1.
En la Coronación de la Virgen,[92] que hizo para el oratorio de lasegunda mujer de Felipe IV, exceptuadas las cabezas de Cristo y delPadre Eterno, que realmente son vulgares y carecen de majestad, todo lodemás es propio de un fervoroso creyente
2.
Les habló don Quijote a los cabreros, de la religión: Decía que antes estaba el poder de la Iglesia sobre el creyente, mientras que hoy la gente se dice católica pero no está de acuerdo con el Papa, y que con el libertinaje, el movimiento y la fluidez de las creencias la gente mezcla todas sus formas en una especie de coctel y cambia de religión como ahora las mujeres cambian de marido
3.
de san Antonio y el demonio dijo mucho más al creyente que la
4.
segunda clase para cualquiera que no sea creyente en una sociedad en la que
5.
Luciana es creyente, tiene el alma religiosa y habla
6.
creyente, se hanfraccionado en innumerables sectas
7.
Era un creyente sincero,y la piadosa y severa educación
8.
blasfemador hubiera tenido razón; la fe en quela creyente se
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joven Lázaro un creyente decidido
10.
creyente, dulce de maneras porlo general, y bastante bravo por lo particular cuando el
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humana, vino aser en el entendimiento del creyente lo que el
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a la pasividad del creyente forzoso en otrarevelación
13.
El creyente de unareligión puede
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fe sincera del creyente que quierela prosperidad de la religión
15.
perseguía al maestro con la desesperación de una creyente
16.
la oración; no era creyente, o,al menos, su
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andas del santo, en la procesióndel titular, porque era creyente
18.
No era creyente
19.
á la fe del creyente
20.
El pozo se encontraba en un punto militarmente estratégico, por lo que era poco probable que algún creyente majareta lo hubiese abierto
21.
Aquel incansable viajero, aquel hombre de firmes convicciones, aquel creyente, me había causado una gran impresión
22.
–¿Qué piensa el creyente? – decía-
23.
El creyente piensa que Jesús predicó el Evangelio, que murió como Mesías, que resucitó y que, por medio de los apóstoles, fundó la Iglesia cristiana, que se ha extendido en el mundo entero
24.
Lo que el creyente no sabe pero sí sabe el sabio es que había numerosas divinidades paganas en tiempos de Jesús, en cuyo nombre se predicaron doctrinas similares
25.
Era el más puro y el más creyente,
26.
No es muy aficionada a escribir, y por otra parte, yo soy un creyente acerca de la libertad que debe existir entre marido y mujer
27.
Mi padre era enemigo del Sha, un patriota…, ¡un Creyente! ¿Quiénes eran esos perros? ¿Quiénes? Les haré arder en el fuego a ellos y a sus padres
28.
Soy Creyente, siempre intento hacer el trabajo de Dios y siempre que muera haciendo el trabajo de Dios, con el nombre de Dios en los labios, iré al Paraíso
29.
Todos ellos deslumbrados por haber testigos de la salvación de un alma, un incrédulo transmutado en Creyente de manera tan inesperada
30.
"Hay varias: el corazón del creyente, que es un corazón puro y sano; el corazón del infiel, que es completamente opuesto al primero
31.
Yo soy religioso, yo soy creyente y tú eres un perro judío
32.
Soy un ferviente creyente en sacar a la luz todas las malas noticias durante mi interrogatorio, es decir, a mi manera
33.
¡Pero en aquel momento se acordó de que era un musulmán, un creyente, un puro! Y dió fe de la unidad de Alah y de la misión de Su Enviado
34.
Soy una no creyente, si me aceptan la distinción, aunque a veces creo que la no creencia también se convierte en un credo
35.
Pedro, y desde él oyeron gran batahola en el de Iglesias; y no pudiendo este resistir el fuerte estímulo de su curiosidad, se coló en la caverna de los conjurados, pretextando recoger un tomo de las Palabras de un creyente, de Lamennais, que había prestado a su amigo
36.
