1.
Primera parte de las excelencias dela virtud de la castidad
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tanto laica y larga, para haber hecho voto de castidad
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Pues la Iglesia ha hecho bandera de esa relación entre la pureza y castidad con
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sacerdotes con la castidad obligatoria pero manteniendo una doble moral para todos
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que la probidad se pague con palacios, y la castidad condiamantes y trenes? Entonces
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silencio velaba en ella la castidad delaire dormido
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amor que desde hace tiempo en silencio le profesas, y que, en tu delicadeza y castidad, procuras
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Además, los melodaslitúrgicos, enamorados congojosos de la castidad, hacen
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del baño, y que la limpieza y castidad de su almafuesen
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lasbuenas mujeres, el ejemplo de la castidad
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victorioso de la castidad!
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incitante ytraidor de aquellos en que la castidad suele reclinarse
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laexistencia; para los que adoraban la castidad antipática de la
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Viviría más segura en su castidad:
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castidad, oscuridad y ayuno, hacían de ellos fantasmas
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castidad, de pureza y decuantas excelencias y virtudes pueden sublimar y glorificar a un
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La honestidad, la castidad y hasta
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al encuentro ladrones, queintentasen robarle la joya de la castidad
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castidad, a su lascivia con tu abstinencia
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Mucho valía la castidad del lecho nupcial, oex-nupcial mejor dicho,
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pero ¿no valía más la castidad de la esposamisma? Entre estos sofismas y la pasión y la
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condenadas por laIglesia en defensa de la castidad y de la
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que se ganó en castidad y enmansedumbre
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castidad al entrar en la Orden,llevaba siempre mujeres en
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Y la iracunda castidad del cocinero seguía lanzando contra las
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La castidad observada en los últimostiempos á causa de
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6 En castidad, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en Espíritu Santo, en
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6 en castidad, en ciencia, en mansedumbre, en bondad, en Espíritu Santo, en
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Era dotado de castidad tan angélica, que murió con la entereza
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de la castidad, engalanan el sofá de laderecha, inmediato á la puerta de entrada, mientras que los varones
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Creo que fue entonces cuando descubrí la castidad, como fuerza y como purificación
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[5] Entre los cátaros, los perfectos eran predicadores y enseñantes, tanto hombres como mujeres, que hacían unos votos especiales de castidad
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Definición de la castidad
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Castidad y libertinaje
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Por castidad entiendo simplemente, en acuerdo con el diccionario, la abstención de los placeres ilícitos y la honesta moderación en los permitidos
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Harto me sé que sería ilusorio reclamar la castidad en las multitudes que sufren a diario la atracción del vicio en las aglomeraciones deletéreas de hombres solos, en los nómadas de todas las profesiones que con tanta frecuencia deben renunciar a la vida conyugal
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Los sentimientos religiosos sinceros bastarían plenamente para hacer posible y hasta fácil tal castidad y oponer una barrera inquebrantable a dichos vicios
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La castidad es la fuente de la fuerza y de la belleza moral en ambos sexos
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Solo acero, concentrado en ellos por toda una vida de riguroso autocontrol, por días y días de castidad y obediencia, por la oración incesante y la supresión de toda emoción salvo la del odio contra si misma
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El nuevo rector vivía austeramente y en castidad, no frecuentaba los espectáculos circenses, no levantaba nunca la voz a sus alumnos, poseía una amplia cultura y era capaz, por lo que se decía, de una gran y refinada elocuencia, además de tener el extraño don de saber explicar complejos conceptos de manera sencilla y comprensible también a los menos eruditos
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El pensamiento de la escuela ahora le aterrorizaba, ni siquiera podía imaginarse aparecer ante sus jóvenes alumnos, y mucho menos después de aquella noche de juerga en la que, casi sin darse cuenta, había puesto fin a una castidad de más de una década, y que ahora se le aparecía del todo insustancial
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¡La castidad! ¡La castidad!
