donde la sombra misma era caliente, a la cabina de un oficial o a veces del comandante
20.
Mira a su alrededor, ve una cabina telefónica en el lado opuesto del mostrador de venta de billetes y se dirige hacia ella con su maleta
21.
Ante el asombro del hombrecillo de Duplo sentado en la cabina del camión de bomberos, el volquete soltó toda su carga encima de él
22.
—Si eso es así, ¿por qué no llamó a la policía desde una cabina y les dijo que había un cadáver en el 504?
23.
Miré por la ventanilla del conductor para descubrir que la cabina estaba abierta
24.
No hay nadie más en la cabina
25.
La puerta se cerró, separándoles de ellos, y el ascensor partió hacia abajo, Pyanfar miró a Tully y a Chur y cogió a éste del codo mientras la cabina, esta vez sin recibir ninguna llamada de los niveles intermedios, descendía hasta depositarles en el muelle
26.
Haral gritó a su vez una advertencia y cerró la puerta del ascensor: la cabina se puso en marcha y de pronto todos los cuerpos que la ocupaban se encontraron empujados hacia el suelo
27.
– ¡Cogeos donde podáis! – les gritó Pyanfar a los novatos pero los que tenían experiencia ya estaban ayudándoles a sostenerse y, con igual brusquedad a la usada para arrancar, la cabina se detuvo con un fuerte golpe y su posición se sincronizó casi al instante con la del cilindro giratorio interior en el que había encajado
28.
La Orgullo se movía, lentamente al principio, y los ocupantes de la cabina empezaron a sentir los efectos de su aceleración
29.
La cabina se detuvo y la puerta se abrió, dejando ver la cubierta principal
30.
Pyanfar le metió dentro de la cabina y Tully se apoyó en la pared sin apartar los ojos de ella, con una mirada llena de dolor muy parecido al de Kohan: sus pupilas parecían cubiertas de sombras y su melena de tonalidades claras estaba convertida en un revuelto amasijo de pelos, en tanto que su cuerpo parecía haberse encogido a causa del cansancio y la desilusión
31.
Apenas la cabina se había puesto en movimiento, el comunicador que había sobre el panel de los controles del ascensor, se encendió
32.
La cabina se detuvo y la puerta se abrió
33.
Me contaron también que vino a Urgencias una pareja que estaba haciéndolo y se quedaron enganchados, y tal y como estaban los metieron en la cabina de la ambulancia y de ahí a la puerta de Urgencias: al parecer la vagina hizo un espasmo en plena penetración y él ya no podía sacarla
34.
La cabina está llena de deseos desmoronados, de las desesperaciones sin cuento de todos los que levantaron este auricular intentando comunicarse a través de kilómetros de resonante cable
35.
—Que se dio cuenta usted de que había un hombre en su cabina
36.
—¿Abandonó esa joven la cabina después de salir el tren de Vincovci?
37.
Durante aquellos diez minutos de ausencia del encargado, el asesino sale de su compartimiento, entra en el de Ratchett, comete el crimen, cierra y encadena la puerta por dentro, sale por la cabina de mistress Hubbard y se encuentra a salvo en su cabina en el momento en que acude el encargado
38.
Por cierto que MacQueen le llamó cuando yo entraba en mi cabina
39.
Los limpiapipas eran idénticos al encontrado en el suelo de la cabina del hombre muerto
40.
Pruebas contra ella o circunstancias sospechosas: La historia del hombre en su cabina está corroborada por la declaración de Hardman y por la de la señora Schmidt
41.
Puedo discurrir otras once excelentes explicaciones de su presencia en la cabina de mister Ratchett
42.
Aquel hombre apuñaló a su víctima con gran ferocidad y abandonó la cabina por la puerta de comunicación con el compartimiento de mistress Hubbard
43.
Corrió por el pasillo, bajó la escalerilla y se oyó el timbre de la cabina del conductor
44.
