1.
Así, en el lado del "transmisor", si la encuesta le es negativa, se crean efectos de desmoralización y confusión; del lado del "receptor" se produce, por ejemplo (en el caso de los contribuyentes financieros) una merma importante en la donaciones, así como se desestimula otro tipo de colaboraciones y apoyos electorales importantes, por ejemplo en profesionales, en la clase media en proceso de empobrecimiento y en los sectores de marginados sociales organizados en barriadas populares, cuya "simpatía oscilara" hacia uno u otro candidato, según sean los resultados de las encuestas
2.
Las declaraciones del candidato pueden ser extemporáneas, preparadas cuidadosamente por anticipado, o repetidas por rutina
3.
y así como los políticos pretenden comunicar, en primer lugar, los motivos por los cuales un votante debe apoyar a su candidato; los periodistas están más interesados en los elementos de competencia de la campaña -esto es, más en el proceso de ganancia o pérdida de apoyos, que en le contenido que liga votantes a candidatos
4.
Sin embargo, estos indicadores sólo presentan, en el mejor de los casos, una imagen estática del apoyo a cada candidato, cuando lo que se requiere es una proyección del crecimiento o disminución de ese apoyo
5.
Así, los periodistas pueden percibir las características de la victoria de un candidato en el proceso de convención partidista como indicativa de
6.
Es natural que exploten estas oportunidades para mejorar su posición en la relación de influencias recíprocas, tales como la difusión de noticias en forma colectiva a un grupo creciente de prensa, en lugar de responder a solicitudes individuales, o el racionar el tiempo del candidato entre las organizaciones de noticias en competencia, con auditorios muy diferentes
7.
En efecto, es evidente que unirse al candidato ganador desde las primeras etapas par asegurarse acceso a ese candidato y a su personal más allegado, constituye una de las estrategias de mayor éxito para obtener beneficios materiales o influencia en cuestiones políticas
8.
El contenido informativo que describe a un candidato como una posibilidad real para la nominación, puede generar un flujo de apoyos de activistas interesados para esa campaña
9.
A) EL HISTORIAL PUBLICO DEL CANDIDATO: En este renglón se incluye
10.
CANDIDATO DE LLEGAR AL GOBIERNO: Estos ataques son especialmente
11.
El candidato apenas había votado en tres de las 15 elecciones en las que había podido sufragar y los asesores del otro candidato descubrieron esta debilidad y la explotaron
12.
CARGOS: Es otro elemento evidente de crítica y en el que no puede depender de los medios para que hagan el trabajo de sacar al candidato del apuro
13.
R) POSICIONES EN TEMAS CONTROVERSIALES: Siempre que un candidato
14.
K) MENTIRAS DEL CANDIDATO: El candidato niega su injerencia en los ataques realizados por terceros y se le endilga la culpa a un ayudante de tercer orden
15.
- Si se formula una acusación y la persona que es víctima del ataque lo ignora, por cualquier razón, el comercial se mantendrá en el aire hasta que el candidato que autorizó la transmisión decida que se han alcanzado los objetivos planteados
16.
comunicación de masas e intenta llevar el mensaje político del candidato directamente a los electores a través de los medios masivos
17.
• -El candidato es más importante que el partido
18.
(debe considerarse)como los reporteros reaccionan a los esfuerzos de los directores de campaña para obtener una cobertura favorable para su candidato, y, a la inversa, como los directores de campaña reaccionan frente a lo que los reporteros escriben y transmiten"
19.
Los debates televisados atrajeron grandes auditorios y amplia cobertura de prensa, amen de muchas especulaciones en torno al candidato que había triunfado
20.
A) "La mayoría de esas investigaciones se lleva a efecto durante la fase de elecciones generales en la contienda presidencial, cuando ya muchos electores han seleccionado un candidato
21.
Naturalmente, en la lucha electoral puede intentarse reforzar o debilitar uno u otro componente en la imagen de su candidato
22.