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Estos ritos ocurrían después de meses de abstinencia, castidad y ayuno, durante los cuales las parejas casadas dormían en la misma cama sin tocarse
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Cuando estuvo en el Polo la situación fue diferente, porque en medio de aquel frío glacial y sin más compañía que los pingüinos y siete hombres entrenados para olvidar el amor, la castidad era obligatoria
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No le era posible vivir mucho tiempo en castidad, pero su corazón permanecía intocado, como un tributo a su novia eterna
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De todos modos partieron por unos días a un discreto balneario, donde vivieron una pasión desaforada y el Capitán recuperó el tiempo perdido en tantos meses de obligada castidad
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Fue ella quien lo rescató finalmente de los incandescentes suplicios de la castidad
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De pronto las cosas se dieron vuelta y en cuestión de un par de años la castidad dejó de ser una virtud para convertirse en un defecto del cual había que curarse antes de que los vecinos se enteraran
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El domingo por la noche Rolf regresó a la capital con la castidad en ascuas, con la misma ropa sucia de la semana anterior, sin la provisión de galletas y embutidos que habitualmente su tía le ponía en la maleta y con la incómoda sensación de que una perra moscovita podía ser más importante que él a los ojos de su familia
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Durante un par de años vivió de sus rentas, tratando de no llamar la atención, pero su espíritu creativo necesitaba una válvula de escape y acabó montando un negocio de adminículos sadomasoquistas, con tan buen resultado, que de los cuatro puntos cardinales le hacían pedidos para sus cinturones de castidad para varones, sus látigos de siete colas, sus collares de perro para uso humano y tantos otros instrumentos de humillación
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Para Jaime, a quien los votos de humildad, pobreza y castidad del sacerdote no habrían molestado, la religión era la causa de la mitad de las desgracias del mundo, de modo que cuando su madre opinaba así, se ponía furioso
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Por las conversaciones que escuchaba de criados y escuderos, concluía que el padre era como casi todos los varones y, ya en los albores de su despertar a la vida, intuía que aquella actitud era propia de los hombres que acallan la voz de su conciencia y se dejan arrastrar por sus más bajos instintos, en esta ocasión agravado el hecho por la condición de religioso del individuo, que añadía al pecado la violación de su voto de castidad
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Nada de castidad
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A un clérigo se le atribuye la caridad y la castidad, a un soldado el sacrificio y el valor… Y a un juez la probidad en su conducta personal y una estricta y exquisita conciencia de todo aquello que atañe a sus decisiones personales antes de tomar partido por una u otra facción
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Amaranta era no una mujer traviesa e intrigante, sino la intriga misma, era el demonio de los palacios, ese temible espíritu por quien la sencilla y honrada historia parece a veces maestra de enredos y doctora de chismes; ese temible espíritu que ha confundido a las generaciones, enemistado a los pueblos, envileciendo lo mismo los gobiernos despóticos que los libres; era la personificación de aquella máquina interior, para el vulgo desconocida, que se extendía desde la puerta de palacio, hasta la cámara del Rey, y de cuyos resortes, por tantas manos tocados, pendían honras, haciendas, vidas, la sangre generosa de los ejércitos y la dignidad de las naciones; era la granjería, la realidad, el cohecho, la injusticia, la simonía, la arbitrariedad, el libertinaje del mando, todo esto era Amaranta; y sin embargo ¡cuán hermosa!, hermosa como el pecado, como las bellezas sobrehumanas [196] con que Satán tentaba la castidad de los padres del yermo, hermosa como todas las tentaciones que trastornan el juicio al débil varón, y como los ideales que compone en su iluminado teatro la embaucadora fantasía cuando intenta engañarnos alevosamente, cual a chiquitines que creen ciertas y reales las figuras de magia
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edad, hacían votos de castidad y servían a la diosa durante treinta años, tras los cuales quedaban eximidas de sus votos y se integraban en la sociedad, pudiendo casarse, aunque pocas lo hacían por considerarlo nefasto
57.
Su castidad procuraba suerte a Roma, es decir, al Estado
58.
