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casimir frasi di esempio
casimir
1. Vestía con toda la excentricidad inglesa; es decir, que llevaba un frac azul con botones de oro y un cuello sumamente alto, un chaleco de casimir blanco y un pantalón de nankin, cuatro pulgadas más corto de lo regular, pero al que unas trabillas de la misma tela impedían que llegase a la rodilla
2. Vestía de gris oscuro, chal de casimir sobre los hombros y sombrero inglés de paja con alas, ligeramente vueltas hacia abajo, que enmarcaba el rostro resaltando sus ojos inteligentes
3. Recogiéndose la falda —sencilla, de casimir marrón, con chaquetilla corta y cómoda que permite trabajar sentada sin sofoco—, Lolita ocupa su asiento
4. Le entregué el abrigo, los guantes y un chal negro de casimir que me gustaba mucho porque había sido un regalo de Lucy
5. Por otra parte, era consecuente con su vida y con sus ideas: no había nada de intransigencia en su política, jamás injuriaba a sus adversarios, tenía miedo de los cortesanos y creía en las virtudes republicanas: se imaginaba a Manuel libre de toda culpa, tenía al general Foy por un gran hombre, creía que Casimir Perier no tenía ninguna ambición que Lafayette era un profeta político y Courier, un buen hombre[45]
6. ¿Es usted hija de Casimir Landowski?
7. El casimir es también para mí
8. Casimir descubrió que la nube de partículas virtuales crearía una presión neta en el vacío
9. Esta energía negativa fue medida realmente en el laboratorio en 1948, y los resultados confirmaron la predicción de Casimir
10. Así pues, la energía negativa y el efecto Casimir ya no son ciencia ficción, sino un hecho establecido
11. El problema, no obstante, es que el efecto Casimir es muy pequeño; se necesita un equipo de medida muy delicado para detectar esta energía en el laboratorio
12. (En general, la energía de Casimir es inversamente proporcional a la cuarta potencia de la distancia de separación entre las placas
13. El efecto Casimir fue medido con precisión en 1996 por Steven Lamoreaux en el Laboratorio Nacional de Los Alamos, y la fuerza atractiva es 1/30
14. ° Los abajo firmantes deducen de los hechos consignados las conclusiones que se impone y comprueban que el señor Casimir Japoll no puede, en modo alguno, conceder una reparación por sus actos
15. »A causa de este estado de cosas, los abajo firmantes llaman la atención del señor Stanislav Zutavski sobre el hecho de que es vano entablar contra el señor Casimir Japoll un procedimiento de honor, y le aconsejan que denuncie a éste a los tribunales a fin de impedir que una personalidad que ya no está en situación de conceder reparaciones, como es el caso del señor Casimir Japoll, le cause nuevos perjuicios
16. »Considerando que el señor Stanislav de Zutavski, en virtud de la declaración de sus representantes los señores doctor Antonio Cieszynski y Stefan de Rosinski en el asunto del señor Casimir Japoll, del 28 de marzo de 19
17. , ha llegado, después de una madura reflexión, al convencimiento de que la denuncia a los tribunales contra el señor Casimir Japoll no puede constituir una reparación suficiente de la grave ofensa de difamación de su esposa Jadwiga
18. Una réplica del señor Casimir Japoll enfrió un poco los ánimos
19. Por el contrario, MacAdam era un hombre bajo, enjuto, y vestía un casimir abultado y sin planchar impregnado de austeridad escocesa
20. Como por la siembra de una pequeña cantidad de levadura, en apariencia de generación espontánea, unas mujeres jóvenes iban todo el día con unos altos turbantes cilíndricos, como una contemporánea de madame Tallien, llevando por civismo unas túnicas egipcias rectas, oscuras, muy «guerra», sobre unas faldas muy cortas; llevaban unas correas que recordaban el coturno según Talma, o unas altas polainas que recordaban las de nuestros queridos combatientes; era, decían ellas, porque no olvidaban que debían alegrar los ojos de aquellos combatientes, por lo que todavía se arreglaban, no sólo con vestidos «vaporosos», sino también con alhajas que evocaban los ejércitos con su tema decorativo, aunque la materia no viniera de los ejércitos, ni hubiera sido trabajada en los ejércitos; en lugar de los ornamentos egipcios que recordaban la campaña de Egipto, eran sortijas o pulseras hechas con fragmentos de obuses o cinturones de 75, encendedores formados por dos peniques ingleses a los que un militar había logrado dar en su trinchera una pátina tan bella que el perfil de la reina Victoria parecía trazado por Pisanello; era también porque pensaban constantemente en ellos, decían ellas, que, cuando caía uno de los suyos, apenas le guardaban luto, con el pretexto de que era «un luto en el que entraba el orgullo» lo que permitía un gorro de crespón inglés blanco (del más gracioso efecto y que «autorizaba todas las esperanzas», en la invencible seguridad del triunfo definitivo), sustituir al casimir de antaño por el raso y la muselina de seda, y hasta conservar las perlas, «sin dejar por eso de observar el tacto y la corrección que es inútil recordar a buenas francesas»
21. Al igual que el emperador, usaban calzones de casimir debajo de las polainas de tela blanca
22. Esta vez no era la patrona; debía de ser Casimir
23. Al menos aquello serviría para distraer su atención cuando bajaran las niñas con los vestidos de casimir
24. Había desaparecido uno de los verdes vestidos de casimir
25. Al fondo, en lo más profundo, vio el verde vestido de casimir con la tira de encaje en el cuello y las bocamangas