Naturalmente son las peculiaridades del carácter las que, ante todo, imprimen su sello en la imagen de un candidato en el amplio electorado
23.
Pero las peculiaridades del carácter del candidato son, cuanto más, toques de color en la imagen total de la personalización de una campaña y no el momento decisivo
24.
El candidato tiene que tomar en cuenta el espíritu de la época y sobre este particular los psicólogos sociales han intentado la elaboración de una tipología de la personalización
25.
A) Está, primero, el candidato que en tiempos difíciles se propone restablecer el y orden
26.
C) Por último, en el tercer tipo, se trata de un candidato que crea o restablece situaciones morales
27.
Aquí el candidato intenta, en su campaña, satisfacer la necesidad de moral e idealismo y él mismo establecer nuevos valores
28.
En fin, por callarse cosas importantes los cronistas de la solemnidad,ni siquiera mencionaron al general Ponce de Lerma, hombre grosero, que,en menos de dos horas, riñó tres veces con el ministro de la Guerra, ydio de puntapiés a un lacayo en un vestíbulo, porque al pasar, cargadode despojos de la mesa, le manchó el frac con una salsa amarilla,mientras su mujer (la del general) departía, en animado e interesantediálogo, con el subsecretario de Gobernación, gran mozo, candidato aministro para la primera crisis, soltero y de gran prestigio entre lasdamas elegantes
29.
Durante la campaña electoral, el candidato Mauricio Funes apoyaba la reforma
30.
Este es el caso de Oscar López, quien fuera diputado y candidato presidencial,
31.
bien descontentadizo y quesería preciso que el candidato a su
32.
todo por el partido y el candidato
33.
nombre del candidato, guardado hasta entoncescon el mayor sigilo por D
34.
Los deMaza tenían su candidato
35.
al candidato de Dios y deshonrar de paso aquellainstitución del
36.
por el PadrePaulí, un candidato de una buena fe paradisíaca, que
37.
candidato, en la seguridad, dicen, de ser estavez admitido
38.
iba pronunciando discursos contra el gobierno,que pretendía imponer á la fuerza su candidato, y
39.
cuando el discurso del candidato queda cortado poruna objeción imprevista
40.
se ha olvidado del baqueano y de las cualidades generales queconstituyen el candidato
41.
Lo importante no es el diputado, sino el candidato
42.
Trampeta, con actividad vertiginosa, hacía la cama al candidato delgobierno
43.
por compromiso, al candidato propuesto por la Juntacarlista orensana, y recomendado por el
44.
docenas, elpaís y el gobierno supieron pronto la gran noticia: el candidato de laJunta se retiraba
45.
—¿No ha respondido usted de la elección, con cualquier candidato que sepresentase?
46.
—Contra el candidato de la Junta de Orense
47.
Que escogimos un candidato muy simple
48.
Fue candidato a vicepresidente de la
49.
copa, pronunciaba un speach, aplicando al candidato el apodo
50.
en los tersos botones de portero de Ministerio, ni el aspirante árica dote ante exigente futura suegra, ni el candidato extra-oficialen distrito cunero, ni el cesante con ocho hijos frente á despóticocasero, tolera las injusticias, los desaires, las cavilaciones y lossudores que sufre y aguanta con estoica resignación el indio ante labronceada deidad de sus pensamientos
51.
Esos cuatro nombres no agotan el número de los candidatos; hay incluso quien fomenta el enredo no añadiendo un candidato más a la lista sino omitiendo el nombre del suyo: en 1988 Adolfo Suárez aseguró que sólo había dos personas que conocieran la identidad del militar, y que una de ellas era él
52.