Garrovi, desde un rincón de la cabina, miraba con sorpresa al marino y sus acompañantes
45.
Un hombre salió de la cabina, de un salto subió por la escalera y al llegar a cubierta miró en derredor con ojos inyectados en sangre: era Alí Middel, capitán del Djumna
46.
El agua que desde hacía varias horas atrás invadiera su cabina, había dejado sus pantalones y su chaqueta de tela blanca en un estado lamentable
47.
¡Huyeron después de robarme el cargamento y encerrarme en la cabina para que muriera ahogado como una rata!
48.
-Hace ya treinta y seis horas que desperté para hallarme encerrado en mí cabina
49.
Éste masculló una maldición contra los negros y se retiró a su cabina
50.
Mientras los esclavos eran reconducidos a la cuadra, el comandante se encaminó lentamente a su cabina
51.
En cuanto el “Garona quedó anclado y sus velas recogidas y envueltas en lona encerada, el capitán bajó a su cabina, escribió una carta e hizo llamar al oficial
52.
Un fulgor de júbilo salvaje brilló en las pupilas del interesado, quien se precipitó hacia la bolsita que le tendía el jefe y teniéndola bien apretada corrió a guardarla en su cabina seguido por las miradas ávidas de los tripulantes
53.
El último volvió a la cabina mientras el primero, como era su costumbre, se puso a recorrer el puente de arriba abajo
54.
Se pasó la mayor parte del tiempo sentado, con la espalda apoyada en la cabina de la balsa, trabajando con el anillo de Orik y viendo pasar el cambiante paisaje
55.
Mientras sus compañeros se preparaban, Roran fue a la cabina de Clovis en el Jabalí Rojo
56.
En pocos minutos, los distintos niveles del barco estaban atestados hasta el límite, desde la bodega de carga hasta la cabina del capitán
57.
Roran, Jeod y Uthar se reunieron en la pequeña cabina de proa —pues el camarote del capi—tán se había destinado a los enfermos—, donde Uthar desenrolló las cartas de navegación so—bre una mesa y señaló un punto por encima de Beirland
58.
Para conseguir cierta discreción hay que ir hasta los baños del fondo de la cabina de clase turista
59.
Como no se podía hacer llamadas internacionales desde la habitación, se vistieron deprisa y bajaron a la recepción del hotel, donde en ese momento no encontraron a nadie que pudiese ayudarlos, pero sabían que fuera había una cabina de teléfono
60.
La anticuada cabina, arrancada de una película de los años cincuenta, funcionaba sólo con monedas, pero Lori lo había previsto y llevaba las Suficientes para comunicarse con la clínica
61.
Los viajeros, llegados a este punto, observaron frente a una ventanilla una gran cola de gentes que, ordenadamente, aguardaban su correspondiente turno para llegar hasta la cabina donde dos funcionarios se ocupaban de comprobar escrupulosamente las correspondientes documentaciones
62.
August se dirigió al fondo del camión, en tanto el que había quedado fuera plegaba el cartón de la caja vacía y lo metía en la cabina
63.
La voz de un desconocido llegaba hasta ella matizada por el tabique de separación de la cabina
64.
Una vez suelto el tractor, dos hombres treparon por una escalera corta de acero hasta la elevada cabina y se sujetaron a los asientos
65.
El subalterno se dirigió a toda prisa hacia la cabina principal
66.
Entró en la cabina en penumbra, donde reinaba el zumbido de los ordenadores, monitores de vídeo, radios y equipos de sonar
67.
Consiguió agarrarse a alguna parte y volvió a meter la pierna en la cabina en el momento en que las mandíbulas se cerraban donde la tenía un segundo antes
68.
DeMarco lo esperaba en la cabina de mando
69.
DeMarco abandonó el CIM, atravesó la cabina de mando y salió a cubierta en dirección al sumergible
70.
En la cabina de mando, el médico de a bordo atendía a Masao, consciente en aquel momento
71.