Siempre fuí religioso, creyente ciego de cuanto su Iglesia nos enseña, aunque muy perezoso y descuidado en cumplir los preceptos que se nos dieron para conservar y enaltecer el nombre de cristianos
37.
Eran, sin duda, los familiares demonios de Nelet, que por contagio de la amistad, pasado se habían del joven al viejo, del creyente al incrédulo
38.
La Reina es creyente: ya lo sabe usted
39.
En su casa era Chaves un hombre patriarcal, bondadosísimo, amante de su mujer y de sus hijos pequeñuelos, a quienes mimaba con extremosas ternuras; era en la calle un agitador ardiente que por sucesivas excitaciones y compromisos había llegado a la mayor vehemencia y a la furia desatada; en su casa era pacífico, dulce, creyente, como el que vive dentro de un régimen que no ha de alterarse nunca; en la calle, la pasión sectaria y el fracaso de las tentativas sediciosas le llevaban hasta la ferocidad; en su casa faltábale poco para rezar el rosario con su mujer, y se preocupaba de que sus hijos aprendieran bien el catecismo; en la calle ponía toda su alma y todo su dinero al servicio de una Causa que por medios violentos había de triunfar de la Causa contraria; no le espantaban los ríos de sangre, si en ellos perecía el enemigo
40.
cambio, obtenía un considerable consuelo -sentado de vez en cuando junto a una ventana durante largas horas por la noche- en la práctica más serena de la meditación sobre el milagro de la vida de Adela, como un fervoroso creyente en la mística contemplación de su fe
41.
Es un fiel creyente en los impuestos y en los gastos de representación
42.
» Se ha interpretado como la caricatura insultante de Cristo, el asno crucificado, al que adora el creyente al que se quiere humillar, el tal Alexamenos
43.
Lo hago para la mejor comprensión del creyente (o crédulo)
44.
Robert Langdon no era un hombre que hubiera buscado nunca confirmación en las alturas, pero cuando leyó el nombre de la iglesia donde se hallaba ahora la estatua, decidió que tal vez acabaría siendo creyente
45.
Había sido algo completamente diferente: un idealista enloquecido, un creyente en una causa, una persona que había soñado con cambiar el mundo
46.
Siendo un joven adolescente en la orgullosamente pacífica Canadá durante la romántica década de 1960, yo era un verdadero creyente en el anarquismo de Bakunin
47.
Inmunizados contra el miedo por la promesa de un paraíso para mártires; el auténtico faith-head (creyente) merece un prominente lugar en la historia de los armamentos, junto al arco largo, el caballo de guerra, el tanque y la bomba de racimo
48.
Es deber del creyente dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios…
49.
«Cuando un creyente sea llamado a servir al gobierno terrenal, dejad que rinda ese servicio como ciudadano temporal de dicho gobierno, aunque tenga que mostrar todos los rasgos y señales ordinarios en la ciudadanía
50.
Si el no creyente llega a cualificarse como un sirviente civil superior, debéis preguntaros seriamente si las raíces de la Verdad de vuestro corazón no han muerto por falta de las aguas vivientes de la comunión espiritual con el servicio social
51.
Los mama-rrachos y las aberraciones del gusto, las obras grotescas con que una piedad mal entendida llena las iglesias, también cumplen su objeto; pero este es bastante triste: fomentan la superstición, enfrían el entusiasmo obligan a los ojos del creyente a apartarse de los altares, y con los ojos se apartan las almas que no tienen fe muy profunda ni muy segura
52.
Pancho, el Sindiós, dijo, al salir, que la piedad era inútil, un trasto, que en aquel pueblo no se sacaba nada en limpio siendo un buen creyente y que, por lo tanto, no volvería a la iglesia
53.
Creyente sincero en los fines del Partido
54.
–Eso depende de lo creyente que uno sea
55.