Por supuesto, era falso, pero, como toda buena mentira, contenía una parte de verdad, porque lo que Armada decía (y lo que todo el mundo pensaba que el Rey decía por boca de Armada) era una combinación sabiamente equilibrada de lo que pensaba el Rey y de lo que a Armada le hubiera gustado que pensase el Rey: Armada aseguraba que el Rey estaba muy inquieto, que la mala situación del país le preocupaba mucho, que el permanente desasosiego del ejército le preocupaba mucho, que sus relaciones con Suárez eras malas, que Suárez ya no le hacía caso y que su torpeza y su negligencia y su irresponsabilidad y su apego insensato al poder estaban poniendo en riesgo al país y a la Corona, y que ésta vería en definitiva con muy buenos ojos un cambio de presidente (lo cual traducía con exactitud lo que en aquel momento pensaba el Rey); pero Armada también decía (y todo el mundo pensaba que el Rey lo decía por boca de Armada) que aquélla era una circunstancia excepcional que exigía soluciones excepcionales y que un gobierno de unidad compuesto por líderes de los principales partidos políticos y presidido por un militar era una buena solución, y dejaba entender que él mismo, Armada, era el mejor candidato posible a encabezarla (todo lo cual traducía con exactitud lo que a Armada le hubiera gustado que pensase el Rey y quizá lo que en parte por influencia de Armada llegó en algún momento a pensar, pero no lo que en aquel momento pensaba)
53.
Aunque sólo conocemos el testimonio de Armada acerca de lo hablado en esos conciliábulos con el Rey, podemos dar algunas cosas por seguras o por muy probables: es seguro o muy probable que, además de insistir ambos en la negra opinión de Suárez y del momento político, Armada hablara de los rumores de una moción de censura contra Suárez y de los rumores de un gobierno de unidad, que se mostrara partidario de éste y que de forma más o menos elíptica se propusiera como candidato a presidirlo, subrayando que su perfil monárquico y liberal respondía al perfil del presidente confeccionado por los medios de comunicación, las organizaciones sociales y los partidos políticos, muchos de los cuales (siempre según Armada) ya le habían dado o insinuado su beneplácito; es seguro o muy probable que el Rey dejara hablar a Armada y no lo contradijese y que, si no lo había hecho antes, empezase ahora a considerar seriamente la propuesta del gobierno de unidad presidido por un militar, fuera o no éste Armada, siempre y cuando contase con la aprobación del Congreso y con un engarce constitucional que Armada consideraba garantizado; es seguro que, además de insistir ambos en su negra opinión del momento militar, Armada la exasperaría al máximo y hablaría de su visita a Milans, presentándose a sí mismo como un freno a la fogosidad intervencionista del capitán general de Valencia, dosificando con zorrería la información sobre sus proyectos o amenazas y sin entrar en detalles perjudiciales para sus propios fines (es improbable por ejemplo que mencionara a Tejero y su relación con Milans); también es seguro que el Rey le pidió a Armada que continuara teniéndole al corriente de lo que sucedía o se tramaba en los cuarteles; también, que prometió encontrarle un destino en la capital
54.
Por supuesto, Suárez habría podido ignorar el propósito del Rey, forzar la mano y presentarse a las elecciones sin su consentimiento, pero él era el presidente nombrado por el Rey y quería ser el candidato del Rey y luego el presidente electo del Rey, y durante aquellos meses fulgurantes, mientras se liberaba poco a poco de la tutela de Fernández Miranda y hacía cada vez menos caso de Osorio, se aplicó a demostrarle al Rey con los hechos que él era el presidente que necesitaba porque era el único político capaz de arraigar la monarquía montando una democracia igual que estaba desmontando el franquismo; también se aplicó a demostrarle por contraste que Fernández Miranda era sólo un viejo jurista timorato e irreal, Fraga un bulldozer indiscriminado, Osorio un político tan pomposo como inane y Areilza un figurín sin media hostia
55.
Suárez carecía de un partido propio con que acudir a los comicios, así que durante meses, agazapado, maquinando a distancia y jugando de farol con la pamema de que no iba a presentarse siquiera como candidato, aguardó a que se formase una gran coalición de partidos centristas en torno a un partido encabezado por Areilza; una vez formada la coalición, cayó en picado sobre ella y, fortalecido por la certidumbre generalizada de que la lista electoral que él encabezase con su prestigio de partero de la reforma sería la vencedora de las elecciones, colocó a los dirigentes de la nueva formación ante una disyuntiva diáfana: o Areilza o él
56.