A continuación, salió a toda prisa de la cabina y se encaminó a la cubierta del cabrestante
72.
Pásenlo bien, señores -añadió, enfilando hacia una cabina libre
73.
Uno se puso sobre dos ruedas por encima del oficial de tráfico y chocó contra una furgoneta en la cabina de peaje
74.
Ambos vehículos explotaron envolviendo la cabina de peaje en llamas
75.
Con sólo ocho personas en la cabina y un piloto, un copiloto y un técnico de navegación en la cubierta de vuelo, el teniente coronel Squires se sentía como si estuviera volando en primera clase
76.
Tenía las largas piernas estiradas, dos de los finos almohadones debajo y uno entre su espalda y el duro metal, y lo mejor de todo: en la cabina no había una atmósfera sofocante
77.
En aquellas ocasiones en que los primeros miembros de Striker viajaban con tropas de refuerzo de otros servicios y los cinco pastores alemanes del Cuerpo K9, la cabina tendía a llenarse rápidamente del calor de los soldados apretujados y sudorosos
78.
A su lado había una bomba usada para expulsar la condensación que se acumulaba en la exigua cabina y un volante manual para soltar una mina de la tronera lateral
79.
Squires caminaba por la cabina para estirar las piernas y que la tripulación le pusiera al día
80.
Después de comprobar en el mapa lo que se habían adentrado en el océano Artico para luego bajar por el mar de Bering y dirigirse hacia el suroeste sobre Japón, Squires regresó a la cabina justo a tiempo para recibir una llamada de Mike Rodgers
81.
Pero tras simular todos los aspectos de la misión en el ordenador de la cabina de vuelo, el piloto Steve Kahrs y el copiloto Anthony Lovino confiaban en el prototipo y estaban ansiosos por ganarse sus «alas», su insignia de reconocimiento al mérito
82.
Alguien la estaba rodeando y, sin querer detenerse, Grey saltó sobre los tubos de la bomba inyectora, que corrían perpendiculares a la cabina, justo encima del carretón
83.
La cabina estaba vacía
84.
Los comandos estaban de pie en la cabina del tren, guardando su equipo, cuando Squires bajó la vista hacia él
85.
Astillas de madera, fragmentos de fibra de vidrio y pedazos retorcidos del metal de la cabina se alzaron en el aire
86.
–Los disparos se produjeron mientras Martha y Aideen Marley estaban paradas al lado de una cabina de seguridad, en la entrada del Palacio de las Cortes de Madrid -prosiguió Hood-
87.
Se sentaron muy juntas en la pequeña y ruidosa cabina
88.
Un hombre en una cabina a prueba de sonido y dos personas, un hombre y una mujer, sentados frente al panel de control
89.
Mientras Fernando los cubría, Juan entró a la cabina y se acercó lentamente al locutor
90.
María se acercó a la cabina de seguridad de la fabrica Ramírez y, con la velocidad del relámpago, mostró sus credenciales de Interpol
91.
La mayoría de los pasajeros se había refugiado en la cabina, donde hacía calor, había sillas secas yluz; uno de los dos hombres miró asu alrededor
92.
En cuanto estuvieron abordo, los hombres ocuparon sus luga res a lo largo de la cabina despojada mientras la tripulación de tierra terminaba de preparar el avión para el despegue
93.
Squires sonrió de soslayo mientras bajaban desde la cabina al comando y se presentaban al piloto, copiloto, primer oficial, navegante y oficial de comunicaciones
94.
Mientras se sentaba debajo de las oscilantes bombillas de luz en el interior de la amplia cabina casi vacía, Rodgers se descubrió contemplando con renuencia la otra cara de lo que estaba haciendo
95.
Empuñando pistolas, con las radios en la mano, salieron corriendo desde las tres cabinas de seguridad sobre la Primera Avenida, desde la cabina que estaba en el patio hacia el norte y desde el puesto policial del otro lado de la calle