El emperador Carlos era muy creyente
56.
para los de creyente corazón
57.
Para el no creyente, el argumento principal es la conciencia de la propia poquedad frente a la inmensidad del cosmos, un acto de humildad ante el misterio de los universos mundos
58.
Comenzaron a vivir cumpliendo sus designios lo mejor que podían, y cuando sus seres amados morían, en su tumba había un creyente que se erigía en la Voz del Muerto, y decía lo que el muerto habría dicho, pero con total franqueza y candor, sin esconder faltas y sin disimular virtudes
59.
El creyente debe sustituir aquel aroma de muerte de los principios teóricos por la realidad de la vida, el pragmatismo de la relación que no se encuentra en las estructuras anónimas sino en las personas, en su contradictoria amalgama de humanidad
60.
De lo que se deriva para el creyente -les decía- la confirmación de una ayuda especial del Espíritu Santo
61.
Si ya resultaba inaceptable la pregunta del cuestionario referida a aquel que, para el creyente, no predica la fe sino que es la fe misma, todavía podemos quedar más confusos leyendo los resultados de las respuestas proporcionadas por los 658 «objetores de Cáritas» entrevistados
62.
Gann era un hombre de firmes convicciones, un devoto creyente en la tradición
63.
Un buen paso fue que, mientras su predecesor Inocencio VIII condenó y persiguió a intelectuales como Pico della Mirándola por defender la magia de inspiración egipcia y la cábala hebrea como instrumentos óptimos del creyente, el papa Borgia lo absolvió de todas esas acusaciones en junio de 1493, lo trató como «hijo fiel» de la Iglesia, y se sumó gustoso a sus estudios heterodoxos
64.
El primer buscador que lograba regresar de un cambio de estación, el primero y el último, no era un creyente y no tenía mayor interés en reforzar los cimientos de su fe
65.
Un hombre verdaderamente bueno y creyente nunca será aplastado por la maldad, incluso si fuera asesinado, y representa la negación del mal y la luz para aquellos que desean salir de la oscuridad
66.
En todo caso, ya no soy creyente
67.
Sin duda, algunos estaban horrorizados y otros encantados de que un europeo no creyente estuviera en condiciones de medirse con el sha
68.
Palabras de creyente, pensó ella
69.
–¿Te has transformado en creyente, Austin? Antes no lo eras
70.
–Del diablo se defiende el creyente con oraciones
71.
¿Era eso justo? ¿Dónde estaba la justicia? ¿Así se le recompensaba por ser un convencido creyente en la reencarnación durante casi ciento treinta años? ¿Reencarnándose en un cadáver?
72.
Saveloy, gran creyente en el apoyo positivo—
73.
Pero lo demás… -dijo, esta vez con la convicción de un auténtico creyente
74.
Alejandro, educado desde los trece años de edad en la cultura griega por el gran filósofo Aristóteles, era muy creyente
75.
Sin embargo, Plutarco, un filósofo de formación platónica y un hombre profundamente creyente, con sólidos conocimientos de ciencias naturales, tachaba de supersticiosa la acción de unos y defendía al mismo tiempo el carácter religioso del oráculo
76.
¿Puede un creyente ajustar enteramente su vida, tanto en lo esencial como en lo accesorio, a los preceptos evangélicos o es inevitable que viva escindido entre su comportamiento y sus creencias? Maquiavelo revolucionó la filosofía política occidental cuando, formulando esta pregunta para el «príncipe» católico, respondió que si éste intentaba gobernar en rigurosa concordancia con los principios de la religión, se condenaba al fracaso, pues el poder antes que una moral es una praxis, un arte que exige continuas transacciones con el engaño y la mentira para ser exitoso
77.