Incapaz de contestar a las preguntas que se le planteaban en sus papeles de ingreso a la universidad, un candidato llamado Zhang Tie-sheng que anteriormente había sido enviado a una zona rural próxima a Jinzhou había entregado una hoja en blanco junto con una carta en la que protestaba afirmando que aquellos exámenes equivalían a una restauración del capitalismo
57.
Entretanto su país estaba en plena ebullición política y para el año de su regreso ganaba las elecciones un candidato socialista
58.
El triunfo fue del candidato de la oposición, tal como había vaticinado Aravena cuyo olfato político lejos de disminuir con la edad, se había afinado
59.
Su larga experiencia en la derrota y su conocimiento del pueblo, permitieron al Candidato darse cuenta antes que nadie que en esa ocasión iba a ganar
60.
Tal como había pronosticado el Candidato, los socialistas, aliados con el resto de los partidos de izquierda, ganaron las elecciones presidenciales
61.
El senador Trueba siguió la votación desde la sede de su Partido, con perfecta calma y buen humor, riéndose con petulancia cuando alguno de sus hombres se ponía nervioso por el avance indisimulable del candidato de la oposición
62.
En las señoriales residencias blancas, azules y amarillas del Barrio Alto, comenzaron a cerrar las persianas, a trancar las puertas y a retirar apresuradamente las banderas y los retratos de su candidato, que se habían anticipado a poner en los balcones
63.
candidato, que se paraba en la estación a arengarlos desde el tren de sus derrotas
64.
Tradicionalmente se había designado al candidato con más votos
65.
Los presidentes designaban a su sucesor y las autoridades civiles y militares hacían trampas en las elecciones; siempre ganaba el partido de gobierno gra-cias a la fuerza tan bien llamada bruta: votaban hasta los muertos y los ausentes en favor del candidato oficial, se compraban votos y a los du-dosos les metían miedo a palos
66.
Los revolucionarios obtuvieron los cambios por los cuales tanta sangre había corrido: antes el gobierno imponía su candidato mediante el soborno y la intimidación, con apoyo de las autoridades civiles y militares; ahora el cohecho lo hacían los patrones, los curas y los partidos por igual; el sistema era más justo, porque el de un lado se compensaba con el del otro y no se pagaba la corrupción con fondos públicos
67.
La infanta Eulalia, además de inteligente y progresista, es disciplinada, aunque le cueste, y sigue las disposiciones de su hermana mayor o de su hermano el rey, don Alfonso XII, al que adora y al que un día le promete casarse con el candidato que han elegido para ella en un intento de evitar posibles aspiraciones al trono del siempre intrigante Montpensier:
68.
Es un candidato obvio, pero a ellos les gusta tener buenos fusileros y él hizo buen papel en la tierra de los camellos
69.
De modo que si Granger debía seleccionar un candidato para ese presunto trabajo, debía tratarse de alguien que no arruinase las cosas
70.
Una declaración firmada por exportadores, varios comerciantes y dueños de oficinas de importación, había aparecido en el "Diario de Ilhéus" patrocinando una lista, encabezada por Ataulfo Passos, candidato a la reelección, con Mundinho para vicepresidente y el Capitán como orador oficial
71.
En cuanto a votar a él, es el candidato del gobierno, vamos a votarlo
72.
Los estudiantes dirigieron una proclama al pueblo, por intermedio del "Diario de Ilhéus", pidiendo sus votos para el candidato a Intendente que se comprometió a construir el Colegio Municipal, un campo de deportes, un asilo para ancianos y mendigos, y a alargar hasta Pirangi la carretera
73.
Los rusos no eran buenos perdedores y se enfrentaban a la posibilidad de que el candidato derrotado de unas elecciones preparase una operación secreta con agentes en los Estados Unidos
74.
–Es el candidato más probable
75.