Cuando se creía que una vestal había roto el voto de castidad, no se la juzgaba y castigaba en seguida, sino que se le seguía proceso ante un tribunal especial, y también se juzgaba a sus supuestos amantes ante otro tribunal
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Si se trata de delitos de castidad de las vestales, seguirá siendo aplicable la pena de morir en la hoguera, pero su amante o amantes serán juzgados en otro tribunal, sin que se les imponga pena de muerte
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Las sacerdotisas de Vesta; ingresaban a los seis u ocho años de edad, hacían sus votos de castidad y servían a la diosa durante treinta años, tras los cuales quedaban eximidas de sus votos y se integraban en la sociedad, pudiendo casarse, aunque pocas lo hacían por considerarlo nefasto
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Cuando se creía que una vestal había roto el voto de castidad, no se la juzgaba y castigaba en seguida, sino que se le seguía proceso ante un tribunal especial y también se juzgaba a sus supuestos amantes ante otro tribunal
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Ingresaban a los seis u ocho años de edad, hacían votos de castidad y servían a la diosa durante treinta años, tras los cuales quedaban eximidas de sus votos y se integraban en la sociedad, pudiendo casarse, aunque pocas lo hacían por considerarlo nefasto
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Mi padre que no consigue trabajar por culpa de la úlcera de estómago, que bebe leche, que come papillas y chupa comprimidos para la acidez, mi madre, que ayuda en la limpieza del Hospital de Arroios, que se queja del prolapso del útero, y mi tío, de las nueve de la mañana a las seis de la tarde, de rellano en rellano, con la Biblia en ristre, predicando a los vecinos la palabra de Dios, y que dejó el empleo en Seguros para ofrecer la vida eterna al barrio, aconsejando templanza y castidad a la indiferencia de las calles, mi madre, mi padre y mi tío recluidos en sus agujeros de estuco, y yo con la santa y la blancura de los manteles la noche entera, oyendo el tren de París que gime en mi cuerpo
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Yo quizás no sea todo lo cuitado que parezco; quizás me encuentre en el punto ese sutil en que no puedo decir con certeza si me siento bien seguro en las virtudes de humildad, castidad y limpieza de pensamientos, o si, por el contrario, me asaltan temores y barruntos de caer en esos infiernos de lo humano que me cerrarían la puerta de lo divino
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Procuró pensar sólo en las virtudes del Padre Kezer: su franqueza y decisión, su singular jovialidad, su castidad diamantina
66.
La castidad de los jóvenes de esta Parroquia se mantiene incólume
67.
—Escuchad, Sara, en las órdenes militares el voto de castidad es uno de los más importantes
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Además de los votos de pobreza, castidad y obediencia de todos los monjes, los templarios habían jurado también contribuir a la conquista y a la defensa de la presencia cristiana en Tierra Santa, dando su vida por ello si fuera necesario; por eso, desde el principio, la regla qui-so ser muy estricta, imponiendo una disciplina dura y férrea para crear un grupo humano sólido y comprometido con sus ideales, evitando cualquier situación en la que esa disciplina pudiera relajarse
69.
En cualquier caso, las iglesias que se han conservado o las que se han excavado no son templos grandes -pues no era necesario, al no estar abiertos al culto público-, sino sencillos, de una sola nave, con muy escasa decoración escultórica, muy en consonancia con los votos de pobreza, castidad y obediencia que los caballeros profesaban
70.
Todo antes de romper su voto de castidad y de servir a Dios, todo antes que la casaran
71.
Marisa Achutegui se empeñó con el voto de castidad privado y perpetuo a los seis años, justo el día de su primera comunión
72.
La glotonería del clero, un lugar común en la literatura festiva medieval, deja también su rastro en obras tan serias como el código legal de las ―Siete Partidas‖, compilado por Alfonso X el Sabio, en el que leemos "que los prelados deuen ser mesurados en el comer, e en el beuer, el comer de mas es vedado a todo ome e mayormente al prelado, porque la castidad no se puede bien guardar con muchos comeres e grandes vicios y que non conviene que aquellos que han de predicar la pobreza, e la cuyta que sufrió nuestro Señor, que la fagan con las faces bermejas, comiendo e beviendo mucho" (I Partida, Ley XXXXV)
73.
Los dos habían tomado el voto de castidad, y ni siquiera habían considerado la posibilidad de romper su compromiso con Dios
74.