Lo cierto es que, aunque las respuestas que se daba a sí mismo (y a sus lectores) variaban algo de libro a libro -las había más esperanzadoras o más lúgubres-, cuando se hace el recuento final de su obra se tiene la impresión de que, muy a pesar suyo sin duda -pues a diferencia del acerado florentino él era un hombre bondadoso y sentimental-, Heinrich Böll llegó a convicciones parecidas a las de Maquiavelo: la coherencia absoluta entre la moral cristiana y la vida diaria del creyente es imposible, se da sólo en casos excepcionales de locura o santidad
78.
Desde mi apartado refugio donde sobrellevo la CRUZ que el Señor ha querido destinarme, en su generosa e infinita sabiduría, manteniéndome lejos de las manos impías que no pueden ni podrán nunca atraparme ni alejarme del pueblo creyente, santo, BUENO, de las Hermanas y los Hermanos, unidos en cópula divina en el amor a Dios y en el odio al MALO, levanto mi mano y, moviéndola enérgicamente de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, digo, acompañando el grito al gesto, ¡No! No es verdad que las Hermanas y los Hermanos del Arca, cuyo objetivo es hacer el BIEN y prepararse para subir al cielo cuando el Padre, el Espíritu Santo el Hijo MURIÓ EN LA CRUZ decidan que este mundo lleno de MALDAD y de impiedad se termine por el fuego y por el agua como está anunciado en el libro BUENO de la Biblia, lo que ocurrirá muy pronto porque así me lo han dicho las voces que escucho y que no vienen de este mundo, hayan tenido algo que ver con el crimen que cometieron los MALOS y que quieren atribuirnos para desviar sus culpas y hacer más gruesos y puntiagudos nuestros CLAVOS y más áspera la MADERA de nuestras CRUCES
79.
Como no se mantenía firme en ninguna experiencia espiritual, ni siquiera en las adquiridas a un alto precio, no puedo, a pesar de su religiosidad y de sus misticismos intermitentes, decir que era creyente
80.
Creyente de otras religiones
81.
Se concibió un estilo de vida que apartara al creyente de la sociedad humana ordinaria
82.
Muy creyente en su juventud, paso cierto tiempo en un seminario pero se le negaron las ordenes, Este fracaso le inculco un odio visceral contra la Iglesia y todo lo que se refiere a ella de cerca
83.
Soy un gran creyente, señor, y creo que también usted lo es, en el espíritu de la ley, más que en su letra
84.
—Tú no eres creyente, ¿verdad? —preguntó Haines—
85.
Quiero decir, creyente en el sentido estricto de la palabra
86.
Aunque la mujer hablaba de Dios con frecuencia, nunca le había preguntado si era creyente
87.
Yo tenía una ofensa que lavar con sangre; para un beduino, es algo tan sagrado como la oración para un creyente
88.
¿Creen ustedes que esta metáfora no está muy de acuerdo con el lenguaje de un ordenador? De acuerdo, no soy creyente, pero soy capaz de interesarme en los mitos del hombre y apreciar su transposición cuando es necesaria
89.
Las nuevas ideas, que entonces conmovían profundamente el corazón de la juventud, habían hallado en el joven Lázaro un creyente decidido
90.
Era un creyente que se interesaba por la religión ante todo en el sentido político, y la nueva doctrina, que permitía ciertas interpretaciones nuevas abriendo la puerta a discusiones y análisis, le era desagradable por principio
91.
En cuanto a Karenin, al volver de casa de la Condesa, no pudo aquel día entregarse a sus ocupaciones habituales con la tranquilidad de ánimo propia de un creyente salvado, tal como antes se sentía
92.
–Porque fueron valores manipulantes, alienantes, una juventud patriota, amante de sus padres y creyente en dios, es una juventud perfecta para los gobernantes: obedientes, disciplinados y temerosos del señor
93.
Me enseñó a darme cuenta de que uno podía abandonar La Firma y seguir perteneciendo sin problemas a la Iglesia católica, de que yo podía seguir siendo creyente y aun así ser contrario a los métodos de la organización
94.
El verdadero creyente tiene un corazón que no conoce el miedo, la angustia ni la desesperación