Pero cuando se enteró de quién era el candidato propuesto, se calmó visiblemente y musitó unas palabras acerca del estado del cuerpo
76.
Sirio era unas cincuenta veces más brillante que el Sol y siempre había parecido ser un mal candidato para planetas en los que hubiera vida
77.
Y aquél, desde luego, no era un buen candidato
78.
-Bueno; pues elige tú el candidato
79.
Y si no podía entrar en la ciudad, no podía proclamarse candidato a las elecciones consulares
80.
El candidato vestía también la candida cuando recorría Roma solicitando votos y el día de las elecciones
81.
Las elecciones curules son el mes que viene y deseo regresar a Roma a tiempo para presentarme candidato al consulado
82.
Se solucionará con un senatus consultum a la asamblea del pueblo por el que se autorice a un caballero a presentarse candidato al consulado
83.
Aprobación por el Senado (o por el pueblo, en caso necesario) del nombramiento de un candidato en elecciones celebradas estando él ausente
84.
, Saturnino volvió a ser candidato y, como esta vez no obtuvo el cargo, su inseparable amigo Cayo Servilio Glaucia organizó el homicidio de uno de los candidatos elegidos y Saturnino ocupó el tribunado en sustitución del asesinado
85.
Por resumirlo breve y superficialmente, tras el asesinato del candidato liberal Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril de 1948, se produce en Colombia una revuelta popular conocida como «el Bogotazo», que dejó más de trescientos muertos
86.
Pero en un ejemplar ejercicio de madurez, en la década de los noventa el Frente Farabundo Martí evolucionó de la lucha armada a la lucha política, y en noviembre de 2008, a solo cuatro meses de las elecciones generales en El Salvador, el FMLN buscaba en el Foro Socialista de Estocolmo alianzas y apoyos para su candidato presidencial, Carlos Mauricio Funes Cartagena, quien por cierto ganaría las elecciones convirtiéndose en presidente de El Salvador el 15 de marzo siguiente
87.
No obstante, había un candidato que a Sila le preocupaba enormemente, en particular porque en apariencia, para la primera clase, resultaría el candidato consular idóneo, por ser partidario decidido de los privilegios senatoriales y de reforzar las prerrogativas del Ordo equester, aunque no estuvieran legalizadas
88.
Sexto Lucilio se presentó candidato y le eligieron, ya que a la plebe le gustaba tener siempre un par de tribunos de lo más conservador
89.
y un candidato de más,
90.
Lawrence había presionado para conseguir que su candidato fuera aceptado, puesto que se trataba de uno de sus más viejos amigos, pero al hombre lo encontraron ahorcado en su casa un día antes de que tuviera previsto tomar posesión del cargo
91.
Leyó la información acerca de la abrumadora victoria de Herrera sobre el candidato del Partido Nacional, que había sustituido a Guzmán en el último momento
92.
No se diferenciaba mucho de un candidato republicano durante unas elecciones primarias en Estados Unidos
93.
José, y levantaba el gallo en los mentideros políticos, dándose tono de prohombre y vendiendo protección a los caídos, como candidato probable a una cartera el día no lejano en que volviese el Duque
94.
-Francia digo; que hay allá un partido democratista que apoya nuestro candidato, y el Rey, con más miedo que vergüenza, no ha tenido otro remedio que hocicar
95.
La corta lista final incluía a dos listillos de Londres, uno de los cuales participaría más tarde en un gobierno de Macmillan, y el candidato local, Ted Barker
96.
Cuando la presidenta anunció a la prensa local la decisión final del comité electoral, declaró que sería inadecuado revelar el número de votos obtenido por cada candidato
97.
El candidato demócrata cometió también sus errores, pero al final le pareció a Richard que la imagen de Carter como hombre opuesto a la burocracia de Washington y cristiano evangelista, en comparación con los problemas heredados por Ford a consecuencia de su relación con Nixon, podía ser suficiente para asegurar la elección de Carter por un pequeño margen