La ciencia le permitía disfrutar de las alegrías de la paternidad sin romper el voto de castidad
75.
Es decir, que conservó su castidad utilizando un método que posteriormente emplearía para facilitar la gratificación sexual de su heroína
76.
(…Ya habéis recibido las bendiciones, según costumbre; lo que os amonesto es a que guardéis lealtad el uno al otro y, en tiempo de oración, y mayormente en ayunos y festividades, tengáis castidad… La plática, como un susurro…)
77.
¡Oh, cinturón de castidad,
78.
–Ganas me dan de retomar el voto de castidad que hice cuando estaba con los hermanos maristas, a comienzos de siglo
79.
Aquel que privare a una mujer de bien, sin su consentimiento, del tesoro de su castidad será pasado por las armas
80.
Pero eso no retrae tanto a nadie como la evidencia de que el maldito artefacto es más difícil de arrancar que un viejo cinturón de castidad
81.
Las mansas y verdes veredas, los tranquilos pabellones, ¿ donde seguía encendida la tardía luz de un estudio, embargaban su imaginación y la castidad de la aguja se convertía en un símbolo de aquella idea
82.
Ya saben ustedes que la castidad es una flor muy frágil porque la naturaleza humana la extraña en su jardín
83.
En realidad, no soy un hombre y no sé lo que es posible imaginar de una mujer con otra mujer, y menos aún de un hombre con una mujer sola; no obstante, como mi cama carecía de cortinas y entraban en mi habitación a todas horas, ¿qué le diré a usted, señor? Pese a todo su recato exterior, la modestia de sus miradas, la castidad de su expresión, estas mujeres tienen el corazón bien corrompido
84.
Añadía en otro lugar: «Hacer voto de pobreza es comprometerse mediante juramento a ser perezoso y ladrón; hacer voto de castidad equivale a prometer a Dios la infracción constante de la más sabia y más importante de sus leyes; hacer voto de obediencia es renunciar a la prerrogativa inalienable del hombre: la libertad
85.
¿Os aconsejo yo la castidad? La castidad es en algunos una virtud, pero en muchos es casi un vicio
86.
A quien la castidad le resulte dificil se le debe desaconsejar: para que no se convierta ella en el camino hacia el infierno, es decir, hacia el fango y la lascivia del alma
87.
Se ríen incluso de la castidad y preguntan: «¡Qué es castidad!
88.
Si los padres de alguien fueron aficionados a las mujeres y a los vinos fuertes y a la carne de jabalí: ¿qué ocurriría si ese alguien pretendiese de sí la castidad?
89.
Decía que nunca había visto mujeres sumisas, sino desunidas de los esposos: con orgullo propio, con haciendas, con sirvientes; mujeres que se podían divorciar, que no veneraban la castidad, mujeres que, si el esposo las quería recuperar, podían probar antes a otro hombre
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con pureza y castidad
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El mal llamado «azote de los ochenta» les vino de perlas para invocar la ira divina, predicar la castidad y poner en la picota a una nueva víctima propiciatoria, encarnada esta vez por los homosexuales, cuya circunstancial propensión a la enfermedad los convertía en candidatos idóneos al papel de «agentes transmisores»
92.
Por fin dice que llevará el asunto ante sus superiores y nos impone una penitencia y la orden de castidad mientras vivamos juntos: ya no podemos compartir la cama porque pondríamos en peligro nuestra alma inmortal
93.
"Las dueñas, mientras tanto, se entretenían con sus lujuriosas ratas blancas o con sus piadosas y especiales devociones y se oxidaban, lentas e imperturbables, prisioneras de su cinturón de castidad (la propiedad privada, en los tiempos antiguos, no conocía suerte alguna de limitación)"
94.
"En los tiempos antiguos, los juglares y los paladines llevaban plumas de colores en el sombrero para que las damas de la alta torre…, estremecidas bajo su fiero cinturón de castidad, se masturbasen, violentas como culebras, con una rata blanca amaestrada"
95.
la validez de los votos de castidad y la excelencia del celibato de
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Había una conexión directa entre la castidad y la ortodoxia política